En las próximas elecciones generales, que extraño nos suena a muchos relaccionar la fecha del 20 de Noviembre con unas elecciones en lugar de con el fusilamiento de Jose Antonio o con la muerte de Franco.
En este próximo enfrentamiento electoral en el cual PP y PSOE son los que realmente se juegan el poder, nos pretenden presentar unas diferencias que en el fondo no son tales.
Los españole con derecho a voto y que ejerzan tal, que no será mi caso, tendrán en cuenta un tema que según la publicidad política diferencia al partido conservador y liberal del partido socialista.
Tal cuestión no los diferencia realmente aunque así se nos pretenda hacer creer.
Me estoy refiriendo al aborto, interrupción voluntaria del embarazo si se quiere ser políticamente correcto, que no es si no acabar con la vida de niño aún no nacido, es decir un crimen mediante el cual se acaba con un ser humano inocente. Y tal realidad no cambia por el hecho de recurrir a causas supuestamente justificantes o por hablar del aborto terapéutico.
El PSOE ha puesto en marcha una nueva Ley que ha desarrollado la anteriormente vigente aumentando el periodo durante el cual el nasciturus puede ser asesinado amén de pasar de despenalizar el aborto en supuestos concretos a considerarlo como un derecho.
La Ley del PSOE ha dado vía libre para que cualquier niña mayor o de 16 años pueda abortar sin el consentimiento paterno.
El PP quiere convertir esta cuestión arma de confrontación electoral para hacerse con el voto de cierto sector de la población. El Partido Popular se presenta así mismo como antiabortista, prometiendo que caso de alcanzar el poder derogará la Ley del PSOE
Ahora bién, no se puede considerar estar a fovor de la vida y a su vez conservar la Ley abortista que anteriormente estaba vigente, y esto por mucho que se quiera maquillar tal medida diciendo que se acabará con los subterfugios que permitían que abortasen muchas mujeres que no se encontraban incluidas en los supuestos que la Ley consideraba. Y no es estar a favor de la vida ya que esa Ley defiende y ampara que se acabe de la vida de seres humanos inocentes, aunque sea cuando se den determinados supuestos.
O sea que tanto PP como PSOE defienden la aplicación de leyes abortistas contrarias a la vida y que consideran a esta meramente utilitarista, no como algo sagrado en sí mismo.
Tanto PP como PSOE son en este, como en la práctica totalidad de los asuntos, patas de un mismo banco.
Que nadie se deje engañar por los cantos de sirena de los partidos, si no que cada uno considere cual es el verdadero trasfondo que se esconde detrás de la palabrería partitocrática.
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