Ahora nos
vamos a referir a uno de los genocidios
más crueles a la par que desconocidos que en la actualidad se está produciendo. Un genocidio llevado a cabo por los dueños del mundo y que afecta
exclusivamente a los los goyim, como denominan los miembros del “pueblo
elegido” a los que no pertenecemos a su clan.
Se trata de la muerte de millones de personas
en toda la tierra, pero especialmente en Occidente, originadas por la ocultación
voluntaria de un tratamiento que combate con éxito el cáncer. Esta ocultación
no tiene otra intención que causar la muerte a la población no judía.
Nuestro
código penal calificaría ese hecho como omisión del deber de socorro con
resultado de muerte, sumado al delito de genocidio.
La Torá respecto de ayudar o curar a no judíos
es muy explícita:
“Si vemos
que un idólatra (gentil) es arrastrado o se ahoga en el rio, no debemos
ayudarlo. Si vemos que su vida está en peligro no debemos ayudarle a él” (Maimonides
mishnah, Torah p. 184).
“Aquellos
judíos que hacen el bien a los cristianos nunca resucitarán cuando mueran” (Zohar
1, 25b).
Todo esto
en principio pudiera parecer la invención de una mente conspiranóica o el infundio de un
furibundo antijudío, pero como podrá verse a lo largo de esta entrada no se trata de
ninguna de ambas cosas, desgraciadamente se trata de una realidad que a nosotros nos puede
parecer increíble por inmoral y aberrante, pero no es así para unas mentes y corazones regidos por
el Talmud, ya que según éste, los judíos no deben socorrer ni curar a ningún
goyim, dado que para el libro sagrado de los judíos, los no judíos somos peores
que bestias, somos seres inferiores creados para servirles.
En la Torá
se pueden leer lindezas, entre otras muchas, como estas:
“Considera
al goyim como un animal bestial y feroz, y trátalo como tal, pon tu celo y tu
ingenio en destruirle” (Tomo 3, libro 2, capítulo 4, artículo 5.)
“Vosotros
israelitas sois llamados hombres, mientras que las naciones del Mundo no son de
llamarse hombres sino bestias” (Baba mezia 114 c1)
“Todos los
niños gentiles son animales” ( Yebamoth 98 a).
“Las almas
de los no judíos provienen de espíritus impuros y se llaman cerdos” (Jalkut Rubeni
Gadol 12b).
“Aunque el
no judío tiene la misma estructura corporal del judío ellos se comparan con el judío como un mono a
un humano” (Schene Luchoth Aberith p. 250 b).
“ Los judíos
son llamados humanos de condición, pero los no judíos no son humanos. Ellos son
bestias” (Baba mezia 114b)
Algo que
puede chocar y hacer dudar a muchos es cómo es posible que algo de tal gravedad
e importancia no haya sido extensamente expuesto, ni siquiera recogido, por los
medios de comunicación social.
La respuesta
resulta sencilla puesto que los medios de comunicación más importantes del
mundo, en especial las agencias de prensa, están en manos judías y por tanto
sometidas a los dictados de este entramado mafioso que está tras el poderío
financiero, político y social que dirigen los jázaros judíos.
Hay otra
cuestión que no hay que perder de vista a la hora de comprender esta ocultación
por parte de los medios de comunicación, se trata de esa autocensura que
provoca el pensamiento políticamente correcto. Un pensamiento que desde la
victimización han logrado implantar los judíos, un pensamiento por el cual todo
comentario e incluso información que señale acciones negativas de los sionistas
será inmediatamente mal vistas y aquel medio que la exponga será tachado de
racista y antisemita.
Pero desde
hace unos años el control sobre los medios por parte de los lobbys judíos ha
dejado de ser total, ahora gracias a los medios alternativos que han surgido en
internet, la verdad no se puede ocultar tan fácilmente y salen a la luz
realidades como la que ahora nos ocupa.
Comenzaremos
aportando unos datos que por si mismos son relevantes:
Según datos
aportados por el director del registro nacional del cancer en Israel Dr. Micha Barchana
En Israel fallecen alrededor de 150 personas al año por cáncer en Israel
, en una población de 7´4 millones de habitantes, equivalente a 0,4 muertos al día, en España
mueren 1500, y en Alemania 2450 personas mueren por
cáncer , en Austria 55 , en Suiza “sólo”40 .
En Israel
seguramente el número de muertos por día sea aún menor al 0,4 arriba señalado,
siendo muy probable que la mayoría de las víctimas de cáncer de esas 150 personas anuales muertas
correspondan a personas israelíes no judías. Y esto no es debido a que los
israelíes posean algún gen especial que les inmunice, no se debe tampoco a que
lleven una vida más sana o a que fumen menos. La diferencia fundamental estriba
en el propio tratamiento del cáncer, ya que en Israel se observa al cáncer
desde una visión conjunta y se da prioridad a la desintoxicación de alma,
cuerpo y espíritu acompañado de una alimentación sana.
El 17 de
Octubre del año 2008 se produjo en Noruega un acontecimiento que debería pasar
a los anales de la historia de la humanidad por la información que se dio y lo que ella significaba, “curiosamente” el acontecimiento paso desapercibido para los medios de comunicación
y por tanto es desconocido por la población general y por los que
supuestamente conocen en profundidad la realidad.
Lo que
aconteció es que el Gran rabino Dr. Esra Iwan Götz firmó un documento en el
cual reconocía públicamente que los médicos judíos, y especialmente los
oncólogos, mayoritariamente judíos, efectúan dos tipos de tratamientos.
A los judíos
se les trata según la Nueva medicina Germánica (con una interpretación
biológica de la enfermedad) mientras que a los no judíos se les somete al
tratamiento oficial de tortura con quimioterapia y morfina.
Dentro de este especial tratamiento de los
judíos que padecen cáncer hay que referirse a la persecución científico-académica
que padeció el Dr.Ryke Gerard Hamer.
En octubre
de 1981 el Dr. Hamer presentó
sus investigaciones y descubrimiento sobre el cancer a la Universidad de
Tubingen como tesis post-doctoral, el
comité de la Universidad rechazó su tesis y se negó siquiera a evaluar su
tesis, pero la cosa no acabó ahí puesto que el tribunal médico le colocó ante
la disyuntiva continuar con su tesis o abandonar inmediatamente su trabajo
clínico en la facultad.
El
hostigamiento al Dr. Hamer continuó en 1986 cuando una sentencia de la Corte le
prohibió continuar con la práctica de la medicina, perdiendo su licencia médica
porque se negó a rehusar a sus
descubrimientos sobre el origen del cáncer y a
asumir las tesis convencionales
del origen del cáncer.
Desde el año
1986 el Dr. Hamer no tiene derecho a atender pacientes, y dependía de otros doctores para obtener escáneres
cerebrales y registros médicos de pacientes para continuar sus investigaciones.
Desde entonces analizó más de 10 000 casos y fue capaz de expandir sus
descubrimientos de las cinco leyes Biológicas de la Nueva Medicina Germánica a
todas las enfermedades.
Desde
entonces la prensa y la medicina no dejó
de atacar sus trabajos y conclusiones.
No olvidemos
que esta Nueva Medicina Germánica, o biológica, es la que se está aplicando en
Israel con tan excepcionales resultados.
Tras
intentar sin éxito publicar sus trabajos tuvo que crear su propia editorial “Amici
di Dirk” para de este modo poder hacerlo.
Cuando fue a
recoger el primer cargamento de libros le dispararon sin llegarle a dar, el
coche con el agujero de bala estuvo en el garaje de su consulta hasta que
finalmente la policía de Colonia se lo llevó como prueba, desde entonces el
coche desapareció.
Ha habido
otros intentos de asesinato, uno de ellos contra su segundo hijo.
Tras ser
encarcelado durante 9 meses se le intentó internar en un establecimiento
psiquiátrico.
Cuando el
Dr. Hamer fue arrestado la policía buscó en sus archivos de pacientes.
Posteriormente,
durante el juicio el fiscal se vio obligado a reconocer que después de 5 años
6000 de 6500 pacientes diagnosticados de padecer un cáncer “terminal”
continuaban vivos.
El 9 de
septiembre de 2004 el Dr. Hamer fue arrestado en su casa de España, y tras estar encarcelado un año y medio en la prisión
francesa de Fleury Merogil fue puesto en libertad en febrero del 2006.
Más tarde se
produjo otro incidente que de nuevo puso
de relieve la influencia judía tanto en el ámbito periodístico como en
el político.
La
periodista colaboradora de la 2 Ana Pena, concreta del programa “ preguntas y
respuestas”, sufrió un cáncer de medula.
Buscó
curación en terapias alternativas y se puso en manos del Dr. Hamer resultando
al poco tiempo curada.
En noviembre
de 1994 organizó un programa en el que llevó al plató de Televisión Española al
doctor para informar sobre sus descubrimientos. La respuesta de los
televidentes fue tremenda colapsando las centralitas preguntando sobre el tema,
fue tal la repercusión que se llevó a cabo un segundo programa con similar
éxito.
En ese
momento el lobby judío contraatacó poniendo en antena un tercer programa con el
ánimo de desprestigiar al doctor y sus conclusiones.
La
periodista Ana Pena había trabajado en Madrid en la cadena Ser y conocía a directivos
de Prisa, y a través de uno de ellos supo que este tema del tercer programa
desprestigiador no podía ser cuestionado en el Consejo de Dirección puesto que
las órdenes venían de “más arriba”. Supo también que el Canciller Austriaco dio
instrucciones al Canciller alemán Helmut Kolh y que este tuvo una reunión con
el Presidente español Felipe Gonzalez para organizar esa campaña contra el Dr.
Hamer y su tratamiento.
Pero este
tercer programa resultó un fiasco puesto
que las tres primeras autoridades en oncología españolas fueron incapaces de
desacreditad firmemente al dr. Hamer.