Aunque tengo
la práctica seguridad de que estas palabras no van a llegar a oídos del
parlamento de Dinamarca ni de ningún parlamentario danés, de hecho no creo que
lo lea ningún ciudadano de esa nacionalidad escribo esta entrada.
Pese a todo lo indicado, como español me veo en la obligación de contestar a la carta que un grupo
de parlamentarios daneses han tenido la osadía de dirigir al gobierno español haciendo referencia
al serio problema secesionista por el que en este momento atraviesa España por
culpa de los sediciosos nacionalistas catalanes.
A los
parlamentarios daneses que han escrito dicha carta les diría que se metiesen en
sus asuntos y no se crean con autoridad moral para dar indicaciones al gobierno
de otro país y menos aún sobre un tema que desconocen plenamente.
Resulta
sumamente atractivo para la mentalidad
de lo políticamente correcto, plenamente instaurada en la política
danesa y en la práctica totalidad de la población europea, adoptar siempre una
actitud ambigua y supuestamente
conciliadora que coloca siempre al
supuestamente perseguido como víctima inocente.
No sé cual
es la importancia que se confiere a la unidad de la nación en Dinamarca, pero
por lo que puedo leer en la carta a la que hago referencia no es mucha. Hasta
cierto punto puedo entenderlo desde el momento en que la historia de su país es
más bien corta como Estado independiente, además en el año 1658 fue cedida a
Suecia por el Tratado de Roskilde una parte de su territorio denominado Escania.
España es la
entidad política más antigua de Europa, y Cataluña siempre ha sido parte de
ella, sin que en ningún momento haya sido independiente o haya sido cedida a
ningún otro país o reino.
Desde luego
no coincido para nada a nivel político con el gobierno que lleva las riendas de
España en este momento, pero como español no puedo aceptar que miembros
políticos de otro Estado se inmiscuya en un tema propio tan serio y fundamental
como es este que hace referencia a la unidad de España. Señores, por llamarles
de algún modo, los secesionistas catalanes les han vendido un cuento ilegal y que
va contra la realidad histórica de España. Lo más sencillo y cómodo es aceptar
las mentiras que plantean los que se presentan como víctimas, sin pararse a
conocer la realidad de las cosas ni hasta que punto el relato que les han
vendido es cierto.
Pero claro, sirve
para reafirmar esa imagen que los países nórdicos tienen de ser moderados
partidarios de la negociación al ponerse del lado del más pequeño y
supuestamente débil sin tener en cuenta la culpabilidad de este.
Sería como
defender al atracador que sale del banco con el dinero y un arma y pedir al policía que le detiene que dialogue con él
antes de ponerle las esposas.
Para
aquellos que no hayan leído la misiva que algunos parlamentarios daneses han
dirigido al gobierno de España lo voy a reproducir:
“Nosotros
como miembros electos del Parlamento danés, Folketinget, nos gustaría expresar
nuestra más sentida preocupación viendo la situación en Catalunya, la cual ha
llegado a un punto crítico.
Instamos al
gobierno español a jugar un rol constructivo que anime el dialogo político,
enseguida. Esta semana hemos visto otra vez, como llevamos haciendo durante
seis años, en torno a un millón de personas en Catalunya saliendo a las calles
de manera pacífica, pidiendo un referéndum.
No
entendemos porqué las autoridades españolas no están reaccionando ante esta petición, y porque
no hay voluntad de establecer un diálogo e intentar enderezar este problema
político.
En una
democracia las amenazas judiciales y las respuestas legales no son la solución.
Los políticos y no los jueces o las fuerzas policiales son los que tienen que
resolver las tensiones políticas en cualquier país europeo y democrático.
Los debates
en el Parlament Catalán, de hecho en cualquier parlamento democrático, no
pueden llevar a un proceso judicial a cargo del Gobierno español contra el
Presidente catalán y su equipo, en medio de la erosión de la separación de
poderes.
Las acciones
represivas de los últimos días, las crecientes amenazas a funcionarios,
alcaldes, medios, compañías y ciudadanos no pueden ser la solución de cualquier
problema político.
Es necesario
involucrarse, cuanto antes mejor, en un diálogo político: la única manera de suavizar las tensiones y
acompañar las transformaciones, ponerse de acuerdo y la colaboración serán las
únicas formas de lograrlo”.
Me reitero
en lo dicho, parlamentarios daneses meteros en lo vuestro y no sigáis al pie de
la letra lo que os dicen.
Dejar que
los españoles defendamos la Unidad de nuestra Patria frente a los que pretenden
acabar con ella.
A mi modo de
ver el gobierno está siendo demasiado blando y pusilánime.
Frente a la
sedición nada de negociar, sólo la fuerza.
¡¡¡VIVA LA UNIDAD DE ESPAÑA!!!