Nada
de los sucesos políticos que se despliegan ante nuestros ojos es lo que a
primera vista pudieran parecer, y cuanto más importantes aún lo son menos.
Partiendo
de esta premisa voy a referirme a unos
sucesos de los que acabamos de conmemorar una década desde que tuvieron lugar.
Por supuesto estoy hablando de los terribles atentados que tuvieron lugar en
Madrid el 11 de Marzo del 2004, una fecha que ha quedado marcada a fuego en la
memoria y el corazón de todos los españoles.
Pero
lejos de que el dolor y la indignación llevasen a que los españoles formasen una piña para todos juntos luchar
contra los asesinos y conocer la verdad, lo cierto es que se originó una
división tan interesada como estúpida, una división que enfrentó a los
españoles en dos bandos
irreconciliables.
Por
un lado estaban los que apoyaban al Partido Popular, estos afirmaban que los responsables de los criminales atentados habían sido los asesinos de la banda
terrorista ETA.
En
el otro bando se encontraban los seguidores del PSOE y los que se oponían al
Partido Popular. Este bando mantenía que habían sido atentados realizados por
musulmanes radicales que actuaban para vengar la participación española en la guerra de Irak.
Cualquier
persona que proponga una explicación alternativa a las dos antes señaladas es,
inmediata y desdeñosamente, calificada de conspiranoica.
Esta
división fue un elemento más de distracción que sirvió para que los verdaderos
culpables de tan execrables hechos pudiesen permanecer en la sombra del
anonimato.
Para
poder acercarse a la verdad de todo lo que aconteció aquel terrible día, para
conocer los entresijos y responsabilidades de esa terrible matanza, es
imprescindible dejar de lado esa visión partidista, una visión a la que parece
importarle más bien poco conocer la realidad de lo ocurrido. Y es que la verdad
lleva aparejada el conocimiento de cual es la autoría y cuales las “razones”
que llevaron a actuar a los terroristas.
Y claro, eso puede entrar en conflicto con los prejuicios partidistas y los beneficios
electorales que estos llevan aparejados.
La
realidad resulta difícil de entender para aquellas mentes que se han formado en
una bipolaridad partitocrática, maniquea y excluyente.
En
el caso que nos ocupa la realidad es muy diferente a la simplista dicotomía
de PP o PSOE. Lo cierto es que se
buscaba no tanto que gobernase el PSOE cuanto que dejase de hacerlo el PP,
aunque debido al sistema bipartidista que padecemos una cosa llevase
forzosamente a la otra.
Para
entender un poco que es lo que ocurrió la mañana de aquel fatídico once de Marzo nos hemos de remontar al hecho de
que los Estados Unidos, con la excusa de la luchar contra el terrorismo, se
habían servido de la red Echelón para realizar espionaje sobre la industria
europea. La Unión Europea en general, y muy especialmente los gobiernos de
Francia y Alemania, elevaron serias quejas al gobierno de los Estados Unidos.
Los
países más afectados fueron los citados Francia y Alemania. En el caso francés
fue muy afectada su puntera industria aeronáutica (Airbus,
Mirage, etc.) y en el alemán la automovilística (BMW, Mercedes-Benz,
Wolkswagen,etc.)
El
espionaje industrial atacaba sobre todo la tecnología punta y las mejoras de
las empresas y productos de estos
países. La industria aeronáutica y automóvilistica de los Estados Unidos se
servía de los avances europeos, con lo
que se producía una competencia desleal, amén de ilegal, que causaba perdidas
multimillonarias y afectaba de manera seria las economías de los países antes
señalados.
Como
defensa ante este ataque que USA realizaba a través de Echelon, sirviéndose de
la excusa de luchar contra el terrorismo, la Unión Europea incluyó en el TUE,
Tratado de la Unión Europea, un capítulo en el cual los firmantes del
señalado tratado se comprometían a no permitir la instalación en su territorio de infraestructura que permitiese el
funcionamiento de la Red Echelon.
Pues
bien, el gobierno Aznar se negó a ratificar el TUE, con la gravedad que el eje franco-alemán atribuyó a este hecho.
En esos momentos la política exterior española se centraba en un acercamiento,
y sometimiento, al “amigo americano”. Este acercamiento a USA llevaba implícito un alejamiento de “la vieja
Europa”, como la definió el gobierno Bush.
Para
conjurar la amenaza que podía continuar sufriendo sus economías a través de la
Red Echelon el eje franco-alemán resolvió trasmitir un contundente mensaje a
los gobernantes españoles para que ratificasen el TUE y con ello impidiesen el
espionaje a través del Echelon.
El
“mensaje” se hizo realidad el 11
M.
Una vez que se realizaron las elecciones generales el 14 de Mayo, que ganó el PSOE este ratificó el TUE, con lo que la acción había logrado el fin perseguido,es decir que Estados Unidos pudiese seguir espiando a la industria europea.
¿Pero cómo unas naciones aliadas y miembros, al igual que España, de la
Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, podrían ser capaces de realizar tamaño acto
de agresión?
Tal
posibilidad resulta inconcebible, no entra en la mentalidad de cualquier
persona normal, pero los intereses nacionales llevan a los servicios de
inteligencia y a sus respectivos operativos a tomar decisiones inaceptables de
las cuales los mismos gobiernos no son siquiera conscientes, simplemente dejan
hacer.
Para
realizar este tipo de operaciones los servicios de inteligencia nacionales (La
DGSE –Directión General de la Securite Exteriore francesa o el
BND-Bundesnachrichtendients- alemán) no se implican directamente sino que se
sirven del ejército secreto de la OTAN, la red Gladio.
Todo
esto me sonaba fortísimo e increíble
cuando un oficial de Información de un
cuerpo de seguridad español me comentó, a los pocos días de los atentados del 11 M, que sus compañeros en
activo le señalaban que se trató del “trabajo” de un grupo de inteligencia, él
añadió que el servicio de inteligencia
responsable era de un país del eje
franco-alemán antes señalado, entonces yo no podía creerlo, me resultaba
absolutamente inaceptable. Pero posteriores informaciones y datos no han hecho otra cosa que corroborar todo lo
que decía.
Como
más arriba indiqué, los servicios no actúan directamente para evitar que si
algo sale mal sus gobiernos se puedan ver implicados.
En casos como el que nos ocupa recurren a la
Red Gladio, ¿pero qué es Gladio?
Para
conocer la realidad de Gladio es preciso hacer un poco de historia:
Una
vez finalizada la Segunda Guerra Mundial los gobiernos europeos tenían terror a una más que probable invasión del territorio europeo por parte de las divisiones soviéticas. Los
militares y servicios de inteligencia de
los gobiernos europeos daban por sentado que cualquier respuesta militar de
tipo convencional frente a las
divisiones soviéticas sería absolutamente inútil, es así que pusieron en marcha una especie de ejército
partisano que hostigaría a las tropas de
ocupación si finalmente se producía la tan temida invasión.
Los
que conformaban este ejército fueron entrenados y dotados de armamento y
explosivos para la lucha insurgente, guerra de guerrillas, sabotaje y
terrorismo.
Como
sabemos la temida invasión nunca llegó
a producirse, pero Gladio no fue
disuelta y sus fuerzas continuaron
existiendo, aunque sus objetivos pasaron a ser otros.
En
un primer momento el ejercito secreto de la OTAN trató por todo los medios de
impedir que el comunismo se extendiese y
pudiese dominar países europeos, caso de Italia y Francia, donde los partidos
comunistas estaban alcanzando un auge tal que en Italia estaba a punto de
alcanzar el poder en la nación.
Para
lograr sus fines Gladio no tuvo freno
moral ni humanitario alguno, llegó a matar a 3 carabinieris en la ciudad
de Petrano, volar trenes como el
Italicus-express donde fallecieron 12 personas y otras 118 resultaron heridas,
o hacer explotar una estación de autobuses repleta de viajeros como en Bolonia
con 85 muertos y otros 200 lisiados el 2 de Agosto de 1980,
todo esto para
luego adjudicárselo a grupos de extrema izquierda.
Todo
esto no son imaginaciones de una mente
calenturienta, el mismísimo primer ministro italiano Julio Andreotti reveló el
3 de Agosto de 1990 ante el Parlamento italiano la existencia de la Red Gladio
supeditada a las órdenes de la OTAN.
Un
juez italiano, el juez Petrano demostró
que el explosivo empleado en Petrano en el coche-bomba con el que fueron
asesinados 3 carabinieris era el
explosivo militar C4, señalando que los asesinos fueron miembros del servicio
de inteligencia italiano-SISMI:Servicio per le Informazioni e le Sicurezza Militare junto a
activistas de Ordine Nuovo, aunque el atentado fue atribuido a las
Brigadas Rojas.
Gladio
no solo ha delimitado sus actuaciones a
territorio italiano y francés, sino que Bélgica y otros países centroeuropeos
ha sido escenario de ametrallamientos y
otros atentados indiscriminados con la finalidad de que la población afianzase
o buscase gobiernos conservadores y fuertes que frenasen un posible desarrollo
comunista.
España
no se ha visto excluida de la acción de este ejército secreto, pues se le
atribuyen acciones terroristas que han servido para orientar la política durante
la transición, como por ejemplo la matanza de abogados laboralistas en Atocha,
o los incidentes de Montejurra y los incalificables atentados del 11M.
Por
supuesto la autoría siempre es atribuida a grupos distintos a la OTAN y a su ejército secreto, pero en todo
los casos han contado con el apoyo y encubrimiento de los servicios de
inteligencia nacionales.
En
el caso de los atentados del 11 de Marzo
vemos toda una serie de
actuaciones claramente dirigidas a que
no pudiese investigar el tipo de explosivos, ser identificados los que
realizaron los atentados, etc. ¿Cómo se entiende si no que los trenes fuesen desguazados en pocas horas, que los terroristas no
apareciesen en ninguna cámara de las miles presentes o que apareciesen bolsas y
coches que no fueron localizados en los minuciosos rastreos iniciales. ¿Y cómo es
posible que de las toneladas de muestras recogidas sólo un pequeño pedazo de
metal llegase a ser tomado como prueba en el juicio?
Para
los que continúan manteniendo las postura
de ETA o de los islamistas basta con decirles que los primeros no se
pondrían en contra a toda la población vasca, carecían de explosivos militares y de capacidad para
llevar a cabo unos atentados tan coordinados y que sus representantes los condenaron inmediatamente, cosa que jamás hacen cuando es ETA quién
los lleva a cabo. Los defensores del origen yihadista difícilmente pueden mantener que unos
atentados tan perfectamente llevados a cabo los pudiesen realizar ladrones de
poca monta, chorizos y mafiosos de barrio, para colmo todos controlados por la policía nacional y por la
guardia civil, la mayoría incluso soplones
de estas fuerzas.
Y que los incondicionales del PSOE tampoco se crean por encima de la sumisión al "amigo americano" y a la OTAN, porque en el 2011 fueron obedientes permitiendo que en suelo español, en la base de Rota, se instalase la parte fundamental del escudo antimisiles, lo que provocó una dura protesta de Rusia. Además, a partir de ese momento misiles rusos apuntan a territorio español.