miércoles, 30 de noviembre de 2011

El monarca y el Valle

En los últimos  días ha saltado al primer plano de la actualidad la  posible exhumación de los restos de Franco  sacándolos de la Basílica del Valle de los Caídos donde ahora se encuentran  enterrados.
Se pasa por alto que el monumental  templo y todo el conjunto arquitectónico, del que destaca la inmensa cruz,  es un  canto a la reconciliación de los dos bandos que se enfrentaron a muerte desde 1936 hasta 1939, no olvidemos que también es un cementerio militar puesto que en él están enterrados 47000 combatientes de ambos bandos.

Y si sobre algo se pasa de puntillas es sobre el tema de que  el generalísimo Franco está enterrado ahí no por propia  voluntad o por la de su familia. Y es que  la intención  del anterior Jefe de Estado no  era conocida ni por su familia ya que no la dió nunca a conocer, y la de la esposa de este, doña Carmen  Polo, era la de que  su cuerpo reposase  en el Pazo de Meirás para de esta forma tenerlo más cerca y poder visitarlo y rezar ante él.
Pero si esto es así, ¿de donde  partió la orden de que el cadáver del Caudillo fuese enterrado en el Altar Mayor del Valle de los Caídos?.                                   
Pues fue   Juan Carlos I, que  como Jefe de Estado dio orden de ello, fue la primera  decisión que como Jefe de Estado tomo.
O sea, que supongo que el actual monarca algo tendrá que decir  ante la polémica que se ha levantado tras el informe preparado por “expertos” y que  ha sido entregado al  gobierno en funciones. Fue el actual rey el que  hizo que un monumento a la reconciliación no pudiese ser considerado tal puesto que el máximo dirigente de uno de los bandos que combatieron  preside tal monumento.

Pero mucho me temo que en este, al igual que ha ocurrido  en otros muchos temas, el rey guardará un silencio total con el que buscará  contentar a todo el mundo, a los “demócratas de toda la vida” y sobre todo a la izquierda. (Aunque ya se sabe que  contenta a todos y no contentarás a nadie)
La posición mantenida por el monarca ha pasado de los juramentos y posteriores incumplimientos para lograr la corona, a sancionar leyes como las del aborto  y a mantener silencios cómplices ante la progresiva disgregación de la Unidad Nacional, con estos silencios busca no poner en riesgo su corona y los privilegios que de ella derivan.
Es decir, que  nadie espere ni un sola palabra de este Borbón sobre el tema que tanto ocupa a la opinión pública y del que él es protagonista principal al de modo autónomo haber decidido que los restos mortales de Franco reposasen en el Valle.                                

martes, 29 de noviembre de 2011

El Nacionalismo en la Constitución del 78

         “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, Patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”.
                        (Art. 2º, Titulo Preliminar Constitución Española 1978).

El punto más polémico de la Constitución de 1978 fue el referido al Estado autonómico, ya que representaba el paso de un Estado centralista y unitario a otro descentralizado y que promovía el autogobierno. Como ya se reseñó en la introducción, a la muerte de Franco se promovió un nuevo ordenamiento que previese y adecuase las nuevas normas y mandatos para que permitiesen la remoción del ordenamiento anterior.
Amén de la intención antes referida, los políticos que elaboraron la Constitución (los cuales  por cierto   no fueron elegidos el 15 de Junio de 1977con carácter constituyente sino dentro de unas meras elecciones generales sin tal carácter) pretendieron conjurar el peligro que constituían los denominados “problemas” vasco y catalán. La situación que el terrorismo secesionista causaba en aquellos momentos situaba a los que redactaban la Constitución en un escenario que  impelía a que se tomasen decisiones  políticas del tipo autonómico y sobre todo a incorporar al ordenamiento constitucional términos tan peligrosamente ambiguos como el de nacionalidad para referirse a algunas regiones españolas.
Las regiones que discriminatoriamente respecto al resto recibieron la calificación de comunidades históricas, en función de lo cual se añadió el término nacionalidad fueron Vascongadas, Cataluña y Galicia. Esto fue así  debido por un lado al hecho de haber aprobado por referéndum durante la II República sus respectivos Estatutos, aunque tan solo los dos primeros fueron sancionados por las Cortes. Y por otro debido a la presión del terrorismo secesionista de E.T.A.

La definición que el Diccionario de la Lengua Española no deja duda alguna a la hora de señalar el término nacionalidad como vocablo referido a la Nación.
Nacionalidad es definido como el “carácter peculiar de los pueblos e individuos de una Nación”. Aquí no caben interpretaciones de ningún tipo ni existen explicaciones que puedan convencer de que cuando se utiliza el termino nacionalidad en el Título Preliminar de la Constitución no se están poniendo las bases para futuras secesiones. En aquél momento se presentó  al pueblo español a España como si fuese una nación de nacionalidades, idea que como  podemos ver en la actualidad no era sino un atajo para llegar al momento actual en que se habla de España como nación de naciones. Como hemos visto, una Nación o Patria  por definición no puede contar con otras distintas a ella misma en su interior sin dejar de serlo, podrá ser un ente administrativo, un Estado pero no una nación ella misma ya que precisamente una Nación se define al diferenciarse de las otras.

Se ha llegado al punto de poner en duda la realidad de España en cuanto nación aglutinante de pueblos con características propias. Se habla de ella como si fuese un ente vacío de realidades definitorias que somete naciones que si gozan de ellas. 
Como siempre se ha dicho, “una mentira llama a otra mentira”, y es precisamente esto lo que ha ocurrido tras la adopción del término nacionalidades por la Constitución del 78. Se ha ido creando un andamiaje de falsedades que ha precisado finalmente de la negación de la historia de España, ya que es precisamente en ella donde de una manera más clara e inapelable queda establecida la realidad nacional de España y la pertenencia a esta nación de los pueblos que la integran. 
Se ha llegado al punto de aceptar dentro del ordenamiento legal un estatuto de autonomía que  señala a esa comunidad autónoma, la catalana, como  nación.


                                                                                        

lunes, 28 de noviembre de 2011

El peligro islamista en Marruecos.

 El resultado de las recién celebradas elecciones en Marruecos  me mueve a presentar cual es la realidad del islamismo en este país, nuestro vecino del sur. Y no nos dejemos engañar por eso de que han vencido los musulmanes  moderados, porque los términos musulmán y moderado son incompatibles.


 En primer lugar es preciso que contextualicemos esta temática en una situación internacional en la que todo Occidente está siendo objeto de una agresión por parte de los grupos islamistas radicales. Esta agresión toma cuerpo y no se reduce a la mera propaganda. España, por su proximidad geográfica a un pueblo musulmán como es Marruecos y por ser un país que es considerado apostata resulta ser un objetivo más que potencial, como puede comprobarse en los terribles atentados de Madrid y en el atentado contra la Casa de España en la ciudad marroquí de Casablanca.
En este estado de cosas resulta de sumo interés  conocer cual es la situación del islamismo radical en nuestro vecino del sur.

Lo primero que resulta fundamental es conocer cual es la realidad del islamismo, que a diferencia de lo que pudiera parecer no es una corriente religiosa o espiritual si no una opción política y social, que basándose en Corán pretende imponer a la sociedad una manea concreta de entender las relaciones humanas, una legislación y un orden determinado. El Corán presenta una gran cantidad de normas, de  castigos y ordena los comportamientos. La Sharia, la legislación del Corán sería la máxima aspiración de los islamistas radicales. Nosotros, los “infieles” no podemos esperar ningún tipo de  misericordia por parte de aquellos que nos colocan en esa parte del mundo que debe ser conquistada para que rinda culto a Alah, el Dar al Islam.
                                                                                  
La deriva fundamentalista en la actualidad está muy extendida por todo el orbe, desde  Pakistán a Egipto y desde Arabia Saudita a Irán. Pero es preciso señalar que los estados sobre los que los islamistas radicales tienen un mayor empeño en actuar son precisamente esos que los occidentales consideramos como más  avanzados o moderados, y esto es así debido a que los islamistas radicales ven en ellos, Marruecos sería uno , la puerta de entrada del imperialismo ateo en las tierras del Islam. De ahí su interés en influir y en desestabilizar esos regímenes.

En Marruecos, debido a lo que hemos señalado el fenómeno islamista no es algo que se pueda considerar ajeno a su población ya que se encuentra bastante instalado, como ha podido verse en los resultados de las recién celebradas elecciones generales en el reino alaui. Esto es una realidad por mucho que la monarquía alaui halla conseguido vender entre los países de Occidente una imagen distorsionada y  absolutamente moderada.
La  realidad del reino marroquí no es para nada moderada, si no que se encuentra instalada sobre una organización y un orden religioso en el cual el rey, supuestamente descendiente del Profeta, ostenta el título de guía espiritual del pueblo, considerándosele  como la máxima autoridad civil y religiosa (cosas que en el Islam van indefectiblemente unidas).

A pesar del ascendiente sobre todo lo que tiene que ver con lo religioso, y aunque el control de la monarquía alauita es férreo , no le ha sido posible evitar que hallan ingresado en el país corrientes desviacionistas   de cariz radical. Estas novedosas corrientes han encontrado en una parte nada desdeñable de ulemas e imanes un buen caldo de cultivo. La difusión entre la población no ha resultado nada difícil puesto que de por sí los súbditos del  reino tienen una interpretación rigurosa del Islam.

La Administración marroquí, consciente del peligro que lleva aparejada la extensión de unas posiciones radicales entre las amplias bolsas de pobreza y miseria de la población, y el peligro que esto puede constituir para el orden social  establecido, ha impuesto un riguroso control, aunque desgraciadamente el esfuerzo realizado parece no haber tenido éxito.
En 1964 la administración marroquí creó un centro de  estudios superiores para la formación de ulemas e imanes, para de este modo controlar posibles desviaciones . A esto hay que sumar que las mezquitas dependen  de la administración y que resulta precisa una autorización expresa de esta para la construcción y apertura de alguna nueva. Pese a ello los datos parecen indicar que el éxito de estas medidas ha resultado ser poco menos que un fiasco.
De las casi 32000 mezquitas existentes en Marruecos solamente 8659 dependen de la administración, el resto escapan totalmente a un control que pueda impedir esa deriva islamista.

Aunque se ha señalado de pasada, hay una realidad social que es la pobreza y la desesperación  presente en la juventud marroquí, que  hace que amplísimas capas  de la población  sean el caldo de cultivo propicio para que se materialice y extienda un islamismo que puede llegar a sus más radicales extremos,incluso al terrorismo yihadista.
La desesperación y la ausencia de una perspectiva de futuro lleva a que muchos jóvenes encuentren en la religión, y cuanto más extrema mejor, ese lugar donde encontrar un lugar en el que sentirse  acogidos

En Marruecos los partidos políticos permitidos  o tolerados por el régimen tienen un papel fundamental entre la población. Algunos como el Istiglal están muy apegado a la idea de que las instituciones políticas han de verse confundidas con la doctrina propia del Islam. De hecho el fundador de este partido era partidario de la aplicación de la Sharia, ley islámica.


También en Marruecos, y a un nivel más bajo al de los partidos que son tolerados, nos encontramos con asociaciones de ideología y corte islamista cuyo plan es el de islamizar plenamente la sociedad así como las instituciones de gobierno y la legislación.

Para controlar  estos grupos y las influencias islamistas Hassan II recurrió a un partido político, el MPDC, con el  que pretendía atraerse a los más radicalizados y de esta manera tenerlos al menos controlados. El problema surgió cuando el jeque Yassin, dirigente de la más importante asociación islamista de Marruecos, se negó en redondo a integrarse en el partido que había sido creado.

Con la llegada al trono del Mohamed  VI  el nuevo rey recurre a otro partido, el PJD, el cual tiene un nivel reivindicativo más bajo pero que ha llegado a ser la tercera fuerza política del país en lo que hace al número de escaños. Este partido mantiene exteriormente  posiciones  muy civilizadas  y modernas, aunque la teoría política que defiende resulta ser muy reaccionaria, tanto que podría tacharse de islamista.  El PJD llegó en el año 2000 a plantear cuestiones  como la prohibición de la comercialización del alcohol, rechazar los planes de integración de la mujer en la vida social y laboral o proponer que el sistema bancario del país se rigiese por las normas que plantea el Corán.
El nuevo rey tomo plena conciencia de la gravedad ante la que se encontraba cuando tuvieron lugar los atentados que se desarrollaron en Marruecos el año 2003, este hecho llevó aparejado un cambio en la actitud de Mohamed VI. Este PJD es el que ahora en el 2011 ha ganado por mayoría las elecciones  de Marruecos.
La actitud del rey tomó dos vías , si por un lado se dedicó a reprimir a los grupos salafistas, por otro buscó controlar aquellos grupos islamistas más moderados.

Lo que resulta importante para la seguridad, tanto del mismo Marruecos como de los países europeos,  es conocer hasta que punto está desarrollado y enraizado el movimiento islamista en nuestro vecino del sur. Desgraciadamente hay algo que resulta innegable, y es que el islamismo es fuerte en Marruecos.
Una prueba de esa fortaleza y de su infiltración , incluso en el ejército, la  obtenemos de que el mismo Mohamed VI se ha visto obligado a adoptar medidas en lo que hace a este tema en el terreno militar.
Algunos informes de la Dirección militar le advertían de que las fuerzas que Marruecos tenía acantonadas en el Sahara Occidental eran vulnerables al proselitismo islamista, cosa que según otras informaciones se encuentra generalizada no solamente en el ejército si no entre las distintas capas de la sociedad marroquí.
Una vez conocida esta difusión del pensamiento islamista en la sociedad marroquí, el paso siguiente sería el de conocer hasta que punto esos islamistas están dispuestos a practicar la violencia, y más cuando  los acontecimientos han puesto de manifiesto la incapacidad de las fuerzas de seguridad de este país para combatirlos de forma aceptable.

Comenzaremos por referirnos al profesor Magrauí, el cual fundó el movimiento salafista. Este movimiento, al igual que el resto de los movimientos islamistas, rechaza cualquier sistema político que provenga de Occidente o cualquier movimiento islamista que considere débil.
El profesor Magrauí se dedicará en primer lugar a crear escuelas coránicas repartidas a lo largo de todo el país. Después de esto creará una serie de grupos de carácter violento para actuar amparados en la doctrina salafista y en la yihâd. Cada uno de estos grupos contaba con la experiencia y el fanatismo de uno de los denominados “afganos”, es decir islamistas radicales que habían combatido en Afganistán.

En Marruecos, junto a la doctrina salafista conviven otras dos corrientes islamistas de tipo violento.
Una de ellas resulta ser una extensión de la red terrorista Al-Qaeda, que en el país magrebí es de una importancia menor.
El segundo grupo es el realmente peligroso puesto que es más peligroso, violento e imprevisible, nos estamos refiriendo al GICM (Grupo Islámico Combatiente Marroquí), el cual también se encuentra relacionado con la red Al Qaeda.
En estos momentos el peligró, más que en la actuación de los grupos, se encuentra en que los países del norte de África  han sido elegidos por el mismo Bin Laden como zonas de reclutaminto.
Ahora bién, hay que tener muy presente que los comandos terroristas suelen recurrir a inmigrantes presentes en el país donde se piensa atentar, como ocurrió el 11 M o incluso a musulmanes de segunda generación presentes en el país, como aconteció en los atentados en Londres.


Y mientras el islamismo radical, aún vestido con piel de moderado, nosotros mirando para otro lado al apoyar la llamada  "primavera árabe", que no es si no una treta de los islamistas para imponer su radicalismo en el norte de África y penetrar también en Europa. Marruecos está  muy cerca y es un potencial peligro para  España. 
Para ver hasta que grado de   desconocimiento de la realidad respecto al peligro islamista se llega,  sólo hay que ver como el PP rápidamente se ha dirigido al PJD para felicitarle por su victoria. 
                                                                                 

domingo, 27 de noviembre de 2011

A TI, FIEL CAMARADA,QUE PADECES

A ti, fiel camarada, que padeces
El cerco del olvido atormentado,
a ti, que gimes sin oír al lado
aquella voz segura de otras veces:
Te envío mi dolor.

Si desfalleces
del acoso de todos y cansado,
tu afán ves como un verso malogrado:
bebamos todos en las mismas heces,
en las mismas heces.

En tu propio solar quedaste fuera,
Del orbe de tus sueños hacen criba.
Pero allí donde estés cree y espera
pero allí  donde estés cree y espera.

El cielo es limpio y en sus bordes liba
Claros vinos del alba primavera.
A ti, fiel camarada que padeces
el cerco del olvido atormentado:
el cielo es limpio, el cielo es limpio,
pon arriba tus ojos, siempre arriba.

                     Angel María Pascual. 




                                                



                                           

LOS HIJOS TAMBIÉN SON VÍCTIMAS.

 La violencia doméstica es un tema de triste actualidad, aunque se olvida que los hijos resultan las víctimas más débiles de la agresividad familiar.
, Nos vamos a ocupar de ese otro tipo de daños que no siendo físicos resultan a la larga mucho más duraderos  para el desarrollo vital del hijo/a.
La frecuencia con  que se producen conflictos matrimoniales constituye un factor importante sobre la seguridad emocional de los niños, aunque dependerá de la forma en que  estos se expresen, presentarán mayor o menor grado de destructividad.
Presenciar conflictos de media intensidad entre los padres, aunque se produzcan con cierta frecuencia, no  producirán efectos en el desarrollo del niño/a, lo que realmente  le trastorna es la hostilidad latente y/o el desprecio.
La violencia familiar constituye un riesgo para el bienestar de los hijos, especialmente cuando son testigos de agresiones físicas entre los padres.
Fantuzzo afirma que entre el 25% y el 70% de los niños pertenecientes a familias en las que se producen agresiones entre los cónyuges presentan problemas clínicos de conducta. Otros estudios manifiestan que los niños que han presenciado violencia doméstica padecen mayor cantidad de problemas agresivos y antisociales, sufren mayor ansiedad, depresión y desarrollan menor competencia social.
La edad y el género del hijo/a son factor importante respecto a la forma en que afectan los conflictos, generalmente los que tienen una edad mayor tienen problemas, en cuanto al género, las niñas tienen más problemas internos que los niños, que por contra tienden a plasmarlos en conductas externas.
Cuando los conflictos van acompañados de agresiones físicas, resultan más nocivos que los exclusivamente verbales., los hijos de mujeres maltratadas tienen cuatro o cinco veces más probabilidades de presentar alguna psicopatología grave.

De lo anterior se deduce:
            -En lo tocante a los padres, han de responsabilizarse de la gravedad de su comportamiento  al  tener una gran repercusión en sus hijos sus hijos, evitando mantener relaciones de pareja conflictivas. De ello depende el equilibrio emocional , los problemas psicológicos y la capacidad de adaptación social de los hijos. Los padres buscarán que durante las discusiones o enfrentamientos no esté presente ningún hijo/a.

            -Los medios de comunicación deberían hacer hincapié en que la problemática de lo que se ha dado en llamar  violencia de género, ni se circunscribe a un solo sexo, ni es sólo  física. Tiene también como  víctimas a los hijos. y que pueden recibir traumas psicológicos de parte tanto del padre, como de la madre.
 Sería importante también no hacer de los maltratos un espectáculo mediático que termine creando en el menor un ambiente de desconfianza  y de temor  al  futuro y a su familia.
            -La justicia  debería considerar la realidad del daño que pueden recibir los hijos por el comportamiento paterno/materno y hacer punible esas situaciones considerándolas como un agravante de los malos tratos o tomar como una falta o delito las discusiones continuadas.
                                                                                      
                                                                                   

viernes, 25 de noviembre de 2011

Conocenos antes de combatirnos

            Nunca como hasta ahora había sido tan consciente de que el lema falangista, tan conocido por todos nosotros y que da nombre a este   artículo, es una verdad que   encuentra en nuestros días plena vigencia.  Las frases de este tipo, a fuerza de ser repetidas pasan a ser un lema más, que con el paso del  tiempo no hacemos sino vaciarlas de contenido y mantenerlas tan solo como un elemento más del acervo de nuestra vida pasada.
Pues bien, la experiencia vital reciente me ha hecho enfrentarme a situaciones que me han permitido constatar que  compañeros de trabajo, tanto aquellos carentes de formación e interés político alguno como  los que supuestamente cuentan con información y formación en estos tema, creen tener muy clara la posición ideológica de la Falange cuando en realidad no están sino cayendo en prejuicios, en repetir juicios superficiales que habían escuchado en los medios de “información”. Desgraciadamente la identificación que durante tantas décadas interesadamente se hizo de Falange con el régimen del General Franco y su Movimiento Nacional hacen poco menos que imposible que desaparezca esta imagen, han sido muchos los años durante los que el Movimiento Nacional se apropió de nuestros  símbolos sin que se se intentara siquiera poner en marcha nuestra revolución. Y conste que con esto no se pretende realizar crítica alguna a la obra del régimen de Franco y a su papel en la historia, nos estamos refiriendo única y exclusivamente a la manipulación de los símbolos, del pensamiento e incluso de la figura de José Antonio.
                                                                    
El nacionalsindicalismo, lejos de conocerse como pensamiento antagónico tanto del marxismo como del capitalismo, tanto de la izquierda como de la derecha, es considerado un pensamiento de derechas cuando no de extrema derecha.
 Desgraciadamente el juicio señalado no se limita a aquellas personas que carecen de conocimiento o atracción por la política ya que incluso en sujetos con “formación” política o que al menos  en ella tienen algún tipo de interés, nos encontramos con juicios muy similares a los que más arriba hemos  apuntado en la práctica totalidad de estratos políticos, sociales e intelectuales.

Resulta claro que  ni la derecha puede encontrar en la revolución social que propugnamos nada que coincida con sus planteamientos liberales y capitalistas ni la izquierda puede vislumbrar   en nuestra visión espiritual y patriótica de la existencia un punto hacia el cual converger por mucho que podamos coincidir  en lo meramente social.                       

Aunque la inmensa mayoría de la población española no este ideologizada desde el punto de vista formal, lo que no puede obviarse es el hecho de que se encuentra en este aspecto cegado por lo que se ha dado en llamar lo políticamente correcto. Lo positivo que el pensamiento nacionalsindicalista aporta es para la práctica totalidad de la población algo  tan desconocido, pero que por desgracia se cree conocer al tenerlo "definido"   tras prejuicios que no permiten que se lo considere más allá de un grupo de extrema derecha. El análisis que la Falange hace al considerar las dos realidades del ser humano: la realidad sobrenatural y la corporal se manifiestan el planteamiento político y económico referidos a lo espiritual y lo social.
                                                            

A lo largo de nuestro devenir histórico  vamos haciéndonos conscientes de que  muchos de los que terminan por constituirse en nuestros competidores, cuando no directamente  en enemigos, no son en  realidad sino desconocedores de una doctrina que finalmente terminaran combatiendo, bien por ese desconocimiento, bien por  estar atados a una visión parcial que tan solo toma como existente una parte de la realidad humana.
Lo más triste es que en la  actual situación política ya no es posible hacer una diferenciación clara entre la izquierda y la derecha o entre  los capitalistas y los marxistas. En el momento actual se ha llegado en nuestra Patria y en todo Occidente a un punto  en el cual lo que está de moda es la indiferenciación, labúsqueda del ¿centro? y la coexistencia en un mismo ideario de posturas incompatibles. Todos coinciden en que la organización democrática, el pensamiento liberal y la economía capitalista son buenas. La diferencia no se encuentra más que en aquellos grupos que se mueven por planteamientos radicales, en el sentido de defensores de lo esencial. 
                                                            

Ojala que aquellos que muestran un mayor encono contra nosotros pudiesen conocer la realidad de un pensamiento como el nuestro que no deja de lado la realidad humana sino que la toma en toda su extensión. Y ojala  que esa gran mayoría que no pasa de juzgar tan solo a  través de los prejuicios que inoculan los políticamente correctos dejen de moverse por el pensamiento borreguil de las mentes esponja.

Permitirnos al menos mostrar cual es nuestro pensamiento, que es lo que la Falange propone para que el  Estado defienda las realidades superiores del espíritu y  de la Justicia social. Que sea después vuestro  criterio, y no el juicio que ha sido prefijado  por el pensamiento único determinado por unas circunstancias históricas en las que el pensamiento nacionalsindicalista no fue protagonista sino mera excusa, la que determine vuestra opción respecto a lo que Falange propone.

“Los que nos quieren no nos comprenden, y los que podrían comprender no nos quieren”, pero “Conócenos antes de combatirnos”

jueves, 24 de noviembre de 2011

La problemática del capitalismo referida al salario de los trabajadores


El capitalismo , que no ha de confundirse con la propiedad privada dado que de hecho  es  negación de la misma,  da lugar a una injusticia que tiene su origen en la misma concepción de lo que para este sistema económico es la actividad laboral.
En el capitalismo nos encontramos con que existen unos pocos que son dueños  de los medios de producción. , los cuales  basan el origen de sus beneficios en el alquiler de unos sujetos, los trabajadores, a los que pagan una cantidad de dinero, en ocasiones mísera, para que haciendo uso de esos medios de producción obtengan  unos rendimientos de los  que el trabajador no participa  al haber recibido un dinero por su trabajo. De este modo  el trabajador asalariado pierde todo derecho sobre lo que ha producido. No recibirá nada más, y el  beneficio íntegro irá a engrosar los bolsillos de los capitalistas.
No ha de perderse de vista que los medios de producción por si mismos no producen  nada y por tanto no aportan beneficio alguno para sus dueños. Del mismo modo el  trabajador que está  ejerciendo su actividad laboral en una empresa tampoco podría recibir salario alguno sin  la presencia de tales medios de producción, ambos por tanto resultan  imprescindibles a la par que complementarios. Ahora bien, el hecho de ser ambos imprescindibles y mutuamente necesarios no da lugar a una  equitativa distribución  de los beneficios si no a una clamorosa injusticia.
El sistema capitalista no hace otra cosa que desvincular al trabajador del producto de su trabajo
Lo que en justicia tendría que ocurrir es que el beneficio se dividiese en partes al menos iguales entre los dueños de los medios de producción y de los trabajadores que  hacen que estos cumplan su función de producir.
El capitalismo  parte también de otro error , y es considerar al estado como un mero observador que vigila el libre funcionamiento de la ley de la oferta y la demanda.
Pero esa supuesta inexorable ley de la oferta  y la demanda  no pasa de ser una forma de encubrir  la obligación de estado de velar por  el bienestar del trabajador y la justicia en las relaciones entre empleadores y trabajadores. Para los intereses capitalistas  es preciso que  el estado  se vea reducido a un mero  espectador que   de hecho apoya al capitalista frente al más débil, el cual al no  contar con medio de producción alguno debe someterse a la voluntad de aquellos que los poseen.
En épocas de crisis como la actual en las que  la oferta es infinitamente mayor a la demanda  el trabajador ha de plegarse a las condiciones que el capital le imponga. Eso sí, será “libre” de negarse a aceptar las condiciones que le imponga el empleador. Lo que ocurre es que  esa supuesta libertad no es tal puesto que la negativa en muchos casos la pagaría  con el precio de morir de hambre o el de malvivir miseramente.
Circunstancias particulares que se dan en colectivos concretos como el de los discapacitados hacen que las injusticias del capitalismo lleguen a un grado superlativo. 
Precisamente debido a las apremiantes  circunstancias económicas a las que se ven expuestas las personas que forman parte de estos   colectivos sus emolumentos pueden ser aún menores dado que la presión  de los empleadores puede ser aún mayor y el salario menor aunque su producción sea igual e incluso mayor que el que otros pudiesen desarrollar.
Nada variará puesto que el  beneficio  revertirá en exclusiva a los dueños del capital y de los medios de producción  , la única diferencia vendrá marcada por el hecho de que  los salarios que en teoría justificarían , para la visión capitalista , que el    trabajador no  tenga ningún derecho sobre el   beneficio derivado de su trabajo resultarán ser menores a la par que las ayudas y subvenciones que la empresa recibirá por emplear a discapacitados engrosarán aun más los ya repletos bolsillos de los capitalistas. En este caso la situación de los  trabajadores  se verá agravada por  la  mayor indefensión del  trabajador discapacitado ante el poder del capital dada la precariedad económica en la que se encuentra derivada de su  problema concreto.
A todo esto se añade que en la situación actual de crisis económica   la presión  sobre el trabajador es mayor, casi insoportable, dado que si él trabajador no acepta  ocupar el puesto bajo las condiciones que el  empleador ofrezca, por muy  penosas económicamente que estas sean, siempre habrá otro  sujeto  dispuesto a aceptarlas. El sector de Telemarketing es un  claro ejemplo de esta situación dada la precariedad que los sujetos, especialmente los discapacitados, se ven obligados a aceptar puesto que en no pocos sasos este es el último  asidero para poder sobrevivir  con un mínimo de dignidad.
Esta es la realidad del problema, pero cual es la alternativa  que ponga solución a esta injusticia social?

Habiéndose  expuesto más arriba  cuales son las bases de la injusticia social que afectan al trabajador frente a la presión capitalista, nos referiremos a varios aspectos:

El primer aspecto que abordaremos se refiere a los beneficios de la explotación de los medios de producción, que como hemos señalado por si mismos no producen nada, precisan de la actuación de los trabajadores para que puedan  dar lugar a  un rendimiento económico. La solución  en lógica resulta muy sencilla aunque la puesta en práctica de tal solución  no lo es tanto. La  medida justa y lógica  sería  que los beneficios surgidos del trabajo aplicado a los medios de producción revirtiese de un modo muy similar entre trabajadores y los propietarios de los medios de producción, digamos que a partes iguales.
El beneficio  destinado a los trabajadores se incluiría por un lado en un aumento sustancial del salario que  recibe y por otro en un depósito dirigido a  fondos que garantizasen  su  calidad de vida una vez terminase su actividad laboral.
La segunda cuestión  se referiría al papel que el estado, habría de tomar dada  su mayor potencial económico y fortaleza coactiva, habría de tomar para arbitrar las medidas precisas para que la justicia reinase en las relaciones trabajadores y empleadores, especialmente a los capitalistas.
 El estado debería  tomar una posición para que la  ley de la oferta y la demanda no fuese la que dirigiese  las relaciones laborales si no que  fuese la justicia social la que moviese su actuación impidiendo que  una mera actuación  de vigilante aplicador de los convenios colectivos permitiese que el  pez grande, fuerte económicamente, se comiese al chico, que tan solo cuenta con el alquiler de su fuerza productiva..  Poniendo especial  atención  el estado en la protección de las condiciones laborales entre colectivos como el de los discapacitados por su especial  problemática.
El tema de los convenios colectivos ha de ser tomado en consideración ya que la indefensión de los trabajadores frente a la posición dominante de los capitalistas  llevaría a que  las relaciones de injusticia obtuviesen una formulación legal que obligaría al estado a velar por su cumplimiento  y aplicación. Desde una visión  contraria al injusto capitalismo   el estado velaría por  la justicia de las relaciones  por encima de  la  imposición del capitalista sobre el trabajador.


                                                                                     
                                                                                              

La inmigración no es el problema

Suele ocurrir que las generalizaciones resultan enemigas del buen juicio y en la mayoría de las ocasiones impiden llegar a conclusiones que se atengan a la realidad de las cosas.
En situaciones como la actual, estas generalizaciones no solamente producen una ligereza en el juicio, de hecho están impidiendo darnos cuenta de la complejidad de las cosas y poder  reaccionar seriamente frente al verdadero problema que actualmente se cierne sobre nuestra nación, problema este que puede llegar a poner en peligro la pervivencia de España como tal , así como a hipotecar el futuro de las generaciones venideras.

El gran incremento del número extranjeros que en un corto periodo de tiempo están acudiendo a nuestro país, resulta además de un fenómeno nuevo, una situación  que debido a lo elevado del número absoluto de inmigrantes, a lo que hay que añadir que en muchas zonas este aumento resulta mucho mayor en términos relativos, produce que una gran parte de la población la sienta como una amenaza potencial.

Pero frente a esta situación, los españoles no podemos recurrir al sencillo método de la generalización, pues además de injusta resulta sumamente peligrosa para nuestro futuro como nación y como pueblo. Generalizar el fenómeno  de la inmigración, presentando a los inmigrantes como un grupo homogéneo resulta uno de los mayores errores que podemos cometer, ya que las poblaciones inmigrantes procedentes de Hispanoamérica o del África subsahariana son distintas de aquellas otras que vienen de los países de la Europa del este y las tres están prácticamente en las antípodas de los inmigrantes que provienen de países islámicos. de hecho la generalización esconde dentro de un superficial y simple análisis, un peligro que solamente desde la particularización se puede subsanar.

Pues bien, aunque no resulte políticamente correcto establecer diferenciaciones en lo tocante  a aspectos culturales o religiosos, resulta absolutamente necesario hacerlo para poder así afrontar la problemática que nos ocupa.
En primer lugar es necesario tener muy presente  que se pueden hacer algunas distinciones en los grupos de inmigrantes en función de cómo sus culturas resulten muy parecidas, parecidas, distintas u opuestas a la del país de acogida, en este caso España.

a.-En el grupo de las culturas  muy parecidas se encontrarían las de aquellas personas procedentes de la América hispana, en las cuales su lengua, su fe y su carácter  son  idénticos a  nosotros, aunque en la mayoría de los casos el factor económico y social nos pueda distanciar.
b.-El grupo de los inmigrantes procedentes de culturas parecidas a la nuestra engloba a  la de los países de la Europa del este, que diferenciándose en la lengua, tienen en común con nosotros un mismo origen religioso, una misma organización social y un muy parecido origen racial amén de  un elevado nivel formativo.
c.-El grupo de inmigrantes procedentes de culturas que hemos denominado  distintas a las nuestras incluirían  tanto a los subsaharianos como a los orientales.

En estos tres casos, las diferencias sociales, religiosas, de costumbres, económicas y raciales  no resultan un impedimento para su integración y convivencia pacífica entre nosotros.

d.-En último lugar nos referiremos a los  que proceden de culturas opuestas a la nuestra, hablamos no de culturas distintas que mantengan unas costumbres y una cosmovisión totalmente diferentes, estamos hablando de culturas que por cuestiones principalmente religiosas que conllevan unas posiciones además de exclusivas, excluyentes, tratan de que su fe  y su estructura socio-política se impongan a la los “infieles” que les reciben, nosotros en este caso. El parecido, social  ,económico e incluso racial podría resultar mucho mayor que en cualquiera de los grupos antes mencionados, pero como se verá no radica en ello la raíz del problema, pues se trata de una religión que desde una posición de expansión e imposición, desprecia y combate toda forma distinta de religión, especialmente la católica, así como toda manera de relación social y familiar que no se acomode a la del Corán.
Nos encontramos frente a un tipo de inmigración para la cual resulta  absolutamente imposible la integración ya que no pueden  convivir las costumbres sociales o las leyes que no coincidan  con las Suras que Mahoma plasmó en el Corán. Este posicionamiento resulta por lo pacífico, lo que es minoritario, aunque cada vez menos, es la aplicación violenta de estas posiciones. Por desgracia otra manera de  plasmarse la violencia derivada de esa visión despectiva y excluyente es el recurso tan generalizado a la violencia, al robo y a la delincuencia en general.

El desgraciado recurso a la generalización ha llevado a adjudicar al  común de los inmigrantes, comportamientos y conductas correspondientes a grupos concretos,  obviando que de hecho no coinciden  con su especifidad cultura. Por ejemplo, respecto a la inseguridad y a los delitos, hemos caído en el error de asimilarlos a la comunidad hispanoamericana, cuando las cifras estadísticas ponen de manifiesto  como el grado de mayor delincuencia de los distintos grupo señalados  apunta precisamente a uno que no es precisamente este.

Estadísticamente está muy claro qué grupo está creando, con inmensa diferencia, más inseguridad en nuestras calles:
            -Comunidad musulmana: el 30% de los inmigrantes musulmanes tienen abiertos en nuestro país procesos judiciales.
            -Comunidad hispanoamericana: el nivel de delincuencia es muy similar al de la comunidad española.
            -Comunidad de Europa del este (excluidos los procedentes de los Balcanes): presentan un nivel de delincuencia que llega a ser incluso menor al de la propia población nacional.
            -No poseo información sobre la población subsahariana ni asiática, pero se suelen integrar bastante bien aun cuando su número en algunas zonas resulta elevado.

No se entiende que siendo reconocido por el común de los países occidentales el fenómeno expansionista islámico como el aspecto más peligroso que en la actualidad acecha a nuestros países, en especial a España a la que considera  usurpadora del Al-andalus, el gobierno lleve a cabo las medidas  legislativas migratorias  que resultarán un coladero para la inmigración magrebí,  y más con  el peligro terrorista actual.

En parte, la explicación de estas posiciones que no sé si calificar de entreguístas, desaprensivas o simplemente cobardes se encuentra en el hecho de que al peligro islamista que resulta extrínseco a nuestro pueblo hay que sumar un peligro intrínseco que a su vez  colabora por omisión con ese peligro extrínseco.
El peligro extrínseco está claro, el que se suele pasar por alto es el intrínseco, que se encuentra en la misma población española, y es que por culpa del vacío  moral, por la carencia de fundamentos religiosos fuertes y de una verdadera conciencia  nacional, el pueblo español en la actualidad está prácticamente imposibilitado para oponerse siquiera  al tipo de ataque al que nos enfrentamos.

Y es en este marco en el que  las concepciones infantiloides basadas en la bondad universal que piensan que la asociación de culturas y la tolerancia  llevarán a los que nos quiere sojuzgar a una respuesta positiva en lugar de servirse de ello para vencernos más fácilmente, está  provocando  la paralización  de nuestras ya mermadas fuerzas.
Lo que en el fondo sucede es que resulta muy difícil  aceptar la lucha, el sufrimiento o la mera resistencia cuando no se cree en nada que merezca la pena ser defendido, cuando los pilares del pensamiento occidental moderno son la democracia, el relativismo y la defensa del estado de bienestar, así no se puede oponer nada al fanatismo que nos acecha.

Uno de los frutos de todo lo que acabamos de  manifestar son las medidas políticas que está aplicando el gobierno socialista.
 ¿Para España cuales van a ser las consecuencias de estas medidas que tanto afectan a la inmigración islámica?.
Aunque las medidas afecten a todo tipo de inmigración , es la islámica la verdaderamente preocupante como se ha puesto de manifiesto y además por ser la más numerosa.
Pues bien, las consecuencias van a centrarse en:
-         Una desestabilización social fruto del aumento de una población que no se integra y que dará lugar (como ocurre en Francia desde hace algunos años y que está empezando a ocurrir en el levante español) a zonas  dominadas por la población islámica que vive de forma aparate sino en contra de la legislación y   la sociedad española.
-         Un incremento de la  inseguridad que va paralela al aumento de esta población.
-         Las consecuencias de las medidas de regularización van a ser muy graves, pues  gracias a estas, cualquier inmigrante que demuestre tres meses de trabajo mediante un contrato conseguirá los papeles que le permitirán la residencia en nuestro país. Este permiso se irá renovando automáticamente al presentar un nuevo contrato de trabajo. Tras 5-10  años de permanencia legal  en nuestro país  se le concederá la nacionalidad española (quedando el periodo  a juicio del juez, aunque para el caso de los marroquíes suele ser de 10 años) con todo lo que esto conlleva, especialmente el derecho a voto.
Siendo así que en diez años tendremos cerca de 4 millones de nuevos votos, musulmanes, que serán un caramelo para los políticos, los cuales no dudarán en llevar a cabo medidas legislativas que los atraigan para permanecer o alcanzar el poder.
De esta manera la legislación española se irá islamizando, cambiando cuestiones como las referidas a los derechos de la mujer, el desarrollo o existencia de la Iglesia Católica, legalizando la poligamia e incluso creando problemas para poderse tomar una caña.
-         Las consecuencias anteriores pueden llegar a afectar incluso a la política exterior y a la integridad territorial de España, puede que esto último suene a una afirmación algo esperpéntica o  fantasiosa, pero por desgracia no es así, ya que si hay algo  que tienen en Marruecos muy claro es conseguir Ceuta y Melilla. La presión de los musulmanes, principalmente marroquíes, en la política exterior española no haría sino facilitar la dejadez a la hora de defender esas dos ciudades españolas.


De todo lo visto hasta ahora se desprende que el problema que tenemos no es en sí misma la inmigración, sino que este se circunscribe  a una parte muy concreta de ella. Resulta sumamente peligrosa ya que al no integrarse se convierte en un cuerpo extraño y sobre todo  colabora al expansionismo que ahora vuelve  a amenazar al mundo.
No hay que olvidar que la amenaza islámica no es algo nuevo, Europa, la Cristiandad mejor dicho, hubo de hacer frente al expansionismo  de los seguidores de Mahoma desde que este fundo esa fe (verdadero refrito de ideas sacadas del cristianismo y del judaísmo aderezadas con normas árabes).El último  episodio, no muy lejano por cierto, se sitúa en el siglo XVII   cuando las tropas turcas sitiaron Viena.

No caigamos en estos momentos tan cruciales, en el terrible error de equivocar cual debe ser nuestra preocupación prioritaria. LA INMIGRACIÓN  NO ES EL PROBLEMA, pués de serlo lo será en cuanto pueda contribuir al triunfo de aquello que pone en riesgo la supervivencia de nuestra civilización.                  
                                                                                        

miércoles, 23 de noviembre de 2011

A ÚLTIMA HORA...

“A última hora, siempre ha sido un pelotón de soldados el que ha salvado la civilización” O. Spengler.

No me quiero referir ahora a algo tan amplio, y en parte genérico como es la  civilización. Mi comentario se quiere centrar en  algo más  cercano al corazón y tan próximo, como tan amenazado en estos momentos : Me refiero por supuesto a España.
La gravísima amenaza que en estos momentos se cierne es la desintegración misma de España, pues España sin Vascongadas ya no sería España, nuestra nación corre un riesgo cierto de disolución. En gran parte esta amenaza se debe a que desde las instancias políticas responsables y  desde la más alta  magistratura de la nación (garante de la Unidad de la nación española, como reza  la misma Constitución del 78) no parece haber movimiento alguno en pro de la defensa esa unidad amenazada por la secesión. Creo y espero que los españoles siempre contaremos con un último muro de contención que frene el separatismo y  mantenga a salvo  lo que parece que de modo inexorable va desapareciendo: La unidad nacional.

Espero y confío, al igual que esperamos muchos españoles, que quienes tienen entre sus obligaciones libremente abrazadas la de salvaguardar la unidad de las tierras de España no dejen de cumplir en el momento decisivo con su deber, y sean capaces de estar por encima de formalismos legales y del   sometimiento  a leyes que no dejan de ser meras construcciones contingentes que pueden, desde la pasividad que en ocasiones propician, incluso amparar el odio a  España.
Estoy seguro de que contamos con quienes cumpliendo su juramento de defender la unidad Nacional sabrán, si la gravedad de la situación  lo precisa,  actuar para no dejar a España a los pies de los caballos de secesionistas y similares.

Serán muchos los que adjetiven  de exagerada  e incluso de falsa  esa idea que trasladamos respecto al peligro de ruptura de la unidad nacional, pero yo me pregunto: ¿Cómo si no pueden verse situaciones tales como el que se persiga el uso del idioma español en Cataluña al prohibirse  rotular las tiendas en español o que en aquella región se impida a los niños estudiar en la lengua común, o que en la inmensa mayoría de los ayuntamientos y entidades oficiales vascas y catalanas no ondee la bandera nacional?, ¿o de que otra manera   entender que se permita que partidos separatistas, sean o no terroristas,  ocupen  escaños en los parlamentos autónomos e incluso tengan grupo parlamentario propio en el parlamento nacional, o que las banderas españolas sean quemadas y que portar una bandera nacional  e incluso llevar un llavero con ella sea visto como signo de ser facha y retrógrado?.

                                                        

martes, 22 de noviembre de 2011

Alzheimer, cuando la comunicación se complica.

El hecho de comunicarnos de por sí resulta  complicado, trasmitir información de una fuente a un destinatario, eso es la comunicación,  exige  además de expresarse y de entender,  interpretar la comunicación no verbal del otro.                     
Pero al interesamos por la comunicación con personas que padecen la enfermedad de Alzheimer, hay que señalar que tienen dificultad para expresarse y para comprender, olvidan rápidamente lo que se les dice, repiten lo mismo una y otra vez y cuentan historias sin lógica.
Para comunicarnos con ellos deberemos utilizar ciertas estrategias:

Un aspecto previo al contacto con enfermos de Alzheimer tendrá en cuenta que los enfermos no tienen  voluntad de irritar, el enfermo es una víctima y de nosotros depende superar esas dificultades.  Irritarse o   enfadarse no es la solución, es añadir un problema más.

-En primer lugar, y antes de iniciar la comunicación tenemos que captar su atención, para ello nos situaremos frente a él o le tocaremos suavemente (preferiblemente con dos golpecitos).
-Una vez que hemos atraído su atención le llamaremos por su nombre, hablándole despacio y proporcionándole seguridad con una sonrisa y tomándole del brazo).
-Es muy importante que le  hablemos como a un adulto, sin  utilizar diminutivos ni recurrir a los tonos de voz que se usan con los niños pequeños. Cuando nos dirijamos a él hablaremos en segunda persona del singular  (¿cómo estás?) sin recurrir al nosotros ((¿cómo estamos hoy?), puesto que parecería que tratamos con un bebe.
-Cuando le hablemos debemos simplificar lo que queremos decir, evitando largas parrafadas, iremos directamente al grano.
-En toda comunicación es siempre importante que escuchemos, pero en estos casos aún más, ya que necesitaremos mayor atención a la hora de entender, y el enfermo necesita mucho sentirse atendido. La atención la mantendremos con interés preguntando sin irritarnos cuando no se le entienda, hay que tener en cuenta que  aunque en ocasiones lo que dice carece de sentido escucharemos siempre esperando entender.
-Cuando queramos preguntarle algo , limitaremos las alternativas de respuesta, por ejemplo, en lugar de   “¿qué quieres comer hoy?”, preguntaríamos: “¿qué prefieres huevos , chuletas o pescado?”.
Debido a los problemas de memoria evitaremos la expresión “¿no recuerdas...?”, resulta a veces humillante reconocer los fallos y hace que se sienta peor.
-Una vez que le hallamos preguntado  daremos oportunidad de responder, puesto que un silencio puede significar que está concentrado para comprender o busca una respuesta. Si tras 1 o 2 minutos no responde repetiremos la pregunta de la misma manera y no nos adelantaremos a dar una respuesta. 

Debemos  tener presente que podemos ayudar al enfermo, cuando no esté muy  afectado , mediante una lectura adaptada a sus gustos y posibilidades. 
Y nunca olvidemos que  en sus actitudes no hay nada personal contra nosotros, de manera que  no debemos ver sus repeticiones, manías o cualquier otra problemática como algo personal que  parte de su voluntad, si no como una consecuencia lógica del trastorno que padece.
Otra cosa que hemos de tener siempre en cuenta es que aunque no  entiendan nuestras palabras perciben nuestros sentimientos y el carácter positivo o negativo de nuestras actitudes.
                                                                               
                                                                              

lunes, 21 de noviembre de 2011

El SI de Kipling

Si puedes mantener en su lugar tu cabeza cuando todos a tu alrededor,
han perdido la suya y te culpan de ello.

Si crees en ti mismo cuando todo el mundo duda de ti,
pero también dejas lugar a sus dudas.

Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no te domina el odio
Y aún así no pareces demasiado bueno o demasiado sabio.

Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu amo;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes conocer al triunfo y la derrota,
y tratar de la misma manera a esos dos impostores.
Si puedes soportar oír toda la verdad que has dicho,
tergiversada por malhechores para engañar a los necios.
O ver cómo se rompe todo lo que has creado en tu vida,
y agacharte para reconstruírlo con herramientas maltrechas.

Si puedes amontonar todo lo que has ganado
y arriesgarlo todo a un sólo lanzamiento ;
y perderlo, y empezar de nuevo desde el principio
y no decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón y tus nervios y tus tendones,
para seguir adelante mucho después de haberlos perdido,
y resistir cuando no haya nada en ti
salvo la voluntad que te dice: "Resiste!".

Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
o caminar junto a reyes, y no distanciarte de los demás.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el inexorable minuto,
con sesenta segundos que valieron la pena recorrer...

Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,

y lo que es más: serás un hombre, hijo mío.