martes, 27 de junio de 2017

Israel sucumbe a su inmoralidad.






                                                                           


Desde hace meses, especialmente en las últimas semanas, soldados del   ejército israelí pertenecientes  a las Unidades de Defensa que actúan en los territorios ocupados , están dando clara muestra de malestar por el servicio que se ven obligados a llevar a cabo en los territorios que previamente el Estado judío había usurpado a los palestinos.

 A su vez se levantan más colonias ilegales habitadas por colonos fanáticos armados que maltratan, vejan y abren fuego contra la población civil palestina, a los que muchos miembros de las unidades de defensa se ven obligados a apoyar en sus criminales acciones. Además las órdenes que reciben según ellos son maltratar y humillar a la población palestina,  y proteger a los colonos criminales a cualquier precio y en cualquier situación. Todo esto ha llevado a muchos militares y miembros de las unidades de defensa a no querer participar en actividades contra la población civil palestina.

                                                     




Hace unos meses se inició dentro del ejército israelí un movimiento que llevaron a cabo muchos soldados que habían servido en los territorios ocupados y que protestaban por las condiciones de represión y violencia gratuita a la que era sometida la población palestina, todo esto dio lugar a la difusión de escritos de protesta, a manifestaciones criticando públicamente las indicaciones políticas y militares que les obligaban a actuar de modo inhumano y criminal.

Pero hubo un incidente que fue una seria llamada de atención para la política que llevaba a cabo el gobierno del terrorista Estado de Israel y que sirvió para abrir los ojos a una parte de la población del Estado judío.

 Este suceso se produjo   en septiembre del 2014, cuando cuarenta y tres soldados de reserva de la unidad más prestigiosa de la inteligencia militar israelí, unidad 8200, centrada en el espionaje y en las escuchas, tomaron la decisión de no volver a vestir el uniforme para de ese modo no participar en las injustas y vejatorias actividades que afirmaban tener que cometer contra el pueblo palestino.

                                                       


En la misiva hecha pública y que iba dirigida al primer ministro y al jefe de estado mayor israelíes decían:

“Rechazamos participar en las acciones contra los palestinos y continuar siendo instrumentalizados para reforzar el control militar sobre los palestinos y sobre los territorios ocupados…”.

La carta continuaba diciendo “… no podemos seguir sirviendo a este sistema y negándoles sus derechos a millones de personas con la conciencia tranquila.”

Pero ahora se ha producido un salto que pone de manifiesto hasta que punto la situación a que los militares israelíes provoca una verdadera rebelión.

Estoy señalando un suceso que han referido los medios de comunicación internacionales.

Hace unos días los medios de difusión, israelíes e internacionales, se han hecho eco de un suceso sumamente llamativo.

Más de doscientos militares israelíes se habrían visto afectados por una infección cutánea desconocida, esta misteriosa enfermedad llevó a que los responsables militares de Israel evacuasen la base militar de Shifazon situada en el desierto del Neguev, siendo los afectados examinados y algunos de ellos puestos en cuarentena.

Llegando al punto de que los 1500 militares de la base fueron enviados a sus domicilios y la base finalmente cerrada.

Pero el episodio médico no es lo importante, lo que reafirma lo que en esta entrada se expone es que tras detallados análisis médicos se llegó a la conclusión de que los soldados afectados por esa infección cutánea habían ingerido medicamentos que provocaban esas erupciones cutáneas, y que las habían tomado con la intención de hacerse pasar por enfermos y de esta manera  librarse de prestar el servicio militar.

Por esta estafa los implicados han sido sometidos a la justicia militar.

Y por último haremos referencia a un hecho que inquieta sobremanera al Estado Mayor del ejército israelí, me refiero al incremento de suicidios que se llevan a cabo entre los soldados israelíes, y les preocupa tanto debido al hecho de que no existe una causa concreta que explique este significativo aumento del número de suicidios como porque los suicidios en los acuartelamientos están minando la moral de las tropas.

                                                      




Israel se jacta de ser la mayor potencia militar de todo Medio Oriente y de contar con una capacidad tanto ofensiva como defensiva que la hace invencible, pero a partir de la derrota que sufrió a manos de Hezbollá en el Líbano en 2006 la moral de las tropas descendió al comprobar que no eran tan invencibles como pensaban.

                                                     




Es así que considero que el origen de todas las cuestiones a las que nos hemos referido (protestas, negativas a participar en el servicio, simulaciones y por último la ola de suicidios) no tienen su origen de modo exclusivo ni principal un malestar moral causado por las criminales acciones del ejército de Israel contra los palestinos, aunque pueda ser una causa más.

Lo cierto es que son muchos los años que han pasado desde la creación del Estado de Israel en 1948 y desde entonces no han cesado ni un momento los atropellos contra el pueblo palestino sin que se elevase una sola voz militar o se crease una movilización contraria a la participación en las unidades que actúan en los territorios ocupados, luego la causa a mi entender debe ser otra.

                                                         




¿Y que nuevas realidades han aparecido que lleven a cambiar la motivación y seguridad de las tropas de Israel?



En primer lugar se encuentra la resistencia de Hezbollá y su cada vez mayor potencia militar que incluye misiles, artillería pesada y carros de combate de los que hasta hace poco carecía.

En segundo lugar la presencia de una potencia como Irán  que  les hace sombra militarmente, a excepción del armamento nuclear, y que  puede hacerle frente  y alcanzar su territorio.

Por otra parte, y no creo que se trate de un asunto menor, la población israelí que conforma el ejército y las unidades de defensa, va tomando conciencia de que ese victimismo del que ha vivido el Estado de Israel desde la segunda guerra mundial va desapareciendo y poco a poco la población mundial los va despreciando al verlos como los agresores criminales que son, y esto afecta a su moral nacional y a la motivación de combate.



                                                         

No hay comentarios:

Publicar un comentario