El fenómeno
migratorio no es algo nuevo ni exclusivo
de nuestro tiempo, es una realidad que
se ha venido produciendo a lo largo del
tiempo y en la mayoría de l la
geografía del planeta. Del mismo modo
que en otras ocasiones ha ocurrido, en este momento se está dando , y con cierta fuerza. en las
últimas décadas, este fenómeno en nuestra Patria. Esto se da por la
concurrencia de toda una serie de factores que no es el momento de tratar. En
esta ocasión el continente europeo y el norte del continente americano se han
convertido en la deseada meta que una gran parte de los habitantes del
continente africano y de los países del sur de América.
Si nos
fijamos en lo que acontece en nuestro país, la corriente migratoria que nos afecta
ha venido siendo cada vez mayor,
alcanzando unas proporciones poco menos
que alarmantes.
Pero
los elevados contingentes de inmigrantes de por si no han
de constituir un problema, lo que ocurre es que concurren una serie de
circunstancias que hacen que la inmigración que recibimos constituya una seria
complicación. Por la suicida política que los sucesivos gobiernos han venido llevando a cabo.
Ciertamente
la población inmigrante ha aumentado en
los últimos años de una manera espectacular, se ha pasado de 198042 inmigrantes
en 1981 a
5711042 en 2012.
Como más
adelante veremos, la zona de procedencia de estos también resulta importote:
-Los
procedentes de Iberoamérica son 1500785, un 26.21% del total.
-Los
procedentes de Europa Occidental 872694, el 21 % del total.
-Los que
proceden de Europa del Este 735605, o sea
un 17,75%.
-Los
procedentes de África del Norte 91443ª6, 14.82 %.
-Los que
vienen del África subsahariana 170843,
un 4,12%.
En el año
2012 el número total de inmigrantes
procedentes de Marruecos era de783137.
Pues bien,
según informa la Dirección General
de Registro y Notarías, desde el año 1996 se ha concedido la nacionalidad
española nada menos que a 451200
extrajeros, creciendo el número de
nacionalizados en la última década en aproximadamente 100 personas al día. A
este número de nacionalizados hay que añadir los cónyuges e hijos, o sea un
millón al menos de nuevos españoles.
Y es que
según la legislación española vigente se consideran españoles los nacidos de padre o madre españoles o
tienen derecho a ella aquellos cónyuges que hallan tenido al menos un año de
residencia legal en España.
A mi
entender la problemática surge del hecho
de que un grupo tan grande de
inmigrantes nacionalizados, con derecho a voto por tanto, es grave dado
que este contingente pasa a convertirse
para la casta política actual, en un
caladero donde “pescar” votos con los que conseguir o conservar el poder.
Para
hacerse con esos votos los políticos de
todo signo no dudará un instante en
adaptar sus programas electorales y su política a lo que consideren los recién
nacionalizados. Y es aquí donde aparece el mayor de los problemas.
Los
partidos de este modo pueden proponer y aceptar posiciones absolutamente
contrarias a nuestros principios morales y políticos, aceptar que la Sharía (Ley Islámica) pueda
ser aplicada entre los inmigrantes
musulmanes como exigen o adaptar parte
de nuestra legislación a sus principios, y por supuesto tolerar cuestiones como
las oraciones públicas en la vía pública, etc.
Del mismo
modo, en los dos últimos años se está produciendo debido especialmente a la
crisis y a la carencia de empleo en
España un regreso de gran cantidad de inmigrantes a sus países de origen. Pero
este regreso no se ha afectado de igual modo, ni mucho menos, a todos los
inmigrantes según su zona de origen.
Es así que
este regreso, subvencionado por las arcas públicas en su mayor parte, ha
afectado principalmente a los inmigranes procedentes de los países hispanoamericanos.
Aproximadamente
regresaron 5000 inmigrantes,
concretamente 4620 siendo las nacionalidades principales según el número
de personas que regresaron a sus países
las siguientes:
1º
ecuatorianos con 44436.
2º
colombianos con 39671.
3º marroquíes con 29889.
4º
peruanos con 22588.
5º bolivianos con 20930.
La
población norteafricana, especialmente
marroquí y argelina se mantiene,
descendiendo la subsahariana.
Por mucho
que el pensamiento políticamente correcto lo pretenda no todos los
contingentes de inmigrantes son similares
para el país receptor, en este caso España.
Hay grupos
que por su lengua, religión, historia común
y costumbres son susceptibles de
integración. Mientras que en otros casos ocurre todo lo contrario
precisamente por las mismas cuestiones a las que antes nos hemos
referido. En el primer grupo se encontrarían los iberoamericanos y en el segundo los procedentes de países musulmanes en los cuales, como es el
caso de los procedentes de Marruecos tienen una historia de enfrentamiento y
desprecio para con España y los españoles.,
Por mucho
dinero que los gobiernos españoles inviertan en la integración de los
inmigrantes esto será imposible para
aquellos que desde sus posiciones musulmanas no hacen otra cosa que despreciar y tratar de
convertir a los infieles y consideran a España
como “Dar al Harb”, tierra de la espada que ha de ser convertida en “Dar
al Islam” tierra del Islam.
Y en
función de los datos que más arriba se ha ofrecido se puede ver que los que regresan a sus países de origen son
precisamente esos que podrían
integrarse, los hispanoamericanos, mientras que el porcentaje de musulmanes entre los inmigrantes se dispara.
Y no se puede pasar por alto que la natalidad entre los inmigrantes musulmanes es muy alta en contraposición a la de los nacionales que prácticamente no permite la continuidad de la raza al no haber un número de nacimientos que cubran el número de fallecimientos. Esto con el tiempo puede terminar por producir una desaparición de la cultura y fe propia de nuestra España. No se puede decir que la culpa no recae en la inmigración, puesto que la inmigración ha de ir en función de la situación presente, si no hay renovación generacional y el desempleo e muy levado la inmigración ha de ser frenada, o los inmigrantes repatriados, y no darse nuevas nacionalidades a inmigrantes.
Los
distintos gobiernos, empezando por el actual, habrían de tener esto en cuenta
para conceder con cuentagotas nacionalidad dado el peligro que esto puede
implicar.
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