En
no pocas ocasiones se cumple el aforismo que señala que no hay mal que por bien
no venga, y en el tema que vamos a
tratar en esta entrada se da una de esas ocasiones, paso a explicarme:
Por
razón no precisamente de la presión del pensamiento políticamente correcto o
para sumarme a la corriente borreguil imperante( creo sinceramente no someterme a la primera ni dejarme llevar
por la segunda), sino en razón de la “persuasión” que irradia el código
penal y deriva de las penas de privación de libertad que los tribunales de
justicia pudieran imponerme, hay algunas cuestiones que hacen referencia a la
falta de verosimilitud de lo que se da por verdad en el denominado holocausto,
que en esta sociedad tan “libre y democrática” no me atrevo a desarrollar con
la libertad que puedo aplicar al escribir sobre el resto de los
temas.
En
España, se puede atacar la monarquía, ir contra el sistema, propiciar la
ruptura de la unidad nacional promocionando la secesión, poner en duda la
existencia misma de España, se puede incluso
negar la existencia de Dios. Todo ello se permite con la única condición
de que no se utilice la violencia o se
ataque el orden público.
Por
su parte los historiadores no ponen objeción alguna a que investigadores pongan en duda cuestiones dadas por ciertas y firmemente
establecidas como puede ser la fecha
o quién descubrió América, si realmente
el hombre llegó a la luna en 1969. Toda crítica y duda es aceptable siempre y
cuando sean resultado de un análisis histórico medianamente elaborado que tenga
en cuenta datos, testimonios y/o documentos.
Pero
tanto en el campo legal como en el
histórico se da únicamente una excepción , y esta se refiere al tema del
holocausto, un tema incuestionable, un tema que si es en alguna forma
cuestionado puede llevar a aquel que lo haga a prisión o a ser multado.
En nuestro país el Código penal en el Artículo
607, parrafo 2 puede leerse:
“La
difusión por cualquier medio de ideas o doctrinas que nieguen o justifiquen los
delitos (de genocidio y afines) tipificados
en el apartado anterior de este artículo, o pretendan la rehabilitación de regimenes o instituciones que amparen practicas generadoras de los
mismos se castigará con la pena de prisión de uno a dos años”
Es
así que una cuestión histórica, cometida como tal a revisión y a estudio ha
pasado a convertirse en un dogma defendido por la legislación penal.
Estos
problemas dejarían de ser tales si la ciencia histórica fuese , al igual que lo es en el resto de los
sucesos que han acaecido a lo largo de la vida del hombre sobre la tierra, más
“revisionista” en el sentido de
investigar los sucesos y dejase de ser, al menos en este tema,
acomodaticia como un instrumento más al servicio del poder y de lo políticamente
correcto.
En
esto asistimos a un atentado contra la verdad, contra la libertad personal
(¿Dónde quedan las tan cacareadas libertades de expresión y comunicación?) y a
una desvirtualización absoluta de la
ciencia histórica, que lejos de buscar
el conocimiento del pasado a través de la investigación se niega a que cualquier
manifestación crítica, aunque esta esté argumentada y presente
elementos concretos sea tenida en cuenta. Todo lo que se refiera al tema
del holocausto o al de las cámaras de gas es un tabú sobre el cual ningún tipo
de duda o discusión puede establecerse.
En
este aspecto asistimos al mundo al revés, Lo aceptado y considerado como “intocable” se basa en testimonios
interesados y en propaganda. Lo aceptado huye de cualquier tipo de controversia e investigación científica, mientras que los
despectivamente llamados “revisionistas” son despreciados por la comunidad
científica a pesar de presentar
evidencias de todo tipo: demográficas, químicas, fotográficas, testifícales, de
forenses expertos en gran cantidad de campos e investigaciones de gran calidad.
Quién
quiera conocer cuales son las fundamentales tesis que defienden los
revisionistas a la hora de referirse al tema del holocausto y al de las cámaras de gas, puede entrar a la
siguiente página o buscar en Google holocausto
fraude o cámaras de gas falsedad.
Si algún lector tiene interés de tener información puede acudir a la siguiente página donde se ofrece información detallada de los argumentos de los denominados revisionistas:
http://vho.org/aaargh/espa/prue.html
Si algún lector tiene interés de tener información puede acudir a la siguiente página donde se ofrece información detallada de los argumentos de los denominados revisionistas:
http://vho.org/aaargh/espa/prue.html
Yo
por mi parte no hago referencia a esas tesis y a las más importantes evidencias que se presentan
por temor, no me cuesta reconocerlo, a que la ley pueda actuar contra mí en tal
caso. La amenaza no es algo fantasioso puesto que un editor está cumpliendo carcel por
editar y vender libros contra el
holocausto de los “6 millones” y hace poco en Galicia dos chicos fueron
condenados a dos años por publicar en la
red sobre este tema.
Estamos
ante un verdadero dogma que no puede ser puesto en cuestión, pero un dogma de
fe ya que ha de creerse en él aun en ausencia de cualquier tipo de pruebas.
Acabaremos
refiriéndonos a como de este mal que es la imposición de una afirmación y de la
persecución legal de aquel que se atreva
a cuestionar el dogma se obtiene el bien de saber quién o quienes dominan
nuestra sociedad hasta el punto de imponer leyes y marcar pautas a los historiadores.
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