Una vez que el presidente electo. D. Mariano Rajoy reciba las oportunas instrucciones de la canciller alemana Angela Merkel y del presidente francés Nicolas Sarkozy, así como las bendiciones del gurú de las finanzas mundiales Timothy Geiner, actual presidente de la Reserva del Tesoro estadounidense, el líder popular romperá su silencio en torno a las medidas económicas y laborales que aplicará en nuestro país.
Del norteamericano ha recibido un “aplauso” respecto a las reformas que el futuro presidente español tiene previstas acometer.
Los presidentes del eje fanco-alemán han sido convenientemente agasajados por el político popular recibiendo de ellos también el visto bueno para la profunda reforma laboral que el español plantea poner en marcha una vez que sea nombrado Presidente.
Las declaraciones apocalípticas de las más altas instancias políticas europeas, empezando por supuesto por las de Francia y Alemania, están preparando el terreno para la aplicación de medidas fuertemente antisociales y que supondrán un drástico recorte de los derechos laborales en pro no tanto de salvar la economía de los europeos cuanto buscando salvar el régimen económico y financiero responsable de la actual crisis (salvar Europa según ellos).
Los enormes sacrificios que tales medidas llevarán aparejados podrían ser aceptados si nos encontráramos con que las medidas se adoptan de una forma no sujeta a la dictadura de las finanzas internacionales, que el interés del capital no se pusiese por encima del bienestar de los trabajadores y que consideraciones meramente políticas no se antepusiesen a las del bien común.
En primer lugar nos encontramos con que las finanzas internacionales, las entidades bancarias y las agencias de calificación de riesgo, que tan responsables han sido y son de la actual situación económica para nada se las responsabilizan a nivel práctico de sus acciones, más bien todo lo contrario, al final recibirán nuevas “inyecciones” de dinero que salven la estructura bancaria (o sea nuevamente se socializarán las pérdidas privatizándose los beneficios). Se pretende que la banca europea se libere de la obligación que tiene de provisionar unos 22000 millones de euros a los estados europeos.
Y en segundo lugar vemos como la patronal, lejos de velar por los intereses comunes, se escuda en la necesidad perentoria de aplicar medidas que frenen la gran catástrofe que se produciría si no se tomasen esas disposiciones para lograr unos privilegios legales que les darían mayor poder frente a los trabajadores.
Se podrá decir que lo anterior no es si no una afirmación panfletaria, pero para demostrar la realidad de lo que se ha afirmado no hay más que acudir a un hecho: la patronal en ningún momento ha manifestado que antes de recortar derechos laborales habría que recurrir a frenar temas como las autonomías, el sufragar a los partidos sindicatos o a la misma patronal (pero nadie tira piedras contra su propio tejado).
Todo lo hasta ahora expuesto se va a concretar en nuestra patria en la puesta en marcha de una serie de medidas que aplicará el nuevo Presiente del Gobierno Sr. Rajoy una vez que ha recibido las oportunas indicaciones de Merkel, Sarkozy y de la reunión del Partido Popular Europeo.
Previamente a la puesta en marcha de ellas se hace preciso que la población española haya sido perfectamente persuadida de lo absolutamente imprescindible e irremediable de la aplicación de tales medidas.
Estos punto concretos que se van a aplicar y sobre los que durante y después de la campaña ha guardado silencio se van a concretar con toda seguridad en tres puntos:
1.- Se acabará con el actual subsidio por desempleo al desarrollarse el modelo austriaco que no es si no crear un fondo de capitalización individual, el cual serviría para hacer frente a la indemnización el propio sujeto despedido en lugar de funcionar la tan cacareada solidaridad que deriva de la existencia de un fondo público unitario al que colaboran todos los trabajadores. En el caso de la capitalización individual es solamente el mismo individuo el que colabora a cubrir sus necesidades tras el desempleo.
2.- Se producirá un cambio, fundamental en la legislación laboral ya que se pasaría de una legislación laboral basada en los colectivos (que marcan una condiciones mínimas de salarios, horario de trabajo, días de descanso, etc) a otra individualizada que se sometería a las necesidades de cada empresa, lo cual produciría de modo automático un vaciamiento total de los derechos de los trabajadores puesto que dejaría de existir una imposición legal ( el que produce el convenio colectivo) que defienda al trabajador de cualquier imposición del empresario para conseguir un mayor beneficio.
3.- Elevaría el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), cuestión esta que es fundamentalmente injusta ya que este impuesto afecta a todos los ciudadanos por igual, independientemente del nivel económico del que disfruten , o padezcan.
Pero no podemos pasar por alto el comportamiento, más bien falta de él, de los sindicatos (UGT y CCOO fundamentalmente) al haber guardado un silencio cómplice ante la errónea y culpable actuación económica del gobierno que presidía D. Jose Luis Rodriguez Zapatero.
Siendo esto así no sería de recibo que si actuasen de modo inmediato ante las medidas de Rajoy.
Desde luego que los sindicatos deben actuar para defender la calidad laboral y el bienestar de los trabajadores, pero hagan lo quedarán plenamente desacreditados, si se ponen en pié ahora se les dirá, y con razón, que porqué no lo hicieron cuando el reempleo alcanzaba cotas tan sumamente altas, y si no se oponen a las medidas de Rajoy se le podrá criticar por no defender los intereses de los
trabajadores.
trabajadores.
También surge una pregunta fundamental que marca cualquier tipo de decisión económico-laboral del gobierno entrante:
¿Qué razón hace que resulte intocable el demencial sistema autonómico que no hace si no crear un gigantesco chorreo de dinero y que tan sólo duplica funciones que podía, como de hecho hacía, llevar a cabo una sóla administración?
Pero la contestación tampoco es tan difícil, se encuentra en el clientelismo político de los que entran a trabajar para estas entidades autónomas, en las cotas de poder cuasi-feudal de los presidentes, consejeros y demás gerifaltes de cada Comunidad Autónoma, en que en estas administraciones autónomas los distintos partidos encuentran lugar donde colocar a tanto político sin oficio ni beneficio que llena sus listas. Y por último está que se han creado y desarrollado unos movimientos ciegamente fanáticos que promueven desde la autonómía a la secesión.
Sólo hay que recordar que con la eliminación del sistema autonómico y su sustitución por otro de tipo centralizado con una descentralización meramente administrativa o que diese mayor competencias a los municipios se lograría ahorrar una cantidad de dinero tal que haría innecesaria cualquier medida económica o laboral
Las medidas que se han señalado son un futurible, no n sido enunciadas aún , pero resultan deducibles de los comentarios realizados por la patronal e incluso por miembros destacados del Partido Popular, pero sobre todo por lo que vienen señalando los dirigentes actuales de la Unión Europea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario