Un atentado
o evento de Falsa Bandera es aquel que realiza, provoca o publicita un sujeto,
grupo o gobierno con la intención de culpar a otro de haberla realizado, poder
aplicar normas o medidas que en ausencia de ese evento no serían aceptadas. Es decir, con ello se trataría de conseguir un
beneficio de algún tipo.
Con esto se buscaría justificar una acción
vistiéndola de reacción justificada, crear una situación en la que imponer
políticas o leyes. También se podría buscar que la población fije su atención
en el acontecimiento provocado o publicitado y no en aquellos otros aspectos
que se pretenden ocultar.
Una vez
hecha esta explicación, que a buen seguro no sería necesaria para la mayoría de
los lectores de este blog, de que es lo que denominamos falsa bandera pasaremos
a centrarnos en el tema al que nos vamos a referir en esta entrada.
El asunto en
cuestión es la operación policial llevada a cabo ayer en Alemania, operación en
la que participaron alrededor de 3000 agentes, y que llevo a la detención de 24
personas entre ellas jueces, militares y un aristócrata.
Las fuentes
gubernamentales hicieron hincapié en que se trató de una operación muy importante
que llevó a la detención de elementos de la extrema derecha y de la más rancia aristocracia
germana, sujetos que tenían planeado llevar a cabo un golpe de Estado en
Alemania. Siendo así que la operación detuvo a los sediciosos y de esa manera desarticuló
el plan golpista.
El problema
está en que hay aspectos de esta operación que cuando menos mueven a la
suspicacia. Estos puntos a los que me refiero se centran sobre todo en el tema
del secreto que precisa una acción de este tipo y de desconocidas
ramificaciones, y como tal secretismo brilló por su ausencia.
De acuerdo con todo esto resulta del todo increíble que ante la acción para detener a unos sujetos extremadamente peligrosos y paralizar una trama que se presuponía muy extensa, los medios de comunicación Spiegel y Bild (muy próximos al gobierno) retrasmitiesen la actuación policial, prácticamente a la par.
Llama la atención que medios hayan
estado desde el principio de la operación presentes. Este hecho tan extraño
como imprudente traslada la impresión de que nos encontramos ante una acción
deliberadamente preparada y dramatizada para que la información aportada a la
población, con imágenes retrasmitidas cuando aún se desarrollaban registros y
detenciones en algunas zonas de Alemania forman parte de una puesta en escena
para crear en la mente y en la percepción del pueblo alemán una situación de peligro
ante una amenaza que hay que combatir dada su peligrosidad y extensión.
En pocas
palabras, no se entiende que las autoridades informasen a los medios si los
sujetos que iban a ser detenidos y neutralizados eran “golpistas” y “peligrosos
terroristas” de extrema derecha, estand ante “la mayor conspiración acontecida
desde que se fundó la República Federal alemana”. Esto no cuadra, es increíble.
El hecho de
que los medios fueron informados antes de llevarse a cabo la operación es la
presencia de estos durante la acción y que ya a las 10.28 horas Der Spiegel público
un artículo muy largo y pormenorizado titulado: “3000 agentes en acción, los
investigadores desarticulan una organización terrorista de extrema derecha”.
La única
realidad es que se ha creado en la población alemana la sensación de que existe
un peligroso enemigo que acecha la pervivencia del mismo Estado alemán. En el
caso alemán el problema es si cabe mayor puesto que durante décadas, desde que
finalizó la Segunda Guerra Mundial, a los alemanes se les ha sometido a una
agresión psicológica que les ha hecho desarrollar un complejo de culpa a la par
que un terrible temor a una posible vuelta del nacionalsocialismo. En el caso
que nos ocupa, la población alemana se sentirá se sentirá muy afectada por la
supuesta conjura golpista de extrema derecha puesto que les pone en alerta y
los sumerge en un temor desmedido.
Pero esto no
es ni mucho menos casual, puesto que esta situación de alerta y temor conduce a
que la población germana sea mucho más dada a la adopción de medidas
extraordinarias de censura y control por parte de las actuales autoridades
alemanas, y esto es precisamente lo que los que han organizado y llevado a cabo
esta falsa bandera es lo que buscaban.
Y lo
buscaban puesto que dadas la situación por la que atraviesa Centroeuropa, y
Europa en general, con el tema de la crisis energética fruto del conflicto
ucraniano y las subsiguientes sanciones económicas norteamericanas y la ayuda
militar al régimen de Kiev por parte de los países de la O.T.A.N.
Todo ello ha llevado a que la población europea, en este caso nos referimos específicamente a la alemana, lleve a cabo protestas y se está generalizando un sentimiento en contra de la Alianza Atlántica y de su mismo gobierno.
Este gobierno precisaba
crear un suceso que afectase a la población de manera que la atención de esta
pasase de centrarse en los asuntos reseñados a otro. De la misma manera permitiría que el gobierno
llevase a cabo reformas legislativas que impondrían una mayor censura y control,
esto en un principio se circunscribiría a temas relacionados con el supuesto
peligro golpista de la extrema derecha, para después generalizarse a las
críticas a la O.T.A.N., al apoyo económico y militar a Kiev, a la vacunación e
incluso a las exposición de razones
científicas contra el supuesto cambio climático de origen humano o a la
expresión de opiniones contrarias a las medidas que se implementarán para
luchar contra la producción del CO2.
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