En las
últimas décadas, pero muy especialmente durante los últimos años, España viene
atravesando una crisis que afecta a todos los campos: al de la identidad
nacional, a la economía, al de la soberanía y a la moral. Y esto es así por
mucho que se trate de ocultar con farolillos de subvenciones y de espectáculos
que desde todos los medios promueven las bajas pasiones y el sentimentalismo en
pro del control de los ciudadanos, también tras las palabras de libertad y
democracia o tras promesas de modernidad y progreso.
En el
presente artículo nos vamos a centrar en como la crisis general de España ha
terminado con el espíritu de defensa de la soberanía y de la integridad
territorial. Difícilmente puede existir ese espíritu defensivo cuando ha dejado
de creerse en eso que habría de ser defendido.
Tras esta
exposición general que quizá haya resultado demasiado teórica en tanto que no
se ha referido a ningún suceso concreto, pasaremos a referirnos a uno cuya
gravedad y actualidad hace que nos resulta muy difícilmente entendible que no
se trate en los medios de comunicación más importantes y que no levante algún
tipo de debate en la ciudadanía.
Estoy refiriéndome
al “permiso “que el monarca marroquí ha dado a cuatro empresas de prospección petrolífera,
una de ellas israelí, para estudiar la situación del crudo en esa zona y para extraerlo
el crudo si fuera posible y resultase económicamente beneficioso.
Nos
encontramos ante una situación en que el gobierno, la población y los medios
aceptan o al menos no denuncian, que el gobierno de un país enemigo que trata
de hacerse con las ciudades españolas de Ceuta y Melilla atenta directamente
contra la integridad territorial de nuestra nación al conceder permisos a la prospección
a empresas extranjeras. A esto no se hubiese llegado si no se hubiese venido
minando desde hace décadas la moral y la conciencia de nación, pero tampoco habría
sido posible si el gobierno de Pedro Sánchez no
hubiese “reconocido” la soberanía de Marruecos sobre el Sahara, este
hecho posibilita que las aguas jurisdiccionales
del Sahara entren o estén muy cerca de las de las de las Islas Canarias.
¿De qué
información o datos dispone la monarquía marroquí que le permite conseguir cesiones
del gobierno socialista español? No hay que ser un miembro de los servicios de
inteligencia para suponer cuales pueden ser estas pruebas tan graves, y desde
luego no tendrían nada que ver con negocios turbios del presidente o de su
familia ni con lo que se haya podido conseguir mediante el espionaje de las conversaciones
de Sánchez. Se debe tratar de algo tan sumamente grave que caso de ser conocido
por la ciudadanía española haría perder el gobierno a los socialistas y que
estos entrasen en prisión.
Cada cual que
imagine que acontecimiento o suceso en el que podrían estar implicados los
dirigentes socialistas y la monarquía alauí.
Y lo que es
más grave para un futuro, este chantaje podría llevar a la entrega de Ceuta y Melilla
al sátrapa del sur.
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