Hay una importante
parte de españoles que desde el desconocimiento y la ocultación viven engañados,
y que desde ese pensamiento falseado depositan su voto o desarrollan su acción
política al servicio del Partido Popular. Pero lo peor es que al hacerlo sin
saberlo están colaborando involuntariamente con el globalismo sionista
internacional, y esto es así por mucho que su certidumbre les asegure que están
llevando a cabo un servicio a España.
En esta
entrada para nada se pretende juzgar a las personas que optan por apoyar
electoral o institucionalmente al Partido Popular, lo único que aquí tratamos
de hacer es presentar una serie de datos incuestionables que han de servir para
que nadie que tenga acceso a ellos pueda esgrimir la excusa del desconocimiento
para desde él justificar su acción prosionista y de apoyo al cristófobo Estado
de Israel al votar al Partido Popular, o a su marca blanca Vox.
Al centrar
este escrito en el Partido Popular ni de lejos pretendemos apoyar a los
antinacionales e internacionalistas P.S.O.E. o Podemos. Nos centramos en el
P.P. y en Vox debido a que son precisamente a estos dos partidos a los que
votan y apoyan muchas personas que defienden una idea de España, de su
identidad y de su conformación histórica sana y coincidente con la que
corresponde a la España nacional, inmortal y tradicional que define la
verdadera España, y que al votar al P.P. suponen que están apoyando, aunque la realidad es que votan una serie de cuestiones
que van en contra de los principios que realmente tratan de instaurar en España.
Es
precisamente mostrar a esa parte de la sociedad española la realidad de estos
partidos lo que nos ocupa.
En estos momentos especialmente nos vamos a centrar en la figura del recién elegido presidente del Partido Popular Pablo Casado, pretendemos quitar la careta a este pro-sionista que defiende a un Estado que mantiene unos intereses que entran en abierto conflicto con los de nuestra patria.
En estos momentos especialmente nos vamos a centrar en la figura del recién elegido presidente del Partido Popular Pablo Casado, pretendemos quitar la careta a este pro-sionista que defiende a un Estado que mantiene unos intereses que entran en abierto conflicto con los de nuestra patria.
Para iniciar
toda esta exposición es preciso comenzar recordando que José María Aznar, refundador
del Partido Popular y presidente del gobierno español durante
varias legislaturas mostró su defensa y apoyo a Israel, llegando a afirmar
públicamente que nuestro futuro depende del de Israel, puesto que según él
Israel es el muro de contención que nos defiende del peligro yihadista, cuando
la realidad es muy otra, ya que lejos de ser un muro de contención Israel resulta
ser el mayor elemento desestabilizador de Oriente Próximo, una desestabilización que favorece, y en no pocas ocasiones impulsa
voluntariamente.
De hecho, el
Estado judío promueve el enfrentamiento entre chiitas y sunnitas, cristianos y
musulmanes, a la par que apoya las corrientes más radicales en el seno del
Islam (wahabismo saudí y hermanos musulmanes egipcios), por no hablar de la
creación de la organización terrorista Daesh.
Lo que busca
Israel es a través del enfrentamiento entre el mundo islámico y Occidente y la
lucha dentro del mismo mundo islámico es imponerse mediante el famoso "divide y
vencerás".
La estrategia sobre la que se levanta el Estado
de Israel es la manipulación, favorecer el enfrentamiento entre los otros y el victimismo.
Todo este funcionamiento
estratégico se levanta sobre una concepción en la que se auto adjudican ser superiores
al resto de humanos no judíos, goyim, que habríamos nacido para servirles. Derivado de este principio surgiría una doble
moral en la que ciertas acciones realizadas por judíos contra los goyim no serían moralmente reprobables,
mientras que sí lo serían cuando esas mismas acciones fuesen llevadas a cabo
por un goyim contra un judío.
Llegados a
este punto se hace necesario precisar ciertas cuestiones para tomar consciencia
de la conflictividad que lleva aparejada la existencia del actual Estado de
Israel.
Para
comprender hasta qué punto es conflictiva la existencia del Estado de Israel hemos de referirnos a un asunto para nada baladí, me estoy refiriendo
a la verdadera naturaleza y origen de los actuales habitantes de Israel, asunto
este que se ha vuelto mucho más importante después de la declaración realizada el
jueves 19 de julio de este 2018 por el parlamento israelí (Kneset) cuando
aprobó la Ley básica del Estado-nación judío, en el cual se declaraba “la tierra de Israel como la patria histórica
del pueblo judío…”, haciéndose referencia a todos los judíos del mundo. De esta
manera los árabes israelíes, palestinos y los miembros del resto de comunidades
no judías quedaban legalmente excluidos ya que el Estado no se define constituido
por todos sus ciudadanos sino tan sólo por aquellos que son judíos. Según esto los ciudadanos
no judíos pasarían a ser ciudadanos de segunda o tercera categoría y además
consideraría los territorios ocupados, incluida la parte oriental de Jerusalén
como parte constitutiva del Estado judío, lo cual va directamente en contra del
plan de 1947 de la O.N.U. para crear en Palestina dos Estados: uno árabe y otro
judío, y en contra de todas las resoluciones de las Naciones Unidas que
condenaban las ilegales ocupaciones de
territorios palestinos y la construcción
de las cada vez más numerosas colonias judías en esos territorios.
Al
referirnos al tema de los ciudadanos del Estado de Israel en primer lugar hemos
de señalar que la inmensa mayoría de los ciudadanos judíos de esta Estado no son originarios del territorio que ocupan y que de hecho ni siquiera son semitas. En su práctica
totalidad son judíos askenazíes, que tienen su origen en la zona del centro y
este de Europa, a donde huyeron tras ser expulsados del reino de Khazaria,
donde habían optado convertirse al judaísmo talmúdico babilónico por
presión de los imperios bizantino, ruso y por el reino de Hungría.
Estos
imperios y reinos creyeron que si los jázaros: chamanicos, babilónicos y con un comportamiento estepario se convirtiesen a una de las tres religiones
abrahámicas (cristianismo, islam o judaísmo) acabaría el comportamiento salvaje
y cruel que padecían sus poblaciones y terminaría el terror que los
crímenes, robos y secuestros que los miembros del reino Jázaro cometían contra
sus poblaciones y contra las caravanas que atravesaban las cercanías de
Khazaria. Pero no fue así dado que la religión por la que optaron fue un
judaísmo talmúdico babilónico cargado de rituales y prácticas muy similares a
las que los bárbaros integrantes del reino jázaro llevaban a cabo antes de la
conversión al judaísmo. Además de tener una doble moral que les permitía actuar criminalmente contra los pueblos vecinos.
Dado que la
situación con la que se encontraron de nuevo las autoridades rusas, bizantinas
y húngaras en absoluto había variado expulsaron del reino jázaro a toda la población y a sus gobernantes, los cuales escaparon hacia el este de
Europa y con el tiempo se desplazaron también hacia el centro del continente
europeo.
Y es
precisamente ese el origen, que como se puede ver no tiene relación alguna con
el territorio palestino que ahora ocupa ilegalmente Israel.
En absoluto
es extraño que miembros de asociaciones defensoras del Estado de Israel se
muestren favorables a Daesh dado que este criminal y salvaje grupo terrorista
sirve a los intereses del Estado judío. De hecho, no son pocos los políticos y
militares israelíes de alto rango que han reconocido públicamente esta realidad.
Después de
haber hecho un poco de historia para tomar en consideración la realidad, tan
alejada de lo que nos presenta la legenda israelí aceptada por los sionistas de
todo el mundo, nos vamos a centrar en el personaje al que esta entrada va especialmente dirigida.
Para poder poner de manifiesto la realidad
sionista de Pablo Casado en primer lugar es necesario desarrollar el
pensamiento y acción de su mentor, José María Aznar, en lo que se refiere al
Estado de Israel.
Hay que señalar que Aznar nunca ha ocultado
sus convicciones sionistas y sus amistades con las autoridades israelíes, como
tampoco disimuló su colaboración con entidades proisraelíes como la norteamericana
AIPAC (American Israel Public Affairs Committee) y su participación-creación en la Friends of
Israel Initiative), Iniciativa de Amigos de Israel.
Al nuevo
presidente del Partido Popular se le ha presentado desde el primer momento como
un continuador del planteamiento ideológico de José María Aznar, y al menos en lo que se
refiere a los planteamientos teóricos y prácticos de su relación con el
sionismo y con el Estado de Israel desde luego mantiene una muy clara
continuidad con él.
En este sentido
se ha producido un hecho de tal gravedad que por fuerza ha de ser analizado y tomado en
consideración y , lo ha de ser en tanto que pone de manifiesto que
ciertos políticos de alto nivel con muchas posibilidades de alcanzar los más
altos cargos en el gobierno de España se están incardinando en unas corrientes
que difícilmente pueden compatibilizar con la defensa de los intereses
nacionales de nuestra patria.
La noticia a
la que nos referimos es que en el año 2010 el recientemente elegido presidente
del Partido Popular Pablo Casado fundó la “sucursal” en España del think tak
prosionista Friends of Israel, el cual registró en el Ministerio de Cultura en
compañía de Enrique Navarro (que durante los gobiernos de José María Aznar fue
asesor de defensa) y Carlos Bustelo (coordinador en Madrid de Vox).
Siendo
director ejecutivo de la asociación sionista en España Rafael L. Bardají (
miembro de Vox que llegó a declarar, entre otras lindezas que el ISIS, Daesh en
árabe, no era un simple grupo terrorista como nos gusta decir por aquí, era un
aparato generador de seguridad y orden, señalando que si se analizaban las
muertes causadas por el EI, son diez veces inferiores a las causadas por Assad,
y la mayoría están directamente relacionadas con sus combates contra el régimen
y contra otros grupos, incluida Al Nusra.
En absoluto
resulta extraño que miembros de esta asociación hagan estas declaraciones en
tanto que el terrorista y sanguinario grupo yihadista sirve a los intereses y a
la protección territorial del Estado judío, tal y como han señalado miembros de
la administración norteamericana e incluso altos jerarcas del ejército israelí.
Para dejar
perfectamente clara la imposibilidad de compaginar de manera adecuada la
defensa de los intereses de España y
pertenecer, y dirigir a nivel nacional, a la asociación F.O.I.I. (en español
Iniciativa amigos de Israel, en inglés Friends of Israel) baste con señalar que
el F.O.I.I. es una creación de un grupo sionista internacional y uno de sus
fundadores fue José María Aznar cuyo propósito declarado es el siguiente: “
Tratar de contrarrestar los intentos de deslegitimar el Estado de Israel y su
derecho a vivir en paz dentro de unas fronteras seguras y defendibles”.
Esta
declaración se concreta en los siguientes puntos en que se basan los amigos
de Israel:
1.- Israel
es un país occidental, moderno y próspero con un sistema político democrático
liberal que opera bajo el imperio de la ley, con derecho a ser tratado como
tal.
2.- El
derecho de Israel a existir no debe ser cuestionado.
3.- Israel, como
país soberano, tiene derecho a la legítima defensa.
4.- Israel
es un aliado del oeste contra el terrorismo y defensor del patrimonio cultural
y moral judeo-cristiano, y por lo tanto la lucha de Israel es la nuestra.
5.- La clave
para poner fin al conflicto palestino-israelí pasa por que los palestinos
reconozcan a Israel como la patria nacional legítima del pueblo judío, y luego
las negociaciones de buena fe tendrán posibilidades de tener éxito.
6.- La
difusión del fundamentalismo islámico y el yihadismo, así como la presencia de
un Irán nuclear son amenazas existenciales para el Estado de Israel y para el
resto del mundo occidental.
Acatar estos
puntos respecto de Israel provocaría que la política exterior española se viese
fuertemente mediatizada pues la política exterior obligatoriamente se
decantaría hacia posiciones favorables a las actuaciones ilegales o criminales del Estado de Israel,
algo que de hecho nos enfrentaría con los países árabes, con el problema que
esto podría acarrear respecto al petróleo y al gas que importamos, además nos pondría
en mayor peligro respecto al peligro de un terrorismo yihadista muy sensible al
tema de la ocupación de Palestina por parte del Estado judío, nos llevaría a
apoyar a un Estado que sistemáticamente incumple todas y cada una de las resoluciones
de condena que ha recibido del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y nos
obligaría a posicionarnos respecto a temas que ni nos van ni nos vienen como es
el caso de Irán, posiciones que tan sólo podrían acarrearnos problemas.
Como puede comprobarse,
en ocasiones los intereses de España pueden llegar a chocar directamente con
los del Estado de Israel, y el hecho de que una autoridad española previamente
haya marcado un grado de compromiso con Israel puede resultar peligroso para
los intereses de España.
Y por último
quisiera mostrar la falsedad de los puntos en que se concreta la declaración de
intenciones del Friends of Israel Initiative.
El punto que
afirma que Israel es un país occidental, moderno y próspero, con un sistema
político democrático y liberal que opera bajo el imperio de la ley con derecho
a ser tratado como tal, no pasa de ser un deseo de lo que los israelíes y sus
lacayos quisieran, confunden su deseo con la realidad.
No es un
país occidental debido a que su cultura y sociedad para nada es occidental, la
realidad occidental se define por sus orígenes e identidad basadas en la
filosofía griega, el derecho romano y la religiosidad cristiana.
Desde el
momento en que Israel se autodefine como Estado judío difícilmente puede asimilarse
a eso que consideran occidental, y esto es así por mucho que envíen a
Eurovisión travestis con barba o feministas entradas en kilos, Israel lo único
que tiene de occidental es que abraza lo más degenerado que Occidente ha
producido en las últimas décadas.
Otra cuestión que ratifica el hecho de que no
es occidental su lucha por acabar con la identidad europea apoyando la
invasión migratoria y que promover la
degeneración de la sociedad occidental al apoyar el movimiento LGTBI.
Moderno y próspero efectivamente lo es, pero
merced a haber movilizado la culpabilización entre los alemanes y en parte de
los europeos con el negocio del holocuento, gracias a ello han logrado miles de
millones de marcos como compensación con los que han creado un Estado rico y
moderno.
Otro aspecto
gracias al cual es moderno y próspero es el poder que detentan sus lobbys
político-financieros que les permiten controlar la economía de los Estados
Unidos y gracias a lo cual han obtenido cientos de miles de millones de dólares
que mientras que a Israel enriquecía endeudaba y empobrecía a los E.E.U.U.
En lo que
hace a ser un país democrático, realmente se vota cada cierto número de años, pero
difícilmente puede recibir tal calificación un Estado que no reconoce los
mismos ni parecidos derechos a una parte importante de la población, esa parte
de la población a la que les arrebataron sus tierras para levantar su Estado
pirata.
En otro
punto señala que el derecho de Israel a existir no debe ser cuestionado.
No es así,
puesto que el cuestionamiento de la existencia de un Estado como Israel no es
que no se pueda hacer, sino que de manera obligatoria debe hacerlo todo aquel
que tome conciencia de la transgresión del plan manifestado por la O.N.U. en 1947,
en ese plan se señaló que en el territorio palestino se debían crear dos
Estados, uno árabe y otro judío. Los
sionistas pasaron por encima de la legalidad internacional y pasaron por encima
de la directriz que había marcado las Naciones Unidas ocupando la mayor parte
del territorio destinado al Estado y expulsó por la fuerza y la amenaza a los
pobladores de todos los territorios que ocupó militarmente.
Otro punto
señala que Israel tiene derecho a la legítima defensa.
Esta
afirmación todos la compartimos en una situación normal, pero la situación del
Estado de Israel no es para nada asimilable a la normalidad.
La única
realidad es que nos encontramos en un contexto en el cual el Estado judío difícilmente
puede reclamar derecho a la legítima defensa, y esto es así dado que Israel se
levanta sobre un territorio que ha ocupado militarmente y del que ha expulsado
a sus habitantes para dejarlos confinado en ese gran campo de concentración que
es la franja de Gaza, para colmo el Estado israelí lejos de tratar de enmendar
esa ocupación continúa con ella
levantando nuevas colonias judías en los territorios ocupados.
A esto hay
que añadir que cada cierto tiempo el ejército israelí bombardea Gaza, por no
hablar de las continuas amenazas y ataques con resultado de muerte que llevan a
cabo las F.D.I. (Fuerzas de Defensa de Israel) contra civiles desarmados en los
territorios ocupados. En esta situación en la que se enfrenta uno de los mejor
preparados y dotados ejércitos del mundo y una población sin más arma que
piedras, cuchillos y en ocasiones una cámara de video, resulta un mal chiste que
Israel pida tener derecho a una legítima defensa.
En otro
punto se señala que Israel es un aliado del oeste contra el terrorismo, lo que
desde luego no es cierto ya que las acciones de ocupación y agresión que han
llevado a cabo desde 1947, también contra el Líbano, no son precisamente elementos que frenen el
terrorismo, más bien todo lo contrario, lo que han hecho es enervar y movilizar
a las poblaciones , todo esto sin tomar en consideración el apoyo que el grupo
terrorista ISIS, Daesh en árabe, ha recibido de
Israel y de sus aliados EEUU y
Arabia Saudí. En este punto no se puede pasar por alto el grado de alianza y
colaboración entre el Estado judío y la monarquía saudí, desde luego que las
posiciones ideológicas saudíes basadas en la corriente wahabí, ultra radical, y
su colaboración directa con el yihadismo deberían colocarlos como enemigos y en
cambio son fuertes aliados. ¿De esa manera se puede decir que Israel es aliado
contra el terrorismo?, desde luego que no.
En este
mismo punto se señala que Israel protege el patrimonio cultural y moral
cristiano, de lo que deduce que deberíamos ser aliados suyos.
Como
demostraremos ambas afirmaciones son falsas, de lo que se deduce que no
deberíamos ser sus aliados.
Respecto a
que Israel protege el patrimonio cultural cristiano es una verdad sólo a
medias, puesto que como ocurrió la primavera pasada el Estado judío en
ocasiones cobra con intereses de demora a los más santos lugares del
cristianismo, tal y como ocurrió cuando como protesta a esta cuestión cerraron
al público durante una semana la Iglesia del Santo Sepulcro y varias iglesias y
centros santos más de Jerusalén.
Pero lo que no tiene ya pase alguno es la
afirmación de que protegen también el patrimonio moral cristiano, porque cuando
nos referimos a Israel estamos hablando de un Estado que se declara oficialmente
judío, con lo que se supone que siguen los dictados de su libro sagrado, el
Talmud. Y si la guía de sus posiciones y tomas de postura políticas se basa
mínimamente en lo que tan nefasto libro afirma resulta meridianamente imposible
la protección del patrimonio moral cristiano, se produciría más bien todo lo
contrario.
Vamos a centrarnos
ahora en esta importante cuestión dado que pone de manifiesto que la amistad
con el judaísmo que representa el Estado de Israel no puede ser el eje de
supuestos defensores de la identidad española y sus intereses, no puede ser que
ningún cristiano cristiano se una o registre ninguna asociación de apoyo al
Estado judío como es el caso de Friends of Israel Initiative.
Comenzaremos
indicando que el Talmud, del que hay dos versiones: el babilónico y el de
Jerusalén, es la recopilación de la interpretación que durante siglos hicieron
los rabinos de los textos de la Torá, la cual está compuesta por el pentateuco,
cinco libros del Antiguo Testamento:
-
Génesis.
-
Éxodo.
-
Levítico.
-
Números.
-
Deuteronomio.
Y como podremos comprobar al reseñar algunas
citas del Talmud nos encontramos ante una religión cristófoba:
-
“Los
judíos siempre deben tratar de engañar a los cristianos.” ( Zohar 1, 160 a).
-
“El nombre de Dios no es profanado si un judío
engaña a un cristiano” ( Babba Kama 113 b).
-
“Está
permitido engañar a los cristianos, el judío puede mentir y perjurar para
condenar a un cristiano”;
-
“Un
judío que mata a un cristiano no comete pecado, sino que ofrece un sacrificio
aceptable a Dios” ( Abhadh Zarah 26 b).
-
“La
Virgen María es una prostituta, Ella era descendiente de príncipes y
gobernadores, jugó a ramera con los carpinteros” (Sanhedrin 106 a).
-
“Exterminar
a los cristianos es algo necesario” ( Zohar 11, 43 a).
-
“Los
judíos tienen que ocultar su odio por los cristianos” (Iore Dea 148,12 h).
-
“La
propiedad cristiana pertenece al primer judío que la reclame” (Babba Bathra 54
b).
-
“La
Virgen María la peluquera, tenía sexo con muchos hombres” (Shabbatha 104 b).
-
“El
cautiverio de los judíos terminará cuando príncipes cristianos mueran” ( Zohar1
219 b).
-
“Jesús
está en el infierno y está siendo castigado sumergiéndole en semen hirviente.
Los cristianos son sumergidos en excrementos hirvientes” (Gittin 57 a).
-
Jesús
fornicó con un asno” (Sanhedrin 105 a, b).
Creo que estas citas son más que suficiente para refutar
esa afirmación de que el Estado judío, sometido a las normas y enseñanzas del Talmud,
protege el patrimonio moral cristiano.
Llegados a este punto ha llegado el momento de preguntar a D.
Pablo Casado con quién está su lealtad, si con un Estado que se declara
oficialmente judío y etnocéntrico o con una España sometida a los embates de
una inmigración promocionada por esos otros supremacistas que siguen un
pensamiento cristófobo opuesto abiertamente a nuestra identidad cristiana.
A esto debería
contestar el señor Casado, o
como reaccionará ante las directrices de una política
exterior norteamericana plenamente
dirigida por los intereses de Israel.
muy buen articulo. se nota que eres una persona que sabe. la gran mayoria son borregos perdidos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Borja.
EliminarExcelente información. Muchas gracias.
ResponderEliminarGracias a ti Jesús.
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