jueves, 6 de septiembre de 2018

¿A quién es leal Pablo Casado?


                                                                                           




Hay una importante parte de españoles que desde el desconocimiento y la ocultación viven engañados, y que desde ese pensamiento falseado depositan su voto o desarrollan su acción política al servicio del Partido Popular. Pero lo peor es que al hacerlo sin saberlo están colaborando involuntariamente con el globalismo sionista internacional, y esto es así por mucho que su certidumbre les asegure que están llevando a cabo un servicio a España.
En esta entrada para nada se pretende juzgar a las personas que optan por apoyar electoral o institucionalmente al Partido Popular, lo único que aquí tratamos de hacer es presentar una serie de datos incuestionables que han de servir para que nadie que tenga acceso a ellos pueda esgrimir la excusa del desconocimiento para desde él justificar su acción prosionista y de apoyo al cristófobo Estado de Israel al votar al Partido Popular, o a su marca blanca Vox.
Al centrar este escrito en el Partido Popular ni de lejos pretendemos apoyar a los antinacionales e internacionalistas P.S.O.E. o Podemos. Nos centramos en el P.P. y en Vox debido a que son precisamente a estos dos partidos a los que votan y apoyan muchas personas que defienden una idea de España, de su identidad y de su conformación histórica sana y coincidente con la que corresponde a la España nacional, inmortal y tradicional que define la verdadera España, y que al votar al P.P. suponen que están apoyando, aunque la realidad es que votan una serie de cuestiones que van en contra de los principios que realmente tratan de instaurar en España.
Es precisamente mostrar a esa parte de la sociedad española la realidad de estos partidos lo que nos ocupa. 

En estos momentos especialmente nos vamos a centrar en la figura del recién elegido presidente del Partido Popular Pablo Casado, pretendemos quitar la careta a este pro-sionista que defiende a un Estado que mantiene unos intereses que entran en abierto conflicto con los de nuestra patria.

                                                                   


Para iniciar toda esta exposición es preciso comenzar recordando que José María Aznar, refundador del Partido Popular y presidente del gobierno español durante varias legislaturas mostró su defensa y apoyo a Israel, llegando a afirmar públicamente que nuestro futuro depende del de Israel, puesto que según él Israel es el muro de contención que nos defiende del peligro yihadista, cuando la realidad es muy otra, ya que lejos de ser un muro de contención Israel resulta ser el mayor elemento desestabilizador de Oriente Próximo, una desestabilización  que favorece, y en no pocas ocasiones impulsa voluntariamente.
De hecho, el Estado judío promueve el enfrentamiento entre chiitas y sunnitas, cristianos y musulmanes, a la par que apoya las corrientes más radicales en el seno del Islam (wahabismo saudí y hermanos musulmanes egipcios), por no hablar de la creación de la organización terrorista Daesh.
Lo que busca Israel es a través del enfrentamiento entre el mundo islámico y Occidente y la lucha dentro del mismo mundo islámico es imponerse mediante el famoso "divide y vencerás".  
 La estrategia sobre la que se levanta el Estado de Israel es la manipulación, favorecer el enfrentamiento entre los otros y el victimismo.  Todo este funcionamiento estratégico se levanta sobre una concepción en la que se auto adjudican ser superiores al resto de humanos no judíos, goyim, que habríamos nacido para servirles.  Derivado de este principio surgiría una doble moral en la que ciertas acciones realizadas por judíos contra los goyim no serían moralmente reprobables, mientras que sí lo serían cuando esas mismas acciones fuesen llevadas a cabo por un goyim contra un judío.
Llegados a este punto se hace necesario precisar ciertas cuestiones para tomar consciencia de la conflictividad que lleva aparejada la existencia del actual Estado de Israel.

                                                                      
Para comprender hasta qué punto es conflictiva la existencia del Estado de Israel  hemos de referirnos a un asunto para nada baladí, me estoy refiriendo a la verdadera naturaleza y origen de los actuales habitantes de Israel, asunto este que se ha vuelto mucho más importante después de la declaración realizada el jueves 19 de julio de este 2018 por el parlamento israelí (Kneset) cuando aprobó la Ley básica del Estado-nación judío, en el cual se declaraba  “la tierra de Israel como la patria histórica del pueblo judío…”, haciéndose referencia a todos los judíos del mundo. De esta manera los árabes israelíes, palestinos y los miembros del resto de comunidades no judías quedaban legalmente excluidos ya que el Estado no se define constituido por todos sus ciudadanos sino tan sólo por aquellos que son judíos. Según esto los ciudadanos no judíos pasarían a ser ciudadanos de segunda o tercera categoría y además consideraría los territorios ocupados, incluida la parte oriental de Jerusalén como parte constitutiva del Estado judío, lo cual va directamente en contra del plan de 1947 de la O.N.U. para crear en Palestina dos Estados: uno árabe y otro judío, y en contra de todas las resoluciones de las Naciones Unidas que condenaban las ilegales ocupaciones de  territorios palestinos y  la construcción de las cada vez más numerosas colonias judías en esos territorios.

                                                                     



Al referirnos al tema de los ciudadanos del Estado de Israel en primer lugar hemos de señalar que la inmensa mayoría de los ciudadanos judíos de esta Estado no son originarios del territorio que ocupan y que de hecho  ni siquiera son semitas. En su práctica totalidad son judíos askenazíes,  que tienen su origen en la zona del centro y este de Europa, a donde huyeron tras ser expulsados del reino de Khazaria, donde  habían optado convertirse  al judaísmo talmúdico babilónico   por presión de los imperios bizantino, ruso y por el reino de Hungría.

                                                                     

Estos imperios y reinos creyeron que si los jázaros: chamanicos, babilónicos y con un comportamiento estepario se  convirtiesen a una de las tres religiones abrahámicas (cristianismo, islam o judaísmo) acabaría el comportamiento salvaje y cruel que padecían sus poblaciones y terminaría  el terror que los crímenes, robos y secuestros que los miembros del reino Jázaro cometían contra sus poblaciones y contra las caravanas que atravesaban las cercanías de Khazaria. Pero no fue así dado que la religión por la que optaron fue un judaísmo talmúdico babilónico cargado de rituales y prácticas muy similares a las que los bárbaros integrantes del reino jázaro llevaban a cabo antes de la conversión al judaísmo. Además de tener una doble moral que les permitía  actuar criminalmente contra los pueblos vecinos.
Dado que la situación con la que se encontraron de nuevo las autoridades rusas, bizantinas y húngaras en absoluto había variado expulsaron del reino jázaro a toda la población y a sus gobernantes, los cuales escaparon hacia el este de Europa y con el tiempo se desplazaron también hacia el centro del continente europeo.
Y es precisamente ese el origen, que como se puede ver no tiene relación alguna con el territorio palestino que ahora ocupa ilegalmente Israel.
En absoluto es extraño que miembros de asociaciones defensoras del Estado de Israel se muestren favorables a Daesh dado que este criminal y salvaje grupo terrorista sirve a los intereses del Estado judío. De hecho, no son pocos los políticos y militares israelíes de alto rango que han reconocido públicamente esta realidad.



Después de haber hecho un poco de historia para tomar en consideración la realidad, tan alejada de lo que nos presenta la legenda israelí aceptada por los sionistas de todo el mundo, nos vamos a centrar en el personaje al que esta entrada va especialmente dirigida.
 Para poder poner de manifiesto la realidad sionista de Pablo Casado en primer lugar es necesario desarrollar el pensamiento y acción de su mentor, José María Aznar, en lo que se refiere al Estado de Israel.

                                                                     

 Hay que señalar que Aznar nunca ha ocultado sus convicciones sionistas y sus amistades con las autoridades israelíes, como tampoco disimuló su colaboración con entidades proisraelíes como la norteamericana AIPAC (American Israel Public Affairs Committee) y   su participación-creación en la Friends of Israel Initiative), Iniciativa de Amigos de Israel.

Al nuevo presidente del Partido Popular se le ha presentado desde el primer momento como un continuador del planteamiento ideológico de José María Aznar, y al menos en lo que se refiere a los planteamientos teóricos y prácticos de su relación con el sionismo y con el Estado de Israel desde luego mantiene una muy clara continuidad con él.

En este sentido se ha producido un hecho de tal gravedad que por fuerza ha de ser analizado y tomado en consideración y , lo ha de ser en tanto que pone de manifiesto que ciertos políticos de alto nivel con muchas posibilidades de alcanzar los más altos cargos en el gobierno de España se están incardinando en unas corrientes que difícilmente pueden compatibilizar con la defensa de los intereses nacionales de nuestra patria.
La noticia a la que nos referimos es que en el año 2010 el recientemente elegido presidente del Partido Popular Pablo Casado fundó la “sucursal” en España del think tak prosionista Friends of Israel, el cual registró en el Ministerio de Cultura en compañía de Enrique Navarro (que durante los gobiernos de José María Aznar fue asesor de defensa) y Carlos Bustelo (coordinador en Madrid de Vox).

                                                                   






 Siendo director ejecutivo de la asociación sionista en España Rafael L. Bardají ( miembro de Vox que llegó a declarar, entre otras lindezas que el ISIS, Daesh en árabe, no era un simple grupo terrorista como nos gusta decir por aquí, era un aparato generador de seguridad y orden, señalando que si se analizaban las muertes causadas por el EI, son diez veces inferiores a las causadas por Assad, y la mayoría están directamente relacionadas con sus combates contra el régimen y contra otros grupos, incluida Al Nusra.

En absoluto resulta extraño que miembros de esta asociación hagan estas declaraciones en tanto que el terrorista y sanguinario grupo yihadista sirve a los intereses y a la protección territorial del Estado judío, tal y como han señalado miembros de la administración norteamericana e incluso altos jerarcas del ejército israelí.

Para dejar perfectamente clara la imposibilidad de compaginar de manera adecuada la defensa de los intereses de España y  pertenecer, y dirigir a nivel nacional, a la asociación F.O.I.I. (en español Iniciativa amigos de Israel, en inglés Friends of Israel) baste con señalar que el F.O.I.I. es una creación de un grupo sionista internacional y uno de sus fundadores fue José María Aznar cuyo propósito declarado es el siguiente: “ Tratar de contrarrestar los intentos de deslegitimar el Estado de Israel y su derecho a vivir en paz dentro de unas fronteras seguras y defendibles”.
Esta declaración se concreta en los siguientes puntos en que se basan los amigos de Israel:
1.- Israel es un país occidental, moderno y próspero con un sistema político democrático liberal que opera bajo el imperio de la ley, con derecho a ser tratado como tal.
2.- El derecho de Israel a existir no debe ser cuestionado.
3.- Israel, como país soberano, tiene derecho a la legítima defensa.
4.- Israel es un aliado del oeste contra el terrorismo y defensor del patrimonio cultural y moral judeo-cristiano, y por lo tanto la lucha de Israel es la nuestra.
5.- La clave para poner fin al conflicto palestino-israelí pasa por que los palestinos reconozcan a Israel como la patria nacional legítima del pueblo judío, y luego las negociaciones de buena fe tendrán posibilidades de tener éxito.
6.- La difusión del fundamentalismo islámico y el yihadismo, así como la presencia de un Irán nuclear son amenazas existenciales para el Estado de Israel y para el resto del mundo occidental.

Acatar estos puntos respecto de Israel provocaría que la política exterior española se viese fuertemente mediatizada pues la política exterior obligatoriamente se decantaría hacia posiciones favorables a las actuaciones ilegales o criminales del Estado de Israel, algo que de hecho nos enfrentaría con los países árabes, con el problema que esto podría acarrear respecto al petróleo y al gas que importamos, además nos pondría en mayor peligro respecto al peligro de un terrorismo yihadista muy sensible al tema de la ocupación de Palestina por parte del Estado judío, nos llevaría a apoyar a un Estado que sistemáticamente incumple todas y cada una de las resoluciones de condena que ha recibido del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y nos obligaría a posicionarnos respecto a temas que ni nos van ni nos vienen como es el caso de Irán, posiciones que tan sólo podrían acarrearnos problemas.

Como puede comprobarse, en ocasiones los intereses de España pueden llegar a chocar directamente con los del Estado de Israel, y el hecho de que una autoridad española previamente haya marcado un grado de compromiso con Israel puede resultar peligroso para los intereses de España.

Y por último quisiera mostrar la falsedad de los puntos en que se concreta la declaración de intenciones del Friends of Israel Initiative.

El punto que afirma que Israel es un país occidental, moderno y próspero, con un sistema político democrático y liberal que opera bajo el imperio de la ley con derecho a ser tratado como tal, no pasa de ser un deseo de lo que los israelíes y sus lacayos quisieran, confunden su deseo con la realidad.
No es un país occidental debido a que su cultura y sociedad para nada es occidental, la realidad occidental se define por sus orígenes e identidad basadas en la filosofía griega, el derecho romano y la religiosidad cristiana.
Desde el momento en que Israel se autodefine como Estado judío difícilmente puede asimilarse a eso que consideran occidental, y esto es así por mucho que envíen a Eurovisión travestis con barba o feministas entradas en kilos, Israel lo único que tiene de occidental es que abraza lo más degenerado que Occidente ha producido en las últimas décadas.
 Otra cuestión que ratifica el hecho de que no es occidental su lucha por acabar con la identidad europea apoyando la invasión migratoria  y que promover la degeneración de la sociedad occidental al apoyar el movimiento LGTBI.

                                                               

 Moderno y próspero efectivamente lo es, pero merced a haber movilizado la culpabilización entre los alemanes y en parte de los europeos con el negocio del holocuento, gracias a ello han logrado miles de millones de marcos como compensación con los que han creado un Estado rico y moderno.
Otro aspecto gracias al cual es moderno y próspero es el poder que detentan sus lobbys político-financieros que les permiten controlar la economía de los Estados Unidos y gracias a lo cual han obtenido cientos de miles de millones de dólares que mientras que a Israel enriquecía endeudaba y empobrecía a los E.E.U.U.

                                                                 

En lo que hace a ser un país democrático, realmente se vota cada cierto número de años, pero difícilmente puede recibir tal calificación un Estado que no reconoce los mismos ni parecidos derechos a una parte importante de la población, esa parte de la población a la que les arrebataron sus tierras para levantar su Estado pirata.

En otro punto señala que el derecho de Israel a existir no debe ser cuestionado.
No es así, puesto que el cuestionamiento de la existencia de un Estado como Israel no es que no se pueda hacer, sino que de manera obligatoria debe hacerlo todo aquel que tome conciencia de la transgresión del plan manifestado por la O.N.U. en 1947, en ese plan se señaló que en el territorio palestino se debían crear dos Estados, uno árabe y otro judío.  Los sionistas pasaron por encima de la legalidad internacional y pasaron por encima de la directriz que había marcado las Naciones Unidas ocupando la mayor parte del territorio destinado al Estado y expulsó por la fuerza y la amenaza a los pobladores de todos los territorios que ocupó militarmente.

Otro punto señala que Israel tiene derecho a la legítima defensa.
Esta afirmación todos la compartimos en una situación normal, pero la situación del Estado de Israel no es para nada asimilable a la normalidad.
La única realidad es que nos encontramos en un contexto en el cual el Estado judío difícilmente puede reclamar derecho a la legítima defensa, y esto es así dado que Israel se levanta sobre un territorio que ha ocupado militarmente y del que ha expulsado a sus habitantes para dejarlos confinado en ese gran campo de concentración que es la franja de Gaza, para colmo el Estado israelí lejos de tratar de enmendar esa ocupación continúa con ella  levantando nuevas colonias judías en los territorios ocupados.
A esto hay que añadir que cada cierto tiempo el ejército israelí bombardea Gaza, por no hablar de las continuas amenazas y ataques con resultado de muerte que llevan a cabo las F.D.I. (Fuerzas de Defensa de Israel) contra civiles desarmados en los territorios ocupados. En esta situación en la que se enfrenta uno de los mejor preparados y dotados ejércitos del mundo y una población sin más arma que piedras, cuchillos y en ocasiones una cámara de video, resulta un mal chiste que Israel pida tener derecho a una legítima defensa.

                                                                 




En otro punto se señala que Israel es un aliado del oeste contra el terrorismo, lo que desde luego no es cierto ya que las acciones de ocupación y agresión que han llevado a cabo desde 1947, también contra el Líbano,  no son precisamente elementos que frenen el terrorismo, más bien todo lo contrario, lo que han hecho es enervar y movilizar a las poblaciones , todo esto sin tomar en consideración el apoyo que el grupo terrorista ISIS, Daesh en árabe, ha recibido de  Israel  y de sus aliados  EEUU  y Arabia Saudí. En este punto no se puede pasar por alto el grado de alianza y colaboración entre el Estado judío y la monarquía saudí, desde luego que las posiciones ideológicas saudíes basadas en la corriente wahabí, ultra radical, y su colaboración directa con el yihadismo deberían colocarlos como enemigos y en cambio son fuertes aliados. ¿De esa manera se puede decir que Israel es aliado contra el terrorismo?, desde luego que no.



En este mismo punto se señala que Israel protege el patrimonio cultural y moral cristiano, de lo que deduce que deberíamos ser aliados suyos.
Como demostraremos ambas afirmaciones son falsas, de lo que se deduce que no deberíamos ser sus aliados.
Respecto a que Israel protege el patrimonio cultural cristiano es una verdad sólo a medias, puesto que como ocurrió la primavera pasada el Estado judío en ocasiones cobra con intereses de demora a los más santos lugares del cristianismo, tal y como ocurrió cuando como protesta a esta cuestión cerraron al público durante una semana la Iglesia del Santo Sepulcro y varias iglesias y centros santos más de Jerusalén.
 Pero lo que no tiene ya pase alguno es la afirmación de que protegen también el patrimonio moral cristiano, porque cuando nos referimos a Israel estamos hablando de un Estado que se declara oficialmente judío, con lo que se supone que siguen los dictados de su libro sagrado, el Talmud. Y si la guía de sus posiciones y tomas de postura políticas se basa mínimamente en lo que tan nefasto libro afirma resulta meridianamente imposible la protección del patrimonio moral cristiano, se produciría más bien todo lo contrario.
Vamos a centrarnos ahora en esta importante cuestión dado que pone de manifiesto que la amistad con el judaísmo que representa el Estado de Israel no puede ser el eje de supuestos defensores de la identidad española y sus intereses, no puede ser que ningún cristiano cristiano se una o registre ninguna asociación de apoyo al Estado judío como es el caso de Friends of Israel Initiative.
Comenzaremos indicando que el Talmud, del que hay dos versiones: el babilónico y el de Jerusalén, es la recopilación de la interpretación que durante siglos hicieron los rabinos de los textos de la Torá, la cual está compuesta por el pentateuco, cinco libros del Antiguo Testamento:
-         Génesis.
-         Éxodo.
-         Levítico.
-         Números.
-         Deuteronomio.
 Y como podremos comprobar al reseñar algunas citas del Talmud nos encontramos ante una religión cristófoba:

                                                                   


-         “Los judíos siempre deben tratar de engañar a los cristianos.” ( Zohar 1, 160 a).
-          “El nombre de Dios no es profanado si un judío engaña a un cristiano” ( Babba Kama 113 b).
-         “Está permitido engañar a los cristianos, el judío puede mentir y perjurar para condenar a un cristiano”;
-         “Un judío que mata a un cristiano no comete pecado, sino que ofrece un sacrificio aceptable a Dios” ( Abhadh Zarah 26 b).
-         “La Virgen María es una prostituta, Ella era descendiente de príncipes y gobernadores, jugó a ramera con los carpinteros” (Sanhedrin 106 a).
-         “Exterminar a los cristianos es algo necesario” ( Zohar 11, 43 a).
-         “Los judíos tienen que ocultar su odio por los cristianos” (Iore Dea 148,12 h).
-         “La propiedad cristiana pertenece al primer judío que la reclame” (Babba Bathra 54 b).
-         “La Virgen María la peluquera, tenía sexo con muchos hombres” (Shabbatha 104 b).
-         “El cautiverio de los judíos terminará cuando príncipes cristianos mueran”  ( Zohar1 219 b).
-         “Jesús está en el infierno y está siendo castigado sumergiéndole en semen hirviente. Los cristianos son sumergidos en excrementos hirvientes” (Gittin 57 a).
-         Jesús fornicó con un asno” (Sanhedrin 105 a, b).
Creo que estas citas son más que suficiente para refutar esa afirmación de que el Estado judío, sometido a las normas y enseñanzas del Talmud, protege el patrimonio moral cristiano.

Llegados a este punto ha llegado el momento de preguntar a D. Pablo Casado con quién está su lealtad, si con un Estado que se declara oficialmente judío y etnocéntrico o con una España sometida a los embates de una inmigración promocionada por esos otros supremacistas que siguen un pensamiento cristófobo opuesto abiertamente a nuestra identidad cristiana.
A esto debería  contestar el   señor Casado, o como  reaccionará ante las directrices de una política exterior norteamericana plenamente  dirigida por los intereses de Israel.

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