Viendo en
televisión imágenes de los incidentes de los vergonzosos comportamientos de
muchos turistas ingleses en Mallorca me escandalicé, busqué en Youtube anuncios que algunos turoperadores
utilizaban para promocionar los viajes low cost del todo incluido. En estos
anuncios que promociona el turismo de borrachera, desenfreno y sexo sin límites,
se promete un desmadre que esos jóvenes no podrían llevar a cabo en el
Reino Unido, y en ellos se nos presenta
a los españoles como gentes incultas y pobres que aguantamos cualquier cosa en
nuestras calles con tal de conseguir un poco de su sucio dinero.
Hay una imagen que se me ha quedado grabada a
fuego. En ella tres chicas turistas inglesas entran en un establecimiento y
compran una caja de frutas para después tirarla en un contenedor, la siguiente
imagen es la de un pobre comiendo de la basura de ese contenedor en el que ellas
acababan de tirarla fruta.
La secuencia está claramente manipulada puesto
que la han preparado como si se tratase de una sucesión de acontecimientos cuando se trata de imágenes
procedentes de momentos y lugares distintos.
Pero lo importante es el hecho de que se trata de transmitir el mensaje
de que los españoles vivimos en la pobreza y que la limosna que nos dejan con
su turismo de borrachera nos salva la vida y que por ello les permitimos hacer lo que quieran.
Se vende a
España como un lupanar de borrachera continua y orgías sin fin, y a los
españoles como seres inferiores que forman parte de un paisaje que existe para
que ellos abusen, agredan y se emborrachen.
Y en parte tienen razón puesto que las autoridades permiten sus escandalosos y delictivos comportamientos con la escusa de mantener abierto el grifo del turismo, es decir que nos vendemos como meretrices.
Pero desgraciadamente,
aunque la mayoría de españoles piensen lo contrario, esto no es algo exclusivo
de Magaluf y de las islas baleares ya que es lo que este tipo de turismo
británico se esta generalizando por muchas otras zonas de las costas españolas
de Levante y Andalucía.
Realmente como español me siento herido por el
hecho de que nuestras autoridades permitan este tipo de turismo, inglés en su
práctica totalidad, que ataca la tranquilidad y el orden y sobre todo acaba con
el honor de España. Estamos hablando de un turismo que nos ningunea y que hace
de nuestras calles y playas verdaderas comunas de borrachos y degenerados que
ejercen una violencia gratuita y que consideran nuestra patria como un lupanar
habitado por gentes incultas y pobres que carecen de dignidad. Ven nuestro país
con un basurero que los mueve a realizar todos esos comportamientos que en sus
calles siquiera imaginan poder realizar en la pérfida Albión.
Como español
no sólo pido, sino que exijo, a las autoridades de mi país que pongan fin a
este verdadero insulto a España y a los españoles.
No se entiende que al mismo tiempo que se
permite todo esto se hable y se invierta una importante cantidad de dinero
público en lo que se ha dado en llamar la marca España, una campaña que supuestamente trata
de elevar la imagen de nuestra patria en el exterior, mientras que se permite que España de esta imagen de basura.
Muchos dirán
que es el precio que hay que pagar para mantener el turismo y los ingresos que
este deja a la economía nacional, pero esta “razón” no pasa de ser una falacia,
ya que el turismo que nos visita y que deja dinero es el de los turistas que
buscan tranquilidad y que ocupan nuestros hoteles para visitar nuestras playas y
ciudades.
El turismo
de borrachera y desenfreno se convierte en un elemento que hace que el turismo
pacífico, de sol y playa y el familiar deje de acudir a nuestro país dado que
no quiere sufrir a los vándalos arriba citados.
Por otro lado,
el dinero que dejan esos salvajes
británicos es escaso dado que vienen con un todo incluido por muy poco dinero que pagan
a sus turoperadores británicos.
Pero muy por
encima de la cuestión económica se encuentra el honor de nuestra patria y la
tranquilidad de los españoles, los cuales son pisoteados por estos turistas
borrachos hijos de la gran Bretaña.
Turismo si,
pero respetuoso y civilizado, y que nunca se impongan los intereses de cuatro
mafiosos de discoteca al dignidad de España.
Ni que pongamos el honor
de la patria por debajo de los intereses del dinero que puedan traer
cuatro niñatos borrachos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario