Quien no se
dé cuenta de lo que realmente es el Partido Popular y qué es lo que se
encuentra en lo más profundo de su ADN ideológico es porque no quiere verlo y
porque voluntariamente cierra los ojos para no apercibirse de cuál es la
realidad y de ese modo poder continuar votándole. Para esta gente todo vale antes que dejar de
votar a la derecha, de no votar o de acercarse a los grupos patrióticos.
Después de
hechos tan claros y clamorosos como no haber utilizado la mayoría absoluta de la
que durante años han dispuesto para haber anulado leyes como la del aborto, la
de memoria histórica o la del “matrimonio” entre personas del mismo sexo no
haría falta añadir nada más, pero los líderes del PP no dejan de darnos más y
más razones para oponernos a su política y verlos como lo que son, enemigos de
España y de la civilización occidental y cristiana.
Ciertamente
estos liberales partitocráticos que se oponen a la tradición, a la patria y al
cristianismo no dejan de aportarnos muestras de lo que realmente son.
La última
muestra de que su planteamiento ideológico se sitúa en un liberalismo sometido
a lo políticamente correcto, la han mostrado con toda claridad este fin de
semana del orgullo (¿?) gay.
Al
desfile-cabalgata que defiende la perversión con un mal gusto clarísimo, mostrando su apoyo al “matrimonio” homosexual, exigiendo que esos “matrimonios” puedan
adoptar y que año tras año ataca, ridiculiza y veja a la Iglesia católica y sus
símbolos más sagrados, ha acudido este año una notoria representación
del Partido Popular.
El sábado
pasado, en esta marcha que tanto por la asistencia de autoridades como por el
apoyo económico oficial recibido se había convertido en algo
prácticamente oficial, participaron representantes de los cuatro grandes
partidos y de las dos organizaciones sindicales. Sumándose también este año
representantes populares.
La
Vicesecretaria de Estudios del PP, Andrea Levy, para explicar la presencia de
su partido en este evento señaló que era la primera vez que su partido había
sido invitado, diciendo textualmente: “Es el primer año que se invita al PP,
por esa razón asistimos y porque creemos y profundamente en la igualdad de derecho, igualdad de oportunidades, en la
diversidad y en proteger al colectivo "LGTBI”.
Asistiendo también por el PP el
vicesecretario de Política Social Javier Maroto, “casado” con su compañero en
el 2015 y a cuya ceremonia nupcial homosexual asistieron la práctica totalidad
del gobierno y el presidente del PP de Guipúzcoa Borja Semper.
La
presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, se sumó a la
concentración en la Plaza de Colón señalando que se trataba de un “acontecimiento
histórico y que quería estar apoyando
la causa LGTBI que es la causa de la libertad”.
En la
cabecera de la manifestación del orgullo (¿?) los representantes del PP
coincidieron, para apoyar eso a lo que tanto se habían opuesto cuando les convino
electoralmente, con los líderes de Ciudadanos y de Podemos.
Lo que
quiero poner de manifiesto en esta entrada es que el PP, al igual que el resto
de partidos del arco parlamentario, se mueve dentro de la atonía moral de un
liberalismo que desprecia, a los hechos me remito, la moral, la Iglesia y a la
unidad de España.
Que aquellos
que continúen votando o colaborando con el Partido Popular tengan bien
claro que están sirviendo a los enemigos de Dios y de la
patria.
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