Lo que viene
aconteciendo desde hace unos años en la otrora tranquila y segura sociedad sueca, debiera constituir un serio aviso para
el resto de las sociedades europeas.
Un aviso que,
escarmentando en cabeza ajena, debería servir para poner freno a la
indiscriminada acogida de refugiados-inmigrantes musulmanes que llevan a cabo
las suicidas y buenistas sociedades occidentales.
Los componentes de estas sociedades cegadas
por la presión de lo políticamente correcto no se dan cuenta de que son
víctimas de la manipulación que la élite realiza para imponer el Nuevo Orden
Mundial, para ello previamente deben llevar a cabo el plan Kalergi.
Suecia muy
bien podría recibir en la actualidad el título de capital europea de la
violación.
La por
entonces tranquila y segura Suecia, hablamos del año 1975, disfrutaba de una
considerable seguridad, en ese año se produjeron 421 violaciones. Pero el parlamento sueco
decidió en aquel 1975 hacer de Suecia un país multicultural y multirracial, 39
años más tarde, el año 2014, el número de violaciones se había elevado a 6620 (son datos de la
policía finlandesa). Es decir se produjo un aumento del 1472%, pasando a ocupar
Suecia el puesto número dos en el ranking mundial de países con mayor número de violaciones por 100.000 habitantes
(53,2), siendo tan sólo superada por Lesoto- en el sur de África- con 91,6.
Según datos
policiales, el 99% de las violaciones cometidas en Suecia durante estos últimos
años fueron perpetradas por musulmanes.
La llegada a
Suecia de la inmigración musulmana, procedente tanto de países africanos,
árabes como asiáticos, ha provocado un aumento descomunal en lo que se refiere
a la cantidad de violaciones y agresiones sexuales.
El número de
ataques de los que son objeto las mujeres suecas es cada vez mayor, no se han
librado de estos ni siquiera las niñas en edad escolar.
Las escuelas
en Suecia, con una población musulmana cada vez mayor, son foco de problemas como nunca antes lo
habían sido. Desde muy pequeños Los varones musulmanes se dedican a acosar a
las alumnas suecas o a lanzarles a la cabeza la carne que puedan tomar en sus
almuerzos.
Este
comportamiento de los varones respecto a las mujeres es visto y juzgado por la
población musulmana como algo absolutamente normal, no recriminándoles e
incluso reforzando tales actitudes.
En Noruega y
Dinamarca los inmigrantes no occidentales, en su gran mayoría viene a
significar musulmanes, están aplastantemente presentes en las estadísticas de
violaciones.
Citaremos un
informe realizado el año 2002, de investigación acerca de la delincuencia de
los inmigrantes, el informe fue realizado por Ann-Christine Hjelm de la
Universidad de Karlstads. El informe señaló que en el año del estudio el 85% de
los condenados por lo menos a dos años de prisión por violación en Svea
Hovrätt, tribunal de apelación, eran extranjeros de nacimiento o pertenecientes
a la segunda generación de inmigrantes extranjeros.
Pero que
nadie se equivoque pensando que esta tendencia de los musulmanes a violar
mujeres europeas es exclusiva de los países nórdicos, quizá en esa zona esté
más extendida, pero el resto de Europa no se ve libre de tal fenómeno.
Voy a
reproducir un texto aparecido en la renombrada revista norteamericana Time:
“Los
especialistas y las víctimas de estos grupos (los baelieus) dicen que la
violencia contra las mujeres está especialmente implantada en las baelierures por las actitudes culturales hacia la mujer, los hombres de las
baulieures pueden adoptar el estilo de vida de otros jóvenes franceses- música
pop, coches rápidos y pornografía- pero también se encuentran sujetos
frecuentemente a los prejuicios tradicionales de sus padres inmigrantes en lo
que se refiere a que cualquier chica del vecindario que fume, que utilice
maquillaje o lleve ropa atractiva es una puta”.
En Alemania
la situación con respecto a la actitud de los inmigrantes musulmanes la
cuestión es similar, lo podemos ver si leemos las declaraciones de un político
babaro al diario Die Welt, las podemos ver en la revista Gatestone (Institute
(International Policy Council):
“Cuando los
adolescentes musulmanes van a las piscinas al aire libre, se abruman cuando ven
chicas en bikini. Estos niños, que vienen de una cultura en la que para las
mujeres es mal visto mostrar la piel desnuda, seguirán a las niñas y las
molestarán sin darse cuenta. Naturalmente esto genera miedo”.
Todas estas
informaciones nos deben servir para conformar un juicio claro que nos sirva
para afrontar de manera acertada la
marea de refugiados-inmigrantes , en su inmensa mayoría musulmanes, que
pretenden entrar en territorio europeo. Nunca hemos de perder de vista que la
mentalidad de un musulmán ha sido
conformada por las enseñanzas derivadas del Corán y por las tradiciones de unas
sociedades distintas a las nuestra. El refugiado-inmigrante que entra en
nuestro continente no se puede asimilar jamás, y su convivencia en nuestra
sociedad resultará siempre problemática puesto que tratará de modificar nuestra
forma de vida al ser ambas, la suya y la nuestra, no sólo distintas sino
antitéticas.
Además en el
caso de España nosotros somos considerados perjuros que ocupamos Al-Andalus que
es, según ellos, Dar-Al-Islam, es decir tierra del Islam.
La
diferenciación que ha hecho el Primer ministro húngaro Viktor Orbán señalando que sólo aceptará refugiados cristianos pero no musulmanes es una cuestión de simple lógica y
supervivencia.
Musulmanes ni uno.........
ResponderEliminarEn comentarios "boca aboca" esto se sabe hace mucho tiempo. Pero la esclavitud de la corrección política, del buenismo acogedor y demás gaitas nos han castrado como pueblo y como seres humanos hasta extremos repugnantes. Pero seguiremos votando al PP. Hasta que nos degüellen a todos, como pronostica Pérez Reverte. Son consecuencias de la devoción progresista al Nuevo Orden Mundial.
ResponderEliminarDe acuerdo de principio a fin Amelia.
Eliminar