Resulta difícil
entender como las autoridades españolas pueden adoptar medidas, con la aquiescencia
de la mayor parte de los individuos que conforman la población, que en otros
países de nuestro entorno han resultado claramente perjudiciales para la
población, para el orden público, la paz social y la identidad de esas
naciones.
Hay una sabia
expresión que señala que hay que escarmentar en cabeza ajena, es decir aprender
de manera vicaria, puesto que de otra manera lo más seguro es que nuestra vida se
convertirá una sucesión de errores, algunos de los cuales tendrán muy difícil solución.
El no tomar en
consideración las experiencias que otros han tenido respecto a situaciones que
nos vemos obligados a enfrentar es poco menos que suicida, y denota una falsa
superioridad que está muy cerca de la megalomanía.
Por supuesto
estoy refiriéndome a la actitud acomodaticia, buenista y “bienqueda” que el
presidente Pedro Sánchez está desarrollando respecto al tema de la inmigración
ilegal y masiva de los subsaharianos que por miles invaden nuestro territorio.
El
socialista Sánchez obvia, a mi modo de ver de manera culpable, las enseñanzas
que se deben obtener de lo que nuestros hermanos italianos han sufrido al
aplicar durante años una política de “puertas abiertas”, política que han
llevado a cabo políticos progresistas-buenistas que ha provocado tal desestabilización
y desorden social que ha llevado a que las autoridades, elegidas por una
población cansada de una situación que poco a poco se hacía insostenible.
Llegado este
momento de saturación las autoridades italianas, especialmente el ministro de
Interior Salvini, se han centrado en aquello para lo que han sido elegidos y se
han puesto manos a la obra para defender a su pueblo.
Es así que
con muy buen criterio han cerrado sus puertos a esos verdaderos colaboradores
con las mafias que trafican con seres humanos que son las O.N.G.s. Apoyadas y
subvencionadas en su inmensa mayoría por globalistas como George Soros y su
Open Society.
Pero a pesar de ello los barcos de estos
globalistas han continuando recogiendo inmigrantes ilegales en aguas
internacionales e incluso en aguas próximas a Libia con el curioso convencimiento,
seguramente tendrá algo que ver la entrevista del enemigo de Europa y amigo de
la Unión Europea Soros con el presidente español, de que finalmente España terminaría haciendo lo que
Italia ha decidido dejar de hacer.
España ha
empezado a recibir por mar decenas de miles de inmigrantes que previamente estos
barcos de las O.N.G.s han recogido en el Mediterráneo.
Pero la
problemática por la que atraviesa nuestra nación respecto al tema de la
inmigración-invasión subsahariana no se circunscribe a aquellos ilegales que arriban
a las costas españolas, desgraciadamente las ciudades españolas de Ceuta y Melilla
están siendo objeto de asaltos continuos y masivos de subsaharianos que saltan
las vallas que marcan, y supuestamente defienden, nuestras fronteras. Estos
asaltos están siendo cada vez más violentos, llegando estos invasores a atacar
a los guardias civiles que protegen nuestras fronteras e inclusive a herirlos de
gravedad.
Pero todo esto parece igual puesto que nuestras autoridades, estas y las
anteriores, los reciben con los brazos abiertos proporcionándoles ayuda
sanitaria, legal y alimenticia para después soltarlos en ciudades de toda la
península.
Tenemos que
aprender de Italia, la cual ha mandado un claro menaje a las mafias esclavistas,
a sus colaboradoras O.N.G.s y a los inmigrantes ilegales en general, un mensaje claro que afirma con rotundidad que defenderán
sus fronteras y no permitirán que su territorio se convierta en un campamento para inmigrantes económicos.
Todas estas mafias
y sus colaboradores han tomado buena nota de todo esto y sabiendo que ahora tienen
nuevos tontos útiles, dirigirán su invasión hacia España.
Y lo que
quizá sea más importante, es preciso señalar que España se está convirtiendo en
la prostituta de los países del centro y norte de la Unión Europea, los cuales
con dinero pretenden que nuestra nación sea invadida por cientos de miles de
subsaharianos para de esa manera evitar que sus países padezcan la invasión.
El apoyo de
la troica es total, hasta el punto de que la presidente del FMI, Cristine
Lagard, ha llegado a afirmar que España debe acoger al menos a 5.1 millones de
inmigrantes con lo que supone una indicación del Fondo Monetario Internacional , y más
si Soros se suma a la “petición”.
En este
mismo sentido de cobrar por hacer cosas que van contra nuestra integridad y de
seguir las indicaciones de Lagarde, hemos de situar esa indicación-orden de Merkel
que señaló que España acogería a cerca de un millón de inmigrantes que se
encuentran en Alemania, indicando posteriormente que nuestro país recibiría
entre 6000 y 7000 euros por cada inmigrante que solicitase la consideración de
refugiado y que fuese aceptado como tal.
Esta
posición alemana se quiere sostener sobre la indicación de la Unión Europea de que
un inmigrante ilegal tan solo podrá solicitar ser considerado refugiado en el
primer país al que arribe, es decir en los países del sur y ahora especialmente
España.
Tan solo
puedo aplaudir al gobierno italiano por actuar en favor de su pueblo frenando
la invasión, y escupir al gobierno español que se ha puesto de rodillas ante
los globalistas y somete al pueblo español a un peligro del que aún no somos plenamente conscientes.
NO A LA
INVASIÓN.
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