Según ha
señalado Joaquín Abad en Alerta Digital,
los servicios de información occidentales han estudiado a esa verdadera “marca España” que es El
Corte Inglés como posible suministradora de uniformes a los terroristas del
autodenominado Estado Islámico. Si finalmente se confirmase este extremo España
se encontraría en una situación moral ciertamente penosa. Y es que El Corte Inglés no es una empresa más, desde su
creación a principios del siglo pasado se ha convertido para todos los
españoles en un referente y en el exterior se la relaciona directamente con
España.
Resulta
sumamente perjudicial para nuestro país
que una de sus más emblemáticas empresas colabore de esa manera con ese grupo
que tanta muerte y tanto sufrimiento ha causado en Oriente Medio y en Europa.
Las palabras
de nuestros gobernantes se quedarán en agua de borraja si no hace nada por
frenar esta abierta y conocida colaboración.
Muchos
objetarán, que aún indebida, esa venta no sería un verdadero apoyo militar. Pero esa
afirmación está equivocada, ya que la uniformidad de yihdistas y mercenarios
les confiere una cohesión que les facilita una mayor fuerza psicológica a la
par que promueve un sentimiento de pertenencia a ese Estado que dicen ser y les mueven a ampliar sus fronteras hasta lograr ese califato, en el que incluyen a
España, que pretenden imponer.
Además, el
sentimiento de portar unos uniformes de camuflaje pixelados equiparables a los
que portan los mejores ejércitos del mundo les aporta una gran seguridad y
aumenta su capacidad de combate.
Nada de esto
habría tenido lugar si Qatar no fuese dueña del 10% de las acciones del Corte Inglés, acciones que adquirió el multimillonario jeque qatarí Hamad Bin Jassim
Bin Jaber Al Thani, esté jeque adquirió
ese 10% del accionariado por 1.000 millones de euros en Julio de este 2015.
La
adquisición se realizó coincidiendo con los problemas de refinanciación de los
5.000 millones de euros de deuda que el grupo tenía.
Pero las inversiones
hechas por Qatar en España son muchas más, destacaremos las siguientes:
-En una
ampliación de capital por valor de196
millones de euros dejó el 6,16% de Iberdrola en manos de Qatar Holding.
-En el 2011
esta misma Qatar Holding se hizo también con el 5,1% de la filial en Brasil del
banco de Santander.
-Igualmente
Qatar se ha convertido en el tercer mayor accionista, y con ello en la gestión,
de los aeropuertos al comprar el 10,6% de Ferrovial en Heatrow por 597 millones de euros.
-En el 2014
el fondo soberano Qatar Investmen Authority (QIA) en Colonia y su filial
francesa Societé Fonciére Lyonaise (SFL) se hicieron con un 3,7% de la inmobiliaria
Colonial, que poco después subió a un 13,1 %.
-El brazo inmobiliario
de QIA desembolsó 64 millones de euros y
se hizo con el puerto deportivo para yates de lujo de Tarragona, habiendo
invertido tamgién 78,5 millones en la compra del Hotel Reinaisssance de
Barcelona.
A nivel
internacional Qatar mostrará una imagen de control
sobre la realidad española con el contrato de Qatar Airways con el
F.C. Barcelona, al cual dará 96 millones
de euros hasta 2016.
Y a todo
esto hay que sumar todas las inversiones en las costas españolas y en las islas
Baleares.
Es preciso
que la autoridad estatal a la que le corresponda ponga freno a estas
inversiones que poco a poco se van haciendo con empresas tanto estratégicas o
aquellas que forman parte de la identidad cultura –comercial española.
Y lo que es
más importante España no puede estar al
albur de las decisiones que tome a nivel comercial un país, por mucho dinero
que tenga, que lleva años apoyando y promoviendo el terrorismo yihadista y la
radicalización del Islam.
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