miércoles, 11 de junio de 2014

Sofía de Bilderberg




                                                                             

Quiero comenzar esta entrada, referida a la continuada asistencia de la reina de España a las reuniones del club de Bilderberg, con unas palabras que el presidente de los Estados Unidos, J.F. Kennedy, dirigió a la prensa el 27 de Abril de 1961 en Nueva York ante la American Newspaper Association y que seguramente le costaron la vida.
Las palabras a las que me refiero son las siguientes:

“…La misma palabra secretismo es repugnante en una sociedad libre y abierta. Y estamos como colectivo inherente e históricamente opuestos a las sociedades secretas, juramentos secretos. Para los que nos oponemos en todo el mundo a una conspiración monolítica y despiadada, la cual depende de la codicia para expandir un terror fundido a sus influencias, en la infiltración en lugar de la invasión, en la subversión en lugar de la libre elección. Se trata de un sistema que ha reclutado gran cantidad de recursos materiales en la construcción de una bien unida y eficiente máquina que combina operaciones militares, diplomáticas, de inteligencia, económicas, científicas y políticas. Sus preparaciones se ocultan, no se publican. Sus fallos se entierran no son titulares. Sus disidentes son silenciados, no alabados. No se cuestionan sus gastos, ningún secreto es revelado…”

                                                                     



El Club de Bilderberg es precisamente eso, secretismo y dominio mediante el poder financiero y político de las naciones y países supuestamente soberanos, un dominio que pretende pasar por encima de los individuos, convirtiéndoles en meras marionetas al servicio de una élite que sirve a oscuros intereses.

                                                                            


Este club tuvo su primera reunión  los 29 y 30 de Mayo de 1954 en el hotel Bildergerg de Oosterberk, Países Bajos.

Desde entonces el club se reúne anualmente, asistiendo 130 personas, de las más poderosas e influyentes del mundo, las cuales acuden previa especial invitación.
La reina Sofía ha acudido a las reuniones anuales excepción hecha las de los años 2012 y 2013.

Lo que llama poderosamente la atención es que  un hecho como este de acudir de forma pública y notoria a las convocatorias anuales de un grupo tan puesto en entredicho y  con vocación de conducir la política y economía internacional, de manera secreta y oscurantista. no haya sido contestado  por ningún  grupo político, periodístico, ni siquiera por los más recalcitrantes antimonárquicos.
Estos silencios ponen de manifiesto hasta que punto llega el poder de los Bidelberg.

La última reunión, cuyas sesiones se han celebrado hace sólo unos días  en Copenhague, han contado con la reina Sofía, el ministro García Margallo y el banquero Juan Maria Nin como los invitados españoles.
Según la periodista de investigación Cristina Martín Jiménez, en esta reunión se va a decidir el futuro de Europa y las próximas ingerencias geopolíticas del exclusivo cenáculo en el mundo.
Todo esto teniendo muy en cuenta los resultados de las recién celebradas elecciones europeas.

Habrían decidido acabar totalmente con la soberanía de los estados-nación merced a la integración en la Unión Europea.

Según informa el Confidencial Digital, la reina Sofía habría  escuchado durante las sesiones de la reunión de este año opiniones favorables a la abdicación del rey Juan Carlos I, planteándose la instauración de una monarquía federal encabezada por Felipe VI.

Los dirigentes del gobierno mundial en la sombra habrían comparado la situación por la que atraviesa actualmente España con los primeros años de la democracia, en los cuales el rey habría tenido la fortaleza suficiente para hacer los necesarios malabarismos  y desmontar el régimen del 18 de Julio.

Estos mismos líderes hoy día  creen que  el Borbón no está dotado de las capacidades y apoyos suficientes para afrontar el reto que lleva aparejado la crítica situación actual de España.
Ahora creen que don Felipe es la mejor opción. Según el Confidencial Digital el nuevo rey habría de acometer una segunda transición, una transición que habría de traer a España una monarquía federal que pondría freno, supuestamente, a las  graves tensiones territoriales que amenazan a España.
Esa monarquía federal a la que se refieren sería muy similar a la actual Commanwealth  británica, en la cual la jefatura del Estado recaería en Felipe VI pero la soberanía la tendrían cada una de las “nacionalidades históricas”(Cataluña, Vascongada y Galiciano), a estas se les podrían sumar el resto de las Comunidades Autónomas.

Según señala la Gaceta, fue en esta reunión de Copenhague  donde se consensuó la abdicación del rey. La abdicación la anunció el Borbón el 2 de Junio del 2014, al día siguiente de ser tomada la decisión  por el Club de Bilderberg.

Es muy probable que la postura de la reina de España, y la influencia de esta sobre los asuntos españoles, habría tenido gran importancia en la decisión tomada por los Bilderberg para que abdicase el Borbón.

                                                                         


Esto no es de extrañar dado el resentimiento que le deben haber producido las numerosas y públicas infidelidades, y los malos tratos que recibió a manos del rey, de los que habría sido testigo el Secretario General de la Casa de su Majestad ,  general Sabino Fernández Campos, hechos que relató al periodista  Carlos Dávila, según señala el espía digital.



No es de recibo que la política y economía de naciones supuestamente soberanas se vean determinadas por una serie desconocida de individuos que se mueven en función de  intereses económico-financieros o que estén al servicio del sionismo internacional.

Pero lo que tampoco se puede aceptar es que la reina de España acuda de manera continuada a las reuniones de esta gente y  de hecho esté condicionando el presente y futuro de nuestra Patria.

                                                                           

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