El
mes pasado todos los teletipos transmitieron la noticia de que el aún rey Juan Carlos I había tomado la decisión de
abdicar y que había comunicado tal
decisión al Presidente del Gobierno Mariano Rajoy. Inmediatamente los
comentarios respecto a tal hecho y sus consecuencias se levantaron por todos lados: artículos
periodísticos, notas en las redes sociales y conversaciones particulares.
Uno de los aspectos que más los ocupó fue el
tan traído y llevado tema de la sustitución del actual régimen monárquico
por otro de corte republicano.
Todos
los comentarios y opiniones que se
vertieron respecto a las consecuencias de la abdicación y las referencias a la
conveniencia o no de la instauración de
un régimen republicano desde luego tienen su importancia, lo que para nada ha
quedado mínimamente aclarado es lo que se refiere a las causas de la abdicación
del Borbón.
Desde
mi punto de vista este es el tema fundamental, y lo es debido a que conocerlo nos
permitiría vislumbrar la realidad de la
situación actual, los acontecimientos que en un futuro cercano se pueden
esperar y quienes son los
verdaderos directores de la tragicomedia
a la que asistimos en nuestra Patria.
Conocer
cuales son las causas que han motivado la abdicación del Borbón no es desde
luego algo sencillo, puesto que no
estamos dentro de la cabeza del rey felón, no formamos parte del circulo
de sus cortesanos ( políticos, periodistas y banqueros) y no somos ninguno de
los poderes en la sombra que marcan el paso a los líderes nacionales y mundiales,
incluido el monarca español.
Siendo
esto así, lo que si podemos hacer es tomar en
consideración toda una serie de datos, informaciones, coincidencias y
consecuencias que nos proporcionarán una
visión más que plausible de lo que
realmente ha motivado la decisión del Borbón.
Un
análisis que considere todo esto nos lleva a un escenario muy complicado, en el
cual se entrelazan razones muy dispares
que consideradas de modo aislado pudieran parecer distintas en exceso y en
algunos puntos incluso contradictorias.
Ocurre que pretendemos que las razones sean
únicas, sencillas y fácilmente
ordenables. Ahora bien, esto en la mayor parte de los casos no es posible,
puesto que tal y como ocurre en todos los aspectos de la vida personal y de la
historia, las realidades y decisiones humanas son la suma de factores muy
variados, que terminan confluyendo en la toma de decisiones o en el desarrollo
de acontecimientos concretos.
En
el caso que nos ocupa nos encontramos con varios factores distintos que considerados en conjunto han
llevado a que el Borbón tome la decisión de abdicar en el actual príncipe de
Asturias. Cada uno de estos factores, que son distintos pero no excluyentes,
conforman una realidad compleja, que sólo una visión que integre todos los datos permitirá
conocer lo que realmente se esconde tras la abdicación real.
Ahora
vamos a enumerar los distintos factores
que han convergido para desencadenar la
abdicación del Borbón.
En
primer lugar hay que señalar que en la reunión de este año del club Bilderberg, que se ha desarrollado en Copenhague, se
señaló la conveniencia de que el rey
abdicase en la persona de su hijo Felipe, esto
para salvaguardar la estabilidad en España, y lo que esto significa para
ellos que es la continuidad del
sometimiento de nuestro país a los dictados mundialistas.
Del
mismo modo en esta reunión se señaló que el reinado del futuro Felipe VI habría de dar lugar a una Monarquía Federal.
En
segundo lugar hay que apuntar que no son pocos los medios digitales que ponen
de manifiesto la necesidad de que la abdicación se produjese en este momento,
antes de que Rubalcaba abandonase la presidencia del PSOE, dado que se cuenta
con que el actual presidente del Partido Socialista apoyará las medidas de irresponsabilidad
tanto de Felipe VI como el blindaje retroactivo del actual Monarca Juan Carlos I, y no se sabe cual
podría ser la postura de quién sustituya a Rubalcaba a la cabeza del PSOE, o el
papel de una extrema izquierda antimonárquica en auge, de hecho el meteórico ascenso de Podemos fue tratado también en la reunión del Club de Bilderberg partiendo de un informe del ministro Margallo.
La puesta en marcha de un “blindaje retroactivo” para Juan Carlos I, se hace acuciante ya que medios,
tanto nacionales como extranjeros, están sacado a la luz temas que pueden
manchar y afectar legalmente al Borbón,
temas como las comisiones por el petróleo Saudí que importa España o los
contratos que se han conseguido, gracias
al Borbón según la prensa cortesana, el tema del extraño suicidio de la joven
actriz “amiga” del Borbón, Sandra Mozarowski, el asunto de los cuadros del Duque
que está parado en los juzgados, la cuestión de la retirada y entrega del Sahara a Marruecos, las actividades
representando al Estado español de Corina, etc.
Al
igual que ocurre con lo que anteriormente se ha señalado, hay algo que ha empujado a que la abdicación se produzca
en este momento y no más tarde. Al
abdicar ahora Juan Carlos I y ser nombrado rey el hasta ahora príncipe Felipe,
futuro Felipe VI, este pasaría a ser
irresponsable e inviolable con lo cual se libraría de una más que probable imputación por haber participado
en los asuntos corruptos de la Infanta Cristina y su marido Urdangarín , y
seguramente en otros asuntos más.
La
practica totalidad de la prensa nacional recoge como ya se ha decidido, con el
apoyo del PSOE, que Juan Carlos I
conservará su inviolabilidad e irresponsabilidad para todo aquello que
hubiese realizado durante el tiempo que ha durado su reinado.
Todas
la circunstancias apuntadas, si se consideran de modo global, nos dan
una nueva perspectiva y una explicación que para nada tiene que ver con esa bondadosa
abdicación que se nos ha querido vender.
Lo que se en el fondo se pretende es que Felipe VI lleve a cabo una segunda transición que de como resultado una monarquía federal que permita la desintegración de España como Estado-Nación y blindar al nuevo y al antiguo rey para de ese modo tenerlos perfectamente controlados.
Ahora bien, esta segunda transición comandada por el nuevo rey no podrá llevarse a cabo si la sociedad española, no monárquica aunque sí Juancarlista, no acepta la figura de Felipe VI, para ganarse al pueblo Felipe habrá de hacer como su padre, realizar un nuevo 23 F que le permia aparecer como "salvador de la democracia", y se gane el afecto y agradecimiento de los españoles que pasarían a considerarse felipistas aunque no fuesen monárquicos.
Lo que se en el fondo se pretende es que Felipe VI lleve a cabo una segunda transición que de como resultado una monarquía federal que permita la desintegración de España como Estado-Nación y blindar al nuevo y al antiguo rey para de ese modo tenerlos perfectamente controlados.
Ahora bien, esta segunda transición comandada por el nuevo rey no podrá llevarse a cabo si la sociedad española, no monárquica aunque sí Juancarlista, no acepta la figura de Felipe VI, para ganarse al pueblo Felipe habrá de hacer como su padre, realizar un nuevo 23 F que le permia aparecer como "salvador de la democracia", y se gane el afecto y agradecimiento de los españoles que pasarían a considerarse felipistas aunque no fuesen monárquicos.
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