domingo, 17 de julio de 2022

EL ECOLOGISMO PANTEISTA Y SUS CONSECUENCIAS.

        


                                                                                            


En esta nueva entrada del blog voy a hacer referencia al terrible y catastrófico incendio que en estos momentos está devastando la riqueza faunística, vegetal y paisajística del parque nacional de Monfragüe, sito en la provincia de Cáceres.


                                                           




Pero mi intención primera es la de poner de manifiesto cuales son las consecuencias que provoca el ecologismo de salón, esa pose naturalista perroflaútica y la actitud que demoniza cualquier actividad humana en la naturaleza. Los que siguen estas posiciones, sabiéndolo o no, están sirviendo a los planes del globalismo internacional y apoyando sus intereses, que desde luego no son los de los seres humanos , de los animales ni los del medio ambiente.

Para todos aquellos que no conozcan el parque nacional y sus alrededores quiero poner de manifiesto que esta reserva de la biosfera, como está también catalogada, que ahora mismo está siendo destruida por el fuego es un verdadero tesoro natural dotado de una riqueza faunística, especialmente de grandes rapaces, vegetal y paisajística como  en pocas zonas del mundo se puede encontrar.






Pues bien, alcaldes de la zona y expertos en ecología, biología y protección ambiental pusieron el grito en el cielo de manera pública en la prensa y dirigiéndose a las autoridades encargadas de la gestión y protección del parque, advirtiendo del gravísimo peligro que amenazaba al parque debido a la falta de intervención en ellas  tanto por falta de actuación de las autoridades encargadas como por la prohibición que ayuntamientos y vecinos de la zona  recibieron por parte de estas  para mantener limpias las dehesas y bosques de la zona.

Hace tan solo cuatro semanas, concretamente el pasado 10 de junio, la Asociación de amigos de dicho parque nacional señaló el descomunal peligro que se cernía sobre la zona, y como un pequeño foco de fuego en la zona daría lugar a un incendio muy difícil de acometer y de qué manera las medidas, más bien la ausencia de ellas, de las administraciones involucradas han llevado a que el parque se haya convertido en los últimos años en una verdadera tea que tan sólo espera un pequeño fuego para arder como una pira.

Para entender hasta que punto era peligrosa la situación en la que se encontraba el Parque Nacional resultan especialmente esclarecedoras las declaraciones que realizó el ex director general de la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura, Francisco Castañares, que actualmente preside la asociación más arriba señalada.

 En esas declaraciones el señor Castañares denunció que desde el año 2019 la dirección del Parque no había realizado limpieza alguna en el mismo. Pero no fue solo él quién  habló respecto al tema, ya que el alcalde y responsables del ayuntamiento de Serradilla, municipio con el único monte público de la zona dijeron: “ Estamos impotentes porque no podemos hacer nada, ni realizar ningún tipo de limpieza o de prevención de incendios porque no tenemos competencias al ser un monte que está dentro de un parque nacional donde un ayuntamiento no tiene competencias” Así clamaba el alcalde don Francisco Sánchez, alertando de que: “un incendio en esa zona sería muy difícil de controlar y se propagaría muy rápido”.

 

El antes reseñado señor Castañares recordó que el parque nacional de Monfragüe llevaba tres años de abandono y desidia por parte de la Junta de Extremadura, concretamente por parte de la ahora denominada Consejería de transición energética. Aportando datos como que “las 1500 hectáreas del monte de utilidad publica pertenecientes a Serradilla, incluidas dentro del parque nacional son un auténtico polvorín listo para arder. El resto del parque, algo más de 15000 hectáreas, aún con otro tipo de vegetación está en condiciones similares”.

También fueron blanco de las críticas la directora del parque Dña. Carmen Martín como su antecesor en el cargo D. Alfredo Anega, los cuales no habrían realizado trabajos de tipo preventivo como la realización o mantenimiento de cortafuegos, limpieza de caminos: “ni los realizan, ni permitían que los realicen otros”.

Todo esto entra dentro de esa visión que considera cualquier actuación humana en la naturaleza como negativa y no aceptable, nos encontramos ante una nueva religión.

Estamos asistiendo a como se diviniza la creación una vez que se ha negado al Creador. Todo esto es puro panteísmo, es una suerte de paganismo chamánico que en la actualidad se nos venden hasta desde el Vaticano, siguiendo la Agenda 2030.


                  





      

No se puede quitar a Dios de su lugar, restar al ser humano su realidad como imagen y semejanza de Él y negar al hombre su lugar en la creación y esperar que todo esto no dé lugar a  verdaderas tragedias, naturales y espirituales. 


El recurso a la adoración de la “Madre tierra”, el aplauso o silencio ante ídolos paganos como la Pachamama no son el camino si no el camino al abismo.









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