Mucha
atención y mucho cuidado porque aprovechando la grave situación derivada de la
pandemia que padecemos, los enemigos de Dios, de España y de nuestras
libertades poco a poco van instaurando los principios del comunismo que los
socios podemitas, indispensables para que el gobierno continúe en el poder.
El hecho de que
nos encontremos confinados en nuestros domicilios, que estemos sometidos a un
estado de alarma que tiene paralizada
la nación y acobardada a la población, hace que el socialcomunista ponga en muy
serio peligro nuestras libertades, empezando por la de expresión y acabando por
la de culto, libertades que poco a poco van siendo de hecho anuladas sin protesta
alguna debido al miedo y al aislamiento social que se ha impuesto.
En primer lugar he de señalar que esta gente
ha alcanzado el gran sueño de la extrema izquierda comunista, sueño que no es
otro que cerrar las iglesias e impedir el culto católico, público por ahora,
acabar con la propiedad privada y acabar con cualquier voz disidente a la suya.
Cerrar las
iglesias e impedir el culto lo han conseguido de manera muy sencilla dado que
han contado con la colaboración cobarde y acomodaticia de una jerarquía
católica que se ha preocupado más por evitar problemas con el poder político
que por acercar las gracias de la Santa Misa y de los sacramentos a los
católicos. Estos malos pastores parecen
haber olvidado que el comunismo es intrínsecamente perverso y que cuando encuentra
frente a sí diálogo sólo ve debilidad.
En lo que
hace a la libertad de expresión, estamos atravesando un proceso en el que
aprovechando la crítica situación sanitaria y el miedo de la gente se ha puesto
en marcha una lucha contra los denominados bulos, que son todas aquellas
informaciones que no concuerdan con las oficiales que son presentadas por los
organismos gubernamentales, las últimas declaraciones de miembros del gobierno
hablan de considerar los bulos, es decir
las informaciones contrarias o no basadas en las versiones oficiales como
“delitos de odio”.
Lo peor es
que a causa de la situación de miedo y temor desarrollada en la población
nacional toda medida será aceptada ciegamente siempre y cuando esta se presente
como necesaria para proteger al pueblo de la epidemia y de las consecuencias
económicas de este. Mediante esta estrategia u otra que es introducir en el
articulado de algún Decreto Ley referente a temas relacionado con la situación sanitaria y la
posterior crisis económico/social cuestiones que no tienen que ver directamente
con la crisis y si con los planteamientos ideológicos comunistas del grupo
Podemos.
Es muy
importante estar atento ya que atravesamos una situación sumamente delicada,
tanto a nivel sanitario y posteriormente económico y social, como al hecho de
que el gobierno, absolutamente dependiente de los comunistas, a los cuales ha
de dar todo lo que piden puesto que en caso contrario perdería la poltrona que
ahora okupa.
En este
momento nuestra atención ha de centrarse de modo muy especial en que los
templos católicos nuevamente abran sus puertas y se reinicie el culto público,
en que los medios generales y los digitales no sean cerrados bajo la
acusación de mentir y provocar terror y malestar en la población, al
apartarse de la información oficial, colocando
a esta como la única verdad aceptable. Y por último, y no por ello menos
importante, las medidas contra la propiedad privada como son las
nacionalizaciones de empresas, grandes o medianas, y la incautación,
supuestamente por interés social, de viviendas y propiedades particulares.
De la misma
manera no hay que perder de vista que estas circunstancias y esta situación
legal la intentarán aprovechar estos bolcheviques y sus aliados secesionistas
para romper la Unidad Nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario