Nuevamente
Europa está haciendo el ridículo, una vez más es el perrito faldero de los
Yankees, el títere de unos Estados Unidos vendidos a los sionistas de Wall Street y de la City londinense.
A
la Unión Europea parece no importarle seguir
una política hipócrita, injusta y rastrera con tal de mantener contento a su
dueño.
Esta
Europa de los mercaderes no es capaz de dar un puñetazo sobre la mesa para afirmar su identidad, defender su
independencia, los intereses de sus ciudadanos y alinearse con aquellos pueblos
que tienen una misma cosmovisión, una cosmovisión que desde luego no es la del
dólar, la Coca Cola y la estrella de David.
La vocación de la Unión Europea parece la de
ser un pelele carente de voluntad y
espíritu, una nulidad que se deja manipular.
Esta Europa, cuna de la civilización, se aparta de su realidad euroasiática para centrarse exclusivamente en
la atlantista.
En
este momento histórico, la Europa de la Unión Europea, esa Europa sometida al poder de las altas finanzas, al
mundialismo y al pensamiento chicle de
lo políticamente correcto no hace otra cosa que plegarse a las órdenes de unos
EEUU vendidos al sionismo y a las de un imperio británico que desde el mundialismo sionista y masónico
mueve los hilos del poder financiero, político y militar de todo el orbe.
Esta
Europa, antaño fortín espiritual del mundo, que tan mansa y cobardemente se pliega a las indicaciones atlantistas
está cayendo en la hipocresía, la injusticia y la infamia.
En
estos momentos, la Unión Europea deja clara
su condición sumisa y cobarde con la
posición que mantiene ante los acontecimientos que se han dado, y aún se dan, en Ucrania y Crimea.
Estos
eventos han sido y están siendo tan interesadamente manipulados por los medios
de “información” occidentales que resulta extremadamente difícil poder hacerse
una idea cercana a la realidad de lo que allí acontece.
Esta
dificultad deriva fundamentalmente del miserable ocultamiento de la historia de los territorios a los que nos
referimos.
Es por ello que para aportar un poco de luz
sobre la realidad del presente conflicto
es preciso señalar que Ucrania
forma parte de Rusia desde que en 1783 los zares acabaron con el Kanato de Kiev, que era vasallo del
imperio Otomano.
En
el caso de Crimea nos encontramos con que en 1475 fue invadida por los turcos,
los cuales poseyeron la península hasta 1777 en que fueron expulsados los
últimos, en 1783 Crimea pasó a formar parte del Imperio ruso.
Ya
en tiempos de la tiránica URSS, en 1954, Crimea fue cedida por la RSFS de Rusia a la RSS de Ucrania.
La
identidad rusa de ambos territorios es más que clara.
Aparte
de esta filiación e identidad, que para nada puede ser obviada, nos encontramos
con los acontecimientos que se han sucedido en los últimos meses.
Y
es precisamente la actitud de la UE
frente a estos la que muestra con
claridad hasta que punto la hipocresía, la injusticia y la sumisión a las
órdenes del “amigo americano” son los ejes de la Europa masónica y sionista.
Pero en este caso también es necesario retrotraernos un poco en el tiempo
para comprender lo que ahora ocurre.
A
partir de 1994 la Unión Europea fue dando pasos para una integración económica
y una profundización de la cooperación política, En febrero
del 2008 se iniciaron conversaciones sobre un Tratado de comercio entre
Ucrania y la Unión Europea, pero las conversaciones se han ido alargando y no
se llegó a firmar. De hecho Ucrania no firmaba el señalado tratado dado que le
llevaría a empobrecerse, le haría depender del sector primario, dejando la transformación
de los productos en industrias alemanas y francesas.
A finales del 2013 millares de
ucranianos se manifestaron en la plaza Maidán, el mismo lugar donde se
desarrolló la revolución naranja del
2004, pidiendo. pacíficamente al principio, la firma del Tratado con la Unión
Europea y posteriormente la caída del presidente legítimo Victor Yanukovich.
Lo
que realmente se pretendía era que Ucrania entrase en el área de influencia de
la UE y la OTAN y se apartara de la de Rusia.
Motivados
por este interés geoestratégico, la Unión Europea destinó , según fuentes de
inteligencia norteamericanas, 15000 millones de dólares a los golpistas que se sirvieron de una violencia ejercida
por grupos paramilitares entrenados previamente por la OTAN en campamentos
situados en Lituania. Estos grupos, financiados por la Unión Europea y los
EEUU, dieron lo que Yanukovich tildó de “golpe de Estado”, haciéndose con el
control del parlamento y del gobierno y poniendo en libertad a la opositora Timochenko.
Desde
un primer momento las cancillerías europeas y la de los EEUU fueron favorables
a las manifestaciones, cada día más violentas de la plaza Maidán.
Pero
según las fuentes antes señaladas una gran parte de esos 15000 millones de
dólares se destinarían a crear una
especie de guardia pretoriana para
defender a los nuevos dirigentes y al nuevo parlamento, ya que estos no se fían
del ejército ucraniano.
Inmediatamente
después de que los golpistas accedieran al poder este gobierno fue reconocido
por Alemania, Gran Bretaña y felicitado por el ejecutivo español.
Tras
lo acontecido en Ucrania se llevó a cabo en Crimea un referéndum en el cual se votaba la
incorporación, regreso sería una
expresión más ajustada a la realidad, a la Federación Rusa. El resultado de este referéndum fue aplastante
a favor de la incorporación. Ningún observador ha puesto en duda la
limpieza del referéndum, ahora bien la hipocresía surgió después, cuando esos mismos que tanta
prisa se dieron en apoyar al gobierno golpista de Kiev consideraron ilegal la consulta y condenaron
la reincorporación a Rusia de un territorio que formó parte de ella hasta que la dictadura de la URSS la entregó a Ucrania.
En
estos momentos se dilucida la cuestión de que Rusia, además de contar con el
apoyo y recibir la llamada de unas poblaciones, la ucraniana y la de Crimea,
mayoritariamente rusófonas, trata de contener el expansionismo de la OTAN, el
cual está cercando a Rusia al colocar
frente a sus fronteras países dominados militarmente por los atlantistas, o sea por los EEUU.
Rusia
no puede dejar caer fuera de su órbita a Ucrania puesto que para su seguridad
precisa de un estado-colchón que garantice su seguridad ante el expansionismo
de la OTAN hacia el este.
Dentro
de esta misma partida se juega con una particularmente importante ficha, la del
escudo antimisiles. (ABM) que implementó
George W. Bush en el 2000. La finalidad de este sistema es interceptar
los misiles lanzados por los rusos antes de que estos alcanzasen sus objetivos.
A
nadie se le escapa que la puesta en marcha del ABM llevaría aparejada una
ruptura del equilibrio armamentístico nuclear existente entre Rusia y los EEUU,
cosa que los rusos por seguridad no pueden permitir.
Si
Ucrania entrase en la órbita atlantista, o incluso ingresase en la OTAN, se
instalaría en un territorio limítrofe con Rusia
una parte fundamental de este
escudo antimisiles.
Nuevamente
asoma la cara de la hipocresía, ya que se alaban las medidas de bloqueo que
tomó el presidente Kennedy durante la crisis de los misiles de Cuba pero se
rechaza cualquier acción que pueda
adoptar Rusia ante una amenaza parecida a la que ejerció la URSS al colocar en
territorio cubano lanzaderas de misiles con la posibilidad de alcanzar territorio USA.
En
los dos últimos días los acontecimientos se suceden a una velocidad de vértigo,
pero esto no debe hacernos perder la perspectiva de lo que se mueve debajo de
la superficie.
La
población prorusa del este de Ucrania está siendo víctima de represión y
violencia por parte de los golpistas de Kiev.
Ayer,en esa misma zona ucraniana se proclamó la República Popular de Jarkov, pidiendo la incorporación a Rusia y ayuda militar.
Y
no pensemos que todo esto resulta ajeno
para los intereses de España, puesto que los puntales fundamentales sitos en el
sur de Europa que permitirán la operatividad del escudo antimisiles se encuentran en territorio español,
concretamente en las bases de Rota y Morón.
Cuando
el gobierno español el año, 2004 dio luz
verde a los Estados Unidos para que se instalase en Rota esa parte fundamental
del escudo antimisiles el primer ministro ruso Dimitri Medvedev calificó de
inaceptable tal decisión y puso de manifiesto que los misiles rusos apuntarían
ahora a territorio español.
El escudo antimisiles en Rota está ya absolutamente operativo. Luego la cosa no es para tomarla a broma, y más ahora que la situación se agrava por momentos.
El escudo antimisiles en Rota está ya absolutamente operativo. Luego la cosa no es para tomarla a broma, y más ahora que la situación se agrava por momentos.
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