Todo
tiene un límite, y en lo que respecta a la “información” y prioridades que muestran los medios de comunicación este ha
sido superado con creces. Basta ya de que las pantallas de nuestras
televisiones estén llenas a todas horas
del video de la paliza de unos “seguratas” de la que no se conocen aún las circunstancias
ni los antecedentes. Mientras tanto, los videos, fotografías o cualquier
información sobre las decapitaciones, asesinatos y violaciones que llevan a
cabo los fanáticos yihadistas apoyados por USA y la OTAN parecen no importar a
nadie. Basta ya de que se dediquen horas y horas de televisión y radio, amén de
ríos de tinta en periódicos y revistas a las venturas y desventuras de la
Infanta mientras que se somete al mayor de los silencios la ignominiosa matanza que se está cometiendo
en Siria, unas matanzas, torturas y violaciones de las que son víctimas en su
inmensa mayoría los cristianos sirios.
A
unas pocas horas en avión desde nuestra Patria, al igual que ocurrió no hace
demasiados años en Kosovo, los seguidores del Profeta no paran de asesinar, torturar y violar, todo
ello bajo el silencio cómplice de la sacrosanta “comunidad internacional” y
bajo la complicidad directa del paraguas
militar, logístico y diplomático que les ha facilitado y facilitan los
Estados Unidos y la OTAN.
Si
hay un lugar del mundo donde realmente se está combatiendo contra el terrorismo
yihadista este es Siria, y el protagonista es el ejército sirio fiel a Basar Al
Assad, ejército que se desangra en una lucha sin cuartel y en la que los
terroristas no paran de recibir todo tipo de ayudas por parte de unos EEUU
vendidos a Israel y de una OTAN vendida a los EEUU.
Una
lucha en la que los terroristas entrenados en Arabia Saudí o Qatar, una lucha
en la que los mercenarios entrenados por la CIA, dotados de una logística y apoyo
mediático-diplomático occidental masacran
a una población inocente inerme, todo en pos de los intereses geopolíticos
del sionismo internacional.
Millares
de cristianos en particular y población civil en general se ven olvidadas por
unos deleznables medios de comunicación, por una comunidad internacional que
calla ante esto mientras que levanta la voz
escandalizada si se mata un oso panda. Y lo que si cabe es peor, los
cristianos parece que olvidamos el martirio que están padeciendo en estos
momentos nuestros hermanos sirios.
Los
Estados Unidos y los países que forman parte de la OTAN parece que no sacan
enseñanza alguna de la historia reciente, y es que hacer como se hizo en Irak, Libia o anteriormente en Afganistán es
siempre mal negocio. Apoyar a los yihadistas para acabar con el enemigo
ocasional lleva aparejado armar a aquellos que finalmente utilizarán esas
mismas armas en su contra.
Pero
por encima de toda otra consideración está la JUSTICIA y la VERDAD, pues sin
esta no puede darse la otra.
Lo
primero es no olvidar que mientras
escribo o lees estas palabras millares de sirios son masacrados de las más
crueles formas imaginables, y lo segundo es darnos cuenta de hasta que punto
vivimos en un mundo controlado por la mentira, puesto que se nos pretende
llenar la mente con tonterías insustanciales
para ocultar la terrible realidad de lo fundamental.
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