Al igual que ocurre con la totalidad de los grupos terroristas, a menos que nos refiramos a grupúsculos intrascendentes, ETA ha precisado para funcionar de una manera medianamente válida de un entrenamiento y una organización que sin el apoyo extranjero le hubiese resultado prácticamente imposible de lograr. Es de este modo que la organización criminal-secesionista desde unos momentos muy iniciales, nos estamos refiriendo a 1964, cuando aún no había cometido siquiera su primera acción asesina, contó con el apoyo de países de la órbita soviética como en principio fue Cuba.
Fue en el señalado año 64 cuando ETA envió un grupo reducido de activistas al país caribeño para entrenarse. El campo de entrenamiento tenía el nombre de Guines y estaba ubicado en las cercanías de la Habana. Este campo de instrucción lo dirigía el Coronel Vadim Kochesgin (miembro fundamental de la división que la extinta KGB tenía encargada del terrorismo internacional). Fueron compañeros de los etarras en este campo los montoneros del FAR, miembros del MIR chileno, el argelino Mohamed Budia y el terrorista internacionalmente conocido “Carlos·.
Unos años después Moscú instala en Argelia, concretamente en Budia, un campo de entrenamiento por el cual pasarán a partir de 1968 etarras además de miembros del IRA irlandés. Fruto de aquel contacto fue una reunión entre representantes de ETA y del IRA, esta reunión tendrá como fruto un pacto entre las dos organizaciones terroristas. ETA nombrará como representante permanente ante el IRA al sacerdote Elias Jáuregui.
Argelia pone a disposición de ETA como campo de entrenamiento la escuela de Policía de Suma.
Las circunstancias, la subida al poder de Bumedian en Argelia, y el hecho de que Argelia adopte una actitud más cauta en lo que hacía a las asociaciones subversivas occidentales lleva a que Moscú trasladase los campos de entrenamiento a Libia, siendo el primero el de Az Zahuia. Este campo contaba con instructores cubanos y árabes.
En el año 1973 se celebra en Dublín una conferencia en la cual la organización terrorista ETA establece los primeros contactos con la Internacional Terrorista , la KGB envió un “observador”.
Más adelante , en Abril del año 1980 , la gendarmería francesa localiza el yate de lujo “Marie Christine”, yate desde el cual se dirigían operaciones terroristas y en cual , además de armas se hizo con documentos y casi un millón de dólares. Se encontraron una serie de mensajes que indicaban de forma inequívoca un estrecho vínculo entre la organización terrorista vasca y Moscú. La reacción de del gobierno español ante dicho hallazgo fue la expulsión inmediata del representante en España de la compañía aérea rusa Aeroflot y el primer secretario de la Embajada Rusa en Madrid. Según los papeles hallados por la policía francesa ambos eran los encargados de los contactos con ETA.
Aunque no hay duda de que el suceso que vino a confirmar de un modo más claro el ascendiente de la KGB en ETA aconteció cuando en Febrero de 1979 el ministro de Asuntos Exteriores de España, D. Marcelino Oreja, visitaba Moscú. Durante una comida de gala, un alto funcionario del gobierno ruso desplazó la conversación hacia el problema del terrorismo de ETA. Una vez que el alto funcionario había logrado que se tratase dicho tema afirmó que a España le convenía no entrar en la OTAN puesto que de esta forma la URSS podría ayudar a combatir a ETA.
Además de las antes señaladas ayudas y colaboraciones procedentes del bloque comunista encontramos que en Francia, concretamente en la región de Mouleou y en los bosques de Iratí se han entrenado durante bastante tiempo etarras.
También, y en diferentes momentos históricos, la banda se entrenó en lugares tan dispares como Yugoslavia, Israel, Méjico y Venezuela. Nunca como a través de estos ejemplos se puede ver reflejado el conocido adagio que señala que la política hace extraños compañeros de cama.
En lo que se refiere a Francia hay que apuntar que ETA contó desde sus inicios con el apoyo del estado francés, este apoyo en un principio se excusó diciendo que lo que hacía era ponerse de parte de aquellos que luchaban contra el “fascismo” y por la libertad, aunque tras la llegada del régimen democrático su actitud no cambió demasiado puesto que se mantuvo lo que se conoció como el “santuario francés” desde donde se entrenaban, partían para actuar y a donde se retiraban y eran acogidos bajo la protección de ser recibidos en calidad de refugiados políticos.
Pero la actitud de Francia no fue una actitud generosa si no que se movió fundamentalmente por dos intereses; evitar que ETA actuase en su territorio y para conseguir de España concesiones de tipo económico para colaborar o lograrlas mediante acciones como las del terrorismo al pedir que se cerrase la central nuclear de Leizarán o finalmente se consiguiese la concesión de los contratos de los trenes de alta velocidad para ferrocarriles de sus empresas en lugar que se adjudicasen a otras norteamericanas. De hecho fue a partir de esta adjudicación a empresas francesas cuando Francia acabó de hecho con ese “santuario” que tanto daño había hecho a España y que tan útil había resultado a los terroristas.
Durante mucho tiempo se habló de los etarras como banda independentista o calificando a sus presos como presos políticos. Amnistía Internacional no fue una excepción al referirse a ello.
Aunque tampoco se puede pasar por alto como la CIA , que siempre estuvo en contacto e infiltrada en el exilio español , tuvo siempre una información privilegiada en torno a la organización terrorista.
El hecho es que la Central de Inteligencia Americana se infiltró en los movimientos antifranquistas para de ese modo influir en la política de nuestro país y llevarla en la dirección por ella establecida. El Diccionario Político de CODE de 1977 establece relación entre la comisión de la Trilateral y el asesinato del Almirante D. Luis Carrero Blanco y las nunca demostradas pero reiteradamente señaladas entre la CIA y el magnicidio.
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