Tanto en los
Estados Unidos de Norteamérica como en los países que conforman la Unión
Europea la élite globalista está creando las condiciones precisas para que se
desarrollen guerras civiles, o al menos situaciones de desórdenes de orden
público críticos, con un claro trasfondo racial.
Un trasfondo
racial que no tiene tanto que ver con una supuesta base racista de las
sociedades de USA o de la UE, cuanto con la creación artificial de intereses
vitales gravemente contrapuestos, reales o no. Estos conflictos civiles resultan
más sencillos de crear recurriendo
a elementos de orden racial, es decir
de enfrentamiento entre comunidades de
diferente origen étnico.
Los métodos
a los que la élite recurre en EEUU y los que utiliza en la UE son muy distintos
puesto que la historia y organización social de ambas conforman realidades
sociales muy distintas, pero el fin que se busca es el mismo, provocar
situaciones críticas de enfrentamiento social que lleven a la declaración de la ley marcial sin que nadie se oponga a
ello e incluso que sea la misma población la que solicite tal declaración.
Vamos a
comenzar refiriéndonos al actual estado de cosas en los Estados Unidos de
Norteamérica, situación que se encuentra
en un estadio bastante avanzado a la hora de conseguir el escenario que la élite busca.
Hasta el
siglo XIX el Estado norteamericano sostenía una organización esclavista, y a principios
de los 60 del pasado siglo los ciudadanos negros recuperaron de modo absoluto
los derechos civiles, los recuperaron hasta el punto de recibir un trato
preferente en educación, acceso a puestos de trabajo gubernamentales, etc. es
lo que se llamó acción afirmativa.
Contrariamente
a lo que pudiera suponerse esto dio lugar a una cada vez mayor brecha entre
blancos y negros, puesto que el hecho de haber colocado en un mismo nivel de
competición a seres humanos que por mucho que se dijese lo contrario tienen
unas aptitudes y actitudes distintas produjo que finalmente los afroamericanos saliesen perjudicados.
Todo esto dio lugar a que la comunidad afroamericana sufriese una fuerte decepción
derivada de las erróneas expectativas que se les habían vendido, se les dijo tras recuperar los derechos civiles llegarían a un nivel económico, social y profesional similar al de los blancos. La
decepción no tardó en convertirse en
odio hacia ese blanco que la enseñanza, los libros y el cine había señalado
como culpable de todos sus males.
Por otro
lado la comunidad blanca se vio agraviada por esa discriminación (acción afirmativa) que recibía a
la hora de acceder a la educación o al trabajo, además de padecer algo a lo que
la prensa del sistema nunca hace referencia, el elevadísimo nivel de delitos,
crímenes y violaciones perpetrado por la comunidad negra.
Pese a todo
lo señalado, excepción hecha de algunos incidentes puntuales, la convivencia
racial entre blancos y negros ha sido aceptable en la última década.
Pero desde
hace dos o tres años la situación racial
se ha vuelto más y más complicada, y si indagamos un poco nos encontramos con
que en la manipulación de la verdad por parte de los medios de comunicación se
encuentra el origen de esta cada vez más
grave situación.
Todo se ha
centrado en hablar de la actuación criminal de la policía contra los negros y en la discriminación que supuestamente sufren los afroamericanos por parte de la justicia.
Todo esto ha
ido caldeando poco a poco el ambiente
hasta crear una situación en la que cualquier chispa puede dar lugar a una
suerte de guerra civil racial en no pocos estados de USA.
A pesar de
saber esto, o precisamente sabiéndolo, los medios de comunicación que controlan
los de siempre siguen jugando a contar sólo la mitad: hablan de los negros
muertos por la policía pero callan que el número de blancos muertos a manos de
ella es bastante mayor, hablan de que el número de presos negros es mucho mayor
que el de blancos pero callan que el número de delitos y crímenes (asesinatos y
violaciones) es muy superior entre los negros, hablan de que las penas
aplicadas a afroamericanos condenados es mayor que las aplicadas a blancos pero
callan que lo que lleva a esta diferencia es que la mayor parte de los
afroamericanos juzgados son reincidentes, lo que conlleva una pena mayor.
Las
películas que presentan cada año los de
la kipá no hacen otra cosa que echar más leña al fuego, se repiten una y otra
vez las historias del esclavismo, de discriminación y de una visión del
psicópata blanco y del negro víctima.
Pareciera,
¿sólo pareciera?, que se busca incrementar la tensión racial en busca de un
estallido mayor.
En Europa la
situación inicial es bastante distinta, puesto que al ser un continente donde la esclavitud no
se ha dado y donde la homogeneidad racial ha sido prácticamente total hasta
hace apenas quince años no han existido problemas raciales.
Pero esto no
ha sido óbice para que nuestros innombrables amigos hayan actuado, puesto
que desde hace una década vienen
trayendo a nuestro continente (creando
situaciones de guerra y hambruna
en sus países y pagándoles, como Soros, sus traslados) una ingente población
inmigrante procedente de África, especialmente subsaharianos. Y en el último
año y medio han desencadenado una verdadera invasión con los llamados
“refugiados sirios” (que ni son refugiados pues han pasado por más de un país
sin guerra ni persecución, ni son sirios puesto que mayoritariamente podemos
encontrar una mayoría de pakistaníes,
afganos, somalíes, libios y gran cantidad de subsaharianos).
Toda esta
invasión que se nos presenta como accidental
es resultado de una acción premeditada para invadir Europa y llenarla de
gentes de diferentes razas, con costumbres y creencias opuestas a las nuestras, que debido a la ausencia de empleo suficiente siquiera para los autóctonos y
con unos choques religiosos y de costumbres producirán, como están produciendo,
graves tensiones que terminarán en graves conflictos raciales.
Todo esto es
lo que se busca puesto que tanto en EEUU como en Europa se busca la
instauración de una situación para poder aplicar la Ley Marcial, que acabaría con todo atisbo de libertad
individual en un Nuevo Orden Mundial dirigido como deseaba Kalergi por una élite
judía.
Un artículo escrito con mucha lógica, es la realidad.
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