sábado, 16 de junio de 2018

No nos puede mover un complejo de culpa por algo que nunca ocurrió.



                                                                                   




Estamos atravesando un momento en el que resulta absolutamente fundamental desmontar un argumento del que se sirven, con gran éxito por cierto, esos que tratan de inundar nuestro continente con población africana para de esa manera acabar con nuestra identidad y que buscan llevar a cabo una sustitución poblacional debido a la bajísima natalidad europea, provocada por la generalización del aborto, por la aplicación de la ideología de género y por la guerra de sexos que promueve el feminismo radical y el movimiento LGTB, y la altísima natalidad  de la población inmigrante que llega.

Este arma que tan útil ha resultado y continúa resultando  a aquellos que tratan de acabar con la  civilización europea no es otra que la inoculación que durante décadas ha venido padeciendo la población europea, datos falsos que han dado lugar a una suerte de complejo de culpa que ha servido para paralizar cualquier tipo de reacción frente a esta verdadera invasión, pero este complejo de culpa que han logrado implantar llega aún más lejos puesto que ese falaz convencimiento lleva incluso a exigir que sea mayor la población migrante africana que llegue a nuestro continente o a justificar conductas delictivas que a un europeo no les serían toleradas.
Y es que las mentes borreguiles sometidas al pensamiento único de lo políticamente correcto se han plegado a un razonamiento absolutamente equivocado debido a la manipulación de que han sido objeto al habérseles presentado datos históricos manipulados o directamente falsos.
Todo esto ha llevado a crear en la población la idea de que Europa tiene una deuda moral con África, una deuda que parece ser incluso personal.
De este modo la pobreza, el atraso, los problemas económicos y alimenticios del continente africano son directamente atribuidos a la acción del colonialismo europeo.

                                                               


En esta entrada pretendemos desmontar los falsos argumento que dan lugar a ese ese sentimiento de culpa que padece la mayor parte de los europeos y que no pasa de ser un sentimiento manipulado que ha sido provocado por aquellos que buscan poner fin a la Europa de siempre, que no a ese engendro que es la Unión Europea.

Como podremos comprobar merced a los datos que se van a exponer más adelante, ni Europa ni los europeos tenemos responsabilidad alguna respecto a la situación actual de África ni de la infinita diferencia social y económica que existe entre las realidades presentes en el continente europeo y el africano.

Empezaremos refiriéndonos al tan traído y llevado colonialismo en el que se basan las acusaciones de que es objeto Europa y a causa del que una gran parte de los europeos sufren ese complejo de culpa.
Pues bien, ese colonialismo que a modo de arma arrojadiza es esgrimido por los que quieren acabar con Europa no pasa de ser una anécdota menor en la historia africana. Y es una mera anécdota puesto que la duración temporal que tuvo fue muy pequeña, se extendió temporalmente tan sólo durante   81 años, desde 1884 en que produjo la conferencia de Berlín hasta 1965 en que se terminaron los procesos de descolonización.
Pero hay que añadir que las consecuencias de la actividad europea en las colonias africanas lejos de ser negativas crearon toda una serie de infraestructuras que tras las respectivas descolonizaciones se dejaron en el país pero que por regla general terminaron perdiéndose por falta de mantenimiento e inversión para tal fin.

                                                             

Lo mismo ocurrió con los dispensarios, escuelas e incluso pozos y canalizaciones de agua.
Cosa esta que desde luego no se puede achacar al colonialismo europeo si no a un funcionamiento tribal, funcionamiento que enfrentaba a una parte de la población con la otra en lugar de remar todos juntos en pro de la mejora del país.
Esta idea tribal conforma que el gobernante actuará no en función del bien común si no teniendo en cuenta los intereses de su tribu, considerando al resto como inexistentes, y eso cuando no eran vistos como enemigos a los que sojuzgar e incluso esclavizar.
La concepción tribal llevaba a que por línea general los regímenes se constituyesen en tiranías que movían sus economías en base a sus megalomaníacos intereses personales o de tribu y que por tanto desarrollaban una economías inservibles y corruptas.

                                                             


Como se comprenderá este tipo de planteamiento económico y social no podía dar lugar más que a pobreza, falta de infraestructuras, enfrentamientos sociales y ausencia de un mínimo bienestar y cobertura social.

Otro argumento que los defensores de la responsabilidad de Europa y los europeos en el estado depauperado de África y la inmensa brecha económico-social que existe entre la sociedad europea y la africana sería consecuencia de haber padecido el colonialismo europeo, recordemos que tan sólo duró 81 años.
Pues bien, semejante argumento se rebate   acudiendo a la verdad histórica, en la cual encontramos toda una serie de acontecimientos que ha sufrido Europa y que hacen del tan manido colonialismo algo carente de importancia para explicar esas diferencias que se nos presentan como consecuencia de la acción colonial europea.  Como se verá en las siguientes líneas Europa ha pasado por una serie de catástrofes que sólo pueden ser calificadas de apocalípticas y que tan solo ha podido sobrellevar e incluso crecer gracias a su fortaleza física, mental y espiritual que definen a su población, a su espiritualidad y a la organización social evolucionada.
Vamos a exponer cada uno de estos acontecimientos y que después que cada uno saque las consecuencias que considere pertinentes.

En primer lugar, nos vamos a referir a lo que se ha dado en llamar Pequeña Edad de Hielo (PEH) medieval, que fue un periodo extremadamente frío que abarcó desde comienzos del siglo XIV hasta mediados del siglo XIX, teniendo tres periodos especialmente fríos:  Mínimo de Maunder (1645-1715), otro en 1770 y otro en 1850. En España el Ebro se heló en tres ocasiones, y en Inglaterra se heló el Támesis.

                                                                 

Como es lógico suponer, esta situación dio lugar a unas hambrunas que acabaron con parte de la población y que resultó dramática para el comercio interno y la organización europea.

Del mismo modo nos encontramos con otro acontecimiento catastrófico que padeció Europa. Me refiero a la peste bubónica, muerte negra o peste negra.
Se trató de una pandemia que en el siglo XIV afectó a Europa y que acabó con más de la mitad (60%) de la población europea, entre 50 y 80 millones de europeos. Esta pandemia se desarrolló con mayor virulencia entre 1346 y 1361.

                                                               

Otra pandemia de proporciones bíblicas que afectó a Europa fue la denominada gripe española, y se desarrolló a nivel general pero especialmente en Europa, desde 1918 hasta 1920. En Europa fallecieron debido a ella 20000000 personas.

                                                              


A esto habría que sumar que se produjeron dos guerras mundiales, la primera de julio de 1914 a noviembre de 1918 que provocó la muerte de 12000000 de personas y una segunda que se desarrolló entre septiembre de 1939 y mayo de 1945, donde murieron 48500000 personas.

                                                                 


Estas confrontaciones bélicas no solamente acabaron con esa ingente cantidad de seres humanos, si no que acabaron, sobre todo la segunda, con la industria, las infraestructuras e incluso las viviendas de una gran parte de Europa.

                                                                  


Teniendo en cuenta todas las catástrofes que ha padecido Europa cualquier acusación de que nuestro continente es el responsable del atraso y de la inferioridad económica y social africana respecto de la situación europea, resulta algo insostenible.
Más aún todo esto lleva al planteamiento de que si esta diferencia acontece es debida a factores que tienen que ver con otros temas que hoy parecen ser tabú, me refiero a la raza y a la civilización o a la ausencia de ella.


En otras palabras, de complejo de culpa nada de nada, si acaso  orgullo de nuestra historia e identidad.


                                                                  


La población europea ha de tener cuidado y debe considerar la realidad a la que nos enfrentamos.


            



3 comentarios:

  1. muy bien pero nunca hubo 'dos' guerras 'mundiales'. hubo la primera guerra europea y la guerra mundial en la que los paises europeos y estados hundidos de israel perdieron rindiendo todas sus colonias. lo de las 'dos' 'mundiales' no es mas que una gran falsificacion historiografica europea que ya muchos saben

    ResponderEliminar
  2. Borja, de nuevo de acuerdo con lo que dices, pero mi intención era simplemente poner de manifiesto que Europa padeció junto a las epidemias, la glaciación, etc. Unas guerras que acabaron con gran parte de la población y que a pesar de todo ello ha salido adelante, no como África.

    ResponderEliminar