domingo, 29 de abril de 2012

El mercado de esclavos y la O.N.U.



Pese a encontrarnos inmersos en lo que se ha dado en llamar la “aldea global”, pese a  estar saturados de información y pese a creer que tenemos noticia de todo lo que ocurre en el mundo, continúan desarrollándose en él  sucesos que no son conocidos por la opinión pública y que aunque son gravísimos son ignorados voluntariamente por las autoridades correspondientes, por las Naciones Unidas y ocultadas por los medios de comunicación.


                                                      


                                                               
Me estoy refiriendo en concreto a  lo que en estos momentos y ya desde décadas   viene ocurriendo en el desierto del Sinaí: el tráfico de esclavos que llevan a cabo  grupos de árabes.


                                                   


                                                                   

Los patriarcas católicos de Tierra Santa han levantado la voz para denunciar el tráfico de seres humanos que se desarrolla en esa  parte del mundo.
La denuncia y llamamiento que hicieron fue suscrito por:
El Patriarca latino de Jerusalén, los obispos auxiliares de esta, su Patriarca emérito, el Delegado Apostólico en Jerusalén y Palestina y el Nuncio  Apostólico  de Israel y Chipre. suscribieron el documento  mostraron su indignación ante la absoluta pasividad que muestran las autoridades responsables al no cumplir con su obligación y no defender los más mínimos  derechos humanos que de modo sistemático son violados por los criminales que se sirven del tráfico de seres humanos en la zona.
Solicitan una intervención internacional para  acabar con estos abominables hechos. Señalan que  el tráfico con seres humanos se ha visto incrementando  desde el 5 de Diciembre del 2010 en el que el Papa  pidió esta intervención.
Del mismo modo ponen de manifiesto  la obligación que tienen las autoridades de proteger de la explotación y  tráfico de que son objeto a aquellas personas que a causa de la guerra, de la persecución o el hambre escapan de sus países.

En ese mismo comunicado  felicitaron a las organizaciones  defensoras de los derechos humanos por la actividad que desarrollan para paliar el sufrimiento de estas personas.


                                                                
Las víctimas de esta incalificable barbarie  proceden de Eritrea y del mismo desierto  del Sinaí.


http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=11703


                                                               

Todo esto debe hacernos conscientes tanto de la tragedia que se  está desarrollando en esta parte de nuestro mundo como debe llevar a preguntarnos por las posibles razones que llevan a que la denominada “comunidad internacional” haya actuado con celeridad y contundencia  en lugares como Bosnia, Afganistán y más  recientemente en Libia, o que en su momento aplicase medidas económicas contra Sudáfrica mientras que ante un hecho gravísimo como este al que estamos haciendo referencia no solo  no actúe sino que además guarde un silencio cómplice.
Los países que deben en primer lugar actuar son por un lado  Arabia Saudí y por otro  el estado de Israel.
El primero es un aliado militar fundamental para los Estados Unidos de Norteamérica amén de regir la economía  de los EEUU mediante  los petrodólares, mientras que de todos es sabido que el estado judío más que un aliado es el que realmente controla a los USA a través de su lobby económico y político.


                                                       

Ni la O.N.U. ni la O.T.A.N. cumplen realmente función alguna dado que están dirigidos por los intereses geoestratégico de Estados Unidos y por tanto de sus aliados  saudíes y judios.  
El hecho de que los Estados Unidos, al igual que  ocurre con Francia, Rusia, China y Reino Unido tengan derecho de veto ante cualquier  decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la convierte en una asociación absolutamente injusta y a sus decisiones carentes de legitimidad.


                                                                  



viernes, 27 de abril de 2012

Holocausto, el dogma tabú de nuestro tiempo.


                                                                 

En no pocas ocasiones se cumple el aforismo que señala que no hay mal que por bien no venga, y en el tema  que vamos a tratar en esta entrada  se da  una de esas ocasiones,  paso a explicarme:
Por razón no precisamente de la presión del pensamiento políticamente correcto o para sumarme a la corriente borreguil imperante(  creo sinceramente  no someterme a la primera ni dejarme llevar por la segunda), sino  en razón   de la “persuasión” que irradia el código penal y deriva de las penas de privación de libertad que los tribunales de justicia pudieran imponerme, hay algunas cuestiones que hacen referencia a la falta de verosimilitud de lo que se da por verdad en el denominado holocausto, que en esta sociedad tan “libre y democrática” no me atrevo a desarrollar con la libertad  que puedo  aplicar al escribir sobre el resto de los temas.

En España, se puede atacar la monarquía, ir contra el sistema, propiciar la ruptura de la unidad nacional promocionando la secesión, poner en duda la existencia misma de España, se puede incluso  negar la existencia de Dios. Todo ello se permite con la única condición de que no se utilice la violencia o se  ataque el orden público.
Por su parte los historiadores no ponen objeción alguna a que  investigadores  pongan en duda  cuestiones dadas por ciertas y firmemente establecidas como puede ser  la fecha o  quién descubrió América, si realmente el hombre llegó a la luna en  1969.  Toda crítica y duda es aceptable siempre y cuando sean resultado de un análisis histórico medianamente elaborado que tenga en cuenta datos, testimonios y/o documentos.

Pero tanto en el campo legal como en el  histórico se da únicamente una excepción , y esta se refiere al tema del holocausto, un tema incuestionable, un tema que si es en alguna forma cuestionado puede llevar a aquel que lo haga a prisión o a ser multado.
En  nuestro país el Código penal en el Artículo 607, parrafo 2 puede leerse:
“La difusión por cualquier medio de ideas o doctrinas que nieguen o justifiquen los delitos  (de genocidio y afines) tipificados en el apartado anterior de este artículo, o pretendan la rehabilitación  de regimenes o instituciones  que amparen practicas generadoras de los mismos se castigará con la pena de prisión de uno a dos años”


                                           

Es así que una cuestión histórica, cometida como tal a revisión y a estudio ha pasado a convertirse en un dogma defendido por la legislación penal.

Estos problemas dejarían de ser tales si la ciencia histórica  fuese , al igual que lo es en el resto de los sucesos que han acaecido a lo largo de la vida del hombre sobre la tierra, más “revisionista” en el sentido de  investigar los sucesos y dejase de ser, al menos en este tema, acomodaticia como un instrumento más al servicio del poder y de lo políticamente correcto.

En esto asistimos a un atentado contra la verdad, contra la libertad personal (¿Dónde quedan las tan cacareadas libertades de expresión y comunicación?) y a una desvirtualización  absoluta de la ciencia histórica, que lejos de buscar  el conocimiento del pasado a través de la  investigación se niega a que cualquier manifestación crítica, aunque esta esté argumentada  y presente  elementos concretos sea tenida en cuenta. Todo lo que se refiera al tema del holocausto o al de las cámaras de gas es un tabú sobre el cual ningún tipo de  duda o discusión puede establecerse.

En este aspecto asistimos al mundo al revés, Lo aceptado y considerado como  “intocable” se basa en testimonios interesados y en propaganda. Lo aceptado huye de cualquier tipo de controversia  e investigación científica, mientras que los despectivamente llamados “revisionistas” son despreciados por la comunidad científica  a pesar de presentar evidencias de todo tipo: demográficas, químicas, fotográficas, testifícales, de forenses expertos en gran cantidad de campos e investigaciones de gran calidad.

Quién quiera conocer cuales son las fundamentales tesis que defienden los revisionistas a la hora de referirse al tema del holocausto  y al de las cámaras de gas, puede entrar a la siguiente página o buscar en Google  holocausto fraude o cámaras de gas falsedad.
Si algún lector tiene interés de tener información puede acudir a la siguiente página donde se ofrece información detallada de los  argumentos de los denominados revisionistas:


http://vho.org/aaargh/espa/prue.html

Yo por mi parte no hago referencia a esas tesis y a las  más importantes evidencias que se presentan por temor, no me cuesta reconocerlo, a que la ley pueda actuar contra mí en tal caso.  La amenaza no es algo  fantasioso puesto que  un editor está cumpliendo carcel por editar  y vender libros contra  el  holocausto de los “6 millones” y hace poco en Galicia dos chicos fueron condenados a dos años por  publicar en la red sobre este tema.


                                               

Estamos ante un verdadero dogma que no puede ser puesto en cuestión, pero un dogma de fe ya que  ha de creerse en él aun en ausencia de cualquier tipo de pruebas.

Acabaremos refiriéndonos a como de este mal que es la imposición de una afirmación y de la persecución legal de aquel que  se atreva a cuestionar el dogma se obtiene el bien de saber quién o quienes dominan nuestra sociedad hasta el punto de imponer leyes y  marcar pautas a los historiadores.
Quién tenga oídos para oír  que oiga  y sino que se esconda tras la facilidad de seguir al rebaño de lo  políticamente correcto, se ponga en la fila de los  que tienen mente de esponja y  sigan la voz del pastor aunque le lleva al matadero.


                                                    

miércoles, 25 de abril de 2012

Ideología y autoengaño.




Nuevamente el PP vuelve por sus fueros. Al igual que el más conocido de los traidores de la historia, ese que fue capaz de entregar a Dios mismo por cuarenta  monedas, ahora el Partido Popular emulando a Judas ha vendido la defensa de la unidad de España  por la posibilidad de conseguir un puñado de votos.


                                              


                                                   
                                                   
Aunque a nadie que haya seguido  mínimamente la actuación de   este partido les puedan  haber causado extrañeza las últimas actuaciones en Cataluña   dado que la deriva de su comportamiento  ha ido  en esa dirección desde hace algún tiempo.
Me estoy refiriendo concretamente al acercamiento a las tesis de C i U, al apoyo a los presupuestos que el gobierno  catalán, de C i U , al apoyo  que todo esto supone al Estatuto Catalán, claramente secesionista y a la denominada inversión lingüística que tanto criticaban.


                                                            
El que grupos nacionalistas o abiertamente secesionistas mantengan  posiciones  que van en contra de la unidad nacional es incluso comprensible, ya que defienden desde su concepción  aldeana y de corta visión la idea del terruño frente a la historia y a una empresa común.
Ahora bien, que un partido que se presenta en todas las circunscripciones electorales nacionales, que se define a si mismo como partido con vocación nacional y que hace bandera  de la cuestión nacional resulta  poco menos que chocante.
Pero por lo que se ve esto de Cataluña no es algo extraño  ya que  en Vascongadas apoya al PSOE para que gobierne, manteniendo el apoyo a Patxi Lopez 


                                                     
 aún cuando son muchas las declaraciones y tomas de posturas de este que resultan absolutamente intolerables e incompatibles con la lucha antiterrorista.

Pero al igual que en Vascongadas, en Cataluña el Partido Popular ha prescindido sus supuestos principios nacionales con tal de lograr hacerse con un puñado de votos que le pudiesen servir para conservar el poder del que ahora disfrutan  a nivel nacional y hacerse  con él  en las Comunidades Autónomas donde aún no gobierna como es el caso de Cataluña.

Lo que realmente resulta extraño y llama la atención  es que  en este régimen, supuestamente democrático, que no es otra cosa que una tiranía partitocrática bipartidista, el pueblo  continúe  participando  en este circo creyendo  en las tan manidas como falsas ideas que señalan a la derecha como centrada en valores religiosos y nacionales y  a la izquierda como defensora del bienestar social de los trabajadores.
Y digo que resulta extraño puesto que  la tozudez de los hechos nos demuestran que tal distinción no existe ya que ambos, izquierda y derecha, son patas de una misma mesa,similares en todo salvo en lo mínimo necesario para guardar esa ficción  que sirve a los incautos para creerse libres de poder elegir  entre dos opciones distintas, cuando como hemos dicho tales diferencias son inexistentes.

                                                   

Pero repito, los hechos son tozudos  y tan sólo puede ser engañado quién quiera ser engañado,  aquel que  carezca de visión crítica o esté sometido al pensamiento único.
Tristemente la realidad parece ser algo superfluo cuando entra en juego el dogmatismo ideológico.

Lo mismo parece ocurrir con  dos tipos de reflexión, por llamarlos de alguna forma, aunque deberíamos denominarlos pensamientos mágicos, en contraposición al pensamiento racional. Me estoy refiriendo al que deriva del dogmatismo ideológico y al que desarrollan los fanáticos seguidores de un equipo de futbol.
Y digo que ocurre igual ya que  en ambos no se moldea el pensamiento u opción en función  de la realidad que los hechos manifiestan sino que por el contrario interpretan la realidad y filtran esta en función de un planteamiento previo. Como si de un burro se tratara ven el mundo con anteojeras.


                                                                                                 

                                                       
Esta interpretación de los hechos llega al punto de ignorar o voltear la realidad si  no encaja en los parámetros de la concepción ideológica o en el pensamiento del hooligan.


                                                 


                                                         

                                               

Ahora bien, si observamos con detenimiento ambas formas de “pensar” e interpretar la realidad de las cosas las dos son muy similares. En ambos casos es la ideología o el seguimiento fanático el que da forma a la realidad e incluso la ignora  buscando que esta se acomode a sus prefijados conceptos.
Lejos de la ideología está  aceptar la realidad como algo en lo que basar nuestro pensamiento y de la que servirse para ir creándolo  o variarlo si es preciso.

Todo esto que hemos señalado respecto al pensamiento ideologizado o fanático pretende que los planteamientos izquierda-derecha se mueven muy mucho por ese tipo de pensamiento, más bien habría que decir antipensamiento. Los “de derechas”, como los “de izquierdas” no adecuan  su  pensamiento y opción  de partido a la realidad de cómo desarrollan o han desarrollado  el gobierno, simplemente buscan que esa realidad case con sus planteamientos.
En el caso del PP en Cataluña ocurre lo mismo, los seguidores de la derecha no se pararán a considerar la congruencia de actuación y programa, lo fundamental es que desde ese planteamiento antitético del bipartidismo  el PP se imponga al PSOE. Pero lo mismo, absolutamente lo mismo, ocurre a la inversa, los seguidores del Partido Socialista  buscan  todo tipo de artificios para  no ver responsabilidad alguna en la situación  de desempleo que se ha desarrollado  durante su mandato.


                                                           

martes, 24 de abril de 2012

Los ERES, la crisis y la banca.


Cuando se habla de  un E.R.E (Expediente de Regulación de Empleo) en muchas ocasiones parece que se hiciese referencia tan solo aun dato  , a una mera información macroeconómica. Pero cada uno de esos datos   se esconde un drama personal, una tragedia que en los momentos por los que atravesamos  acerca a personas concretas, a familias enteras más y más a la pobreza y a la desesperación. Es así que los datos que ahora se van a presentar no deben ser vistos ni tomados como una información más.

                                                  

Las medidas económicas de la famosa reforma laboral que ha puesto en marcha el gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy  han producido un aumento  desmesurado de los despidos al conceder  a los empresarios unas  posibilidades que han  utilizado para  aumentar sus beneficios aún a costa de los empleos de los asalariados. Se puede argumentar, y no sin razón, que muchos empresarios han aplicado tales medidas para que las empresas, y con ello el empleo de los trabajadores asalariados, pudiesen sobrevivir a la problemática económica que la actual crisis  está produciendo.
Ahora  bien, el haber proporcionado a los empresarios, siempre la parte más fuerte en las relaciones laborales, la posibilidad de despedir de modo procedente a asalariados si se da o se prevén(¿)  pérdidas durante varios meses seguidos es  algo injusto que va contra los derechos de quienes  trabajan para la empresa y al ser la parte más débil a  nivel económica ha de ser protegida por el estado.
Los datos a los que me refiero son los siguientes:

Los ERES hasta Febrero (o sea en dos meses) se han incrementado en un 55%, se autorizaron 4528 expedientes, de los que 3035 estaban motivados  por causas económicas. Estos 4528 expedientes autorizados implicaron a 60569 asalariados. Es decir se produjo un aumento del 44.9% respecto al mismo periodo del año anterior, 2011.


http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/22/economia/1335092996.html

No la panacea ni la solución a todos los problemas que  plantea la crisis económica por la que atravesamos, pero sí un fuerte y sensible método, que en Suecia ha tenido un muy importante resultado hasta el punto de convertirse en la mejor economía europea a la hora de capear la crisis, 


                                                    
es que los bancos, y las entidades financieras en general,  no reciban ““inyección” alguna de capital y se les obligue a ser ellos los que carguen con sus propios problemas.

                                                       
Y es que es lógico que la banca no produzca si cuenta con que si sus resultados son negativos siempre estará el estado para sacarle a flote.
Es socializar las pérdidas manteniendo la privacidad de los beneficios.
Por otro lado el estado debe obligar a la banca a que los créditos sean más bajos y reviertan en las familias y las pequeñas y medianas empresas, lo cual  pondría  en marcha la economía y con ello aumentaría el consumo y el empleo.

                                                           
 Los trabajadores asalariados no debemos ser los paganos de  una crisis que no hemos creado.

domingo, 22 de abril de 2012

El diario de Ana Frank





                                                                                                                                             





En este escrito voy a hacer referencia a  un libro que  no solamente ha sido un  best seller  mundial sino que  ha recibido innumerables adaptaciones de todo tipo: literarias, teatrales y cinematográficas.
   
                                                         


 Esta obra se ha convertido gracias a una  muy bien  orquestada  campaña mediática, en  un lacrimógeno y supuestamente verídico testimonio de los horribles sufrimientos de un pueblo, el judío, que habría  padecido la cruel y  malvada persecución de un pueblo, el alemán, que   durante la segunda guerra mundial habría mostrado su su diabólica faz. 
Esta obra, el diario de Ana Frank,  pasó a convertirse en un alegato  en la misma Alemania donde fue y es obra de obligada lectura para la  población  escolar. Pero no sólo Alemania  ha sido víctima de tal propaganda puesto que en muchos países la obra ha sido también de obligada lectura.  

                                                         
Como en las próximas lineas veremos  el padre de la niña se sirvió del sufrimiento y muerte de su hija para lograr dos objetivos: obtener dinero  y levantar sentimientos contra Alemania.




                                                       
                                                      

Comenzaremos señalando que Otto Frank y su familia se fueron de Alemania en 1933 escapando de la llegada de Hitler al poder.


                                                       
 Se refugiaron en la ciudad holandesa de Ámsterdam, pero cuando las tropas alemanas ocuparon Holanda se escondieron en una pequeña buhardilla huyendo de la persecución nazi contra los judíos. 


                                                          

El año 1944  toda la familia es detenida por la Gestapo y deportada. El único superviviente  fue el padre, Otto Frank, el cual fue  enviado al campo de concentración de Auschwitz en el cual es hospitalizado, que no gaseado,  por padecer una enfermedad.
Una vez finalizada la guerra Otto regresa a Ámsterdam  donde se le entregan los originales del diario de su hija publicando poco tiempo después la primera edición de este.

La adolescente Ana Frank permaneció escondida  desde el 12 de Junio de 1942 hasta el 1 de Agosto de 1944. Ana Frank fallecería de tifus en el campo de Belsen-Bergen en ese año de 1944.


                                                   
Toda la información hasta aquí  señalada no es puesta en duda, lo que si ponen en duda no pocos historiadores es que la obra, el diario, sea real y no una mera falsificación, es decir el padre jugó con la desgracia y sufrimiento de su propia hija.

                                                   

Para apoyar la tesis de la falsedad del supuesto diario nos vamos a fijar en los siguientes puntos:

1.-Otto Frank, fallecido en 1980, se negó de manera absoluta a que el manuscrito original del diario fuese sometido a cualquier tipo de análisis para verificar su autenticidad.


                                                        
2.-A pesar de ello en 1980 y como consecuencia de un juicio que se realizó contra el jubilado de 76 años Ernst Roemer  por haber negado la autenticidad del diario al que nos estamos refiriendo,la Caja de Defensa Legal logró a petición del Dr. Rieger que el departamento Criminal Federal (Bunder Kriminal Amt) o BKA analizase  los originales del diario en cuestión.
El análisis constató que partes del diario habían sido escritos con bolígrafo, invento que no había sido introducido  hasta el año 1951, al menos siete años después de la muerte de Ana Frank.
Los defensores de la autenticidad del diario señalaron que  lo escrito con bolígrafo tan solo eran notas agregadas por un investigador, notas que para nada afectaban al desarrollo de la historia que narraba el diario. Pero la BKA  señaló que porciones “importantes” y “significativas” del diario, especialmente del cuarto volumen fueron escritas con bolígrafo, no habla de notas.

                                                
Pero tras haberse realizado los análisis  el diario es devuelto  a los presuntos falsificadores permitiendo de este modo que  los falsificadores corrigiesen otras posibles negligencias en la falsificación  utilizando tinta y papel de la época en la que supuestamente fue escrito.
3.-Pero veinte años  antes, en 1960, la perito caligráfica había dictaminado judicialmente que los textos manuscritos de la obra procedían todos de una sola caligrafía.
De esto se deduce que la misma persona que escribió el diario escribió las partes y anotaciones hechas con bolígrafo.
Esto nos dice con toda claridad que ANA FRANK NO FUE LA AUTORA DEL DIARIO.

                                                       

En el estudio Minna Becker decía textualmente:
“La grafía del diario es idéntica en sus tres volúmenes, incluyendo las notas y  las adiciones pegadas sobre los pasajes, así como los 338 pasajes del material suelto, incluyendo correcciones e inserciones”.
4.-Y si  alguna duda quedaba el tema quedó aún más claro cuando se accedió a cartas auténticas  que Ana Frank había escrito a unas amigas. Estas cartas fueron publicadas  en los Estados Unidos.
En ellas se puede ver con claridad una letra con el aspecto normal de una niña de 10 o 12 años, lo que no ocurre en el manuscrito que se presenta como original que presenta la letra de una persona de mayor edad. Encontrándose una gran diferencia entre las letras de las cartas y las del diario habiendo tan solo  cuatro meses de diferencia entre ambas.
5.-La fundación Ana Frank de Ámsterdam afirmó que los amigos de la familia de la niña encontraron un cuaderno de ejercicios con  tapas de cartón y de pequeño tamaño, pero  el diario sueco Express de 10 de Octubre de 1976 publica una fotografía de Otto Frank sosteniendo un volumen considerable que en nada se parece al antes citado cuaderno.
6.-La última cuestión que hace dudar seriamente de la veracidad del  mafoso diario es el hecho  de que  una niña de 10 a 12 años escondida en un pequeño  espació del que no salía  pues estaba escondida  pudiese  detallar de forma pormenorizada  las leyes y decretos que el régimen nazi  promulgó contra los judíos.

En definitiva , la universalmente famosa obra se ha utilizado  como un lacrimógeno alegato contra el régimen nacionalsocialista, este engaño fue utilizado para  que el pueblo alemán se sintiera culpable y el resto del mundo lo juzgase como deleznable amén de crear un estado de ánimo en la población mundial que  permite al pueblo judío y al sionismo internacional actuar como quiera (saltándose  resoluciones de la O.N.U., masacrando a palestinos o atentando por medio del Mossasd) pues cualquier crítica contra ellos será tachada de nazi, racista o antisemita. 


Los sufrimientos  que produzca el estado de Israel y el sionismo en general no serán nada dado que la imagen de Ana Frank y la de los judíos de los campos siempre serán  una justificación  de lo que hagan puesto que el judío siempre será visto como víctima aunque esté agrediendo.
                                                     

sábado, 21 de abril de 2012

Premisas generales para una historia de la literatura política de España.



PREMISAS GENERALES PARA UNA HISTORIA DE LA LITERATURA POLTICA  ESPAÑOLA

(Resumen centrado en los aspectos histórico-políticos del artículo de Francisco de Tejada y Spínola).


                                                                      

           
            Se ha repetido hasta la saciedad que Europa acaba en los Pirineos, y ello es cierto con tal que no se suponga, dentro del simplismo del bachiller de primer grado, que después de Europa comenzaba África; pues lo que empezaba *en los Pirineos es el Occidente preeuropeo, una zona donde aún  alientan vestigios arraigadamente tenaces de la Cristiandad que allí se refugió después de que fuese suplantada en Francia, Inglaterra o Alemania por la visión europea, secularizada y moderna de las cosas.
Europa no nace en el círculo de Carlomagno, que es la restauración del imperio cristiano en la jerarquización  orgánica de los pueblos, más tarde presidida por los emperadores germánicos; Europa nace, al contrario, al conjuro de las ideas por antonomasia llamadas modernas, en la coyuntura de romperse el orden cerrado del medievo cristiano. La edad media de Occidente desconocía el concepto de Europa, porque sólo sabía  de su antecesor: el concepto de Cristiandad.

Ahora veremos, en que matices difiere el mundo moderno que es Europa del orbe medieval, que los pueblos cristianos perpetúan.
La Cristiandad concibió el mundo como agrupación jerárquica de pueblos, entrelazados según principios orgánicos, subordinados a los astros de San Bernardo de Claraval, al sol del papado y a la luna del imperio.
Dentro de la Cristiandad, la superioridad del Imperio era reconocida por los príncipes y los reyes; dentro de cada señorío los hombres se ordenaban también en escalas de gremios, cofradías  y estamentos, en sus calidades asimismo membradas de clérigos, caballeros y populares.
La “pax cristiana” provenía de un encadenamiento de sistemas políticos, no de cierto equilibrio más o menos estable, o sea inestable, de alianzas.

La Cristiandad muere para nacer Europa cuando ese perfecto organicismo se rompe desde 1517 hasta 1648 en cinco rupturas sucesivas.

La primera ruptura la opera Lutero, verdadero padre de Europa. Mientras la Cristiandad medieval anterior a Lutero era, pese a fisuras, edificio político cimentado sobre la unidad de la fe, a partir de Lutero tal unidad será imposible. Después de Lutero, al desaparecer la unidad de fe, muere el organiciesmo espiritual de la Cristiandad, para ser sustituido por Europa, equilibrio mecanicista entre creencias diferentes que coexisten.
A la pérdida de la unidad de las conciencias se añade la paganización de la moral; tal es el maquiavelismo.
Maquiavelo ha sustituido la ética orgánica de la escolástica que refería las acciones del hombre al juicio de Dios por otra ética pagana, en la que lo bueno y lo malo resultan del choque entre voluntades ansiosas de poder.
El mecanicismo de Lutero produce en las conciencias y el mecanicismo que Maquiavelo traslada a las conductas, será nuevo mecanicismo en la política cuando Jean Bodín seculariza  al poder en su teoría  de la “souveraineté”. Para acabar con las pugnas entre católicos y protestantes en Francia surge un tercer partido, de los “apolíticos”, que proclama la neutralización del poder real separándole de cualquier contenido religioso y, por ende, la posibilidad de obedecer a un príncipe sin tener en cuenta a Dios.
Degeneró esto en absolutismo, creciente hasta 1789 cuya máxima expresión sería “Le roi gouverne par lui-même”, reflejo  de aquella otra de “L¨Etar c¨est moi” que tanta fortuna tuvo. Un  absolutismo que destrozaba la armónica variedad del cuerpo social cristiano para robustecer al poder del gobernante y supone por otra parte y que por tanto, supone otra nueva ruptura del orden orgánico medieval, por sustituir al cuerpo místico de la sociedad cristiana tradicional por un nuevo equilibrio mecánicamente apoyado sobre el centro todopoderoso de los reyes del despotismo ilustrado.
Mecanicista es también la nueva filosofía del derecho de Hugo de Groot y de Thomas Hobbes, nuevo derecho natural suplantador de aquel derecho natural de la escolástica que se fundaba en el orden medido de la Creación.
Con los pensadores del siglo XVII principia la secularización de la filosofía del derecho natural,  para referirlo a equilibrio mecánico de fuerzas entendidas por Grocio o descritas puntualmente por Hobbes.
Y, finalmente, es asimismo mecanicista la marcha de las instrucciones políticas europeas, contrarias al mecanicismo cerrado del “hábeas mysticum” que fue la Cristiandad medieval. En la política interior, al absolutismo demoledor de las democracias, o el sistema de frenos y contrapesos mecánicos de Montesquieru; en la política internacional, desde los tratados de Wesfalia el juego de las relaciones entre las potencias será  un sistema de equilibrios de alianzas y contraalianzas.

Europa es mecanicismo, neutralización del poder coexistencia formal de credos, paganización de la moral, absolutismos, democracias, liberalismos, guerras nacionales o de familias, concepción abstracta del hombre, Sociedad de Naciones, O.N.U., parlamentarismo, consitucionalismo liberal, protestantismos, repúblicas, soberanías ilimitadas de príncipes o pueblos. La Cristiandad era a su vez organicismo social, visión cristiana del poder, unidad de fe católica, poderes templados, Cruzadas misioneras, concepción del hombre como ser completo, cortes representativas de la realidad social entendida cual cuerpo místico, sistema de libertades concretas.

Dos civilizaciones y dos culturas contrarias: EUROPA, la civilización de la revolución; La CRISTIANDAD, la civilización de la tradición cristiana.

El resultado fue el agotamiento, hermano gemelo de la derrota, pero no el vencimiento espiritual.
Nosotros tuvimos- ha escrito Palacio Atard- un programa político con validez para el mundo entero. Nosotros, los que no somos europeos, los que vivimos aislados detrás de los Pirineos. Y no sólo lo tuvimos, sino que hicimos más: lo sostuvimos. Queríamos un mundo cuyas relaciones internacionales estuviesen asentadas, no sobre débiles pactos surgidos de la convivencia del momento, sino  que las bases del orden internacional se cavaran en la idea de la “universitas cristiana”.
Contra la marea creciente de la Europa cada día más robustecida, la monarquía  federativa y misionera de España no quiso ceder ni una pulgada y cuando cedió  fue por no  poder resistir más la contienda; de ahí nuestro vertical y rapidísimo despeñarse en un abismo.
Nuestros abuelos procedieron como hidalgos pródigos más que derrochaban generosidades heroicas al servicio de la más enhiesta de las empresas que caben en sueños de caballeros: la defensa de la fe católica.


                                                                        

Todo fue maravillosamente  heroico, y la mayor heroicidad, ésta de sacrificar conscientemente la historia válida a la SUPRAHISTORIA ennoblecedora, quemando siempre las naves en repetido holocausto igual al de Hernán Cortés.
De nuestra prodigalidad se aprovechó la humanidad y gracias al defecto hidalgo de la generosidad ilimitada se reza al Dios romano en el corazón de Europa y vienen a su oriente lo pueblos coloreados que moran remotas lejanías.
La derrota militar a lo largo de sesenta años, iniciada en Rocroy, se cumple diplomáticamente en los tratados que inicia el doble pacto de Wesfalia, el comienzo de nuestro “98”, y los varones de las Españas, castellanizados hasta el quijotismo, repiten tozudos su hostilidad contra la Europa vencedora, confiando en que los paladines del Señor han de recibir ayuda, incluso milagrosa, de lo alto.
Perdida la supremacía  en el mundo, arrinconados en el odio y el desprecio de la Europa triunfadora, siguen tenazmente agarrados a los principios de su hidalguía, empeñados en no ser europeos.

ENTRE DIGNIDAD Y PODERÍO, OPTAN POR LA DIGNIDAD, No cabe mayor contradicción entre las mentalidades hispana y europea a lo largo del siglo XVII.             

Miguel de Cervantes puso en boca de su héroe máximo las máximas de la hidalguía heroica  de las Españas castellanizadas:
“¿Por ventura-dice el hidalgo- es asunto vano o es tiempo malgastado el que se gasta en vagar por el mundo, no buscando los regalos de él, sino las asperezas por donde los buenos suben al asiento de la inmortalidad?”  
“Si me tuvieran por tonto los caballeros, los magníficos, los generosos, los altamente nacidos, tuviéralo por afrenta irreparable; pero que me tenga por sandio  los estudiantes, que nunca entraron ni pisaron las sendas de la caballería, no se me da un ardite; caballero soy, y caballero he de morir, si le place al Altísimo”.




                                                                         

Los Austrias acabaron  sin cejar en su empeño heroico de mantener la Cristiandad propugnándola a usanzas castellanas.
Mal empeño por demasía de idealizaciones y despego del suelo que se pisa, pero fue el remedio cuando, cansados del quijotismo a la heroica, fuimos intentando superarlo con el socorro de las tres fórmulas que sucesivamente han ido  imperando en la Europa vencedora: el absolutismo del siglo XVIII, el liberalismo del siglo XIX y el totalitarismo del siglo XX.

El remedio habría sido no caer en el deslumbramiento delante de la Francia todopoderosa, sino  aceptar la fórmula del marques de Villena cuando pretendió en  1701 la convocatoria de cortes en Castilla para algo más que para la escueta formalidad de la jura real.
Restablecer las instituciones que obscureció la tensión constante de las armas, pues “era razón observarse el Rey los Fueros de Castilla”.
Pero Felipe V, educado en Francia, enamorado de las formas que hicieron grande a su país de nacimiento, no podía consentir el retorno a una tradición que no comprendía y que incluso era opuesta a la educación que desde niño inculcaran al duque de Anjou. Por eso, en lugar de restablecer  las libertades castellanas, sacrificadas en Villalar a la misión universalmente antieuropea que Castilla enarbolara, pero cuyo sacrificio era inútil desde el punto en que Castilla renunció a sus aventuras generosas, acomodó Felipe V  lo excepcional de la Castilla del 1700 a sus prejuicios galos, y tuvo por mejor acuerdo transformar en absolutismo de sistema lo que fuera expediente necesario en la pugna bisecular contra Europa.
Y una vez amparada la extranjera mercancía bajo el pabellón  castellano,  consumó el fraude histórico extranjerizando a los pueblos de la Corona aragonesa so pretexto de castellanizarlos. 1707 es una de las fechas más trágicas de nuestra historia, por el equívoco que encierra al presentar al afrancesamiento como castellanización.
Y el mismo Felipe V,  haciendo caso omiso  del consejo del marqués de Villena, quién postulaba el retorno a la tradición política auténtica de las libertades castellanas, afrancesará y europeizará a las instituciones de Cataluña, de Aragón y de Valencia.
Y se hallan sentenciados a muerte los restos postreros de aquellas libertades catalanas, la expresión más elevada del buen gobierno de que hay recuerdo en la memoria de los hombres.
Así fenecía,  al socaire de castigo a una rebelión, el más libre de los sistemas políticos nunca conocidos y la más alta cima de perfección gubernamental de todos los tiempos.

Desde 1700 la lucha de las Españas contra Europa ha cambiado de campo de batalla. Ya se pelea en el interior.
Ya no luchamos por imponer el “ordo christiano” contra el mecanicismo internacional; hacemos guerras dentro de la órbita de las alianzas y de las contraalianzas. Ni lidiamos movidos por ideales de fe; peleamos por pactos de familia, para contribuir al bienestar de la Casa de Borbón, agradecidos al beneficio de habernos afrancesado. Y en el interior, la moda francesa arrasará nuestros reductos de hispanismo.

Durante el siglo XVIII contemplamos dos Españas frente a frente: la que quiere volver a sus maneras tradicionales y la que quiere ser cual Europa es; la popular y la oficial, la hispana y la europea. Pero al doblar el cabo del 1800 las clases ilustradas se hallan europeizadas por completo y emprenden la tarea de derruir la España tradicional en cada uno de los pueblos españoles.

El estallido que hacia 1820 disgrega en veinte pedazos el colosal imperio castellano no fue ruptura entre pueblos, sino conjunto reniego del pasado.
A ambos lados del Atlántico aspiran a la europeización, a acabar con la herencia de Castilla para copiar las maneras seductoras de Europa.
La fragmentación se produjo porque , al desaparecer los pilares espirituales de la empresa antieuropea, la unidad de fe y la lealtad del rey, aquella unidad de las Españas carecía de razón  de ser y cada pueblo se dejaba arrastras por el señuelo telúrico de la estricta geografía.
Mas llegó un día en que esa fórmula europea fracasó también. En 1789 nos deslumbrarán, caen aplastados por la inexorable rueda de los tiempos. Europa condena ahora lo que antes enseñó  por modelo incomparable; entre nosotros el cambio  de la veleta europea casi coincide con el de la invasión napoleónica y con el despertar de una reacción antirancesa, o sea contra Europa, en las masas populares.


                                                                                 

El poco sospechoso testimonio de Rico y Amat confiesa como la guerra de la Independencia fue llamada patriótica, anhelo de volver a nuestra tradición peculiar: “la idea única que agitaban aquellas ardientes imaginaciones, que conmovía aquellas almas nobles y esforzadas, no gran cosa que la salvación de su fe, de su monarquía, de su independencia”.
Es decir, el Dios, Patria y Rey e la tradición que muy pronto enarbolará el carlismo frente al liberalismo.
“Nadie podrá negar que los liberales de aquella época eran los afrancesados”.
El campo se deslinda en tres grupos: el absolutista, que Fernando VII impondrá con puño duro hasta 1833; el liberal, que encubre la europeización bajo el engañoso pretexto de que, más que algo nuevo, era la restauración de las anheladas tradiciones peculiares; y el  tradicionalista, ahogado entre el  absolutismo regio y el equívoco liberal.
El nuevo Macanaz que va a cometer el fraude de amparar bajo el pabellón hispano  mercadería política francesa es, para mejor logro de equívoco, un varón respetable, académico doctísimo e incluso sacerdote: Francisco Martínez Marina.
Martínez Marina atinaba en pretender volver a aquellas libertades, para el “consistentes en el establecimiento de una moral pública y de un derecho de naciones acomodado a la situación, circunstancias y luces del siglo”.

Más adelante compete a Federico Suarez Verdaguer el mérito de haber analizado la valía del famoso Manifiesto, llamado de los Persas, que Bernardo Mozo de Rosales, a la cabeza de un grupo de sesenta y nueve diputados realistas, presentó a Fernando  VII en Valencia y su regreso en 1814. Contra los dos extremos del constitucionalismo afrancesado y del absolutismo, igualmente afrancesado, el injustamente denigrado Manifiesto de los Persas es una llamada al retorno a la tradición, paralela a la que ciento trece años atrás verificó el marqués de Villena.
Este manifiesto demuestra que quienes lo escribieron... no eran unos domésticos de la monarquía absoluta según venía rigiendo en España, sino que a través de la confusión imperante,  pensaban en el retorno a las patrias tradicionales.
Voces aisladas gritarán el dolor de esa ocasión perdida: Juan Donoso Cortés, Forner y García de Huerta; Ortí y Lara; Menéndez y Pelayo... Pero el mal inicial está ya  hecho, y las Españas  irán andando de tumbo en tumbo, acurrucadas a ambas riberas del Atlántico, los calvarios de las gentes que truncaron la continuidad de su existir histórico.

Nuestra España se encontró ante un dilema puesto que al fracasar en 1936 la fórmula de la europeización liberal que un necio confucionismo hiciera triunfar un siglo antes, abríose otra vez  el dilema: retornar a las tradiciones  o copiar las nuevas fórmulas de moda  en la Europa extraña: el totalitarismo en sus dos maneras, nacionalista e intercionalismo fascista o del totalitarismo bolchevique.

Y es que la  presente historia, en la conclusión  a que me ha sido dado llegar, puede encerrarse en la trágica confesión unamuniana: “Vuelvo a mí mismo, después de haber peregrinado por diversos campos  de la moderna cultura europea, y me pregunto a solas con mi conciencia: ¿Soy europeo? ¿Soy moderno?,. Y mi conciencia me responde: “No, no eres europeo, eso que se llama ser europeo; no, eso que se llama ser moderno”.

En ocasiones puse la pluma en el papel sintiendo en mis venas la rabia de la fiera acorralada en el cubil; ya que otra cosa mejor no quepa.

            “Levantaré mi voz consoladora
            sobre las ruinas en que España llora”.

Para terminar, nos encontramos con una situación en la que de nuevo los Borbones están en el trono (aunque una corona sin cetro).

Como dijo Donoso Cortés: “El destino de la Casa de los Borbones es fomentar las revoluciones y morir en sus manos”.


                                                                                 




                                                                                          

* y hay que decir empezaba, en pasado, puesto que  desgraciadamente España ya  no guarda rescoldo de una visión o acción cristiana. Ahora si somos verdaderamente Europa, aunque para conseguirlo hayamos dado la espalda a nuestras raíces y roto con nuestra idiosincrasia.