jueves, 27 de septiembre de 2018

Israel quiere nuestra pasividad respecto a Palestina.


                                                                                 


Pienso que los países occidentales están cayendo nuevamente en un error del que parecen ser asiduos visitantes, llevan a cabo unas conductas erróneas de las que no parecen haber aprendido nada después de haberlas repetido una y otra vez, y la repetición se produce a pesar de las consecuencias negativas que estos comportamientos siempre han provocado.
Este error al que tan aficionadas parecen ser   las autoridades de los países de Occidente no es otro que tomar decisiones y poner en marcha actuaciones pensando tan sólo a medio plazo, o cuando lo hacer a largo plazo lo hacen poniendo los intereses de sus aliados-dueños por encima de los propios de sus naciones y ciudadanos.
 También hay que señalar que en la mayor parte de las ocasiones, por no decir que en todas, poner las decisiones y actuaciones de un Estado en función de la geoestrategia o de los intereses inmediatos propios y de los intereses de esos supuestos aliados a costa de sacrificar la moralidad de los medios que se utilizan, las fuerzas a las que se apoyan, la justicia de la causa o dejar de lado a ciertos grupos por el mero hecho de que son  enemigos de aquellos que supuestamente son nuestros aliados,   llevarán indefectiblemente a que las condiciones terminen tornándose en situaciones que provocarán conflictos que de otro modo no se hubieran llegado a producir.

Este comentario puede que por muchos sea considerado un juicio moralista pero para nada lo es, y no lo es puesto que si de algo puede pecar es de basarse única y exclusivamente en los datos experimentales que proporciona la historia, sobre todo la más reciente, en los resultados de haber apoyado a naciones o grupos sólo en función de su proximidad a los intereses de los aliados-dueños. Se olvida como la  ausencia de apoyo a ciertos grupos o comunidades cuyos  intereses eran objetivamente justos los han terminado por  poner en  manos de enemigos peligrosos para la comunidad occidental.
La conclusión a la que aquí se pretende llegar es que aunque tan solo sea por egoísmo la política internacional de los países e instituciones occidentales, o internacionales en sus manos, no puede basarse en hacer seguidismo de los supuestos aliados, sionistas, dado que esta manera de actuar provocará indefectiblemente un mal mayor del supuesto bien que se pretende alcanzar.

Son muchos los episodios históricos en los que por haber sostenido los países e instituciones internacionales una política prosionista se ha provocado que ciertos grupos e incluso pueblos enteros se hayan visto obligados a acercarse a países o a seguir movimientos políticos radicales contrarios a los intereses occidentales.

En los últimos años la colaboración y/o participación de los países europeos en episodios tales como los ataques e invasión de Irak y Afganistán,  la extensión de la Alianza Atlántica tras la caída del muro de Berlín hacia el este llegando a las mismas fronteras rusas o las sanciones contra Irán con la excusa de la posible producción de armas atómicas por parte del Estado chiita, críticas hipócritas  llevadas a cabo   obedeciendo a una suerte de política exterior que no se basaba en los intereses de las naciones y la población de Europa sino que ha sido una suerte de sometimiento a las normas de política exterior de la Secretaría de Estado de los Estados Unidos, que como de todos es sabido a su vez está sometida a los intereses y mandatos de Israel.

                                                           


                                                                


La consecuencia de que la política exterior europea haya estado dirigida y supeditada a los dictados de la de los Estados Unidos, y por tanto haya sido seguidista de la agresiva política de Israel, para nada ha sido favorable para Europa y mucho menos para la paz en ese foco de desestabilización que es Oriente Próximo.

                                                               

De hecho todos los ejemplos a los que hemos hecho referencia arriba han conducido a una división que lo único que favorece es el enfrentamiento entre partes que muy bien podrían coexistir de manera armónica.

Si nos referimos a Rusia nos  encontramos con que la posición de las Administraciones norteamericanas impulsando la expansión de la Alianza Atlántica hasta las fronteras mismas de la Federación Rusa, la denuncia de que Rusia había invadido Crimea, las acusaciones de que los rusos son responsables del asesinato de ex espías en territorio europeo y de la supuesta manipulación rusa de las elecciones norteamericanas en las que salió elegido Donald Trump  ha dado paso a la aplicación de toda una serie de sanciones económicas norteamericanas, respaldadas por supuesto por sus incondicionales  siervos europeos, que han dividido y enfrentado a potencias que muy bien podían haber coexistido en paz y desarrollando una perfecta colaboración, pero para colmo apareció el problema del terrorismo yihadista wahabí del ISIS, Daesh en árabe, que a través de su criminal actuación en Siria terminó por enervar las disputas entre Estados Unidos y la Federación rusa.

Este factor que ha dado lugar a un mayor enconamiento del enfrentamiento entre U.S.A. y Rusia es debido a la actuación criminal del grupo que antes hemos señalado y que fue creado y mantenido por la Administración Obama, por el Estado judío y por monarquías árabes presididas por la wahabí Arabia Saudí.
De esta manera Israel y la Secretaría de Estados de los Estados Unidos a sus órdenes buscaban, y de hecho consiguieron, dividir a los países árabes y exacerbar el enfrentamiento y los odios entre las comunidades chiita y sunní.

                                                            

Y es precisamente en este contexto en el que hay que incluir todo lo relacionado con el bloqueo y las sanciones contra la República Islámica de Irán.
Como se sabe, tanto Israel como la monarquía saudí son aliados preferentes de los Estados Unidos, y aunque resulte curioso se da también una fuerte colaboración entre el régimen de la familia Saud y el Estado judío.
Es así que se está provocando una radicalización criminal del sunismo a través del wahabismo saudí que se enfrenta con el más moderado chiismo iraní, nuevamente se trata de jugar con aquellos que puedan hacer sombra al Estado de Israel para dividirlos, aplicar el divide y vencerás tan del gusto de los sionistas.

En el caso de Irán la actuación se ha centrado en luchar contra la supuesta intención del régimen persa de crear un arma atómica, cosa a la que se opuso de manera hipócrita un Estado de la zona, Israel que tiene 400 bombas atómicas reconocidas.
                                                              

 Por supuesto sus lacayos estadounidenses salieron inmediatamente en su apoyo promoviendo resoluciones en las Naciones Unidas y ante todo desatando duras sanciones económicas que, como no, recibieron el inmediato apoyo y colaboración de sus aliados-esclavos europeos.

                                                                


Pero todo esto, aparte de servir a los planes sionistas de vencer provocando el enfrentamiento entre sus potenciales enemigos, ha llevado a que los países europeos se encuentren enfrentados a todas y cada una de las fuerzas que juegan un papel, por mínimo que este sea, en el tablero geopolítico internacional.


 Es decir, que el papel de siervo rastrero que Europa ha venido desempeñando no le ha aportado beneficio alguno, lo único que ha logrado es enemistarse con una Federación Rusa fuerte y soberana que basa su política exterior en una concepción multipolar de la política internacional. Del mismo modo los países europeos se han encontrado enfrentados con unos países musulmanes radicalizados que les hacen corresponsables de las invasiones, vejaciones y muertes resultantes de las guerras e invasiones que ha llevado a cabo Estados Unidos obedeciendo a Israel, y son responsabilizados por el papel de apoyo y justificación de esas acciones a todas luces injustas.  
También es preciso tomar en consideración, pues se trata de una cuestión con consecuencias críticas para Europa y que pondrán en peligro la supervivencia de su identidad, el hecho de que los países europeos y la Unión Europea en su conjunto está cavando su propia tumba al  llevar a cabo unas relaciones políticas y comerciales con la monarquía Saudí en las que de hecho se está contribuyendo a la extensión de la criminal doctrina Wahabí, a la par que por un puñado de petrodólares y basándose en la sacrosanta libertad religiosa  de modo suicida está permitiendo que las ciudades de Europa se llenen de grandes mezquitas financiadas por los petrodólares saudíes, unas mezquitas en las que como es lógico  se difundirá el wahabismo oficial en Arabia Saudí.  
Nuevamente vemos como las autoridades de las naciones europeas y de la Unión Europea no consideran las cuestiones de manera profunda y parecen fijarse en los réditos inmediatos o simplemente se pliegan a los dictados de sus amos norteamericanos y sionistas.
Lo que parecen pasar por alto es el hecho de que al apoyar, aunque sea comercialmente, a Arabia Saudí están promocionando la radicalización del mundo islámico a través de la extensión del wahabismo en particular y del salafismo en general.

Una vez llegados a este punto y tras haber puesto de manifiesto como no es útil, más bien todo lo contrario, poner la política exterior propia en función de la que lleve a cabo la Secretaría de Estado norteamericana que es lo mismo que decir que la política exterior  sionista, también es fundamental  pensar a medio y largo plazo para desarrollar  nuestra política considerando la justicia de esta y  en como ella puede provocar situaciones que pongan  contra las cuerdas a grupos y naciones que a causa de ella se verán empujados a recurrir a los verdaderos enemigos de Occidente.

Pero si algo se ha de tener siempre en cuenta es evitar convertirnos en piezas de ese mecanismo al que siempre recurre la política sionista de dividir y enfrentar para así vencer, por todos los medios hemos de evitarlo.

Tomando en consideración todo esto y aplicándolo a casos prácticos de acuciante actualidad nos encontramos con la situación actual de Palestina.

En primer lugar hemos de tener en cuenta cual es la realidad legal por la que atraviesan Palestina y los palestinos, tomándola en consideración para adoptar medidas en función de ella. 

Lo que no puede dirigir nuestra política al respecto de la cuestión es un seguidismo cobarde de las indicaciones que marquen desde Tel Aviv y Washington, y que sean sus criminales e injustas acciones las que lleven los mandos de nuestras relaciones exteriores.
Nuestra política exterior con respecto a Palestina necesariamente ha de ser distinta a la que los sionistas propugnan, y lo ha de ser  dado que nuestros intereses y la concepción de la legalidad internacional son diametralmente opuestas a las suyas.
Además hay otra cuestión fundamental que debe dirigir la política europea en general y la española en particular, y esta es considerar si con nuestra política es de abandono diplomático y económico estaremos empujando a que los dirigentes palestinos y la población sometida a los ataques y vejaciones por parte de las  tropas de ocupación israelíes y de los colonos estaremos provocando que el pueblo palestino termine recurriendo a aquellas potencias que les apoyen diplomática, económica o militarmente, aunque sin saberlo estén cayendo en la más peligrosa trampa que el poder sionista les haya preparado.

Ahora paso a explicar que es eso a lo que me he referido a una posible trampa sionista.
Para empezar he de recordar que la estrategia sionista, y en especial la del Estado de Israel, a la que más han recurrido y con la que mayores logros han alcanzado es el del divide et impera (divide y vencerás), es decir enfrentar a sus enemigos para que de esa manera no puedan sumar sus fuerzas en su contra y así vencerlos y dominarlos.
 En el caso que nos ocupa, al verse el pueblo y la autoridad palestina abandonadas económica, sanitaria y diplomáticamente terminaría por aceptar la ayuda económica y sanitaria que cualquier país le ofrezca, y más aún si este fuese islámico como sería el caso de Arabia Saudí. La aceptación de la ayuda que le ofreciese la monarquía de los Saud sería aceptada inmediatamente dada la situación desesperada por la que en estos momentos atraviesa la población palestina.
 Por otro lado hay que señalar que el hecho de que Arabia Saudí sea en estos momentos aliada del Estado de Israel no es impedimento alguno para que la monarquía saudí ofrezca y done ayuda a Palestina, como podrá comprobarse en las próximas líneas resultaría lógico ya que estaría colaborando en una estrategia sionista para acabar con la resistencia libanesa que se opone a la existencia misma del Estado judío y por otro conseguiría acabar completamente con el problema palestino.
La estrategia de la división y el enfrentamiento que pondría en marcha Israel precisa que previamente los países occidentales en general y europeos en particular hayan dado la espalda a Palestina al negarle ayuda económica, humanitaria y reconocimiento diplomático.
Sin que los países occidentales, europeos en particular, esta política exterior injusta cobarde y sometida al sionismo norteamericano e israelí, nada de lo que después se desarrollaría podría tener lugar.

La estrategia del divide y vencerás en este caso podría llevarse a cabo de la siguiente manera:

Debido a la crítica situación económica y humanitaria que atenaza a la población palestina confinada en los territorios ocupados y debido también a la acción criminal y humillante de las autoridades civiles y militares del Estado de Israel  los palestinos volvieron sus ojos hacia los países occidentales para mediante el recurso a la legalidad internacional recobrar sus tierras o al menos poder vivir con un mínimo de dignidad, pero dado que el pueblo palestino y sus autoridades no encontraron en ellos respaldo alguno, debido a la influencia de la política sionista en EEUU y al seguidismo y sometimiento de los países occidentales a ella se vieron en la tesitura de aceptar cualquier ayuda que recibiesen, era cuestión de supervivencia.

                                                                   

En esta situación Arabia Saudí, no olvidemos que es un aliado de Israel, se brinda a proporcionar ayuda económica, sanitaria y humanitaria que permitiese a la población palestina salir del caos humanitario en el que se hayan inmersos.
Por supuesto no se trata de una ayuda  desinteresada, sino que el desembolso económico que toda ella lleva aparejada como contraprestación la exportación a Palestina de la corriente wahabí del sunismo, para lo cual las autoridades palestinas se habrían de comprometer a permitir que se abriesen un gran número de mezquitas pagadas por Arabia Saudí y que serían regidas por  clero de tendencia wahabí, del mismo modo  se comprometerían a permitir la implantación de un número elevado de madrasas, escuelas coránicas, donde se impartiría la visión del Islam que formula la corriente wahabí.

                                                                     
Merced a todas estas cesiones crecería exponencialmente el wahabismo, que es de origen sunni, con lo que se acrecentaría el enfrentamiento entre una comunidad palestina volcada al sunismo más extremo, de manera que se estaría potenciando el enfrentamiento con  el chiismo, que conforman  los grandes enemigos de Israel,  Hezbollah e Irán, provocándose de esta manera un enfrentamiento interno entre los enemigos de Israel para que de esta manera los planes sionistas saliesen victoriosos.

                                                              


Por supuesto que todo esto tan solo es una ficción, pero una ficción que a mi modo de ver pone de relieve hasta que punto mantener una postura política pasiva y no actuar en función de lo que es justo.  sino someterse a los intereses que nos marquen desde Washington y Tel Aviv es hacer el juego a aquellos que basan en la manipulación y en la división sus victorias y a través de ellas su imposición.

Con todo esto quiero poner de manifiesto que la   comunidad occidental, y europea en particular, tiene una obligación tanto moral como legal de apoyar a la población palestina. Es más, aunque tan solo sea por el hecho de querer defender nuestra libertad no podemos correr el riesgo de que los sionistas se sirvan de la desesperación de quienes por culpa de nuestra inacción terminarán recurriendo a quienes actúen en pro la supervivencia de la población palestina. 

                                                             


lunes, 24 de septiembre de 2018

Nueva traición del gobierno.


                                                                                             


Nuevamente los que detentan el gobierno han pisoteado el honor de España, y lo han hecho en el mismo momento en el que el ministro de asuntos exteriores señor, por decir algo, Borrell ha declarado públicamente que no se servirá de la situación que provoca el Brexit, tan favorable para recuperar y reivindicar el territorio ocupado por los hijos de la Gran Bretaña, para intentar reintegrar a España la colonia de Gibraltar.

                                                                     

De hecho, al tomar esta decisión el gobierno español está desperdiciando la mejor oportunidad para lograr la reintegración del Peñón al territorio patrio desde que las Naciones Unidas conminaron al Reino Unido a que restituyesen a España la colonia que mereced al tratado de Utrecht ocuparon los Hijos de la Gran Bretaña.

Con motivo del proceso de abandono de Gran Bretaña de la Unión Europea, más conocido como Brexit, se dan una serie de circunstancias positivas para los intereses españoles que si no son aprovechados por nuestras autoridades nos hace pensar en que tras esa toma de postura, completamente opuesta a los intereses españoles, se esconden otros planes sometidos a la geoestrategia del globalismo internacional, un globalismo al que realmente sirven nuestras autoridades y no a España, a los intereses de esta y a los de sus ciudadanos.

                                                                  


Las circunstancias positivas a las que al principio nos hemos referido derivan de las negociaciones para la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, en nuestro concreto caso hace referencia las consecuencias que todo esto tendría en el caso de la colonia de Gibraltar.
De hecho la Unión Europea ha comunicado al gobierno británico que si no satisface las aspiraciones españolas respecto a Gibraltar en unas negociaciones directas entre ambos países no se llevará a cabo ningún tipo de acuerdo que permita que lleve a un brexit ordenado.
A esto hay que añadir un hecho fundamental, me refiero a que en su momento las Naciones Unidas señalaron que los intereses de los gibraltareños siempre habrían de ser tomados en consideración a la hora de determinar el futuro de la Roca. El hecho es que en el referéndum sobre el brexit celebrado en Gran Bretaña y Gibraltar el 23 de junio de 2016 el noventa y cinco por ciento de los votantes gibraltareños votaron a favor de continuar formando parte de la Unión Europea, es decir en contra del brexit. Esta decisión abrumadoramente mayoritaria que adoptaron los gibraltareños de seguir dentro de la Unión Europea fue contraria a la decisión mayoritaria de los votantes de la metrópoli, los cuales mayoritariamente votaron a favor del brexit, es decir votaron por dejar de formar parte de la Unión Europea.

                                                                  

                                          Resultados en Gibraltar


                                                              

Resultado Reino Unido.

La consecuencia es clara, si se actuase en función de los resultados del referéndum del brexit, este se aplicaría en Gran Bretaña con lo que esta dejaría de ser miembro de la Unión Europea, en cambio Gibraltar continuaría formando parte de la misma.
Es así que nos encontraríamos con que Gibraltar sería parte de la U.E.   a la par que el Reino Unido estaría fuera de ella, lo que de hecho pondría fin al estatus colonial del Peñón ya que la Unión Europea no mantendría una colonia en una parte de su territorio.

Ante unas circunstancias tan favorables como estas, circunstancias que ponen a España en una situación que permite arrancarnos esa espina que es la ocupación por parte de los Hijos de la Gran Bretaña de un trozo de nuestro territorio, la respuesta por parte de las actuales autoridades españolas no ha sido otra que negarse a esgrimir todas estas nuevas posibilidades, posibilidades que no se habían dado a lo largo de los últimos trescientos años de ininterrumpida reivindicación territorial.

Aunque resulte imposible de entender el gobierno español a través de su ministro del exterior ha declarado publica y oficialmente ante los corsarios que ocupan parte de nuestro territorio que no utilizarán estas armas diplomáticas que el asunto del brexit nos ha facilitado.
Esta acción sólo se puede entender reconociendo que quienes realmente dirigen los pasos de las autoridades españoles son los mismos que dirigen la política inglesa y los mismos que mueven los hilos del globalismo.
Pero aún así hace falta una cosa más, y es la   TRAICIÓN de quienes están al frente del gobierno supuestamente para defender la integridad nacional, hacerla mejor y velar por los intereses de los españoles.


                                       ¡¡¡GIBRALTAR ESPAÑOL!!!
                                         ¡¡¡ NO A LA UNIÓN EUROPEA!!!

                                                                     



miércoles, 19 de septiembre de 2018

Malnacidos por no agradecidos.



                                                                                     



Hay un dicho popular muy sabio que reza: “Es de biennacido ser agradecido”, pues basándonos en esa aseveración y mediante un silogismo deduciríamos lógicamente que aquel que no agradece los favores o beneficios recibidos es un malnacido, y lo será en mayor grado cuanto mayor sea el hecho o los hechos por los cuales ha de estarlo y por los que no muestra gratitud alguna.
Especialmente en las últimas semanas una gran parte de los obispos y arzobispos españoles parece que han hecho un esfuerzo para que quede bien clara su catadura moral, y esto es así dado que no han dado muestra alguna de agradecer ciertos favores recibidos y sacrificios realizados que permitió que la Iglesia en España sobreviviese ante la persecución religiosa que los republicanos, especialmente socialistas, comunistas y anarquistas, llevaron adelante durante la II república y el principio del conflicto civil.
Por supuesto estoy refiriéndome a la actitud que algunos altos jerarcas de la Iglesia española han mantenido respecto a la exhumación de los restos del generalísimo Franco de la Basílica del Valle de los Caídos, firmando su aceptación a que los restos de Franco sean exhumados de la basílica del Valle .

                                                                     

En el caso que nos ocupa, lejos de mostrar agradecimiento a Franco por los beneficios que de él recibió y sobre todo por haber salvaguardado su existencia física en unos momentos críticos en los que la persecución religiosa amenazaba las vidas de sus fieles y pastores, su postura contemporizadora y cobarde ha llegado a un punto tal que tan solo puede calificarse como traición.

                                                                    



Además, por supuesto que los miembros de la jerarquía que han permitido y apoyado la miserable exhumación de sus restos de la basílica se han hecho merecedores de la calificación de malnacidos si nos atenemos a la sabia frase a la que nos hemos referido al comienzo de esta entrada.
En este caso a ese adjetivo se une el de cobardes, puesto que han demostrado ser rastreros con el que tenía el poder y lameculos con el que ahora está en el gobierno aún en contra  de ese ante el que antes se habían arrastrado .

                                                                      



                                                                    

domingo, 16 de septiembre de 2018

La ocultación de la esclavitud irlandesa.



                                                                                     


No son pocos los episodios históricos ocultados o tergiversados con la finalidad de denostar la actividad de nuestra raza  que de hecho ponen de manifiesto la existencia en Occidente de un racismo antiblanco, racismo que ha provocado en los occidentales una suerte de sentimiento de culpa que lleva a  que  una gran parte de nuestro pueblo no solo no se pueda sentir  orgulloso de su historia y desarrollar un sentimiento de identidad, además provoca que una mayoría de ellos se lleguen a avergonzar de su ser como miembros de una raza y una civilización.
En la presente entrada nos referiremos a un episodio histórico cuyo conocimiento general llevaría a romper en parte esa culpabilización autoimpuesta que nos lleva a vernos como victimarios criminales de la humanidad.
En esta entrada nos vamos a referir a un episodio histórico ocultado que acabaría de un plumazo con esa visión negativa que algunos tienen sobre ellos mismos.
Se trata de un terrible momento de la historia que precisamente por el hecho de estar protagonizado por víctimas blancas ha sido absolutamente obviado en las enseñanzas que reciben los niños y jóvenes en colegios e institutos, que no ha sido llevado al cine ni ha sido base argumental de series televisivas o de novelas, de hecho no forma parte del imaginario colectivo.
 Este episodio histórico al que nos vamos a referir es nada más y nada menos   que el de la esclavitud, pero no hace referencia a la primera esclavitud que nos viene a la cabeza al escuchar esa palabra, lo primero que nos acude a la cabeza es la de los negros que fueron llevados por importantes mercaderes blancos, judíos por cierto, desde África hasta América para posteriormente ser vendidos como esclavos.
El caso que nos ocupa y que de modo resumido vamos a señalar es el de los cientos de miles de irlandeses que fueron trasladados como esclavos por los ingleses desde su tierra a América.
El comercio de esclavos irlandeses fue de tal calibre que a mediados del siglo XVII eran los más vendidos en Monserrat y la Antigua.
Una proclamación de 1625 del rey James I exigía que todos los presos políticos irlandeses, se referían a los defensores de la religión católica y sus derechos, fuesen vendidos como esclavos a colonos ingleses en la Indias Occidentales, es así que este inhumano comercio de esclavos irlandeses se inició cuando 30.000 prisioneros irlandeses fueron vendidos como esclavos en el Nuevo Mundo.
Lo cierto es que la mayoría de los esclavos vendidos en el Nuevo Mundo en realidad eran blancos.
Entre 1641 y 1652 más de medio millón de irlandeses fueron asesinados por los ingleses y otros 300.000 más fueron vendidos como esclavos en América a hijos de la Gran Bretaña. En su inmensa mayoría eran católicos, ya que los ingleses como luteranos y/o anglicanos los veían como un cáncer en su reino.
De hecho, Irlanda se convirtió rápidamente en la mayor fuente de esclavos para Inglaterra y sus territorios del Nuevo Mundo.
La trata de esclavos procedentes de África había comenzado poco tiempo antes y, según indican los datos referidos a las transacciones llevadas a cabo con esclavos de ambos orígenes, el precio de los esclavos procedentes de África, siempre y cuando no estuviesen “infectados” con la catequesis del catolicismo, resultaban más caros.
 De hecho, azotar o matar a un esclavo irlandés nunca era considerado un crimen, simplemente era visto como un revés económico, pero mucho menor que si esto ocurría al matar a un africano que había costado más. Como se puede deducir las condiciones de vida y el régimen disciplinario de los esclavos irlandeses eran bastante peores de los que padecían los esclavos africanos.

                                                                

Con el tiempo los colonos ingleses que habían comprado esclavos irlandeses pusieron en marcha un plan mediante el cual comenzaron a favorecer el “cruce” entre esclavas irlandesas, muchas de ellas de tan solo 12 años, y esclavos africanos con la intención de conseguir esclavos mulatos, no hay que olvidar que los hijos de un esclavo eran considerados también esclavos, que tenían un precio más alto que el “ganado “irlandés, Con la puesta en marcha de esta estrategia se buscaba la posterior venta de esos esclavos mulatos, los dueños conseguirían una ganancia que les permitiría comprar nuevos esclavos africanos. La práctica señalada se prolongó desde mediados del siglo XVII hasta el año 1681, año en el cual se promulgó una ley que “prohibía la práctica de aparear esclavas irlandesas con esclavos africanos con el fin de producir esclavos para la venta”. Inglaterra continuó con este cruel y miserable tráfico durante un siglo, y sólo se detuvo cuando interfirió con los beneficios de la empresa de transporte de esclavos. Africanos, con lo que hemos de deducir que gran parte de los encargados del transporte y venta de los esclavos irlandeses también eran judíos, tan enemigos del catolicismo como los mismos ingleses y que por tanto podían comerciar con libertad con los colonos recién separados de la metrópoli.

                                                                

Tras la rebelión irlandesa de 1798 fueron vendidos a América y Australia miles de esclavos irlandeses.

Si algo se puede afirmar, por mucho que nos lo pretendan ocultar, es que en el siglo XVII cientos de miles de irlandeses blancos padecieron los horrores de la esclavitud, tanto o seguramente más, que los africanos negros esclavizados y enviados a Estados Unidos y al caribe para su venta.

Pero claro, este es un episodio histórico que hay que pasar por alto hay que presentar al blanco exclusivamente como cruel victimario, nunca como víctima.

En otra ocasión haremos referencia a la esclavitud que el Imperio Otomano desarrolló tras secuestrar a cientos de miles de hombres, mujeres y niños tanto de la zona de Bizancio y el oeste de Europa como de toda la costa mediterránea Europea.

                                                                 


La historia que conocemos y nos han enseñado está completamente sesgada mediante mentiras, ocultaciones y medias verdades. Todo ello en pro de marcar en los occidentales blancos ese complejo de culpa que nos paraliza.

sábado, 15 de septiembre de 2018

La lucha contra el Estado profundo.


                                                                                         


La práctica totalidad de los europeos y gran parte de los norteamericanos   estamos siendo sometidos a un bombardeo continuo de informaciones falsas y opiniones interesadas respecto a lo que realmente está aconteciendo en los Estados Unidos, unas comunicaciones que lejos de informar son utilizadas a modo de cortina de humo para ocultar la decisiva lucha que desde hace unos años se viene desarrollando en los más altos niveles políticos y militares de los Estados Unidos, una lucha que de una manera u otra marcará los destinos del resto de la humanidad.
La administración Trump está llevando a cabo una lucha a muerte contra el Estado profundo, también denominado Cabal, con la inestimable colaboración de una parte de generales y miembros de la comunidad de inteligencia, que reciben la denominación de sombreros blancos.

                                                           

                                                                    

Por mucho que podamos terminar por creerla a fuer de tanto repetirla la información que llega a la generalidad de la población, tanto estadounidense como occidental en general, no pasa de ser un conjunto de chismes y habladurías sobre si el presidente norteamericano es mujeriego y machista, bocazas y deslenguado, si tiene actitudes racistas al tratar de levantar un muro o si tiene el tupé de tal o cual forma.

                                                                        


 La realidad es que entre bambalinas se desarrolla una lucha tan transcendente que está decidiendo el futuro de toda la sociedad humana.
Lo cierto es que estamos asistiendo, aunque se nos oculte tras toneladas de informaciones falsas y/o frívolas, a una lucha entre fuerzas que se disputan, para bien y para mal, el control de los Estados Unidos y a través de ello de la humanidad toda.
El inicio de este combate, al menos de modo abierto, lo podemos situar tras los acontecimientos del 11 de septiembre del 2001, los cuales pusieron claramente de manifiesto la existencia en los Estados Unidos de un Estado profundo independiente de la mismísima Casa Blanca, cuestión esta a la que ya hizo referencia J.F. Kennedy en los años sesenta. Cosa a la que trató de afrontar mediante el control de la Reserva Federal a través de la orden ejecutiva 11110, decisión esta que finalmente le costó la vida.

                                                                           

 Cuando hablamos de Estado profundo o cabal nos referimos a un Estado paralelo y oculto que es capaz de imponer su voluntad al mismo ejecutivo.
Ante este estado de cosas el candidato republicano, actual presidente, Donald Trump, se marcó como objetivo fundamental combatir a muerte al Deep State, Estado profundo, y de esta manera recuperar la soberanía del pueblo norteamericano.
 Para llevar a cabo este colosal combate Donald Trump contó y cuenta con la colaboración y apoyo de las más altas jerarquías patrióticas del ejército y de la comunidad de inteligencia.
La primera tarea que hubo de llevar a cabo Donald Trump fué derrotar electoralmente a la candidata demócrata Hillary Clinton, la cual junto a su marido Bill, formaban parte del Deep State, siendo de hecho la candidata de este y que por tanto recibió su apoyo de este a través de todos los medios a su alcance, entre ellos los más influyentes mass media a su servicio.
De esta manera la cábala, como también es denominado el Estado profundo, consiguió instaurar en la población a través de los medios de comunicación-manipulación una imagen de Hillary como la candidata favorita en la campaña electoral y como personaje cercano y agradable al pueblo norteamericano.

Y esa figura vendida como amable y más que segura ganadora de las elecciones generales norteamericanas se vería reforzada con cada uno de los pasos de la colosal campaña difamatoria desatada en contra de la figura del candidato Donald Trump.
El cabal y todas sus terminales políticas y mediáticas, tanto nacionales como internacionales,  tenían pleno convencimiento de que se produciría la victoria de Hillary Clinton y consideraban que de ese modo  el Deep State podría continuar con sus acciones de control social y financiero así como con sus actividades criminales sobre la población, pero  la cosa no fue tal y como habían planeado, ya que quién sorpresivamente accedió a la Casa Blanca fue Donald Trump, el cual recibió los votos de una gran parte de la población norteamericana y que había contado con  el apoyo de los militares y la inteligencia  que pretendían y pretende acabar con el Estado profundo.
Al encontrar el cabal que con la derrota de su candidata sus planes se habían venido abajo y que con Donald Trump en la Casa Blanca nada de lo que tenían planificado podría llevarse a cabo, se vieron obligados a adoptar una estrategia para conseguir que Trump fuese expulsado de la presidencia de los Estados Unidos y de esta forma verse libres para continuar con sus planes para dominar, someter y explotar criminalmente a la humanidad, bien sea  mediante la pedocriminalidad, la reducción  forzada de la  población o la puesta en marcha de manera masiva de manipulaciones sociales MK Ultra.

Es en este contexto en el que hay que considerar todas las acusaciones de que Trump es objeto: supuestos escándalos sexuales, sobornos a supuestas amantes y sobre todo la acusación de que Trump venció en las elecciones gracias a la manipulación y hackeo de los resultados de estas por parte de los rusos.
Por un lado se pretende que la opinión pública le dé la espalda para unas próximas elecciones, a la par que  que se busca que se desaten a lo largo y ancho de toda Norteamérica protestas violentas generalizadas que den lugar a enfrentamientos civiles que muevan a su dimisión o empujen a una destitución por esa parte del ejército no comprometida en la lucha contra el cabal, destitución que se llevaría a cabo supuestamente en pro de la paz social.

Ahora bien, dado que los miembros del Estado profundo y sus colaboradores son perfectamente conscientes, tal y como señala en sus crípticos escritos Q Anon, interpreta David Wilcox y da a entender el mismo Trump en algunas de sus intervenciones,  de que están en marcha y se aplicarán en no demasiado tiempo toda una serie de medidas judiciales, con órdenes de detención ya firmadas que se aplicarán a  varios miles de miembros del Cabal implicados en crímenes contra Estados Unidos e incluso referidos al tema de la pedocriminalidad, al comercio de menores y otros repugnantes crímenes.

                                                               



                                                                       
 En estas últimas semanas y días los miembros del Estado profundo se han visto obligados a incrementar el número de ataques y acusaciones con la urgente necesidad de destituir a Donald Trump mediante  un impeachment, tal y como en su momento se hizo con Nixón sirviéndose del caso Watergate

Es por todo ello que cada vez les resulta más perentorio encontrar, o crear, un escándalo o mentira que les permita denunciarlo ante el Congreso para conseguir su destitución.

Es muy importante que los españoles o aquellas personas que no formen parte ni residan en los Estados Unidos evitemos caer en el error de no tomar en consideración lo que acontece en Norteamérica creyendo que es algo lejano y que no va con nosotros,  y no podemos pensar de ese modo puesto que en la actualidad formamos parte de una comunidad internacional globalizada en la que los tentáculos del cabal y el poder jázaro llega a todos nuestros países, ya sea a través de las corporaciones multinacionales o los centros de poder financiero, por no hablar del sometimiento corrupto de nuestras autoridades políticas a las instrucciones proporcionadas por las caras visibles de ese poder en la sombra, baste como ejemplo recordar las reuniones de Sánchez con el globalista y promotor de la inmigración ilegal  George Soros, la asistencia de los más importantes políticos españoles a las reuniones del club Bilderberg o la reunión que tuvo el actual rey con el entonces presidente Barak Husseim Obama, premio nobel de la paz especializado en ordenar bombardeos sobre población civil en Libia, invadir países en Oriente próximo o a través de su fundación “salvar” a centenares de niño de Haití que nunca más han sido vistos.

                                                             

              

Por otro lado debemos evitar ser víctimas de esa campaña que a nivel internacional la cábala está llevando a cabo contra Donald Trump como cara visible de la alianza que se opone abiertamente al Estado profundo.
 No podemos creer todas esas acusaciones que ahora se vierten  de modo exagerado y continuo contra el presidente de los Estados Unidos, ¿nadie se pregunta como es posible que esos mismos medios que ahora vierten tal cantidad de acusaciones y promocionan las declaraciones de sus ex consejeros y colaboradores  contra  Trump durante la campaña electoral promocionasen y adulasen la figura de Hillary Clinton a la par que silenciaban los indicios y gravísimas acusaciones que había contra su persona y contra la Fundación que lleva su nombre y el de su marido?.

                                                                   






No creamos todo lo que nos llega a través de los medios referido a Donald Trump y su administración y considerémoslo como parte de la estrategia de propaganda que forma parte de la batalla que se libra contra el cabal.
En lo posible hemos de combatir al Estado profundo, que no sólo está activo en los Estados Unidos, sino que lo sufrimos en todos los países civilizados y detrás del que se ve la zarpa de la comunidad jázara y su poderío financiero internacional.

                                                                      




Con todo lo expuesto desde luego no pretendo dar un apoyo total a Trump, solamente en tanto luche contra el Estado profundo, pero para nada respecto a sus actuaciones  en favor del Estado judío, de donde en gran parte proviene ese mismo Estado profundo que debe combatir también en su origén jázaro. Con estas lineas sólo pretendo poner a los que esto lean  en guardia respecto a las noticias malintencionadas que pone en funcionamiento el cabal y los medios a su servicio.