martes, 24 de enero de 2012

La yihad: concepto y tipos.

      Cuando hablamos de la Yihad estamos refiriéndonos a un concepto fundamental del Islam, a algo que es un precepto  de la ley islámica. Se trata de  un tipo de guerra incluido  en ese conjunto de mandatos  y prohibiciones de Alá referentes a la  conducta humana.
Para cualquier musulmán la Yihad constituye  la obligación más importante después del cumplimiento de los cinco pilares del Islam, a saber:
         -La sahada o profesión de la fe.
            -Las cinco oraciones diarias.


                                                       
         -El ayuno del mes del Ramadán.
         -El zaqat o limosna.
         -El hajj o peregrinación mayor a la Meca.


                                                     

El hecho real es que para muchos musulmanes, especialmente para los radicales, la Yihad es considerada como el sexto pilar del Islam.

A diferencia de lo que ocurrió en el cristianismo con el concepto de guerra justa o con lo que sucedió en el caso de las Cruzadas, la Yihad resulta ser una obligación, un precepto que todo musulmán ha de seguir siempre y cuando esta sea declarada. Por el contrario en el cristianismo cuando se habla de guerra justa o de Cruzada lejos de tratarse de un mandato no pasaba de ser una recomendación supeditada a la libre voluntad del creyente ya que lo primero que se buscaba era aplicar la paz y tan solo ante la agresión se podía luchar. En el caso del Islam la Yihad puede ser tanto ofensiva como defensiva, aunque retorciendo de modo torticero el significado de las cosas , tal y como en la actualidad hacen los islamistas radicales, ambos tipos de Yihad pasarían a ser ofensivas al considerar agresiones contra el Islam la mera existencia de unas sociedades que harían peligrar la integridad moral de los fieles, que serían responsables de la decadencia del Islam o  que ejercerían colonialismo sobre el Dar-al-Islam.
En el caso del Islam nos encontramos con una posición distinta a la que hemos señalado que acontece en el cristianismo, de hecho en el Islam no existen misioneros que pretendan convertir  tras haber expuesto la doctrina, los musulmanes utilizan la fuerza para que se expanda la religión de la media luna.
La palabra Yihad deriva de la raíz arabe  yahd que significa esfuerzo. En el Corán aparece con el sentido de “lucha por Dios” o “lucha por el camino hacia Dios”.

Cuando en la actualidad se habla de la Yihad  surgen inmediatamente voces que siguiendo la corriente políticamente correcta nos la quieren presentar como algo que no tiene nada que ver con la agresión o con la violencia. Estos personajes siempre hablan de que bajo este término se hace referencia en efecto  a un combate, pero a un combate espiritual e interno que para nada se relaciona con cuestiones bélicas o violentas. Como veremos, esta aseveración resulta ser una gran falacia puesto que dentro el término en cuestión se inscriben dos tipos distintos de combate.

Llegamos al punto en que resulta preciso señalar que la Yihad tiene dos acepciones distintas que desde la controversia a la que hemos hecho referencia resultan poco menos que incompatibles.
Por un lado nos encontramos con la Yihad  mayor y por otra con la Yihad menor.

La Yihad mayor vendría a coincidir con esa acepción a la que se refieren los comunicadores y analistas a que nos hemos referido más arriba. Esta Yihad mayor vendría a referirse a un combate espiritual e interno,  a ese esfuerzo que todo creyente debe seguir para ser mejor musulmán, para que su conducta se semeje y se someta a las directrices que marca el Corán. Sería la búsqueda de la virtud y la evitación del vicio.
La Yihad menor se refiere por contra a un tipo de combate  entendida como acción bélica para extender el Islam o en su caso para defenderlo. Según otras fuentes musulmanas la Yihad menor se referiría al combate contra infieles y apostatas en el nombre de Dios.


                                                                   
Esta concepción de Yihad menor a servido a lo largo de la historia del Islam para justificar conquistas y para someter nuevos territorios.

Una vez que hemos presentado esta diferenciación es preciso recalcar que cuando en este siglo XXI hablamos de Yihad para nada nos estamos refiriendo a una lucha ascética de tipo individual que para nada afecte al resto de la humanidad.
Desgraciadamente el significado se limita exclusivamente a lo que se ha dado endenominar Yihad menor. De hecho  los islamistas radicales y yihadistas  no llaman precisamente a un proceso de conversión de los musulmanes sino a una lucha contra Occidente a través de los medios que a todos nos vienen a la mente.

Cuando el 23 de Febrero de 1998 Ben Laden declara la Yihad global , proclamando una Yihad contra los Estados Unidos y sus aliados o contra “judíos y cruzados” como les gusta decir, no declaraba una campaña de conversión interior, es así que debe quedar muy claro cual es el verdadero rostro de la Yihad y no dejarse embelesar por esos comentarios angelicales que nos pretenden vender lo que no es.


                                                                

Del mismo modo que nos hemos referido a los dos tipos de Yihad en que esta puede dividirse nos vamos a ocupar ahora de los supuestos en los que de modo legal y legítimo se puede declarar la Yihad,  nos estamos refiriendo por supuesto a la menor ya que la mayor debe ser de aplicación continua  a lo largo de la vida de todo creyente.
Habría pues tres tipos de Yihad menor: La defensiva, la ofensiva e incluso la preventiva, aunque esta última no es aceptada de modo unánime por todos los estudiosos del Islam.

-La Yihad defensiva tiene la doble utilidad de protegerse del ataque de apóstatas, infieles o bandidos que combatan la verdadera fe o traten de arrebatar territorios considerados parte del Dar-al-Islam. En este tipo de Yihad también estaría incluida la guerra para  recuperar el territorio arrebatado al Dar-al-Islam, como consideran es el caso del Al-Andalus.


                                                                      

-La Yihad ofensiva  tan solo se puede librar contra apóstatas  o bandidos a los que es absolutamente lícito arrebatarles el territorio  para que de este modo pueda ser sometido al dominio del Islam.

-Y en último lugar nos encontramos con otro tipo, la Yihad preventiva. Este tipo resulta prácticamente desconocido en Occidente, y aunque como ya hemos dicho no existe unanimidad entre los estudiosos, es aquella que se libra con los medios que se consideran precisos para combatir un peligro que aunque no resulta evidente se juzga como próximo.


                                                                          

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