lunes, 20 de agosto de 2018

Italia, el precio de ejercer la soberanía.



                                                                                       


El gobierno italiano ha adoptado una medida que de modo claro pone coto a uno de los caminos más importantes  utilizado para la invasión de Europa a base de inmigrantes ilegales promovida por la élite globalista internacional.
La medida adoptada por las autoridades italianas de prohibir que los barcos de las O.N.G.s que rescatan inmigrantes ilegales, y que de hecho colaboran con las mafias que comercian con las vidas humanas, se centra en que esos barcos no puedan atracar en puerto italiano o entrar en sus aguas jurisdiccionales. Esta medida resulta un serio revés para los planes que los globalistas enemigos de Europa, empezando por George Soros. Este plan globalista de invasión  lo habían puesto en marcha con la intención de acabar con la población blanca europea y con la identidad de nuestro continente.
Pero como era de esperar la adopción de esta medida por parte del gobierno italiano ha provocado la inmediata respuesta por parte de ese poder globalista que tiene marcadas unas claras metas desestabilizadoras para acabar también con los Estados-nación y su soberanía.
Y es que esos poderes globalistas no iban a permitir que ningún Estado-nación, ejerciendo su soberanía pusiesen en peligro lo que ellos y sus tontos útiles tratan de imponer, al igual que tampoco permitirían que ninguna medida adoptada de modo soberano interrumpiese las estrategias establecidas para alcanzar sus fines.

                                                                 



Como hemos señalado la respuesta no ha tardado en aparecer,  en este momento nos encontramos con que la respuesta se ha manifestado de diversas formas, una clara y objetivable cual es la económico-financiera y otra menos objetivable y difícilmente reconocible por la población,  que se sostiene sobre atentados y sucesos inducidos o provocados que funcionarían a modo de advertencia.

Ahora nos vamos a centrar en esas primeras medidas punitivas a las que hemos hecho referencia.
El banco de inversiones Goldman Sachs ha publicado un análisis en el cual advierte que la segunda economía más endeudada de la zona euro, la de Italia, seguramente se vendría a enfrentar a un cambio estructural, provocando estas declaraciones que en no demasiado tiempo la deuda de Italia no encontraría comprador alguno, con el grave peligro que esto significa para una economía ya dañada.

                                                                

Es de este modo que los “análisis” negativos publicados, tan solo días después de la decisión de Salvini respecto al freno de la invasión migratoria, sumados a la debilidad de los bancos italianos que ahora se encuentran bajo control del Banco Central Europeo (B.C.E.) ha puesto a Italia en una grave situación en la cual está a punto de colapsar. A todo esto hay que añadir que la desconfianza que las declaraciones de Goldman Sachs y las acciones de la U.E. han hecho que entre los inversores internacionales se hayan sumergido en la desconfianza y ello ha causado un gran aumento de la prima de riesgo tras una fuerte venta de títulos de la deuda pública italiana, de hecho la prima de riesgo se elevó a los 286 puntos básicos, el nivel más alto alcanzado desde mayo pasado en el que también se produjo una gran subida, por supuesto esa subida de mayo se produjo cuando accedió al gobierno el partido que ahora gobierna Italia.

A esto hay que añadir que el muy oportuno colapso del puente de Génova ha provocado, además por supuesto de los muertos y heridos, que el principal índice de la bolsa italiana, MIB, fuese el único índice bursátil europeo que ese día cerró en negativo. Con una caída del 1.83%, en gran parte consecuencia de la caída de la caída del 22% de Atlantia, propietaria de Autoestrade, concesionaria de la autopista A10 donde se encontraba el puente caído.

Ante esta grave situación derivada tanto de los análisis de Goldman Sachs como de la caída del puente de Génova, Italia no podrá contar con la ayuda de la U.E. ya que esta ha señalado que a partir de junio no comprará más deuda pública, lo que haría que la adquisición la tenga que hacer la banca privada con el riesgo que ello conlleva debido a la debilidad de esta banca.
No hay que olvidar que decir Goldman Sachs y decir Soros es lo mismo que decir Unión Europea, es decir globalismo antinacional y anti-soberanía. Quien se trate de salir de los caminos que marcan estos globalistas ya saben lo que les espera, la muerte financiera y el derrumbe económico.

Todo lo que hasta ahora hemos explicitado es la respuesta, o aviso, más objetiva y claramente observable.
Pero ahora hemos de señalar esas otras venganzas y avisos que no son tan objetivables y que muchos calificarán de meras elucubraciones fruto de mentes conspiranoicas
En este sentido nos tendríamos que referir al derrumbe del puente Morandi en Génova, que colapsó muy oportunamente días después de la decisión de Salvini. Menudo aviso. Al igual que ocurrió con el atentado de la estación de Bolonia tampoco hay prueba ni indicio alguno que señale que estemos ante algo preparado por fuerzas distintas a lo meramente accidental en este caso o al terrorismo de extrema izquierda entonces, pero las coincidencias a estos niveles no se suelen dar.

                                                                 


De hecho ahora el gobierno italiano ha rescatado inmigrantes ilegales a la deriva con sus propios navios, aunque los dejarán  pisar suelo italiano hasta que la Unión Europea no se comprometa a hacerse cargo de la parte correspondiente de los rescatados. ¡Así se hace!

                                                                 


Es fundamental que los Estados nacionales sean lo suficientemente valientes para defender su soberanía enfrentándose  al poder globalista  financiero internacional, y este enfrentamiento nos llevará a una victoria segura si las naciones actúan de modo concertado y apoyándose mutuamente.

                                                                  

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