viernes, 17 de agosto de 2018

Colaborando con la invasión.




                                                                                       


Una enfermedad que distorsiona la percepción de las cosas y consecuencia de ello provoca comportamientos opuestos a sus obligaciones ha anidado en los componentes de la benemérita.
Los miembros de la querida Guardia Civil demuestran que no se han librado de esa epidemia que afecta a la inmensa mayoría de la población española, estoy refiriéndome a ese buenísmo sentimentaloide que poco a poco conduce a España al suicidio.
Estamos frente a un verdadero trastorno mental que se inocula merced a un sentimentalismo enfermizo que distorsiona la realidad de las cosas y que se sostiene y justifica en base al pensamiento único de lo políticamente correcto.
Nos encontramos ante una percepción alterada que hace aparecer como buenos, comportamientos que no sirven más que a los intereses de los enemigos de España y de la civilización occidental.
Ahora bien, los guardias civiles, sus mandos y jefes tienen unas obligaciones para con España que no pueden violar pues al hacerlo están pisoteando su uniforme, transgrediendo gravísimamente su juramento y mancillando ese honor que en su divisa afirman tener.

                                                               

Va siendo hora de despertar y ver que un falso humanitarismo nunca justificará que sean los mismos encargados de defender las fronteras españolas, ya sean estas marítimas o terrestres, los que colaboren con los invasores llenando el territorio nacional de millares de inmigrantes que tratan de penetrar en territorio nacional de manera ilegal.
Pero si cabe la cuestión es más grave aún, puesto que aunque la corrección política y los medios de manipulación a las órdenes de los globalistas digan lo contrario, detrás de esa supuesta ayuda humanitaria que la guardia civil y salvamento marítimo realizan se esconde la colaboración, aunque sea inconsciente, con una estrategia mundialista para que Europa toda, y en especial España, pierda su identidad social, política, religiosa y racial.

Se pretende, tal y como Kalergi marcó en los años veinte del siglo pasado, hacer de la sociedad europea una sociedad mestiza vacía de identidad para de esa manera poder controlarla y a través de ello conseguir que una élite judía controle el mundo.

                                                           


Se dirá, y no sin razón, que los guardias y miembros de salvamento marítimo que llenan nuestros puertos y costas de inmigrantes ilegales no hacen otra cosa que obedecer órdenes y que de ello depende su sustento y el de sus familias.

Todo ello es cierto, pero no por eso dejan de estar colaborando de manera activa con la invasión de la que está siendo objeto nuestra patria. La cuestión está en decidir qué han de colocar en primer lugar ¿ la salvaguarda de España o la obediencia y el sueldo?.

Llegados a este punto creo que es de justicia hacer una clara diferenciación en el grado de responsabilidad que se produce entre los que ordenan y los que se ven impelidos a obedecer, pero sobre todo quiero referirme a los altos oficiales y jefes de la guardia civil, los cuales tienen la obligación de al menos manifestar protestas ante la superioridad y ante las máximas instancias militares y si ha lugar ante las autoridades políticas.

                                                            

Se dirá que los generales también tienen que mantener una familia y necesitan el sueldo, del que a buen seguro se verían privados caso de no transmitir las órdenes o de elevar las protestas. Pero en este caso es precisamente el rango que ostentan el que exige que hagan todo lo posible para evitar la invasión a que España se está viendo sometida y a la que de una u otra manera están colaborando.
Lo que ocurre es que por un lado la obediencia sirve para parapetar la cobardía y por otro que la ignorancia es buscada para excusar el propio comportamiento.

Pues nada, seguir colaborando con la invasión trayendo a nuestros puertos a miles y miles de ilegales que a medio y corto plazo acabarán con nuestra patria y civilización.


                                                             
                                
           


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