martes, 29 de mayo de 2018

No a la U.E., si a Europa.


                                                                       


Lo sucedido unos días en Italia pone claramente de manifiesto algo que era por todos nosotros sabido y que no nos hemos cansado de repetir una y mil veces.
 Por supuesto me estoy refiriendo al hecho de que con esa Unión Europea fruto del desarrollo de la idea paneuropea de Kalergi y que llevaron a cabo los “padres” de esta asociación de mercaderes usureros al servicio de la logia y la sinagoga, la soberanía de los países-nación que componen Europa ha terminado por desvanecerse.

                                                             


Y esto es así por mucho que las masas de borregos con cabeza de esponja que llenan de votos las urnas piensen lo contrario, o porque los estómagos agradecidos vendidos al dinero fruto de la especulación llevada a cabo con el trabajo de ese mismo pueblo al engañan hablen de las bondades de la U.E., de la libertad, de una paz y prosperidad que la Europa que esos mercaderes usureros han traído supuestamente a nuestro continente.
Lo único cierto es que a raíz de la invasión de Europa en 1945, nuestros pueblos han caído en la que quizá sea la mayor regresión moral e identitaria que nuestro pueblo ha padecido a lo largo de su ya milenaria historia.
Y es que los padres putativos de este engendro que es la Unión Europea, aunque iniciase sus pasos con otro nombre, han adquirido la gran responsabilidad de haber sometido a los pueblos europeos a una homogeneización que les ha privado de sus identidades y de unos medios legislativos y económicos adaptados a cada una de sus realidades, medios que les permitían desarrollar unas actividades económicas individualizadas  y llevar a cabo una política exterior soberana  no sometidas al camino que marcasen los intereses de las altas finanzas internacionales o impusiesen los ideólogos de ese Nuevo Orden Mundial judeo-masónico que pretende dominar al mundo empezando por Europa.

                                                             


Es así que no debemos olvidar el nombre de los infames que siguiendo las directrices de Kalergi contribuyeron a dar al traste con ese faro de la humanidad que ha sido Europa, no olvidemos a Adenauer, Bech, Beyen, Churchill, Gasperi, Hallstein, Monnet, Schuman, Spack y Spinelli.
Como se señaló al principio de esta entrada lo sucedido en Italia los días pasados no hace otra cosa que ratificar todo lo que posteriormente se ha señalado, es así que ahora paso a describir lo acaecido en Italia.
Pues bien, Los resultados de las elecciones generales italianas de las 2018 llevadas a cabo el 4 de marzo resultaron sumamente dispersos, pero si algo mostraron fue un importante aumento del populismo y de la llamada extrema derecha. Siendo así que el Movimiento cinco estrellas obtuvo el 32.66% de los votos y la Liga Norte el 17.37%.

                                                                  


 Aun siendo sumamente distintos a nivel ideológico coincidían en aspectos prácticos tales como el endurecimiento de la política inmigratoria y la salida del Euro para recuperar soberanía y poder económico para poder hacer frente a la problemática económica y social por la que atraviesa el país transalpino.
Siendo así que ambos grupos políticos se coaligaron para conformar un gobierno que tendría entre sus principales pilares el combate a la inmigración ilegal y la lucha contra el sometimiento económico que deriva de la pertenencia a la eurozona.

                                                                 

Ambos aspectos resultan ser absolutamente tabú para aquellos que dirigen y pretenden mantener el chiringuito de la Unión Europea, con lo cual estos dirigentes y sus lacayos pondrían todos los obstáculos precisos con tal de impedir que tales objetivos pudiesen ser llevados a cabo. Para ello buscaron desestabilizar la economía de Italia atacando la prima de riesgo, pero en este caso el ataque frontal al nuevo gobierno y de este modo impedir que se pusiesen en marcha el tema de la inmigración y la salida del euro se centró en la utilización de una prerrogativa que la Constitución italiana que permite al presidente de la república del país bloquear los nombramientos que haya propuesto el gobierno.

Pues así se hizo, el presidente italiano Sergio Mattarella vetó al economista Paolo Savona, partidario de la salida del euro, como ministro de economía. Lo que llevó a que el que debía ser nuevo primer ministro de Italia, Giuseppe Conta, a presentar su dimisión. Señalando Di Maio, líder del Movimiento cinco estrellas, que habían decidido las agencias de clasificación, y que lo importante no era tanto Savona si no saber si Italia es o no soberana.

                                                         
      


Pero la aplicación del veto y la dimisión de Conta no pareció suficiente a Mattarella, ya que tras ello convocó al economista, antiguo directivo del Fondo Monetario Internacional (F.M.I.), Carlo Cottarelli con objeto de que formase un gobierno de técnicos, lo que es lo mismo que decir un gobierno títere en manos de la U.E., del F.M.I. y de las finanzas usureras internacionales.
De esta manera a través de un gobierno de tecnócratas que no había elegido el pueblo se paraliza toda política contraria a los intereses del gobierno internacional en la sombra.

Y la estrategia de imponer un gobierno “técnico” no es la primara vez que se aplica en algún país del sur de Europa.

Una prueba más de que estamos en manos de quienes buscan acabar con nuestra soberanía y destruir nuestras identidades.

                                                               





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