jueves, 8 de junio de 2017

Un héroe español.




                                                                                   



Resulta escandaloso el trago por el que ha hecho pasar a la familia del español Ignacio Echevarría la policía y el gobierno británico al haberles tenido durante cuatro interminables días pendiente de si estaba o no con vida. Si además tenemos en cuenta que se trataba de un verdadero héroe que se enfrentó a un terrorista que estaba acuchillando a una mujer en el puente de Londres la tardanza se entiende aún menos. A todos, incluidos los forenses y miembros de la policía científica española, nos resulta excepcionalmente extraño que con los medios de reconocimiento facial, dactilares y de A.D.N.  existentes haya sido necesario tanto tiempo para verificar si Ignacio estaba o no entre los fallecidos.

Tengo la absoluta certeza de que sin las presiones diplomáticas, e incluso las realizadas de gobierno a gobierno y a través de la Unión Europea, las autoridades británicas no habrían reconocido la muerte de este valiente y todo habría terminado dándosele por desaparecido.

 Desde luego nada de lo concerniente a este episodio es normal, más bien resulta extraño.

                                                          


Pero esta extrañeza se convierte en sospecha y va más allá desde el momento en que tras haberse reconocido la muerte de Echevarría no se permitirá a la familia la repatriación de sus restos mortales hasta el lunes, señalando que el sábado se realizará la autopsia del cadáver (momento en el cual podrán hacer desaparecer las pruebas que se quieran ocultar).

La pregunta surge de modo automático, ¿Qué es lo que las autoridades británicas tratan de esconder?

Desde luego eso que pretenden mantener oculto lo hemos de relacionar con la inmediatez de las elecciones generales en el Reino Unido, ya que, en este momento, cualquier escándalo podría acabar con las posibilidades de Theresa May de mantenerse en el gobierno.



A mi parecer se podría tratar de ocultar que el español fue abatido por “fuego amigo” de la policía británica, no siendodescartable, más bien muy probable, que al intentar incorporarse tras ser acuchillado por los terroristas algún policía londinense disparase contra él al confundirlo con un terrorista. Cosa que desde luego no disculpa al agente ya que se supone que están para proteger a la población.  Pero lo que desde luego no tiene perdón es el silencio criminal del ministerio del interior y del gobierno del Reino Unido respecto a si Ignacio estaba o no vivo.
                                                           

Otra posibilidad es  que Ignacio hubiese descubierto que los agresores-terroristas no eran musulmanes y que se trataba de una acción de falsa bandera, en cuyo caso le podrían haber rematado con un arma de fuego.
                                                                   
                                                                   


                                   




De otra forma todo este rocambolesco episodio es inexplicable, al igual que es inexplicable que no sepamos nada de la mujer acuchillada. Tal y como ocurre en todos los atentados de bandera falsa el terrorista llevaba encima la identificación y además estaba o había estado controlado por las fuerzas de seguridad.



No quiero terminar sin darle mis condolencias a los familiares y amigos de Ignacio Echevarría a la par que felicitarles por tener un héroe como familiar o amigo.


2 comentarios:

  1. GLORIA Y HONOR ETERNOS PARA IGNACIO! SUPO HACER FRENTE AL TERROR, AL HORROR Y A LA TIRANÍA CON VALOR!

    IGNACIO ECHEVARRÍA: ¡¡¡SIEMPRE PRESENTE!!!

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  2. No dudo de su heroísmo pero da la impresión de ser un agente español "neutralizado" http://www.elmundo.es/cronica/2017/06/11/593bbf98e5fdea5c238b465f.html

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