martes, 24 de noviembre de 2015

TURQUIA, LA OTAN Y EL ISIS.


                                                     
Con el derribo  del avión ruso y la muerte de los pilotos  supuestamente a manos de “rebeldes” turcos mientras caían en paracaídas., Turquía está, por supuesto de común acuerdo con los Estados Unidos,  poniendo a Vladimir Putín ante una tesitura  en la que difícilmente podrá abstenerse  de responder con una acción bélica.
                                                             

 La OTAN en general, y EEUU muy en particular, lleva años tratando de provocar  un ataque ruso ante el cual poder justificar una respuesta-ataque militar de grandes proporciones.  
De hecho la OTAN, y los EEUU muy especialmente, no han parado de realizar provocaciones con el fin  de conseguir lo antes señalado.
La expansión de la OTAN hacia el este, acercando cada vez más sus fronteras a las rusas mediante la inclusión de muchas de las antiguas repúblicas que conformaban el extinto Pacto de Varsovia,  ha llevado a que la práctica totalidad de la frontera oeste de Rusia lo sea con la OTAN, con el consiguiente despliegue militar atlantista que dirige EEUU y que amenaza a Rusia. Este hecho ha constituido la ruptura de un acuerdo tácito que realizaron la antaño Unión Soviética y la Organización  Atlántica cuando la URSS estaba a punto de desmoronarse.

                                                                 

El siguiente paso ha sido el despliegue del denominado escudo antimisiles, un despliegue que de hecho deja inerme a   Rusia ante un posible ataque nuclear por parte de los EEUU, puesto que la instalación del escudo haría inútil cualquier respuesta nuclear por parte de Rusia.

                                                                      

En los años ochenta, durante la presidencia de Ronald Reagan, se iniciaron los primeros pasos de este ahora denominado escudo antimisiles, entonces recibía la denominación de iniciativa de defensa estratégica, y se diferenciaba fundamentalmente en que se entonces se trató de consensuar que ambas superpotencias nucleares, USA y la URSS, la instalasen de modo paralelo, anulándose de este modo  la capacidad de que sus respectivos arsenales nucleares pudiesen hacer blanco en el territorio de la potencia adversaria. De este modo se mantendría el equilibrio  al no quedar ninguna de las dos en inferioridad de conciones con respecto a la otra.
Pero el despliegue del escudo antimisiles no pasa de ser una de las múltiples provocaciones que Rusia ha recibido de parte de la OTAN, una iniciativa impmortante pues se trata de una iniciativa unilateral que deja a Rusia inerme y sin posibilidad de respuesta nuclear ante un ataque de ese tipo.
 Podemos hacer referencia a las múltiples y continuadas maniobras que la Alianza Atlántica ha venido realizando junto a la frontera  rusa o el despliegue de aviones de caza por el territorio lituano y polaco, así como la colocación de numerosas baterías de misiles en la zona este de la OTAN.
Otro tema para nada menor es el de Ucrania, en el que se llevó a cabo un verdadero golpe de Estado promovido por los intereses económicos y estratégicos de la UE y en el que participaron grupos entrenados en Lituania por instructores de la OTAN que más tarde fueron movilizados y dirigidos en la plaza Maidán  . En Ucrania se tocaban ya cuestiones mucho más sensibles que la mera cercanía  de la OTAN a las fronteras rusas, que también, pues entraban en juego temas referentes a zonas de población e historia rusa. Relacionado con este tema habría que incluir el asunto de Crimea, zona rusa por antonomasia, la cual se reintegró a Rusia tras un referéndum absolutamente mayoritario a favor de ello.

                                                                  

La posición de la OTAN y de la UE fue respecto al tema de  Crimea muy sucia, al poner en duda la limpieza del referéndum y al considerar que Crimea había sido anexionada a Rusia.
Los últimos sucesos que se han desarrollado en Turquía pienso que hay que relacionarlos con las recién terminadas maniobras de la OTAN  TJ15 , Trident Juncte 2015, maniobras estas que han contado con un despliegue de medios humanos y materiales como no se habían visto desde el final de la guerra fría, en total  han participado 36000 hombres de un total de 6 países. Se trató de un ensayo de guerra general y abierta, una verdadera exhibición de músculo frente a Rusia.

                                                            

Si regresamos a lo que ha sucedido en Turquía, o Siria, según la fuente a la que acudamos, es lógico pensar que es consecuencia de que las operaciones de aviación rusa, contrariamente a las llevadas a cabo durante más de un año por la aviación de la coalición encabezada por EEUU han bombardeado y cortado el suministro y venta de petróleo que Daesh realizaba utilizando territorio turco. Del mismo modo las fuerzas rusas atacaban tanto al ISIS como al resto de rebeldes “moderados”, entre los que se contaban los turkomanos, que eran aliados de Turquía.
Ahora la problemática surge si la OTAN, ante una más que posible  respuesta militar de Rusia contra una Turquía miembro de la Alianza Atlántica, se verá obligada a defenderla y a entrar en combate con Rusia si el enfrentamiento se produce.
Turquía ha estado todo este tiempo apoyando, al dejar pasar por su territorio voluntarios camino de las filas de Daesh y permitiendo la compra-venta de petróleo procedente de los campos petrolíferos que han conquistado los terroristas del ISIS, también ha protegido y apoyado a terroristas que, al igual que EEUU, denominan “rebeldes moderados” en este caso especialmente a los turcomanos.  La lucha contra Daesh no entra, ni ha entrado entre las prioridades de Turquía.

                                                                   


Resultaría contradictorio que la OTAN pusiese sus tropas y armas  a favor de quién ha defendido y apoyado al ISIS en contra de quién lo ha combatido y combate.

                                                              

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