jueves, 4 de abril de 2013

Una Yihad sexual.



                                                                   


Hace unos días  el clérigo  salafista saudí  Muhamed Al-Arifi emitió una fatua en la cual “legitimaba” el secuestro de mujeres “infieles” (que no sean de religión suní) para constituirlas en esclavas sexuales. Según esta autoridad musulmana de este modo las mujeres y adolescentes contribuirían a la yihad que los muyahidin mantienen en Siria.

El señalado clérigo marcaba una serie de “condiciones” para la aplicación  de la fatua.

La primera hace referencia a la edad, habrían de ser mujeres  mayores de 14 años y la segunda limita a un par de horas  en las que se puede realizar el acto sexual con las secuestradas.

La finalidad sería dar a cada muyahidin un descanso  tras la batalla.

Hay que señalar, aunque pueda resultar inconcebible  que  no son pocas la mujeres musulmanas que apoyan  que regrese  la antigua costumbre islámica de la “esaclavitud sexual”. Tal es el caso de la activista política kuwaití Salwa Al-Mutari.

Por supuesto los grupos feministas occidentales  no levantan su voz para  oponerse a tan brutales  declaraciones y extendidas costumbres.

El mismo autor de la fatua a la que hacemos referencia habla de que la  actuación que “legaliza moralmente” está muy extendida en la actualidad en  la zona de Siria en estos momentos.

Los muyahidin tienen especial predilección por las mujeres caldeas (católicas) al verlas como infieles  que  no son dignas de ninguna consideración.

Ya en Junio del 2011 el obispo caldeo de Alepo: Antoine Audo advirtió sobre la islamización a la que se acercaba el país, señalando que derrocar a Bassar Al-Assad no llevaría nada bueno para la población pues con ello sólo se busca la  inestabilidad, dividir a los países árabes e imponer un islamismo radical.

Ahora nos encontramos con que se ha desatado un conflicto en el interior de Siria  iniciado y apoyado, militar, logística y  diplomáticamente por los países occidentales, la CIA, la OTAN,etc.


Las potencias de Occidente no parecen haber aprendido, o tal vez  lo que ha ocurrido es lo que buscaban, que  los regímenes que han caído en Libia, Irak e Afganistán con su ayuda y apoyo militar han dado paso a  sistemas políticos musulmanes radicales en los cuales las poblaciones cristianas son perseguidas, masacradas o han de  huir.

                                            


Pero por lo que se ve, los intereses económicos y geoestratégicos de  USA y de sus títeres de la OTAN, así como la influencia todopoderosa de Israel  están por encima de la vida de los cristianos de la  zona.

                                         


La caída del régimen  sirio resulta fundamental para que  los Estados Unidos puedan llevar a cabo un ataque contra Irán. Ataque que tanto  ansía el estado judío.

                                               

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