domingo, 19 de noviembre de 2017

PEDERASTIA EN ARABIA SAUDÍ.


                                                                             

                                                                         

Las luchas intestinas y golpes palaciegos que se vienen produciendo en la monarquía reinante en Arabia Saudí durante las últimas semanas han dado lugar a sucesos que han servido para la confirmación de informaciones sobre aspectos de lo que ocurre en la opaca monarquía saudí, aspectos que, aunque eran intuidos por investigadores occidentales, nunca pudieron ser corroborados y que ahora se han visto ratificados por miembros de la familia real saudí.

 Me estoy refiriendo a que la detención acusado de corrupción del príncipe saudí Al Waleed Bin Talad, ha llevado a que su ex esposa la princesa Amira Aidan Bint Nayef concediese una entrevista al diario francés Le Monde, entrevista del lunes 6 de Noviembre de 2017, entrevista en la cual acusa al poder saudí de llevar a cabo una verdadera corrupción. 
                                                            





 Lo que más llama la atención de las declaraciones de la princesa aparece cuando señala que la monarquía de la familia Saud ha convertido la ciudad de Jeddah en un mercado de esclavos en el que las menores de edad son utilizadas para recepciones y fiestas relacionadas con abusos sexuales junto a la utilización de drogas y alcohol. Explicó que este mercadeo sexual y depravación generalizada se puede llevar a cabo debido a que los miembros del Comité para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio (policía árabe de la Sharía que ejecuta a las mujeres en plena calle por el mero hecho de no llevar el nicab, o bien azota  a cualquiera que se atreva a beber alcohol o a comer durante el ramadán) se alejan del tema de la explotación sexual de menores y del consumo generalizado de alcohol y drogas en esas degeneradas fiestas por miedo a perder sus puestos de trabajo en caso de investigar o intervenir.

                                                            



                                                                 


La primera pregunta que se nos viene a la mente se refiere a la procedencia de esas niñas y adolescentes que son sometidas a los abusos sexuales en las fiestas y recepciones a las que la princesa  Amira ha hecho referencia en sus declaraciones a Le Monde.

En primer lugar es importante para contextualizar la cuestión, hay que señalar la inclinación que los árabes han tenido y tienen hacia las niña y adolescentes de piel blanca. Recordar como cuando las naves árabes y otomanas dominaban el Mediterráneo realizaban ataques a las poblaciones costeras para raptar mujeres y niñas con el fin de llevarlas a sus harenes. siendo centrándose específicamente en las blancas.
                                                            



En la actualidad esta no es la forma a través de la que se hacen con ellas puesto que no controlan el Mediterráneo ni realizan tales incursiones.

A mi parecer dos son las fuentes de las que la monarquía saudí se sirve para surtirse de esa “mercancía” de la que después abusará.
                                                               



El primero es a través de comprar al ISIS, Daesh en árabe, las numerosas jóvenes esclavas que venden y cuyas ganancias destina después el grupo terrorista a los gastos derivados de la yihad y a la lucha que desarrollan en Siria e Irak en particular.  Para ver hasta qué punto esto tiene base hemos de tener en cuenta que la monarquía saudí ha ayudado a crear junto a Qatar, Estados Unidos e Israel el grupo terrorista takfirí ISIS, grupo que se basa principalmente en el wahabismo, salafismo de origen saudí.
                                                               



Además de crearlo, los príncipes saudíes lo mantienen económicamente, con lo que para nada resulta extraño que realicen estas abominables adquisiciones, de hecho, estarían “matando dos pájaros de un tiro”, puesto que a la par que se hacen con esclavas que dedicar a sus perversas fiestas estarían colaborando económicamente con la yihad que ellos mismos promueven.

En este punto tampoco habría que olvidar a las chicas europeas que se suman al ISIS, adolescentes tomadas como esclavas sexuales y pueden muy bien ser parte del negocio sexual con Arabia Saudí.

                                                    



El segundo modo a través del cual conseguirían niñas y adolescentes para tan aberrante fin sería el de raptarlas en países occidentales,  no olvidemos que el dinero lo consigue prácticamente todo en los bajos fondos y que son cientos de miles las niños y adolescentes que cada año desaparecen en Europa sin dejar rastro alguno. 

                                                        




Lo más grave, después por supuesto de los abusos,  es que la prensa y la sociedad occidental oculte e ignore este terrible asunto y que la “comunidad internacional” no haga nada debido a que están vendidos a los intereses económicos de los petrodólares.

                                                          


Piénsese que si tenemos en cuenta las afirmaciones realizadas por la princesa saudí estamos hablando de miles de menores los que son abusados pués se refiere a una ciudad no precisamente pequeña que según ella afirma los príncipes saudíes han convertido en un  lupanar  donde abusar de menores.


En España el príncipe Al Wadeleed, amigo personal del rey emérito Juan Carlos y socio en algunos negocios de Iñaki Urdangarín, ha sido juzgado como responsable de la violación de una modelo madrileña en su yate fondeado en las costas ibicencas, según indicaba la prensa balear eran muy conocidas las correrías y los abusos del este príncipe en toda la zona.

                                                                    

                                                              


Cuando una denuncia formulada contra él por violación fue desestimada el entonces rey Juan Carlos I le felicitó oficialmente.

                                                               

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