jueves, 5 de noviembre de 2015

Más que una anécdota un síntoma


                                           
                                                   
Ahora que callan los que en razón de sus juramentos y uniformes deberían hablar, resulta un imperativo que nuestras voces se eleven.
A muchos españoles nos escandaliza el silencio cómplice-cobarde que han mantenido y mantienen los generales del ejército, incluso callan aquellos que están retirados o que han pasado a la reserva. La gravísima situación por la que atravesamos  respecto al desafío secesionista catalán, que pone en serio riesgo la Unidad de España y la continuidad histórica de la Patria, hace clamoroso este silencio, deja  huérfanos a los españoles e inerme a España.
Pero hoy una nueva noticia ha hecho que se nos abriesen  aún más los ojos, a la par que nuestra indignación se disparase más.
 Nos hemos encontrado con que Podemos,  el partido político de extrema izquierda, antimilitarista, contrario a que se defiendan las fronteras españolas frente a la invasión-inmigración ilegal que padece Melilla, anticlerical y favorable a someter la  sacrosanta unidad nacional a votación, ha “fichado” al general del ejército del aire en la reserva, antiguo Jefe del Estado Mayor de la Defensa   (JEMAD) en la época de Zapatero D. José Luis Rodríguez Fernández.

                                                      
Este general, ex JEMAD, se presentará como segundo  por PODEMOS en la ciudad de Zaragoza, y este hecho pone de manifiesto varias cuestiones:
La primera de estas se refiere a que la variación de la política de ascensos, basada ahora en  algo tan subjetivo y sometido a la manipulación política como son los “méritos”, en lugar de tomar en consideración para ascender algo tan objetivo como el tiempo, ha dado pie a que se generalice el sometimiento rastrero y baboso  al poder para de este modo lograr su aquiescencia y sus premios. Esto ha hecho que sean las personas más serviles a la política del que gobierna en cada momento las que más hallan ascendido en el escalafón, independientemente de su capacidad y su amor incondicional a la Patria.

En segundo lugar este hecho nos hace preguntarnos por cual es el tipo de formación recibida por los cadetes en las últimas décadas, una formación que permite que todo un general haya tomado  la decisión de participar en política sirviendo a esos que combaten las  bases fundamentales de la milicia, del amor a España y su soberanía e integridad.
De la opción tomada por el general se deriva que la formación militar se ha basado primordialmente en lo operativo y técnico y en un adoctrinamiento democrático-liberal  en la que  la obediencia, ya sea a la autoridad civil como a la decisión democrática de la población está por encima de las cuestiones de honor y de servicio a las realidades intangibles  como son la unidad y la soberanía nacional.

                                                           

La tercera cuestión hace referencia a una visión atlantista en la que se supeditarían los intereses nacionales a los de la OTAN. No hay que olvidar que este general ha ascendido especialmente debido a los numerosos y altos cargos que ha desarrollado en cargos de la fuerza aérea de la OTAN. A este respecto no creo que sea casualidad que una agrupación antimilitarista y en principio contraria a la OTAN como PODEMOS, muestre entre los puntos de su programa electoral la permanencia de las bases conjuntas y la presencia yanqui en España, también es sintomático que no propugne una salida inmediata de la OTAN.

                                                               


Esta  inclusión del general en la reserva en la lista de PODEMOS pone de manifiesto que los generales, en activo, en la reserva o retirados, no hablan en defensa de la Unidad Nacional porque no quieren pues la acción de este ex- JUJEM demuestra que podrían hacerlo.

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