viernes, 14 de marzo de 2014

11 M, la verdad que no se quiere conocer



                                                                               



Nada de los sucesos políticos que se despliegan ante nuestros ojos es lo que a primera vista pudieran parecer, y cuanto más importantes aún lo son menos.

Partiendo de esta premisa voy  a referirme a unos sucesos de los que acabamos de conmemorar una década desde que tuvieron lugar. Por supuesto estoy hablando de los terribles atentados que tuvieron lugar en Madrid el 11 de Marzo del 2004, una fecha que ha quedado marcada a fuego en la memoria y el corazón de todos los españoles.

                                                               



                                                                   


Pero lejos de que el dolor y la indignación llevasen a que los españoles  formasen una piña para todos juntos luchar contra los asesinos y conocer la verdad, lo cierto es que se originó una división tan interesada como estúpida, una división que enfrentó a los españoles en dos bandos 
irreconciliables.
Por un lado estaban los que apoyaban al Partido Popular, estos afirmaban que los responsables de los criminales atentados habían sido los asesinos de la banda terrorista ETA.
En el otro bando se encontraban los seguidores del PSOE y los que se oponían al Partido Popular. Este bando mantenía que habían sido atentados realizados por musulmanes radicales que actuaban para vengar la participación  española en la guerra de Irak.

Cualquier persona que proponga una explicación alternativa a las dos antes señaladas es, inmediata y desdeñosamente, calificada de conspiranoica.
Esta división fue un elemento más de distracción que sirvió para que los verdaderos culpables de tan execrables hechos pudiesen permanecer en la sombra del anonimato.

Para poder acercarse a la verdad de todo lo que aconteció aquel terrible día, para conocer los entresijos y responsabilidades de esa terrible matanza, es imprescindible dejar de lado esa visión partidista, una visión a la que parece importarle más bien poco conocer la realidad de lo ocurrido. Y es que la verdad lleva aparejada el conocimiento de cual es la autoría y cuales las “razones” que  llevaron a actuar a los terroristas. Y claro, eso puede entrar en conflicto con los prejuicios partidistas y los beneficios electorales que estos llevan aparejados.



La realidad resulta difícil de entender para aquellas mentes que se han formado en una bipolaridad partitocrática, maniquea y excluyente.

                                                                     


En el caso que nos ocupa la realidad es muy diferente a la simplista dicotomía de  PP o PSOE. Lo cierto es que se buscaba no tanto que gobernase el PSOE cuanto que dejase de hacerlo el PP, aunque debido al sistema bipartidista que padecemos una cosa llevase forzosamente a la otra.

Para entender un poco que es lo que ocurrió la mañana de aquel fatídico once  de Marzo nos hemos de remontar al hecho de que los Estados Unidos, con la excusa de la luchar contra el terrorismo, se habían servido de la red Echelón para realizar espionaje sobre la industria europea. La Unión Europea en general, y muy especialmente los gobiernos de Francia y Alemania, elevaron serias quejas al gobierno de los Estados Unidos.

                                                                     


Los países más afectados fueron los citados Francia y Alemania. En el caso francés fue  muy afectada su  puntera industria aeronáutica (Airbus, Mirage, etc.) y en el alemán la automovilística (BMW, Mercedes-Benz, Wolkswagen,etc.)

El espionaje industrial atacaba sobre todo la tecnología punta y las mejoras de las empresas y productos  de estos países. La industria aeronáutica y automóvilistica de los Estados Unidos se servía de los avances europeos,  con lo que se producía una competencia desleal, amén de ilegal, que causaba perdidas multimillonarias y afectaba de manera seria las economías de los países antes señalados.

                                                                       



Como defensa ante este ataque que USA realizaba a través de Echelon, sirviéndose de la excusa de luchar contra el terrorismo, la Unión Europea incluyó en el TUE, Tratado de la Unión  Europea,  un capítulo en el cual los firmantes del señalado tratado se comprometían a no permitir la  instalación en su territorio de  infraestructura que permitiese el funcionamiento de la Red Echelon.

Pues bien, el gobierno Aznar se negó a ratificar el TUE, con la gravedad que  el eje franco-alemán atribuyó a este hecho. En esos momentos la política exterior española se centraba en un acercamiento, y sometimiento, al “amigo americano”. Este acercamiento a USA llevaba  implícito un alejamiento de “la vieja Europa”, como la definió el gobierno Bush.

Para conjurar la amenaza que podía continuar sufriendo sus economías a través de la Red Echelon el eje franco-alemán resolvió trasmitir un contundente mensaje a los gobernantes españoles para que ratificasen el TUE y con ello impidiesen el espionaje a través del Echelon.
El “mensaje” se hizo realidad el 11 M.

Una vez que se realizaron las elecciones generales el 14 de Mayo, que ganó el PSOE este ratificó el TUE, con lo que la acción  había logrado el fin perseguido,es decir que Estados Unidos pudiese seguir  espiando a la industria europea.
 ¿Pero cómo unas naciones aliadas y miembros, al igual que España, de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN,  podrían ser capaces de realizar tamaño acto de agresión?

Tal posibilidad resulta inconcebible, no entra en la mentalidad de cualquier persona normal, pero los intereses nacionales llevan a los servicios de inteligencia y a sus respectivos operativos a tomar decisiones inaceptables de las cuales los mismos gobiernos no son siquiera conscientes, simplemente dejan hacer.

Para realizar este tipo de operaciones los servicios de inteligencia nacionales (La DGSE –Directión General de la Securite Exteriore francesa o el BND-Bundesnachrichtendients- alemán) no se implican directamente sino que se sirven del ejército secreto de la OTAN, la red Gladio.

                                                                  



                     





Todo esto me sonaba  fortísimo e increíble cuando  un oficial de Información de un cuerpo de seguridad español me comentó, a los pocos días de los atentados del 11 M, que sus compañeros en activo le señalaban que se trató del “trabajo” de un grupo de inteligencia, él añadió que  el servicio de inteligencia responsable era de un país  del eje franco-alemán antes señalado, entonces yo no podía creerlo, me resultaba absolutamente inaceptable. Pero posteriores informaciones y datos  no han hecho otra cosa que corroborar todo lo que decía.

Como más arriba indiqué, los servicios no actúan directamente para evitar que si algo sale mal sus gobiernos se puedan ver implicados.

 En casos como el que nos ocupa recurren a la Red Gladio, ¿pero qué es Gladio?
Para conocer la realidad de Gladio es preciso hacer un poco de historia:
Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial los gobiernos europeos tenían  terror a una más que probable invasión del territorio europeo por parte de las divisiones soviéticas. Los militares y servicios de  inteligencia de los gobiernos europeos daban por sentado que cualquier respuesta militar de tipo convencional  frente a las divisiones soviéticas sería absolutamente inútil, es así que  pusieron en marcha una especie de ejército partisano  que hostigaría a las tropas de ocupación si finalmente se producía la tan temida invasión.
Los que conformaban este ejército fueron entrenados y dotados de armamento y explosivos para la lucha insurgente, guerra de guerrillas, sabotaje y terrorismo.

Como sabemos  la temida invasión nunca llegó a  producirse, pero Gladio no fue disuelta y sus fuerzas continuaron  existiendo, aunque sus objetivos pasaron a ser otros.
En un primer momento el ejercito secreto de la OTAN trató por todo los medios de impedir que  el comunismo se extendiese y pudiese dominar países europeos, caso de Italia y Francia, donde los partidos comunistas estaban alcanzando un auge tal que en Italia estaba a punto de alcanzar el poder en la nación.

Para lograr sus fines Gladio no tuvo  freno moral ni humanitario alguno, llegó a matar a 3 carabinieris en la ciudad de Petrano, volar trenes como el Italicus-express donde fallecieron 12 personas y otras 118 resultaron heridas, o hacer explotar una estación de autobuses repleta de viajeros como en Bolonia con 85 muertos y otros 200 lisiados el 2 de Agosto de 1980,
                                                             

todo esto para luego adjudicárselo a grupos de extrema izquierda.
Todo esto no son  imaginaciones de una mente calenturienta, el mismísimo primer ministro italiano Julio Andreotti reveló el 3 de Agosto de 1990 ante el Parlamento italiano la existencia de la Red Gladio supeditada a las órdenes de la OTAN.

                                                                   


Un juez italiano, el juez Petrano demostró que el explosivo empleado en Petrano en el coche-bomba con el que fueron asesinados  3 carabinieris era el explosivo militar C4, señalando que los asesinos fueron miembros del servicio de inteligencia italiano-SISMI:Servicio per le Informazioni e le Sicurezza Militare  junto a  activistas de Ordine Nuovo, aunque el atentado fue atribuido a las Brigadas Rojas.

                                                                 


Gladio no solo ha delimitado sus actuaciones a territorio italiano y francés, sino que Bélgica y otros países centroeuropeos ha sido  escenario de ametrallamientos y otros atentados indiscriminados con la finalidad de que la población afianzase o buscase gobiernos conservadores y fuertes que frenasen un posible desarrollo comunista.
España no se ha visto excluida de la acción de este ejército secreto, pues se le atribuyen acciones terroristas que han servido para orientar la política durante la transición, como por ejemplo la matanza de abogados laboralistas en Atocha, o los incidentes de Montejurra y los incalificables atentados del 11M.


Por supuesto la autoría siempre es atribuida a grupos distintos a la OTAN y a su ejército secreto, pero en todo los casos han contado con el apoyo y encubrimiento de los servicios de inteligencia nacionales.

En el caso de los atentados del 11 de Marzo  vemos  toda una serie de actuaciones claramente dirigidas a que no pudiese investigar el tipo de explosivos, ser identificados los que realizaron los atentados, etc. ¿Cómo se entiende si no que los trenes fuesen desguazados  en pocas horas, que los terroristas no apareciesen en ninguna cámara de las miles presentes o que apareciesen bolsas y coches que no fueron localizados en los minuciosos rastreos iniciales. ¿Y cómo es posible que de las toneladas de muestras recogidas sólo un pequeño pedazo de metal llegase a ser tomado como prueba en el juicio?



Para los que continúan manteniendo las postura  de ETA o de los islamistas basta con decirles que los primeros no se pondrían en contra a toda la población vasca, carecían de  explosivos militares y de capacidad para llevar a cabo unos atentados tan coordinados y que sus representantes los condenaron inmediatamente, cosa que jamás hacen cuando es ETA quién los lleva a cabo. Los defensores del origen yihadista difícilmente pueden mantener que unos atentados tan perfectamente llevados a cabo los pudiesen realizar ladrones de poca monta, chorizos y mafiosos de barrio, para colmo todos controlados por la policía nacional y por la guardia civil, la mayoría  incluso soplones de estas fuerzas.

Y que los incondicionales del PSOE tampoco se crean por encima de la sumisión al "amigo americano" y a la OTAN, porque en el 2011 fueron obedientes permitiendo que en suelo español, en la base de Rota, se instalase la parte fundamental del escudo antimisiles, lo que provocó una dura protesta de Rusia. Además, a partir de ese momento misiles rusos apuntan a territorio español.


                                                 
      

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