El rescate y los Rothschild.

                                                                                     

Nuevamente estamos asistiendo a una fragrante injusticia que lleva a cabo el gobierno popular, y es que tras haber “rescatado” en años anteriores a numerosos bancos, siguiendo la norma de privatizar los beneficios  y nacionalizar las pérdidas, ahora le toca “rescatar”  las empresas que gestionan las autopistas.

 Este rescate no es si no más de lo mismo, puesto que lo que realmente se hace es salvaguardar los beneficios de la banca asegurando que esta cobre el dinero de las deudas que las empresas concesionarias de las autopistas de peaje habían contraído y a las que no son capaces de hacer frente.

Es una injusticia que ralla lo criminal, pues este rescate se da en una situación en la que en  España 200 000 niños viven por debajo del umbral de la pobreza, con una proporción de pobreza infantil solamente superada en la UE por Rumania, se aporta esta ingente cantidad de dinero para el rescate mientras que 5 700 000 de españoles están desempleados y 2000 000 están en riesgo de exclusión social.

                                                          

La cantidad de dinero con la que se pretende hacer frente a las deudas que las empresas que gestionan las autopistas de peaje han contraído y no pueden pagar a  la la banca asciende a  4300 millones de euros. Según ha manifestado Cáritas, con la mitad de este dinero se podría rescatar a la mitad de los hogares que carecen de ingresos.

Cualquiera que tenga un mínimo sentido de humanidad y Justicia Social se debe sentir agraviado ante tamaña tropelía, tan clamoroso es el oprobio que esta medida consagra.

A cualquiera le resulta difícil de entender como un gobierno, sea este del color que sea, puede ser capaz de adoptar una decisión tan descaradamente injusta e inhumana como esta a la que nos estamos refiriendo, una decisión que se puede convertir en fácil y efectivo argumento que utilicen  sus contrincantes electorales en las cercanas elecciones europeas.

De todo lo señalado anteriormente surge de modo inmediato una pregunta:

¿Cuál es la razón por la que se toma esta decisión sabiendo todo lo antes señalado?, ¿Qué empuja a tomar una medida tan injusta como contraproducente electoralmente?

Por si alguien pudiera señalar que se toma para salvar puestos de  trabajo hay que apuntar que tan solo se favorecerían 250 trabajos afectados por un ERE, luego la  razón se ha de buscar en otro lado. Quizá las declaraciones de Botín respaldando el rescate nos puede aportar luz a este respecto.

Las entidades bancarias  que resultarán más beneficiadas, al poder cobrar las deudas de las empresas concesionarias de las autopistas, son el banco de Santander y el BBVA, seguidos a distancia de la Caixa, Sabadell y Bankia.

Resulta interesante saber que los bancos y cajas rescatados por el dinero procedente de las arcas públicas fueron:

-Banco de Santander.

-Caja Madrid.

-Barclays.

-BBVA.

-Banesto.

-Caja Castilla-León.

-IberCaja.

-Banco Pastor.

-Deutche Bank.

No hay que perder de vista que con estos denominados “rescates” no  se ayudan a empresas ni a trabajadores, lo único que se hace es salvar bancos, se apoya a la economía especulativa y ficticia a costa de ahogar la productiva y real. Pero ya se sabe que quién manda manda.

                                                          

Hablando de  quienes mandan nos vamos a referir a la mayor asociación bancaria mundial, un grupo denominado Inter-Alpha que es propiedad de los judíos alemanes  Rothschild y es dirigido por la Royal Bank of Scotland.

                                                      

El grupo Inter-Alpha fue creado en 1971 y en la actualidad  consta de bancos que representan a 15 países europeos. Estos son los siguientes:

Irlanda: AIB Group.

Portugal: Banco Espirito Santo.

Alemania: Commerzbank.

Países Bajos: ING Group.

Italia: Intensa Sanpaolo.

Dinamarca, Finlandia y Suecia: Nordea.

Grecia: Banco Nacional de Grecia.

Francia: Société General.

Reino Unido: Royal Bank of Scotland.

España: Banco de Santander.

Como señala el político, excandidato a la presidencia de USA, y economista norteamericano Lyndon Larrouche, los Rothschild controlan la política española sirviéndose del Banco de Santander que forma parte del Grupo Inter-Alpha y del BBVA.

                                                          

La historia de ambos bancos es muy pareja en cuanto a su relación con los Rothschild.

En principio, desde 1986 a 1998 el predecesor del BBVA, el Banco Bilbao Vizcaya, era el miembro español de los bancos que conformaban el grupo Inter-Alpha, pero en 1998 se retiró dejando camino libre al Banco de Santander. Aunque lo cierto es que  ambos bancos continúan  formando parte del imperialismo sionista de la familia Rothochild.

Regresando al argumento original de esta entrada, nos encontramos con que las dos entidades que salen más beneficiadas del “rescate de las autopistas” son los bancos Rothschild, Santander y BBVA, que son esos con los cuales las empresas concesionarias tienen la mayor de la deudas.

                                                          

De ese modo esos bancos se asegurarían el cobro de esos 4300 millones de euros, acudimos por tanto a una nueva “bajada de pantalones” de los gobernantes españoles ante la presión de la banca internacional.

Algo que no solamente  es un atentado a la soberanía nacional, en este caso estaríamos también ante un verdadero crimen social.