sábado, 19 de noviembre de 2011

El voto útil (¿?)

Mañana  ya es 20N (que triste que esta fecha se relacione con una convocatoria electoral en lugar de con el fusilamiento de Jose Antonio o  con la muerte de Franco), y una opción política, precisamente esa en la cual supuestamente al votarla se votan valores, es presentada por muchos  como el “mal menor”, como el “voto útil”.
Pero yo me pregunto: ¿útil para qué o para quién?
Desde luego útil para los políticos de esa opción política, para sus bolsillos, sus poltronas y su ansía de poder, pero no desde luego para España.
Se nos dice que a través de ellos se votan valores, pero ¿que valores?, porque desde luego no son los míos.
Ni defienden  la Unidad Nacional ni  la Justicia Social, y sin la defensa de tales principios ese supuesto “mal menor”  no pasa de ser un  ataque contra la línea de flotación  de una España unida e independiente, de una nación que defienda la vida y que a su vez defienda los derechos de los trabajadores.
Para muchos sonará quizá  exagerada la acusación  de que este partido (no puedo decir el nomre por estar en jornada de reflexión aunque es muy popular)  no defiende la Unidad Nacional, pero de que otro modo puede denominarse el hecho de defender el sistema autonómico con sus transferencias a los separatistas o el haber pactado, siempre que esto ha sido necesario para lograr su estabilidad parlamentaria, con los nacionalistas vascos o catalanes.
Se nos dirá que tampoco es cierta la acusación de ir  en contra de la Justicia Social,
¿pero de que modo puede  hablarse de un programa en el que  explícitamente, ya que no se dice nada de ello (quién calla otorga), se  mantiene un status quo en el cual el poder financiero  explota mediante los créditos a  las pequeñas empresas y a los ciudadanos en general y se aprovecha  del Estado, es decir de todos los españoles, al recibir miles de millones de euros con el supuesto fin de levantar  la economía.
El partido del “mal menor” y del “voto útil” no habla de que las entidades bancarias que han recibido tales “inyecciones económicas” han de repercutir tales ayudas recibidas a través de un descenso del interés y un aumento de los créditos que se   otorguen a los ciudadanos y empresas pequeñas.
Por otro lado, este partido, al no decir nada a favor de la salida de la zona euro está de hecho aceptando que pondrá en marcha todas la indicaciones que  provengan del eje franco-alemán, a pesar de que  tales instrucciones  lleven a un aumento del número de parados y a una cada vez menor capacidad adquisitiva. Y es que los que dirigen la eurozona (Francia y Alemania principalmente) están más preocupados por el nivel de déficit que por el porcentaje de paro. Por tanto las  medidas a aplicar serán distintas a las de nuestros intereses centrados más en el desempleo.

Y ahora vamos a referirnos a un tema que supuestamente marca una línea divisoria entre  este partido  de valores,que es popular, y el gobierno socialista de infausta memoria. Me estoy refiriendo a un tema del que la derecha española ha hecho bandera en los últimos años, hablo del aborto.
Este partido,que es muy Popular, propone acabar con la ley del aborto que  los socialista han puesto en funcionamiento pero no proponen terminar con el aborto ya que defiende que  la antigua ley del aborto pase a sustituir a la que tanto critican. Es ciertamente más de lo mismo puesto que el hecho  es que  los no nacidos podrán seguir  siendo asesinados en el vientre materno bajo el amparo de la legislación aunque sea bajo una
denominación distinta (despenalización en lugar de derecho). No olvidemos que la ley que ahora proponen restaurar acabó con 511429vidas.
                                                                           
Y que decir de no haber planteado siquiera una reforma constitucional respecto a la polítización de la justicia que la Carta Magna  explicita.
Desde luego yo no veo que sea útil de ninguna forma  apoyar con el voto  las opciones que el Partido Popular defiende.                            
                                                                                       
Para  hacer frente a la crisis económica por la que atravesamos nada dicen de acabar con las subvenciones a los partidos políticos, sindicatos y organizaciones patronales amén de terminar con la triplicación de los servicios de la Administración con la existencia de  un nivel estatal, otro autonómico y otro municipal, que en gran medida produce una multiplicación de funciones con el gasto que esto lleva aparejado.

Y que quede bien claro que  el  otro partido se aleja  más si cabe de  una concepción nacional y espiritual  de España.
Ambos son brazos del mismo sistema, los dos le sirven.

                                                                         

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