sábado, 11 de abril de 2020

NI UNA MUESTRA DE LUTO.



                                                                           

 
Me escandaliza enormemente el hecho de que ante la muerte de decenas de miles de españoles, 15.000 reconocidos, como consecuencia de la epidemia que padecemos no se lleve a cabo ninguna muestra oficial de luto.

                                                         


 Lejos de ello lo que se promueven son los aplausos a las ocho, el realizar ejercicio en casa y cantar en los balcones de nuestros pueblos y ciudades.
Muchos parecen no darse cuenta de lo que está ocurriendo, no sólo es que no podamos salir de casa. Están muriendo más de medio millar de compatriotas cada día, y frente a esta realidad aplausos en la ventana, cantar o tocar la guitarra en la terraza es toda nuestra muestra de dolor.

                                                       

Acaban de dar las ocho y de nuevo el estruendo de todas las tardes, cientos y cientos de personas aplaudiendo a sanitarios que se están jugando la vida y que merecen por encima de los aplausos ser dotados de los métodos de protección precisos para no ser infectados y morir a causa de la negligencia de los gobernantes. Todos los que hacen esto no son culpables de ausencia de dolor respecto de la muerte de tantos miles de compatriotas, simplemente son víctimas de un bombardeo mediático que les ha llevado a vivir en un mundo paralelo a ese   que esconden datos oficiales manipulados y esconden los medios de comunicación del pesebre.
Cada día me irrita más que en la pantalla de televisión no aparezca ese pequeño lazo negro que si pusieron con motivo del atentado del 11M, de los   atentados de París o cuando se produjo alguna tragedia de gran calibre.
                                                 


 También hecho de menos la declaración de luto nacional o la realización de algún oficio religioso nacional pidiendo por las almas de las decenas de miles de españoles muertos en esta epidemia, pero nada de nada. Cuando digo nada es nada, puesto que ni siquiera ha habido una intervención oficial del gobierno o del rey mostrando luto por los fallecidos y dando las condolencias a sus afligidos familiares.  Como no parece políticamente correcto a ninguna autoridad central, autonómica o municipal se le ha ocurrido colocar la   bandera nacional a media asta.

                                                          
Me avergüenzo de un rey que calla, de unos gobernantes que sólo saben mentir y de un pueblo que sólo sabe dar las palmas.

Quizá pueda haber sido un poco  injusto en lo que he señalado respecto a la población en general, pero en el ser humano lo exterior es muestra de lo interior, pero en favor del pueblo hay que decir que hasta cierto punto no es consciente de la crisis humana por la que pasamos y no lo es ya que en lo exterior no ven nada que  muestre el nivel de calamidad y muerte que padecemos.

Desde aquí quiero mostrar mi dolor y dar el pésame a todas las familias de los miles de víctimas de esta epidemia. Una oración por ellos.

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