domingo, 20 de marzo de 2016

Una política exterior contra Rusia y sus consecuencias .



                                                                             


La política exterior española hace décadas que ha dejado de ser soberana, ha dejado de servir a los intereses de España en el exterior para convertirse en  el perrito faldero de la política yanqui-sionista y de la paneuropea masónica de la Unión Europea y de la OTAN.
El hecho de llevar a cabo esta política servil lleva tiempo socavando nuestra otrora honrosa posición.

                                                                   

Hemos mantenido una posición que ni era de aislamiento, ni de aceptar la injerencia en nuestra política por parte de los EEUU o de la UE y la OTAN.
Pero todo cambió desde el momento en que España entró a formar parte de la UE, entonces CEE, y de la OTAN.

                                                               


 Para conseguir que España  entrase a formar parte de esa Europa de mercaderes masones hubimos de someternos a toda una serie de condiciones económicas que de  hecho ponían fin a nuestra independencia económica y soberanía política (  tuvimos que desmantelar las empresas públicas, privatizar otras también punteras, admitir y apoyar la banca privada, acceder a que la banca internacional actuase libremente en España y por último aceptamos que de hecho la política productiva fuese marcada desde Bruselas al someternos a que la producción viniese marcada por las famosas  “cuotas” y que libremente no pudiésemos subvencionar los productos o empresas que considerásemos oportuno).
Todo esto daba lugar a una cada vez mayor esclavitud  con respecto a la política masónica.
Pero desgraciadamente aqui no acababa todo, aún faltaba la entrada en la OTAN y la consiguiente sumisión total a los dictados del sionismo. Con la entrada en la organización atlántica nos constituimos en aliados de una potencia que tenía una colonia en nuestro territorio, dejamos fuera  del paraguas militar OTAN parte de nuestro territorio y nos obligamos a una política militar exterior con países que nada tenían en común con nuestros intereses.
Dentro del contexto señalado hay que ubicar todas las decisiones que en política exterior han ido tomando los distintos gobiernos de este pernicioso Sistema nacido  en el 78.
Tras esta introducción, que considero precisa, vamos a tratar el suceso que es la razón de ser del presente artículo.
La cuestión es que Rusia y el reino de Marruecos han firmado un gran acuerdo estratégico durante la visita del rey alauita Mohamed VI a Moscú. Este acuerdo que ha sido rubricado    por ambos mandatarios en el Kremlin  perturbará muy seriamente los intereses de nuestro país dado que las sanciones de la Unión Europea a Rusia por la adhesión de Crimea han sido prorrogadas hasta julio de este año.
Estas sanciones impiden las exportaciones de frutas y verduras a la Federación Rusa, nos encontramos con que  nuestras  naranjas y tomates perderán un mercado un mercado especialmente atractivo, por la cuantía de sus importaciones como es el ruso.

                                                          


Como es lógico Marruecos no ha desaprovechado esta circunstancia y ha ocupado el mercado que España ha dejado vacío en la Federación Rusa.
Por casualidades de la vida (¿?) la visita del rey de Marruecos a Moscú coincide con la ruptura de las relaciones entre la Unión Europea y el reino norteafricano, una ruptura derivada de una sentencia del Tribunal Europeo de Justicia que anuló el acuerdo comercial de productos agrícolas y pesqueros del 2012 entre los 28 y Marruecos debido a que en el acuerdo se incluía el Sahara Occidental, que no está reconocido internacionalmente como territorio parte del reino alauita.
No hay duda de que este puede ser el primer paso para que Marruecos arrebate a España el valioso mercado ruso de frutas , y más adelante lo haga con el pescado.
La gravedad de estos hechos se notará cuando los agricultores se encuentren con que sus productos no puedan venderse y sus ingresos sean cada vez menores. Y todo esto por culpa del vergonzoso seguidismo que la política exterior hace a todo lo que ordene y mande el sionismo norteamericano y la masonería de la Unión Europea.
Para los intereses nacionales de España la Federación Rusa no es peligro alguno, más bien todo lo contrario ya que nos conviene la organización mundial multipolar propugnada por Rusia frente al imperialismo opresor con que viene operando Estados Unidos desde la Segunda guerra Mundial.
 Es así que participar en la política militar agresiva  que vienen desarrollando la OTAN y los Estados Unidos contra la Federación Rusa es un gran error puesto que con ello no sacamos nada positivo y por el contrario nos puede resultar negativo.
Y lo hemos hecho permitiendo que en el despliegue del escudo antimisiles participe la base de Rota, enviando aviones de combate a la frontera con Rusia en los países bálticos, participando en maniobras de la OTAN junto a la frontera rusa en los países del este, etc.
¿Qué tiene todo esto que ver con el tratado ruso-marroquí?, pues mucho, dado que Marruecos pasará poco a poco a contar con la confianza militar y defensiva rusa ya que no entra, como si viene  haciendo España, en las actitudes antirusas que tratan de aislar y poner contra las cuerdas a Putin.
 En el marco de esta situación geopolítica y formando parte del tratado ruso-marroquí, la Federación Rusa  ha vendido a nuestro vecino, que  no aliado, del sur un submarino de última generación a precio de saldo, sólo 300 millones de euros.
Se trata de un moderno submarino clase Amur-1650 de 72 mts de eslora y equipado con 18 misiles antibuque, 6 lanzadores de torpedos, capacidad de sembrar minas y un sistema de combate de última generación, esto ha hecho saltar las alarmas en la armada española dado que la marina real marroquí tendrá por primera vez capacidad para controlar los accesos al estrecho de Gibraltar y las aguas que circundan el archipiélago canario.

                                                                     


Fuentes del ministerio de Defensa español consideran que es muy probable que en este tratado entre también la compra de helicópteros antisubmarinos, los cuales unidos a las modernas fragatas con las que cuenta la armada marroquí  pondrían en seria desventaja la potencia militar española en el mar.


A todo esto nos ha conducido la “sabia” política exterior española y sobre todo el seguir los dictados yanqui-sionistas.

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