miércoles, 9 de mayo de 2012

La banca es insaciable.
















Nuevamente nuestros gobernantes, lo mismo hicieron los socialistas cuando gobernaban, van a “inyectar”-dar  a la banca una elevadísima cantidad de dinero, aproximadamente  10000 millones de euros tan sólo a  Bankia. El monto total de lo que se va a dar a la banca, dar aunque  se hable de que son créditos a un alto interés y con contraprestaciones, será infinitamente más elevado.


                                                   

Y esto ocurre cuando  incluso las partidas presupuestarias dedicadas a  educación y sanidad han sido reducidas, cuando  los impuestos  más generalizados y menos  justos como es el que deriva de la aplicación del i.v.a. aumentan, cuando las relaciones laborales  son descaradamente  empeoradas a través de la reforma laboral, cuando el IRPF sube y cuando habrá que pagar hasta por  visitar al médico o  pedir recetas.


                                             
                                                                                
Cuando cualquiera  hace referencia a lo que acabamos de exponer, enseguida aparece alguien que dice que todo esto es demagogia  y manipulación, puesto que dar ese respaldo económico a los bancos es absolutamente preciso ya que  de otro modo  los bancos se hundirían, y si ellos caen  lo hará la economía completa, el país se vendrá abajo.

Lo triste es que es cierto, que si los bancos  se hunden se viene abajo la economía nacional, pero es triste no porque  lo digan, es triste porque España, al igual que la totalidad de los países que integran  el Occidente capitalista,  vive sometida a los dictados de  los poderes de unas personas dueñas de empresas privadas, los bancos.


                                              

La solución  no es sólo una posibilidad es una obligación, es preciso nacionalizar  la banca, con el crédito bancario es suficiente.

El Estado, que en el fondo somos todos, ha de crear un banco público que  se encargue de guardar el dinero de los ciudadanos  y que  preste a un interés muy bajo.
La finalidad de la banca pública sería el bien público, buscaría al igual que los actuales lograr beneficios pero  estos beneficios,  lejos de dirigirse a llenar los bolsillos de  los dueños del capital, de los altos ejecutivos o de los accionistas revertiría en aspectos sociales y en poder  ofrecer prestamos a los ciudadanos a un  interés mucho menor.

Basta ya de  socializar las pérdidas  al  cargar el pueblo con los problemas económicos de los bancos “inyectando” dinero y a la vez privatizar las ganancias puesto que cuando el banco obtiene beneficios nunca los reparte entre la ciudadanía.

Y por otro lado, un Estado no puede  permitir que existan unas entidades privadas que menoscaben la soberanía e independencia del poder político nacional.

LA BANCA Y EL INTERÉS HAN DE SER 
NACIONALIZADOS.


"Mucho cuidado con invocar el nombre de España para defender unos cuantos negocios, como los intereses de los bancos o los dividendos de las empresas"


               Jose Antonio Primo de Rivera  20-1-1936.


                                           

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