miércoles, 8 de mayo de 2013

El negocio de Bill Gates.



                                                                        
                                                                             


Atravesamos una época en la cual se dan unas descomunales  diferencias económicas, alimenticias y sanitarias entre  tres cuartas partes de la humanidad sometidas al hambre y la miseria y  una cuarta parte  que vive en la opulencia y el despilfarro. En esta situación aparecen en las sociedades privilegiadas unos personajes que sirven para limpiar la mala conciencia  de aquellos que quieren seguir con el tren de vida  que proporcionan  las sociedades opulentas pero que a su vez pretenden limpiar la  mala conciencia que sienten cuando a la hora de comer ven en el televisor  algún niño famélico muriendo de hambre.
Este tipo de personajes suelen ser multimillonarios que donan elevadísima sumas de dinero para luchar contra la pobreza y combatir la enfermedad de los más  desfavorecidos.
Desgraciadamente este altruismo  no suele ser tal, puesto que detrás de él  se suelen esconden intereses bastante menos filantrópicos. Ocurre  que  nuestra sociedad suele pasar por alto  que se den tales intereses de lucro vestidos de  buen samaritano, este autoengaño y posicionamiento acrítico  se produce para salvaguardar esa idea del poderoso benefactor,
Y es que el papel de acallar  la conciencia de aquellos que conforman las sociedades del bienestar resulta tan perentorio que el autoengaño y la mentira se convierten en las opciones mayoritariamente adoptadas.

Cuando vemos a “uno de los nuestros”, a alguien que forman parte del mundo rico,  donar tan ingentes sumas de dinero para combatir los males antes señalados es como si una parte de nosotros también lo hiciese, y de este modo nos estaríamos redimiendo de la culpa que sentimos por  nadar en la opulencia  entre tanta hambre.

El caso más claro de todo lo que hemos venido  señalando se da  con el multimillonario Bill Gates y la fundación Bill & Melinda Gates.
Este personaje y la fundación que preside  se han convertido  en una especie de icono de la ayuda desinteresada  a los más hambrientos y  a los  países subdesarrollados, pero desgraciadamente  nos encontramos con que no es oro todo lo que reluce. Toda esta  autojustificación lleva a que  la inmensa mayoría  de los que conforman las sociedades del “primer mundo” se niegan a considerar siquiera  que  tras esa imagen de filantropía se escondan intereses que no lo son tanto. Y ocurre que todo esto les lleva a  no plantearse si  estas cesiones de dinero forman parte de un plan  contrario a las mínimas condiciones de respeto hacia el ser  humano.

Estas líneas pretenden poner de manifiesto  cuáles son esos  intereses espurios que esconde la fachada  humanitaria del  fundador de Microsoft.
La Wikipedia, la enciclopedia más consultada en la actualidad, cuando se refiere a Bill Gates  habla de un empresario y filántropo estadounidense, señalando así mismo que la fundación Bill & Amanda  Gates  se dedica a reequilibrar oportunidades en salud y educación a nivel local, especialmente en las regiones menos favorecidas. Al igual que puede leerse esto en la Wikipedia, los medios de comunicación en su inmensa mayoría repiten  la misma cantinela sin  profundizar mínimamente en los aspectos  empresariales  y otros objetivos a más largo plazo.
La fundación, supuestamente filantrópica,  Bill & Melinda Gates adquirió en el año 2010  500000 participaciones de la empresa Monsanto, valoradas en más de 23 millones de dólares. Esto pone a las claras que la citada fundación tiene en mente otros   objetivos  que van más allá de erradicar la enfermedad y alimentar a los pobres del mundo.
La fundación Gates, calificada de benéfica, es  un fondo exento de impuestos que  se dedica a invertir billones de dólares  con el fin de  establecer un monopolio global dominado por plantas y semillas genéticamente modificadas. La finalidad de todo esto no sería otra que establecer  el control corporativo sobre las fuentes alimentarias del planeta para de este modo reducir la población mundial de una manera significativa.
No podemos olvidar que esta reducción es un objetivo que se ha marcado el Nuevo Orden Mundial  a través de todas las instituciones que buscan su implantación.
Este planteamiento   de reducir la  población mundial  además de un objetivo primordial para los que tratan de implantar el Nuevo Orden Mundial es la base del movimiento   eugenista
El padre de Bill Gates, William H. Gates Sr, actualmente co-presidente de la fundación Bill & Melinda Gates  es el antiguo responsable del grupo eugenista  Planned Parenthoob (Paternidad/Maternidad Planeada), organización que con posterioridad se reconvirtió  en la American Eugenecics Society (Sociedad Americana de Eugenesia).
Bill Gates, durante una entrevista en 2003 con Bill Moyers, admitió que su padre era el responsable de Panned Parenthoob, asociación que se había fundado bajo  la idea de que todos los seres humanos son “reproductores insensatos” y “malas hierbas” que necesitan ser erradicadas de forma selectiva, siempre han de ser erradicados los otros claro.
En la misma entrevista Gates admitió  que la participación de su familia  en temas reproductivos ha sido muy extensa, poniendo como ejemplo su adhesión a las creencias eugenistas.
 Aunque la posición pública que Gates mantiene en la actualidad es diferente, lo cierto es que las iniciativas de su fundación no dejan de ser una estrategia  Malthusiana modificada que reduce de un modo  de modo más discreto las poblaciones sirviéndose de  vacunas y alimentos genéticamente  modificados.
De hecho la fundación Gates se centra actualmente en forzar  la introducción de OGM (Organismos Genéticamente Manipulados) en África a través de la financiación de la AGRA (Alliance for a Green Revolutin in Africa). La fundación Gates reconoce haber donado al menos 264.5 millones de dólares a AGRA .
Según un reportaje aparecido en el 2010  en La Via Campesina  el 70% de los beneficiarios de AGRA en Kenia trabajaban con Monsanto y casi el 80% de la financiación de la fundación Bill & Melinda Gates está destinada a biotecnología.
El mismo reportaje señalaba que la fundación Gates garantizó en Abril del 2010 880 millones de dólares para crear el Programa de Agricultura y Seguridad Alimenticia  (GAFSP), programa que es un fuerte promotor  de  OGM (Organismos Genéticamente Modificados) Este Programa fue el encargado de facilitar 35 millones de dólares en “ayudar” al destrozado Haití para que fuesen  utilizados sistemas agrícolas y tecnologías OGM.  En otras palabras, sirviéndose de la  desgracia  ayudó  a que  sus productos se utilizasen y la población sirviese como campo de experimentación de sus productos.

La vinculación existente entre la fundación Gates, Monsanto y la agricultura corporativa   pone de manifiesto con claridad la  verdadera agenda  que lleva adelante. Esta agenda se basa en crear un  control monopolístico a escala mundial en las diferentes áreas de la vida  humana: vacunas, productos farmacéuticos, OGM, control reproductivo, control climático, etc.

Sirviéndose del dominio en todas  estas áreas la fundación Gates ha logrado tener un oligopolio que le permite  realizar grandes progresos en su pretensión de disminuir la población mundial de forma  paulatina.
Hemos de señalar  que cuando la fundación Gates  adquirió  tan elevada cantidad de participaciones de  Monsanto no estaba  haciéndose con una empresa  caritativa, ni siquiera neutra, pues en la década de los 60 Monsanto  junto a Dow Chemical, Uniroyal, Hercules, Diamond  Shamrokc, Thomson Chemical y TH  fueron contratados por el gobierno de los Estados Unidos para producir un herbicida denominado “agente naranja” utilizado  durante la guerra de Vietnam con el fin de destruir la selva vietnamita y las cosechas de los  vietnamitas de modo que se les privaba  de alimento a los vietnamitas y de  vegetación en la que esconderse.
Este potente agente químico causó unos 400000 muertos entre la población vietnamita  e hizo que unos 500000 niños naciesen con malformaciones.
A esto hay que unir que el agente naranja tiene gran resistencia   y permanece activo en el suelo de Vietnam provocando graves daños en las selvas del país  y generando nuevas generaciones  con malformaciones y afectadas de cáncer.


Las actuaciones de la fundación Bill & Belinda Gates, aunque se nos pretenda hacer creer lo contrario, resultan sumamente negativas para la economía y el bienestar de los más necesitados de los países del denominado “tercer mundo”. Los Gates han centrado principalmente sus esfuerzos e inversiones  en la promoción de una agricultura controlada por corporaciones y en paradigmas médicos que sólo llevan a esclavizar más a los más pobres. Los OGM que desarrollan y comercializar a gran escala, aniquilan los sistemas de agricultura nativa como ha podido comprobarse en la India.
La fundación Gates es primordialmente un negocio, puesto que la mayoría de las donaciones del magnate acaban por favorecer sus inversiones comerciales. Realmente no dona nada, en lugar de pagar impuestos al constituirse como fundación benéfica se dedica a invertir sus beneficios. Está involucrado en destruir la agricultura rural en el mundo a través de la Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA). Lo que hace es privar a los  pobres de África de sus  semillas tradicionales para reemplazarlas por semillas de sus compañías y finalmente por OGM.

La intención primera es la económica, pero la última es la disminución de la población mundial tal y como propugnan los  partidarios de la instauración de un Nuevo Orden Mundial.

                                                                     

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