martes, 1 de enero de 2013

Genocidio armenio





                                                                       

Vivimos en un mundo en el cual a   través de la mentira y de la ocultación de la realidad, que no es sino otra forma de mentira, atravesamos  la vida  engañados.
Lo que vemos, sería mejor decir lo que nos presentan como real, conforma nuestras opiniones así como nuestra forma de actuar. Y es de este modo que la base de nuestro caminar se apoya en un bastón manipulado que tan sólo sirve para que  no nos salgamos del camino que aquellos  que dominan  la información y con ella  el poder han marcado.

Todas estas líneas pretenden señalar   un acontecimiento histórico que  se ha ocultado de modo consciente e interesado a la inmensa mayoría de la población mundial, tanto que ni siquiera los libros de texto de muchas universidades lo refieren  y desde luego cuando lo hacen es vaciándolo de la verdadera importancia que el hecho tuvo.
La consecuencia del conocimiento de estos sucesos por parte de la población daría al  traste con muchas de las estrategias geopolíticas y llevaría a una visión real, no conveniente para algunos. De ahí su intencionado  ocultamiento.
Me estoy refiriendo al genocidio que el pueblo armenio sufrió a manos de las tropas turcas en1915, genocidio ordenado por el gobierno turco. Este genocidio produjo alrededor de un millón y medio de muertos amén de la huida de su país de  la práctica totalidad de la población Armenia superviviente.

                                         
Se trató del genocidio de hombres, mujeres, ancianos y niños cristianos a manos de musulmanes y en tal caso el tema parece  no resultar tan grave, y consecuentemente publicitado, como si hubiese sido al contrario o si los masacrados hubiesen pertenecido a  la etnia judía.



                                              

Al igual que en la actualidad acontece en no pocos países musulmanes los armenios, cristianos, que vivían sometidos al gobierno turco- otomano eran  considerados ciudadanos de segunda clase, teniendo de pagar muchos más, practicamente el doble, impuestos que el resto de sus conciudadanos musulmanes,  negándoseles  el acceso a la función pública o  a formar parte del ejercito del país.
Ante esta situación  los armenios elevaron quejas al respecto, quejas y protestas que fueron no sólo ignoradas sino que en 1895 produjeron ataques y matanzas contra ellos por parte de la población musulmana con la connivencia de las autoridades.

Comenzada la Primera Guerra Mundial en 1914, y como una forma de defensa ante los sangrientos ataque de los que eran objeto,  algunos armenios colaboraron con los rusos que se enfrentaban  a Turquía. Es entonces cuando el ministro del Interior del imperio otomano Talcat Pasha planificó y ordenó el genocidio con la colaboración de los de Guerra y Marina 


                                                
Enver Pasha y Dejmal Pasha respectivamente. Las matanzas comenzaron con la ejecución en Abril de 1914 de 250 intelectuales  y lideres políticos y religiosos de la comunidad armenia de Constantinopla, a partir de ese momento se iniciaron las deportaciones masivas a través del desierto buscando en ellas la muerte de la mayor parte posible de deportados sometiéndoles a condiciones de hambre, sed y caminatas extremas.


                                                 
 Durante estas deportaciones fueron masacrados muchos  de los supervivientes.  A su vez y posteriormente fueron fusilados y ahorcados cientos de miles de indefensos civiles de todas las edades y sexo.


                                                 

Estos horribles sucesos están  perfectamente documentados por informes de los embajadores de los Estados Unidos y de Inglaterra, por documentos originales de las ordenes cursadas por los políticos y militares turcos de la época amén de  numeroso material fotográfico y por descripciones directas de escritores y periodistas occidentales. Siendo reconocidos por la historiogrfía moderna.

Este terrible y premeditado genocidio es negado  por las actuales autoridades turcas, las cuales han llegado al punto de considerar delito en su código penal el señalar que el genocidio existió, además de ello algunos intelectuales turcos que han  escrito solicitando  que el gobierno pida escusas por el genocidio han sido asesinados por ello.

El silencio absoluto que  en Occidente existe respecto de este genocidio se explica como hemos señalado  por el hecho de que las víctimas fueron cristianos muertos a manos de musulmanes. En la situación actual  hablar de ello podría ser considerado por el mundo musulmán como un ataque. En segundo lugar hay que tener en cuenta que los Estados Unidos quieren mantener esas privilegiadas  relaciones con el gobierno de Turquía para de este modo  conservar en suelo turco las numerosas bases militares que le permiten controlar Medio Oriente, en especial Siria, Irán, Irak y Afganistan. La permanencia de tales bases la condiciona el gobierno turco a que no sea reconocido el genocidio  oficialmente por USA  y a que mediante el derecho de veto con el que  cuenta EEUU en la ONU, impida cualquier declaración condenatoria respecto al suceso en cuestión.
Pero no acaba aquí la cuestión, Turquía pretende pasar a formar parte de la Unión Europea, cosa que lógicamente apoya activamente el gobierno USA, pero Turquía se niega a reconocer el genocidio y mucho menos a pedir disculpas por él. Este planteamiento contrario a los derechos humanos y el hecho de haberse quedado con tres cuartas partes del  territorio armenio harían bastante difícil su ingreso en la UE`


                                       
Turquía nunca ha sido un país europeo su entrada en la Unión Europea es un sinsentido.

Mientras que  el peso de las cuestiones económicas y geoestratégicas pesen más que  la verdad, los muertos víctimas del primer genocidio del siglo XX continuarán clamando por un resarcimiento siquiera sea simbólico.

Mientras tanto millones de cristianos continúan en estos mismos instantes siendo despreciados, expulsados de sus casas y martirizados por  esos que siempre se han enfrentado  a la Cristiandad y a los cristianos, esos que  cercaron Viena, trataron de dominar el Mediterráneo y hacerse con los  países ribereños  sin olvidar el genocidio que señalamos o  el actual ataque contra los países de los Balcanes para imponer el islamismo.


                                           

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