viernes, 17 de junio de 2022

LOS CHANCHULLOS DE SANCHEZ Y SEÑORA, EL CHANTAJE MARROQUÍ Y LA TRAICIÓN DEL SAHARA.

 

                                                                                                     






En el último artículo subido al blog, artículo que hacía referencia al corte de suministro de gas a España por parte de Argelia debido a la entrega de la soberanía del Sahara a Marruecos por decisión del presidente del gobierno,  se hablaba de la existencia de dos métodos para lograr que una autoridad tomase una decisión que fuese contraria a los intereses de la nación a la que gobierna y a la que debería servir, decisión  que podría llegar a tomar aún en contra de sus propios intereses políticos o lectorales.

Se señaló la existencia de dos estrategias para conseguir que el sujeto en cuestión se viese impelido a tomar esa decisión, estos dos métodos eran por un lado el soborno y por otro el chantaje, dos métodos sumamente eficaces a la hora de conseguir el objetivo de que un individuo o asociación de estos tomasen la decisión pretendida por el o los interesados en conseguir la adopción de la decisión que buscaban, en pro de sus intereses e intenciones.

Pero esta presentación exclusiva del chantaje y del soborno como las estrategias independientes para determinar la toma de decisiones por parte de un sujeto resulta ser un reduccionismo simplista que pasa por alto la más efectiva y utilizada, sobre todo en altos o muy altos niveles políticos y económicos, estrategia para controlar y dirigir la conducta de las personas, autoridades en este caso.

 

Me refiero a una técnica mixta que utiliza de modo conjunto y sucesivo las dos estrategias antes descritas, el soborno y el chantaje, de modo que el sujeto sería víctima de sus propias debilidades personales, puesto que se jugaría tanto con su avaricia por conseguir lo que no es suyo o no está moral, ética o legalmente  permitido , con la soberbia de creerse  por encima de los otros en el sentido de no poder ser descubierto por llevar a cabo esas acciones y además  estaría dominado por un temor extremo al conocimiento público de su conducta, temor este procedente de ser descubierto y por tanto derivado de  las consecuencias, reales o imaginadas, a que daría lugar que se diese a conocer de manera pública esa conducta fruto de su avaricia y soberbia. 

En resumen, se trataría de ofrecer al sujeto negocios, desarrollar conductas y lograr placeres que de otra manera no alcanzaría y que no serían legal, ética o moralmente aceptables, se ofrecerían todo esto para posteriormente chantajearle con hacer públicos sus conductas o negocios.

 

Esta metodología se ha repetido hasta la saciedad a lo largo de la historia de la humanidad, prueba de su efectividad y de qué manera el recurso a las pasiones y debilidades humanas son algo tan extendido como manipulable. Un ejemplo próximo en el tiempo y conocido a nivel mundial es el ocurrido en el caso de Jeffrey Epstein y los servicios sexuales con menores que ofrecía a grandes personajes públicos de la política, la economía y del espectáculo de los Estados Unidos e incluso a miembros de la realeza británica.




El detestable sujeto y empresario norteamericano, que supuestamente se suicidó tras ser detenido y mientras se encontraba sometido a protocolo anti suicidio en dependencias policiales de Nueva York, había logrado que su compañía y el acudir a sus fiestas con menores, modelos en su mayoría, fuese considerado como un símbolo de manifiesta importancia y así lograr importantes contactos políticos, empresariales y cinematográficos.

Es así que toda una gran cantidad de altos miembros de la política de la economía y la empresa acudían a las estas fiestas que Epstein realizaba en su isla antro de la perversión con menores, la isla de los pedófilos, a donde se llegaba en un avión propiedad de Epstein llamado “Lolita Express”.


                                                         


 Los que acudían, movidos tanto para obtener contactos en las altas esferas como por dar rienda suelta a sus más bajas pasiones eran grabados durante la realización de sus ilícitas e inmorales conductas  para posteriormente ser chantajeados.

Algo parecido, pero no centrado en el terreno sexual ni de explotación de menores, es lo que explica la actuación del gobierno español respecto a la entrega de la soberanía del Sahara al reino de Marruecos.


Según informaciones tanto de los servicios de inteligencia, concretamente información aportada por un coronel del C.N.I. (Centro Nacional de Inteligencia), como de la prensa argelina, y que rápidamente se han extendido por las redes sociales y publicaciones digitales, el presidente del gobierno se habría visto chantajeado por Marruecos para conseguir que el gobierno español “reconociese” la soberanía del país alauita sobre el territorio del Sahara Occidental. Todo esto después de haber sido sobornado por los príncipes y gobierno marroquíes.

El soborno vendría a consistir en que Begoña Gómez sería socia del Gran Centro Informativo Marroquí, señalando la prensa argelina que existe una trama entre el Instituto de Empresas (I.E.) con la que está relacionada Begoña Gómez (I.E.) y la  A.P.D. (Asociación para el Progreso de la Dirección), así como relaciones entre ADD Maroc  y el I.E., concretamente con África Center que hasta febrero dirigía la esposa del presidente español para justificar cargos en la Universidad Complutense. Pero a pesar de esta desvinculación Begoña Gomez ha continuado usando el nombre para captar otros negocios.

               


Según la información que ha sido dada a conocer la entrada del soborno no habría ido de manera directa a “tentar” al presidente del gobierno español Pedro Sánchez, sino que la primera actuación del gobierno marroquí se habría centrado en la participación de la esposa del presidente español, Dña. María Begoña Gómez Fernández, en una empresa marroquí y en una especial relación de empresas vinculadas a la esposa de Pedro Sánchez con otras de Marruecos, con el beneficio económico que de ello se deriva. El entramado empresarial transcendía con mucho los contratos de formación de la mujer del presidente.

Llegado el momento en el que todo ese entramado empresarial y societario comenzó a dar pingües beneficios, cuatro millones de euros en poco menos de un año, el príncipe heredero Mulay El Hassán 


 ordena a Muley Rachid, hermano menor del rey Mohammed VI y su mano derecha, así como a Nasser Burita, ministro de Exteriores y al presidente del gobierno de Marruecos  Aziz Ajanuch, tan ferviente defensor de la pertenencia del Sahara a Marruecos que dice que no aceptará nada distinto a eso,  telefonear al presidente español Pedro Sánchez para amenazarlo con filtrar la información sobre el entramado societario existente con su esposa y él mismo así como los millonarios beneficios de ello si España no “reconoce” la soberanía de Marruecos  sobre el Sahara Occidental.

Días después tanto la mano derecha del rey marroquí, Alí Himma, como el ministro de exteriores, Nasser Burita, reciben contestación positiva de Sánchez y se movilizan los medios gubernamentales y diplomáticos para dar los pasos a ese “reconocimiento” por parte de España del Sahara como parte integrante de Marruecos. El primer paso será concertar una reunión pública, abierta a los periodistas, en la que el presidente Sánchez se reunirá con el rey de Marruecos. Ahora bien, esto no es sino una puesta en escena para mostrar la capitulación de España ante los intereses territoriales marroquíes en el Sahara y ante quién sabe qué más.

 Se trató de una humillación de España por parte de Marruecos y con el vergonzoso y cobarde silencio de Pedro Sánchez, que en ningún momento protestó ante la presencia de la bandera española del revés y la de de un retrato del invasor de la península ibérica, Ibn Ziyad, entre el presidente español y el líder marroquí. 

                                                                     


Pero ambas cosas carecían de importancia cuando su interés estaba exclusivamente centrado en frenar la posible   filtración que pondría en cuestión la actitud tanto de él como de su esposa en temas económicos, societarios y de enriquecimiento personal a costa de los  intereses nacionales.

En este caso asistíamos a un acto previo humillante de la traición de entregar a Marruecos la soberanía del Sahara.

Dada la proximidad temporal entre esta entrevista, del "reconocimiento" de la soberanía de Marruecos sobre el Sahara, y el asunto del espionaje del teléfono móvil de Sánchez a través del sistema de origen israelí Pegasus, a saber que nuevas cartas guardan en la manga Marruecos  y Estados Unidos y hasta que punto esto podría estas en peligro la españolidad de las ciudades de Ceuta y, de Melilla e incluso de las Islas Canarias. 


                                                             





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