jueves, 27 de febrero de 2020

O.T.A.N. Y SOBERANÍA, CONCEPTOS ANTITÉTICOS.

     
                                                                               

       
Siempre que se habla de la pérdida de soberanía que desde hace décadas viene padeciendo España se culpa a entidades supranacionales señalándose a la Unión Europea, al Banco Central Europeo, a la Organización de las Naciones Unidas y otras tales como la Trilateral, el Club de Bilderberg, etc.
Sin pretender menoscabar un ápice la influencia negativa que las entidades antes señaladas juegan a la hora de acabar con la soberanía de nuestra patria hemos de señalar que llama poderosamente la atención que incluso los patriotas e identitarios de nuevo cuño pasen por alto una asociación de la que España forma parte y que a mi modo de ver en la práctica   hace causa mucho más daño a la soberanía nacional de la que origina la misma Unión Europea.

 Me estoy refiriendo a la O.T.A.N. (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

Hago referencia a nuestra pertenencia a la O.T.A.N.  y a la participación de nuestros ejércitos en las denominadas “misiones de paz” puesto que de hecho la política militar y por tanto exterior que nos marca la O.T.A.N., es decir los que realmente la dirigen, nos lleva a poner nuestros ejércitos al servicio de los intereses sionistas y masones que en la mayor parte de las ocasiones no solamente no coinciden con los intereses nacionales sino que se oponen a los mismos.
Antes de afrontar directamente el tema del ataque a la soberanía por parte de la O.T.A.N. hemos de tocar un tema que va más allá incluso de ello, resulta que España ha caído en el deshonor de participar como aliados junto a una potencia, la de los piratas británicos, que ocupa de manera plenamente ilegal una parte del territorio nacional como es Gibraltar.  Para más inri nos encontramos con que el tratado de defensa mutua llevaría a que las tropas españolas habrían de luchar hombro con hombro con los británicos para defender Gibraltar de un ataque exterior, la lucha se produciría con la intención de salvaguardar el status quo colonial actual y que continuase hondeando la bandera de los hijos de la gran bretaña en esa parte del territorio español.

                                                      


Eso si, como somos tan espléndidos, idiotas diría yo, ni Ceuta ni Melilla, tampoco las Islas Canarias entran bajo el denominado paraguas de la O.T.A.N. Es decir tendremos que combatir para defender la continuidad del robo de una parte de nuestro territorio pero ningún                                                                                                                                                                                                                                                       miembro de la O.T.A.N. está obligado a ayudarnos a nosotros caso de que las señaladas islas y plazas de soberanía fuesen atacadas por una potencia extranjera.

Hecha esta apreciación, que para nada es anecdótica, ahora vamos a señalar como nuestra política exterior viene siendo marcada por los intereses de los que realmente dirigen la política bélica y los escenarios de actuación de nuestras tropas. Los que realmente lo dirigen son el sionismo internacional y la política exterior de los Estados Unidos, que viene marcada y dirigida por el lobby judío norteamericano.

Esta afirmación de que es el sionismo internacional y estadounidense el que realmente marca los escenarios y misiones que las tropas españolas han de desarrollar puede en principio sonar a exageración o directamente a mentira, pero observar un poco la realidad nos llevara a reconocer la realidad de lo señalado.

La practica totalidad de las misiones en las que participa el ejército español en el extranjero no buscan otra cosa que proteger las fronteras del Estado judío, como es el caso de las tropas desplegadas en el Líbano para frenar la actividad de la resistencia libanes de Hezbollah. Todas esas en las que participan barcos de la armada y aviones del ejército del aire, los primeros en el mar Caspío  y los segundos patrullando las fronteras rusas  con Polonia y Lituania.

                                              



Con la participación en estas maniobras llevadas a cabo junto a otros ejércitos de la O.T.A.N. nos estamos sumando al intento de frenar a una Federación Rusa que se enfrenta en Oriente Medio al grupo de salvajes terroristas del ISIS, grupo creado, financiado y apoyado por Israel, Estados Unidos y las monarquías árabes. De la misma manera la Federación Rusa es un gran peligro para Israel debido al apoyo militar y diplomático que da al gran, y quizá único, enemigo serio del Estado judío en la zona como es Irán.

Pero si algo pone de manifiesto de manera clara hasta qué punto los movimientos bélicos y maniobras de la O.T.A.N.  no sólo no  van  en dirección distinta si no opuesta a los intereses reales de España simplemente hay que tomar en consideración que mientras Argelia nos roba aguas jurisdiccionales en la zona de las Baleares, mientras Marruecos  hace otro tanto con las próximas a las Canarias, mientras la policía nacional y la guardia civil no son capaces de frenar los asaltos a Ceuta y Melilla o miles de  inmigrantes-invasores  atraviesan el Mediterráneo para entrar ilegalmente en nuestro territorio el ejército de tierra, la Armada y el ejército del aire se dedican a  instruir en Irak y Afganistán, a  navegar por el Caspio o a vigilar la frontera rusa en Polonia y Lituania. Su sitio está protegiendo la frontera  de Ceuta y Melilla, interceptando  en el Mediterráneo  los cayucos  que fletan las mafias y salvaguardando la integridad  nacional en Cataluña.


Si a pesar de    todos los argumentos que se han expuesto alguien mantiene que la pertenencia y el sometimiento a la Organización del Tratado del Atlántico Norte y la soberanía de nuestra patria  no resultan  algo opuesto e incompatible debería quitarse las anteojeras ideológicas que le impide ver la realidad tal y como es.


                                                    

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