viernes, 11 de noviembre de 2016

La medio verdad del muro de Trump



                                                            





En estas líneas quiero referirme a una falsificación de la realidad que se ha venido esparciendo por todos los países occidentales, muy especialmente en Méjico y en los países hispanoamericanos. Este ocultamiento de la realidad se ha extendido con la finalidad de  engañar a sus respectivas opiniones públicas y para que la población latina o hispana que vive en los Estados Unidos votase a Hillary Clinton y no lo hiciese a Donald Trump.  
No hay que perder nunca de vista que una verdad a medias no pasa de ser una mentira, puesto que la verdad a medias sustrae al sujeto de una parte de la realidad con lo que su conocimiento será sesgado, y con ello el sujeto  llegará a conclusiones erróneas, conclusiones dirigidas por aquel o aquellos que han ocultado una parte concreta de la realidad.
Y esto es lo que ha estado ocurriendo con las críticas que el Presidente electo, el republicano Donald Trump, ha recibido basándose en lo referido al tan traído y llevado muro entre Estados Unidos y Méjico.

                                                 

Es cierto que el candidato republicano incluía en su programa electoral, y defendió durante su campaña, levantar un muro entre Estados Unidos y Méjico, basándose en que su función sería poner fin a la entrada de inmigrantes ilegales al país, y con ello acabar con la posible entrada personas relacionadas con el narcotráfico, con bandas peligrosas (maras) o sujetos que al no encontrar trabajo en los Estados Unidos se viesen empujados a delinquir.

                                                          

Hay que tomar en consideración que desde Méjico no sólo entran inmigrantes mejicanos, sino que a través de él penetra en Estados Unidos gran cantidad de inmigrantes ilegales procedentes de centro y Suramérica. Y en estos momentos por los que atravesamos la frontera podría ser utilizada como paso por terroristas si no está suficientemente controlada.

                                                         

Aplicar esta medida de fortalecer la frontera impermeabilizándola con la creación de un muro es no solo un derecho, sino un deber, que tienen las autoridades norteamericanas para garantizar la seguridad y el bienestar de la su población.

La falsificación de la realidad que se presenta a la opinión pública hispana y mundial en general es en realidad un ocultamiento, consiste en esconder el hecho de que Méjico tiene levantada a todo lo largo de su frontera con Guatemala una alta alambrada que en algunas zonas es un muro, llegados a este punto nos encontramos con que los que tanto se quejan y horrorizan con la propuesta de Trump habrían de callar cuando la supuesta víctima de la medida la realiza de igual modo con otros. 

                                                       

Y que conste que la medida de Méjico me parece la más lógica puesto que preserva su soberanía e ingresen elementos peligrosos o indeseables en su territorio.
Respecto al tema del levantamiento del muro que ha propuesto Trump, hay que tomar en consideración que una parte nada pequeña de la población hispana o latina que ha votado, lo ha hecho por el candidato republicano, y lo ha hecho dado que considera que una inmigración ilegal y masiva resulta perniciosa para sus intereses ciudadanos, laborales, de seguridad y de integración. Todas estas personas no quieren que la seguridad alcanzada se vea amenazada, no quieren una competencia desleal ni quieren que la llegada de remesas de ilegales que se puedan dedicar al robo, al pandillerismo o a otras actividades ilegales puedan dañar el nombre y fama de una comunidad latina establecida legalmente y que poco a poco se integra en la sociedad norteamericana.

                                                           



En el caso de la sociedad española no es de extrañar que la práctica totalidad de esos que se niegan a aplicar las medidas necesarias para frenar la inmigración ilegal que penetra en nuestro territorio a través de las vallas de Ceuta y Melilla al igual que a través de las   pateras que sin cesar cruzan el estrecho hacia nuestras costas, pongan el grito en el cielo al escuchar las medidas  propuestas por Trump.

                                                     

 Pero la culpa no es del presidente electo cuanto de esos que se niegan a  colocar concertinas en lo alto de la valla (al igual que están colocadas en las cárceles), de las devoluciones en caliente o de usar agua a presión para bajar a los que escalan la valla.

                                                      

Trump es en este sentido una llamada a la mala conciencia de muchos españoles que se niegan a defender su territorio frente a la entrada ilegal de individuos que muy difícilmente encontrarán trabajo y que seguramente se habrán de dedicar a la delincuencia o a la venta ilegal, poniendo en peligro la seguridad y perjudicando a los trabajadores y economía de España.

                                                           


 Todo esto por no citar el serio peligro que significa tener un coladero por donde pueden entrar terroristas islamistas.
                                                      

5 comentarios:

  1. Pero los muros no sirven de nada, sino estás dispuesto a liarte a tiros con quien intente traspasarlo...

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  2. Por cierto, Trump es favorable a la amistad con Israel de USA... Y sin embargo, el 70% de judíos, votaron a Hilaria...

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    1. Por este mismo motivo se produce una contradicción, porque no olvidemos que los judíos de USA con mucho poder están al servicio de Israel. Posicionarse contra el globalismo y al mismo tiempo querer que Israel continúe manteniendo su hegemonía en la zona son posiciones claramente antagónicas.

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  3. Amen que en muchas tramos ya existe ese gigantesco Muro. Ver la genial película de Mel Gibson sobre "el Pueblito". Y Miguel, quien no sea favorable a la amistad con Israel, a dia de hoy es un suicida, otra cosa es la sumisión que es lo que prometía Hilaria. Tanto purismo irracional en gente que no hace nada mas que hablar por internet resulta chocante

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    1. Pero aceptar la amistad con Israel significa estar de acuerdo con su hegemonía en próximo y medio oriente, con lo cual esa zona continuará siendo un foco de conflictos. Es que precisamente la judería sionista de los EE.UU. es la principal impulsora del globalismo, algo contra lo cual Trump en teoría va a luchar, por lo tanto se deduce que aquí hay una clara contradicción.

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