domingo, 20 de octubre de 2019

EL ASESINATO RITUAL JUDÍO.



                                                                                       

     
Si hay una temática sobre la que desde hace décadas e incluso centurias no se puede realizar crítica o comentario alguno, esa es la realidad del judaísmo o del sionismo, pero dentro de esta temática nos encontramos con que cuando se afronta el tema de ese mito moderno que es el holocuento la cosa se vuelve mucho más peliaguda. En este caso chocamos de frente no solamente con el desprecio o la crítica social derivada del complejo de culpa que los mismos hijos del “pueblo elegido” han inoculado a la mayor parte de la sociedad, nos encontramos con que poner en duda o criticar el artículo central de la fe moderna que es el “holocausto judío” puede tener consecuencias legales, consecuencias que se incluso pueden hacer que demos con   los huesos en prisión.

                                                         



Ahora bien, aunque parezca imposible, hay un asunto referido a la cuestión judía que resulta mucho más incómodo de tratar que el mito del holocausto, un tema sobre el que se ha extendido un muy tupido velo, un velo de desprestigio y silencio que ha resultado mucho más útil que cualquier persecución social y legal. Esta fiesta se celebra a modo de carnaval con una exhibición de glotonería, intoxicación y maldiciones a la memoria de Haman.

El tema al que me estoy refiriendo y que voy a desarrollar en la presente entrada no es otro que el conocido de modo despectivo como “libelo de sangre”. Aunque por mucho que haya sido negado y desacreditado no deja de ser a un hecho histórico muy real cual es el asesinato ritual judío.
La estrategia de ignorar y desacreditar esta realidad siempre que salga o se saque a la luz pública parece haber dado un excelente resultado puesto que ha ocultado esta tremenda realidad histórica tan antigua como el judaísmo y que a su vez es más actual de lo que en un principio pudiera parecer.

Debido a la crueldad de los hechos y a la continuidad de estos desde hace más de dos milenios estos pudieran parecer meras leyendas o cuentos sin base alguna, pero desgraciadamente no es así, se ha tratado y se trata de una realidad más que probada.
Hay referencias de estos asesinatos rituales judíos hasta del siglo XX, habiéndose desarrollado estos a lo largo de los dos últimos milenios, habiendo testimonios de primera mano que han sido corroborados por las autoridades.

                                                        

 A pesar de la gravedad y crueldad del asunto este ha dejado de ser referido después de la última mitad del siglo XIX y la primera del XX, en esos momentos se puso en marcha un mecanismo de desacreditación dirigido hacia todo aquel que hiciese referencia al asunto y sobre el asunto mismo que era tildado de mero bulo oscurantista medieval y antisemita. en ese momento se aplicó al asunto la denominación de libelo de sangre.


Cuando hablamos del asesinato ritual judío nos referimos al asesinato de niños y adolescentes cristianos que los judíos talmúdicos llevan a cabo para hacerse con su sangre para lo cual les realizan numerosas punciones con la finalidad de conseguir toda su sangre, en gran parte de las ocasiones los niños son crucificados y coronados de espinas a modo de mofa del sacrificio de N.S. Jesucristo en la Cruz. No hay que olvidar el odio visceral que los judíos tienen hacia Cristo, considerado por el Talmud como un mago hijo de una prostituta, contra su iglesia y los cristianos. Es así que el asesinato ritual judío esta casi exclusivamente sustentado en el odio.

 Para entender que el pueblo judío pueda llevar a cabo estos sacrificios humanos hemos de enmarcar su realidad, tanto en cuanto a su origen como en la concepción religiosa y moral en que se sustentan.
 En primer lugar, hemos de señalar su origen asiático cercano, jázaro, que desde sus costumbres chamánicas presentaban costumbres sacrificiales y sádicas. Por otra parte, encontramos que la misma religión judía basada en el Talmud, especialmente en el babilónico, y la Cábala realiza prácticas que sólo pueden ser calificadas de hechicería.
En este punto hemos de señalar episodios tales como aquel en que el mismísimo Jehová pidió a Abraham que le sacrificase su primer hijo, Isaac. Este suceso parece tener connotaciones del culto judío a Moloch, el cual exigía el sacrificio ritual de todo primogénito.

                                                               



De la misma manera hay que tener en cuenta que según declara el Talmud tan solo hay dos tipos de sangre agradable al Señor, una es la del Paschal holocausto, la de la Pascua de resurrección que coincide con el Purim, y otra la de una circuncisión. Hay que preguntarse qué tipo de dios, la minúscula ha sido puesta voluntariamente, es ese que se agrada ante sangre derramada al realizar una amputación en los órganos sexuales masculinos. Para quién no lo sepa en el ritual de circuncisión judío es cortado el prepucio de un bebé al que posteriormente se le echa vino y el rabino después succiona el pene para sacar la sangre y escupirla. Curioso rito cuya sangre considera agradable.

                                                            

Nada de su comportamiento en este tema podría entenderse si previamente no tomamos en consideración la visión que los judíos tienen de los goyim o no judíos, puesto que para el Talmud los que no pertenecemos a “el pue somos bestias con forma humana que hemos nacido para servirles, y de esa concepción de los humanos surge una doble moral, una que se aplica a los judíos y otra a aquellos que no pertenecemos a su pueblo. Es así que para su libro sagrado si un judío el presta con usura, roba e incluso asesina a un goyim este no realiza un acto moralmente reprochable, pero en caso de que la víctima de esas acciones fuese un judío si lo sería.
 Incluso hay un mandamiento relacionado   con la matanza de extranjeros, no judíos, pueden ser muertos. Señalando que quienes no se adscriban a la Ley Judaica se deben ofrecer como sacrificio al Dios de lo Alto. Y es que el judío tiene una espiritualidad en guerra con el resto de la humanidad.

Teniendo en cuenta todo lo que acabamos de señalar resulta mucho más fácil entender, que no justificar, como los judíos son capaces de llevar a cabo los asesinatos rituales.

Para dar un sentido práctico a estos rituales sangrientos tenemos que referirnos a una de las principales festividades judías como es el Purim, fiesta que es una orgía de odio contra Haman, que es un personaje que se encuentra en el libro de Esther, probablemente un mito, que narra que el rey de Persia Xerxes tuvo como amante a una judía, Esther, a la que hizo reina en lugar de a su esposa. Esther convenció a Xerxes que perdonase al judío y que colgase   a su hermano Haman, así en lugar de los judíos fueron asesinados los enemigos de estos, así murieron incluso los diez hijos de Haman, que fueron colgados. La reina Esther solicitó y consiguió que fuesen asesinados 75.000 sirios, hombres, mujeres y niños.
 La sangre vertida en esta cruel matanza es el motivo de la celebración del Purim.

                                                    
Para la celebración de esta fiesta los panaderos judíos realizan pasteles con forma de orejas humanas (Hamentaschen) que son comidas por los judíos ese día y que estarían hechas en parte con la sangre de no judíos sacrificados, especialmente niños.

                                                          


Hay que señalar que los dos días festivos asociados con el asesinato ritual judío han sido el Purim y el Passover. El Purim se celebra el 14 del mes judío de Adar, equivalente a febrero-marzo, mientras que el Passover se localizaría entre mediados y finales de abril. Cuando un asesinato ritual se realiza en Purim este se realiza usualmente sobre un cristiano adulto que es asesinado por su sangre, por el contrario cuando el asesinato ritual tiene lugar en Passover se solía utilizar como víctima un niño de siete años de edad o menos, siendo considerado más perfecto al tener la piel blanca, era torturado, crucificado, coronado de espinas y a través de muchos pinchazos y cortes exanguinandolo para así hacerse con toda su sangre.
Otra fiesta en la que según se cree también se han realizado estos asesinatos rituales es la Channucah, que se celebra en diciembre y conmemora la recuperación de Jerusalén por los Macabeos en el año 165 d. C.

Lo que resulta más importante  para nosotros es que al hablar del asesinato ritual judío no estamos hablando de cosas acaecidas hace siglos y siglos, puesto que estos ritos han seguido llevándose a cabo hasta hace relativamente poco, desde  la primera década del siglo XX en Kiev hasta los años 50 en Boston .

                                                         
Andrei Youschin- Kiev 1913.


Boston 1955.

Dadas las innumerables desapariciones que en la actualidad se producen en los países   occidentales no sería de extrañar que algunas de ellas hallan tenido como destino el asesinato ritual por parte de los judíos. Respecto a esto prefiero no hablar de casos recientes en España por precaución y sobre todo por respeto a las familias, pero si   referiré que en la guerra de Siria los criminales de ISIS, Daesh en árabe, desangraron y vendieron la sangre de cristianos a Arabia Saudí por grandes cantidades de dinero. Y cito esto dado que entre los musulmanes la sangre no tiene peso alguno respecto algún rito, eso sí Arabia Saudí es un país aliado de Israel con quién mantiene relaciones comerciales. El que quiera entender que entienda.

                                                           
Siria el pasado año.

3 comentarios:

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  2. Por que dice jazaro, si los judíos son semitas y no tienen relación genética con estos supuestos jazaros el cual solo sirvió para que un judio comunista se inventase dicho mito, el cual es refutado por la misma ciencia hoy día, me gusto mucho su articulo menos lo de jazaros

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    1. La población que conforma el actual Estado de Israel y la práctica totalidad de los que en la actualidad se autodenominan judíos no son para nada semitas puesto que no proceden del territorio que ahora ocupa Israel. Y los denomino jázaros en tanto que todos ellos proceden del pueblo jázaro que ocupaba la zona de los Balcanes y se convirtió forzosamente al judaísmo y después siglos después se trasladó al centro y este de Europa.

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