miércoles, 19 de febrero de 2014

La ADL, un embuste más.


                                                               

En  esta sociedad que habitamos se produce un fenómeno derivado  por un lado de la falta de actitud crítica, por otro debido al exceso de información y por último  por una intención  de mantener a la población dominada mediante el engaño y la mentira. Estos tres fenómenos interactúan entre sí  para conformar una serie de ideas que la población da  por ciertas, cuando incluso resultan opuestas a la realidad que dicen presentar. En un mundo globalizado, movido por  intereses de grupos  más o menos ocultos que buscan la consecución de objetivos espurios, también ocultos, los engaños son así mismo globales y afectan a  esa cultura de lo políticamente correcto instaurada en  unas sociedades  sometidas sin saberlo.

Una de esas grandes mentiras al servicio del poder mundial, masónico y sionista, , se refiere a una asociación, la Liga Antidifamación (ADL son sus siglas en inglés).

Supuestamente la Liga Antidifamación es una benemérita y admirable asociación  cuyo único objetivo es la defensa de los derechos de los judíos  combatir el antisemitismo y luchar por susderechos civiles. Pero nada más alejado de la realidad, nuevamente nos encontramos con que no es oro todo lo que reluce.

La verdadera finalidad de la ADL se aleja muy mucho de la filantropía y de la justicia con la que  los  dueños del mundo y sus siervos la presentan.
La ADL es una organización sionista y masónica que busca favorecer  la expansión de los planes de la oligarquía angloamericana, financiera  y masónica, encargándose de  paralizar la actuación de cualquier sociedad  o individuo que pueda poner en peligro tales planes, o evitando que alguien los de a conocer.

Para  tener una idea  clara y  acertada de cual es la realidad de la ADL no hay mejor manera que  conocer su historia, y es eso lo que ahora vamos a hacer al describir su historia.
La ADL fue creada a principios del siglo XX por el  grupo masónico sionista,  al servicio de los intereses financieros angloamericanos, B´nai B´rit

                                                       

En los años 30  la Liga Antidifamación se encargó de  paralizar cualquier posible colaboración de  Wall Straeet  y de la City londinense,  ambas en manos del lobby financiero judío, con Alemania e impedir la subida de Hitler al poder.

                                                             


                                                           
Es preciso señalar que la B`nai B`rit,rama británica de la masoneria, en la década de los cuarenta del siglo XIX, entre 1840 y 1850,  apoyaron a la confederación y de hecho favorecieron que EEUU sufriese una cruenta guerra civil.

                                                                
Los B´nai B´rt  colaboraron con los financieros de Nueva York fieles a la corona británica.
La realidad era que la B´nai B´rit habían concebido la ADL como una entidad para proteger los intereses de la oligarquía anglo británica, financiera y masónica.

De los miembros de esta oligarquía destaca JP Morgan  como financiadora de la ADL  en muchas ocasiones.

                                               
 
La ADL, al servicio de los intereses masónicos y financieros angloamericanos, operó como  fuerza de choque del imperialismo de los Estados Unidos tanto en Europa como en Iberoamérica. En los últimos diez o quince años ha funcionado como “perro de presa” del sionismo en general pero del lobby judío  norteamericano en especial.

En los años 40 y 50 del pasado siglo la Liga  se centró en atacar a aquellos que combatían al crimen organizado de Nueva York, especialmente centraron sus ataques en el comisario de la policía de Nueva York y su equipo. Es de este modo que la ADL alcanza una privilegiada relación con el poder que en esos momentos tenía el crimen organizado en los Estados Unidos, especialmente en la costa este.
El capo de la mafia en Nueva York Meyer Lansky, se convierte en el intermediario entre  la ADL y el FBI.

                                                       


Más adelante Bush padre y Kissinger 

                                             
utilizarón la ADL para realizar  operaciones encubiertas, con lo que la Liga pasaría a convertirse en la punta de lanza para atacar y desacreditar gobiernos y personajes públicos molestos, como fue el caso de la encarcelamiento de Lyndon Larrouche en 1986 acusado de conspiración , Larrouche  resultaba sumamente molesto para Wall Straet  dadas sus posiciones respecto a la aplicación de la  Ley  Glass Steagall, la cual acabaría con el poder tiránico de estos y con con una economía basada en la especulación financiera para levantarse sobre una economía real.
productiva.

Para colmo de males Larrouche señaló las relaciones entre el narcotráfico y el poder británico.

                                                            
                                                                             
Para acabar con Larouche  acudieron a su arma infalible, acusarle de antisemita.

La ADL no sirve al pueblo ni al gobierno norteamericano, ni siquiera al gobierno israelí, tan sólo  a los intereses británicos, con su base masónica, y a la oligarquía financiera internacional dirigida desde la City londinense por los intereses del sionismo.

                                                             


Todo esto llega al punto de que  son numerosos los especialistas, entre ellos Anton Chaitkin autor de “ Intelligence Review"  los que señalan  a la ADL como la responsable de lo que denominan "el golpe", es decir el asesinato de John F. Kennedy,
                                                            


  no olvidar que el asesinado presidente firmó la Orden Ejecutiva 11110, por la que la Reserva Federal perdía su poder y el gobierno y pueblo norteamericano recuperaban la soberanía económica en detrimento de Wall Strait                     
                                                          

 y de la oligarquía  angloamericana.
A esto hay que sumar que se opuso a que Israel se convirtiese en potencia nuclear.

En definitiva la ADL  no es otra cosa que un arma al servicio de la todopoderosa oligarquía anglobritánica y de la masonería internacional.

                                                       



Su mayor poder se encuentra en que, al ser considerada a  nivel mundial como un paladín  de la defensa de los judíos y sus derechos, puede destruir el futuro político  y público de cualquier persona que resulte o pueda resultar peligrosa para los intereses de la oligarquía a la que sirve.

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